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Una historia de verano - por Francisca

Esa mañana hubiese deseado que el tiempo fuera más lento. Caminó por la calle polvorienta, la brisa salada meneó su cabello, todavía revuelto. El ultimo edificio de la calle solo tenia una planta, y era casi tan viejo como todas las construcciones en esa zona, las aplicaciones metálicas de la puerta principal estaban ligeramente oxidadas y las bisagras rechinaron cuando abrió la puerta, haciendo repicar la campanilla de la entrada.
Los estantes, llenos de una variedad de sombreros mas grande de la que se hubiese imaginado, se alzaron ante ella como una especie de laberintos. Le había parecido mas pequeña desde afuera.
Solo había un hombre detrás de una caja registradora cerca de la entrada, fruncía el ceño y alzó sus ojos detrás de unos anteojos pequeños y cuadrados para darle un rápido vistazo. Su piel estaba bronceada, como el de la mayoría de la gente por ahí, pero su cabello ya se había vuelto casi completamente blanco. El hombre volvió rápidamente a sus cuentas y la chica se adentró hacia las profundidades de la tienda.
Tocó un sombrero de invierno con el dedo, sintiendo la suavidad del terciopelo en la yema. Arrugó la nariz intentando imaginarse con él sobre la cabeza. Se movió entre el pasillo hacia los sombreros para caballeros.
Un caballero específicamente rondaba su cabeza en el momento en que había decidido encaminarse en la única calle llena de tiendas para encontrar la única que vendía sombreros en un pueblo como ese.
Tomó un sombrero panamá, con una cinta negra. Sonrió divertida haciéndolo girar en su mano. Se rio de si misma al pensar que, en otro momento, jamás se habría sentido atraída por alguien que llevara sombreros.
La campanilla de la puerta de entrada volvió a sonar, rompiendo el silencio impoluto de la tienda y esta vez llamando la atención de la chica y del señor tras la caja registradora. Ella no podía ver la figura que acababa de entrar a la tienda, pero si escuchó como la voz rasposa del hombre de la tienda saludaba al extraño. Pero su voz no era extraña para ella, sonaría familiar y conocida en un millón de voces.
El corazón se le aceleró, desbocado. Incluso la asustó pensar que, en aquel silencio, podía escucharse por todos lados.
―¿Ibas a irte sin decir adiós? ―
La chica dio un respingo y sus manos temblorosas casi dejaron caer el sombrero que aun sostenía dando vueltas en su mano derecha. Lo sujetó con ambas manos y lo apretó contra su pecho, recuperándose del susto.
―¿Qué voy a hacer contigo? ― Le preguntó ella bajando la mirada un segundo antes de alzar los ojos para recorrer el rostro del muchacho que se había parado junto a ella, casi tan alto como el estante de sombrero frente a ellos ―¿Cómo me encontraste aquí? ―
―Porque te conozco más de lo que crees ― Le respondió él
―Sabes que nada puede durar para siempre, no me gustan las despedidas― Dijo ella girándose hacía donde descansaba el resto de los sombreros Panamá ― Solo quería dejar esto para ti… sé cuanto te gustan―
―Me gustaría más que te quedaras ― Dijo él en voz baja acercándose un paso por su espalda, quedando apenas a un palmo de distancia
―No quiero tener que alejarme nunca de ti… pero…― Respondió ella y un escalofrío recorrió su espina cuando sintió el aliento de ese muchacho a sus espaldas, sus manos volvieron a sentirse temblorosas.
―Pero debes hacerlo ― Completó él la frase ― Y te esperaré, eso lo sé y eso también lo sabes… pero siempre pediré que no te vayas―
―Volveré… siempre ― Le dijo ella volteándose finalmente y apoyando una de sus manos en la mejilla de él ― Y quiero que tengas esto, para que nunca me vaya de tu mente―
―Tienes la maldición de esta playa… nunca dejarás de volver a mi ― Dijo él en apenas un susurro.
Ella lo abrazó con todas sus fuerzas, apretándolo contra si misma, como si quisiera fundirse en él, aspirando su aroma, diferente en cada lugar de su cuerpo para grabarlo en su memoria y que acompañara cada uno de los días hasta su regreso.
Cuando dejó la tienda, tan fugaz como siempre había sido, él se quedó en el marco oxidado de la puerta, viéndola perderse en el horizonte una vez más. Sabiendo que regresaría mas temprano que tarde…. Su pasaporte, olvidado en la habitación esa mañana, descansaba en su bolsillo.

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8 comentarios

  1. 1. Emanuel V dice:

    Bonito relato, aunque el romance no es mi género favorito, me gustó el desarrollo de los diálogos y la trama, sobre todo el final.
    Saludos, mi relato es el #43

    Escrito el 18 agosto 2018 a las 08:31
  2. 2. Helena Sauras dice:

    ¡Buenos días! Gracias por haberte pasado por mi relato.

