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Pies, para qué os quiero. - por Montse

Web: https://montsegp.blogspot.com/

Pies, para qué os quiero.
Dios mío, es tardísimo y la tienda de sombreros está llena a rebosar. ¡Qué raro! En los aeropuertos las tiendas no suelen tener tantos clientes…
Al cabo de quince minutos:
Ya solo me quedan tres personas delante para que me atiendan. Con suerte, llegaré a tiempo de coger el dichoso avión. . . después de comprar el dichoso sombrero, capricho de la “gran señora directora”. Un sombrero español, había dicho… Si no fuera…si no fuera…gggrrrr….
No entiendo qué narices se me ha perdido a mí en la otra parte del mundo, y no poder decir que no…Es que si me niego al otro día estoy de patitas en la calle y me ha costado mucho encontrar este trabajo. Las cosas…no siempre son tan sencillas como me decía Vicky esta mañana. Claro, ella tiene un buen trabajo. Seguro y bien pagado. No le importa nada que yo me pase el día en casa cuidando al bebé y haciendo las tareas. Muy bonito, sí señor. Para ella, perfecto. Pues, ¡no! iré a la guerra si es lo que hay que hacer, pero yo, mi trabajo no lo pierdo. ¡Pues estaríamos buenos!.

Sí, sí, Nick los tiempos han cambiado y mucho. No seas quejica y desagradecido —le decía una vocecita en su interior. Poder cuidar de tu bebé y de la casa es todo un lujo.

Menudo laberinto en el que me he metido. Con la fobia que le tengo a los aviones…En fin, mi horizonte es bastante turbio si empiezo a poner obstáculos al trabajo. Tengo que solucionar este problema. Buscaré un profesional: Psiquiátra, psicólogo o lo que sea, a ver si tengo solución o no!!.
¡Por fin! ¡Ya me toca!.

—¿Qué deseaba, señor?
—Pues, la verdad señorita es que hace tanto que espero que casi se me ha olvidado… Ah! Sí, un sombrero, es ése que hay en el aparador.
A un gesto de la dependienta indicándole uno de los sombreros que lucían en una cabeza en el escaparate…
— Sí, exacto, ése, el maniquí que lleva un pañuelo de color verde, al cuello.
—Un momentito, se lo he de quitar al maniquí, es el único de ese modelo que me queda.
—Perfecto. Dese prisa, dese prisa por favor, se me escapa el avión.
—Se lo envuelvo en un santiamén.
—Aquí tiene, señor. Son sesenta y cinco euros.
—Muy bien, tome. Quédese con el cambio.

¡Madre mía! se me escapa, se me escapa…
Y empezó a correr por los anchos y largos pasillos del aeropuerto.
De pronto: ¡Ohhhh!! ¡¡El pasaporte!! ¡¡Necesito el pasaporte para ir a Baltimore!!. ¿Cómo se me ha escapado algo tan primordial?. Pues nada, ¡horreur! ya estoy de patitas en la calle.
Su cara enrojeció, gruesas gotas de sudor corrían por su frente. Se veía de amo de casa, nuevamente, sabe dios durante cuánto tiempo. Y siguió corriendo y corriendo sin rumbo, los nervios se habían apoderado de él. Corrió y corrió y corrió…hasta que, agotado de tanto correr, se paró. Miró en torno suyo sin saber dónde se encontraba.
Había allí un hermoso un río y al acercarse se reflejó en él. No reconoció aquella imagen. Miró atrás por si había alguien más. No había nadie. ¿Era él? ¿Con aquellas barbas? ¿Qué le había pasado? ¿Dónde estaba?
A lo lejos vio una especie de ser pequeñito, muy pequeñito, que le miraba con una curiosidad llena de temor. Intentó acercarse a él para preguntarle, pero la diminuta figura desapareció sin dejar rastro. Empezó a sentir miedo. ¿Q…qué lugar era aquél? ¿Cómo había llegado hasta allí?. No recordaba nada más que tenía que viajar, que había olvidado el pasaporte, que se había escapado el avión, que el sombrero se lo llevó el viento y que sus pies no paraban de correr sin poderlo evitar.
Se aflojó la corbata, se quitó los zapatos y se tumbó en la hierba dando un suspiro de impotencia. Cerró los ojos…

El llanto desesperado de un bebé llegó a sus oídos.

