Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

Sombreros para pensaar - por Yoli

Era una tarde de sábado por la tarde. Se veía al sol ponerse en el horizonte, pero aun así, el termómetro marcaban treinta y cuatro grados. Un abuelo y su nieta de once años iban dando un pequeño paseo. Era una rutina que hacían, y a los dos les gustaba, pues entre ellos había una conexión muy especial, se entendían bien, a pesar de ser de varias generaciones diferentes.

El abuelo estaba preocupado por su nieta. Siempre fue una niña muy callada, pero últimamente la veía más irritada. Sabía el motivo, no obstante, si ella no se abría, no podría ayudarla. En ese momento, divisó unos grandes almacenes.

—María, entremos en esa tienda de allí, así nos refrescamos un poco —lo señaló con la cabeza.

—Vale

Cuando entraron, el frescor del aire acondicionado les dieron la bienvenida.. Pasearon por los pasillos y llegaron a la zona de los sombreros. El abuelo tuvo una idea.

—Maria, vamos a jugar a algo que se me ha ocurrido ¿alguna vez has leído “Los seis sombreros para pensar” de Edward de Bono?

—No, nunca lo he escuchado.

—Pues para resumir, y adaptarla a nuestro juego, el libro trata más o menos de que cuando tienes un problema o algo que te preocupa, lo mejor es que “desgranes” el problema y así lo ves de una manera distinta. Esos sombreros tienen diferentes colores, y cuando te pones un sombrero de un color determinado, tienes que expresar un “sentimiento” diferente.

—No lo entiendo muy bien, abu

—Tranquila, lo entenderás a medida que juguemos. No hace falta que tengas que hacerlo todo

Miró a su alrededor, y encontró lo que quería, cogió un sombrero blanco, negro, rojo, amarillo, verde y azul.

Le puso el sombrero blanco a Maria.

—Con este color tienes que expresar el problema que tienes, pero sin expresar una opinión, como si lo que te ocurriera le pasara a un desconocido y quisieras contármelo…

María frunció el ceño, sopesando la manera de hacerlo —Abu, eso es más difícil que salir de un laberinto—. El abuelo sonrió, pero no dijo nada.

—Bueno… Mamá se enfada conmigo. Me riñe por no ser como las demás niñas, por vestirme ,según dice, como un niño, por tener el pelo corto, por jugar a videojuegos…. Nunca está contenta conmigo, se la nota tensa conmigo.

—Lo estás haciendo muy bien, cariño

El abuelo le quitó el sombrero blanco y le puso el rojo.

—Con este puedes decir como te sientes, y no te contengas, cariño. Lo que sientas, lo sueltas.

Se quedo un momento dudando, sopesando que decir —Estoy enfadada… no entiendo porque no puedo ir como quiera… —se puso roja y empezó a hablar casi sin respirar —porque me tengo que poder algo que odio hasta verlo, porque tengo que tener el pelo largo si no me gusta porque me molesta para jugar. Me gusta mis pantalones anchos, mi pelo corto, ¿por qué no lo entiende mamá?, ¿por qué siempre está enfadada conmigo? ¿por qué las niñas de clase me llaman chicarrón?, ¡las odio!, ¡odio a todo el mundo! Me quiero ir de casa, me gustaría viajar por todo el mundo, llenar de sellos mi pasaporte, como el tío de Carolina. No quiero que nadie me conozca…

Su abuelo le cogió del brazo y la abrazó. Ella lloraba en su pecho, abrazada a él. Así estuvieron unos minutos.

—Abu, no quiero jugar más, me siento mal.

—Tranquila, mi niña. Nos vamos a casa ahora. Además, pienso hablar con tu madre muy seriamente.

—No te escuchará, nunca escucha a nadie—se llevó la mano al bolsillo, donde tenía un pañuelo y se sonó ruidosamente.

—Yo soy su padre, y lo juro por tu abuela, que me va a escuchar.