    Logras con las descripciones que el lector entre de lleno en la historia. Con las reacciones de los personajes, sumado a sus pensamientos, los vas conociendo y se van caracterizando con pocas pinceladas.

    “Porque te conozco más de lo que crees”. Esta frase ha conseguido despertar mi intriga y, sumada al final, puedo decir que tu escena me ha gustado bastante. Me he quedado con ganas de más.

    Respecto a la forma, revisa la puntuación de los diálogos. Sobretodo los “dijo” que van sin mayúscula, por ser un verbo “discendi…”.

    Y algún que otro acento en cuanto a la ortografía. Por ejemplo, “tenía…” y los “sí” de si misma que van también con acento. Te sugiero que pulas el relato con algún corrector.

    ¡Un saludo y te leo en próximas escenas!

    Escrito el 19 agosto 2018 a las 10:41
  3. 3. De vuelto dice:

    Me gustó la trama, me engaño y me sorprendió agradablemente al final. El ritmo fue un poco lento para mi gusto.

    Mi relato es el #45

    Escrito el 20 agosto 2018 a las 11:47
  4. 4. M. S. dice:

    Antes de nada, gracias Francisca por comentar mi relato.
    En cuanto al tuyo me ha encantado y me ha dejado con ganas de saber más.
    Por ponerle un “pero”, como ya te han indicado otros compañeros, vigila las reglas de puntuación en los diálogos para que quede un texto limpio.
    Ánimo para el siguiente. Nos leemos.

    Escrito el 21 agosto 2018 a las 08:00
  5. 5. Ratopin Johnson dice:

    Hola Francisca,
    Me gusta más la primera parte que la segunda, es decir, cuando aparece “él”. Esta frase justo entre una parte y otra se me hace un poco rara:

    “Un caballero específicamente rondaba su cabeza en el momento en que había decidido encaminarse en la única calle llena de tiendas para encontrar la única que vendía sombreros en un pueblo como ese.”
    Creo que podías encontrar una forma más simple y más clara de escribir esa frase.
    Hay algo que dejas en el aire que es la razón por la que ella le deja. Dice que no quiere pero…No se si es adrede por tu parte dejar eso abierto.
    Otra frase misteriosa es:
    “―Tienes la maldición de esta playa… nunca dejarás de volver a mi ― Dijo él en apenas un susurro.”. Creo que no se menciona antes en ningún momento nada de la playa o la maldición.

    En fin, como decía, creo que te ha quedado mejor la primera parte, hasta la aparición del caballero, donde se desarrolla la acción principal y las emociones aparecen, aunque para mí, de un modo un poco confuso.

    Saludos

    Escrito el 23 agosto 2018 a las 23:24
  6. 6. Norelkis dice:

    ¡Hola!

    Bueno me faltaba leer algo romántico, lo que me llamó la atención es esto: “sombreros en un pueblo como ese.” y “―Tienes la maldición de esta playa…” ¿Ella está en un pueblo o una playa? Noté esa parte confusa.

    Fue una amarga despedida, aunque cuando se vuelvan a encontrar las cosas no creo que marchen bien. No sé, solo lo presiento.

    ¡Saludos desde el 105!

    Escrito el 24 agosto 2018 a las 16:03
  7. 7. Amadeo dice:

    Francisca:
    Interesante tema: un romance de verano con sus dudas y despedidas.
    Desde lo técnico, encontré:
    Dices: las aplicaciones metálicas de la puerta principal estaban ligeramente oxidadas y las bisagras rechinaron cuando abrió la puerta, haciendo.. Repites puerta, muy cercano.
    Dices: se alzaron ante ella como una especie de laberintos. Creo que sería Laberinto.
    Dices: Un caballero específicamente rondaba su cabeza… Creo deberÍa ser un caballero específico…
    La pareja ¿habla de espaldas? Raro. Revisaría eso

    De acuerdo con lo ya dicho sobre los diálogos. Hay normas para escribirlos

    EncontrÉ algunas otras repeticiones cercanas.
    Buen texto y bien revisado, será un excelente cuento.
    Un saludo.
    Amadeo, Argentina. (Estoy en el 101)

    Escrito el 26 agosto 2018 a las 13:17
  8. 8. María Esther dice:

    Hola Francisca, interesante la idea, solo deberás tener en cuenta las anotaciones que te han hecho, en lo formal. La historia romántica siempre engancha, aunque esta no se concreta, por ser un amor pasajero.

    Escrito el 28 agosto 2018 a las 03:09

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