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9 comentarios

  1. 1. Susana dice:

    Hola Montse!

    Me ha gustado muuucho tu relato! Lo disfruté bastante. Sentía el estrés del pobre joven todo el tiempo. Me gusta que en contraste con todo lo que estaba viviendo y pensando, le diste una escena de relajación, eso me tranquilizó también a mí jaja

    Muy buen relato, Montse 🙂

    Espero que puedas leer el mío. Es el número 131

    Sigue escribiendo y te sigo leyendo. Que tengas un excelente día!

    Escrito el 17 agosto 2018 a las 20:00
  2. 2. Dwarlyn dice:

    Wao, fue una muy buena lectura. El comienzo hace que uno sienta el desespero del protagonista y quiera correr con él. Y el final fue algo extraño pero bien hecho ¿acaso él estaba durmiendo y todo eso era un sueño?

    Hay algo, sobre el narrador, al principio se comienza a narrar en primera persona y luego cambia a tercera, pienso que se debería aclarar al comienzo que esos son pensamientos del protagonista.

    Pasa por mi cuento, el No. 34

    Escrito el 17 agosto 2018 a las 20:46
  3. 3. IreneR dice:

    Buenas, Montse.

    Me ha gustado el relato, he podido sentir la angustia del personaje. Pobre hombre.

    Al igual que Dwarlyn, también me he percatado del cambio de narrador al final del texto. Eso ha sido un poco extraño.

    He encontrado algún error, como un punto detrás de una exclamación o exclamaciones iniciales ausentes.

    Un saludo.

    Escrito el 18 agosto 2018 a las 20:36
  4. 4. Gabacha dice:

    Por el cierre del relato se deduce que todo ha sido una pesadilla, que el protagonista soñaba con una vida distinta, con un trabajo fuera del hogar y que en su sueño aparecen las tensiones y problemas que podría tener que afrontar. O eso he entendido.

    La narración es fluida, aunque me ha parecido que abusas de los puntos suspensivos y, como ha comentado algún compañero, se podría mejorar algo la puntuación y el uso de signos.

    Un saludo.

    Escrito el 19 agosto 2018 a las 09:47
  5. 5. Laura dice:

    Hola Montse.
    Coincido con que tu relato puede pulirse un poco. Está muy bien narrado, es difìcil hacerlo en primera persona y en tiempo presente.
    Me he perdido con el final.¿Qué sucediò? ¿fue todo un sueño? Pues ha sido en ese caso un sueño muy detallado. ¿O es otra cosa?
    Saludos.
    Hasta la pròxima propuesta.

    Escrito el 23 agosto 2018 a las 23:36
  6. 6. Montse dice:

    Dwarlyn, gracias por pasar a comentar mi relato.
    Referente al cambio de narrador, sí, es así, porque así lo decidí. Primero habla, piensa el protagonista y parte de relato lo cuenta el narrador omnisciente. Y yo, no creo necesario decir que el protagonista está pensando, puesto que, ya ves como tú lo has adivinado enseguida.

    Y ahora voy para el tuyo!

    ¡Nos leemos!

    Escrito el 25 agosto 2018 a las 20:32
  7. 7. Montse dice:

    IreneR, muchas gracias por comentar mi relato.
    Estoy de acuerdo contigo en los errores que señalas. El punto después del signo de interrogación, fatal. Después del cierre de signo de interrogación puede ir cualquier signo, menos…el punto. Esto ya no se me olvida en la vida.Y, sí, he tenido algún despiste con los signos de exclamación.. Gracias por hacérmelo notar.

    ¡Saludos!

    Escrito el 25 agosto 2018 a las 20:39
  8. 8. Montse dice:

    Hola Gabacha,
    Pues, ves? Esto de los puntos suspensivos, es cierto que soy muy propensa a ponerlos. Lo tengo en cuenta!

    ¡Nos leemos!

    Escrito el 25 agosto 2018 a las 20:43
  9. 9. Montse dice:

    Laura, pues claro que era un sueño; estás en lo cierto. Muchas veces me dicen que termino los relatos diciendo demasiadas cosas, que no hay que aclarar tanto. En fin, así quedó éste. ¿Sabes una cosa? Mis personajes tienen vida propia; nunca sé cómo va a acabar la historia. En serio, es así.

    Muchas gracias por pasar. 😉

    Saludos.

    Escrito el 25 agosto 2018 a las 20:48

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