Salieron del edificio. El sol ya se había escondido y la temperatura había bajado un poco. María le cogió de la mano, se miraron y sonrieron cómplices.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

15 comentarios

  1. 1. Alma Rural dice:

    Te felicito, Yoli, por tu relato.
    Rezuma ternura sin caer en la ñoñería, lo cual es muy de agradecer.
    El texto es ágil y fácil de leer porque está bien redactado; y los diálogos se hacen creíbles.
    En resumen, un relato estupendo en todos los sentidos.
    Sólo he encontrado, a mi manera de ver, un pequeño fallo de concordancia entre un sujeto y su verbo.
    En el cuarto párrafo, cuando pones: “Cuando entraron, el frescor del aire acondicionado les dieron la bienvenida..”
    Ahí creo que estaría mejor poner: Cuando entraron, el frescor del aire acondicionado les dio la bienvenida..
    Porque el aire acondicionado es singular y dieron es plural.
    A mí me suena mejor todo en singular. Pero, repito, es una opinión personal.
    Por lo demás está todo perfecto. Tu relato, Yoli, es simplemente genial.
    Un saludo.

    Escrito el 18 agosto 2018 a las 07:48
  2. 2. Olivia dice:

    Hola Yoli:
    Muy bonito tu relato. Se nota tanta complicidad entre abuelo y nieta…
    Me parece muy imaginativa la trama.
    Como te ha comentado Alma, he encontrado alguna falta de concordancia en el número entre sujeto y predicado. Yo te pongo otro ejemplo: “Me gusta mis pantalones anchos, mi pelo corto…” el verbo, en este caso debe ir en plural ya que “pantalones”, el sujeto, está en plural y además sigue con “mi pelo corto”, razón de mas para ponerlo en plural. También he visto alguna frase sin punto final y una palabra equivocada “poder” y no “poner”, pero seguro que etas dos cuestiones que te comento no son más que errores tipográficos.
    La historia es entrañable, la redacción es muy clara y se hace muy amena. Un abrazo

    Escrito el 18 agosto 2018 a las 12:55
  3. 3. Galia dice:

    Hola Yoli, me encantó tu cuento, derrama ternura y un excelente recurso para sacar a la luz problemas que aquejan a los niños. Ojalá los adultos con el simple hecho de calzar un sombrero pudiéramos sacar de lo más profundo de nuestro ser nuestras aflicciones.
    Saludos
    Galia

    Escrito el 18 agosto 2018 a las 14:04
  4. 4. Marlene Flores González dice:

    Hola Yoly: Tu relato es muy tierno y agradable.
    En la parte en que la nieta dice:No entiendo porque* no puedo ir…
    Porque* me tengo que poner…
    Me parece que debería ser: por qué no puedo…
    Por qué me tengo que poner algo que…
    Por lo demás, estoy de acuerdo con Olivia.
    Algo más:
    Al principio pones que a pesar de ser
    varias generaciones diferentes. Bueno, yo pondría: a pesar de ser de diferentes generaciones.Pero no digo que esta mal, solo que en realidad son dos generaciones muy próximas.
    Si puedes, pasate por mi relato el #4 gracias.

    Escrito el 18 agosto 2018 a las 23:07
  5. 5. Charola dice:

    Hola, Yoli.

    Muy bueno tu relato en contenido. Qué buena idea del abuelo de hacer que su nieta hable de los problemas que le aquejan. Los niños a veces callan porque los padres no los escuchan o no los comprenden.

    En cuanto a lo formal no voy a repetir. En el título se te coló una “a” más.
    Al inicio “Una tarde de sábado por la tarde” hay redundancia. Solo “Un sábado por la tarde cuando se veía…”

    Felicitaciones.

    Escrito el 19 agosto 2018 a las 03:29
  6. 6. De vuelto dice:

    La idea central es interesante, lo que hace que sea una buena selección de temática. Para evitar los errores de concordancia y digitación, es recomendable poner a otra persona a leer en voz alta, o hacerlo tú mismo. Lo que no me parece es muy creíble el cuento.

    Mi relato es el #45

    Escrito el 19 agosto 2018 a las 17:23
  7. 7. Leosinprisa dice:

    Hola, Yoli.

    Es un texto de lectura muy agradable y desprende ternura por los cuatro costados. Se nota el amor del abuelo por su nieta y su deseo por liberarla de su ira reprimida y la incomprensión que su madre siente hacia ella.

    Su abuelo demuestra que con inteligencia se puede llegar al fondo de su desesperanza e intenta aliviarla, con ese amor infinito que solo una persona puede demostrar hacia otra. Para mí es un mundo creíble, cercano y que nos rodea. Una historia sencilla, pero no por ello, exenta de la complejidad de la vida y sus caminos.

    No hago correcciones, pues los compañeros ya te han indicado cuanto yo he podido encontrar.

    Mi enhorabuena por la delicadeza de tu escrito. Ha sido un placer leerte. Un saludo.

    Escrito el 20 agosto 2018 a las 08:02
  8. 8. Laura dice:

    Hola Yoli.
    Ya se han desgranado varios detalles, por lo que no vuelvo a lo formal. Voy a su contenido: me encantò la relaciòn abuelo-nieta y la forma en que el abuelo hace que ella pueda hablar.
    Saludos.
    Hasta la pròxima.

    Escrito el 20 agosto 2018 a las 22:35
  9. 9. Osvaldo Vela dice:

    Hola Yoli, te felicito por el uso que el abuelo le le da a sombreros de diferentes colores.

    Con ellos, logra que la nieta se abra y platique de lo que le aqueja y de lo que siente. Nadie como un abuelo para lograrlo.

    en resumen el tuyo es un texto muy tierno y muy bien contado que nos enseña que a los hijos y nietos hay que sabérselos ganar.

    Te felicito y sigue escribiendo.

    Escrito el 21 agosto 2018 a las 04:14
  10. 10. Matilda Bookworm dice:

    Hola Yoli,

    Me ha fascinado la idea que has tenido. Conocía la teoría de los 6 sombreros, pero siempre la había asociado con economía y marketing. Sin embargo, has conseguido que le haya dado un significado completamente nuevo. Me ha parecido un relato muy inteligente, y la relación del abuelo y su nieta muy tierna y creíble. ¡Enhorabuena!
    Saludos,
    Matilda

    Escrito el 21 agosto 2018 a las 09:37
  11. 11. beba dice:

    Hola, Yoli: Un cuento bello e inteligente; felicitaciones por la originalidad. Coincido con los compañeros en las observaciones gramaticales. un saludo.

    Escrito el 21 agosto 2018 a las 15:00
  12. 12. Luna Paniagua dice:

    Hola Yoli:

    Es un cuento precioso, muy tierno y entrañable con esa relación entre el abuelo y su nieta, y a la vez toca un tema delicado y que necesita más visibilidad para poder ser normalizado. Felicidades.

    Saludos,

    Luna

    Escrito el 22 agosto 2018 a las 08:02
  13. 13. Pato Menudencio dice:

    BUen ejercicio entre abuelo y nieta. Nos leemos.

    PD: se te pasó un “poder” en vez de “poner”

    Saludos

    Escrito el 27 agosto 2018 a las 22:28
  14. 14. Yoli dice:

    Hola a tod@s.
    Muchas gracias por vuestros comentarios. Me alegro de que os haya gustado. Y también muchas gracias por las correcciones que me habeís dicho, las tendré muy en cuenta.

    Saludos.

    Escrito el 30 agosto 2018 a las 12:53
  15. 15. Wolfdux dice:

    Hola Yoli. Un relato original, no conocía lo de los sombreros ¡y me ha encantado! Las cuatro cosillas que he visto ya han sido comentadas por los compañeros así que no me repetiré. Un saludo.

    Escrito el 3 septiembre 2018 a las 17:35

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.