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De vacaciones - por Charola

Web: https://mujerturquesa.wordpress.com/

Estoy en este laberinto de sombreros donde entré por obligación, pues el sol no solo doraba mi cuerpo, sino quebrantaba mi vitalidad. Pensé que no me haría falta un sombrero, creí que con una sombrilla sería suficiente; sin embargo, me había equivocado y heme aquí buscando el sombrero adecuado.

Viene una gentil dama, dice para ayudarme.

—Puede probarse los que estén en este porta sombreros.

—Realmente nunca imaginé estar aquí escogiendo estos artilugios que siempre me parecieron adornos sin ninguna utilidad.

—¡Oh! No. Si desea le puedo mostrar, si me permite, un video; y luego escoge el sombrero que más le acompañe a su necesidad.

—De necesidad solo una —dije sonriendo—: cubrirme de este sol infame.

La sigo a la trastienda donde encuentro un museo de sombreros. Prende el televisor y pone a correr un video.

«Ahora verá algunos tipos de sombreros de diferentes culturas y su utilidad:
En el continente americano tenemos el Bombín en Bolivia, más conocido como Borsalino por la fábrica italiana que los hacía. De copa baja, redondo y alas pequeñas, de color oscuro. Es símbolo de distinción en las mujeres indígenas que dejan ver sus trenzas largas.
El Chullo de Perú, hecho a mano en lana de alpaca u oveja de muchos colores, con orejeras. Permite cubrirse del frío y del viento.
La Chupalla en Chile tejido con paja trenzada de trigo que fue utilizado por los huasos. Lo usan para protegerse del sol.
El Panamá de Ecuador, utilizado por miles de obreros que trabajaron en la construcción del canal de Panamá protegiéndose del sol. Son de paja toquilla blanco y beis.
El sombrero Charro de México fabricado en paja, fieltro de lana o pelo de liebre. Protege del sol, viento, polvo y lluvia. También sirve para atizar el fuego al cocinar, defenderse de posibles ataques y hasta para esconderse.
El Mountie de Canadá, conocido como scout o cuatro bollos, de color marrón y de ala ancha con alteraciones curvas en la corona, fabricado en fieltro. Lo usa la Policía Montada.
En Europa: El Beret de Francia, la clásica boina de lana, algodón o fibra que se convirtió en un símbolo del país.
El Gondolero de Italia, de corona plana y alas para protegerse del sol en los viajes por los canales de Venecia.
Deerstalker de Inglaterra que popularizó el escritor Arthur Conan Doyle, pues su protagonista Sherlock Holmes usó esta pieza confeccionada en lana. Cubre la cabeza de la humedad y frío.
El Ushanka en Rusia es el gorro de piel de orejeras flexibles usado para soportar temperaturas extremas, su diseño permite resguardarse del frío tanto la barbilla como las orejas.
En Asia: el Non lá de Vietnam de paja y de forma cónica, grande, usado para labores agrícolas, protege contra el calor, el sol y la lluvia.
En Oceanía: el sombrero de corchos de Australia sirve para protegerse de las moscas y otros insectos. Cuenta con distintas tiras de hilos de los que cuelgan corchos ligeros que con el movimiento de la cabeza permiten ahuyentar a los voladores inoportunos.
África: el Lesotho tejido de paja, cónico, con una bola en la punta. Protege del sol».

Luego de ver la pequeña película, observo a mi interlocutora, luce un pequeño sombrero, precioso, su rostro achinado por la sonrisa, sus pecas en la nariz me recuerdan a mi hermana, la peleona, la que siempre me dice que busque una novia que vea utilidad en cualquier cosa. Esa mujer, la tengo enfrente de mí, fantástica, quien con los ojos brillantes de la emoción me dice:

—¿Ya tiene su elección?

—¿Tienes tu pasaporte? —le contesto.

—¿Qué? ¿A qué viene su pregunta?

—Quiero invitarte a viajar conmigo a esos lugares tan exóticos que me mostraste. No temas, estoy con mi hermana y su esposo. Soy periodista y estoy de vacaciones. Tu video me ha inspirado e interesado en hacer un gran reportaje.

—No, no puedo. No podría.

—Ven, acompáñame a la ventana.

Volvemos a la tienda y nos asomamos a la gran ventana contigua a la puerta de salida.

—¿Ves esa sombrilla roja con una franja azul? Es la mía. Allí está mi hermana y su marido. Me encantaría presentártelos.

Ella ve el quitasol grande, las personas en esta y luego al horizonte. El mar inconmensurable, celeste, donde apenas una línea gris difusa une al cielo de igual color. A su lado, yo espero tranquilo, sereno, mirando cómo ese celeste del cielo y mar avizoran un espejismo esplendoroso. Entonces, con su voz suave arrulladora dice:

—Me llamo Sandra.

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16 comentarios

  1. 1. Ana Roda dice:

    Muy interesante la información de todos los tipos de sombreros. Y esperanzador el final.
    Yo estoy en el 85, por si quieres leerme.
    Gracias

    Escrito el 18 agosto 2018 a las 15:21
  2. A bueno eso no fue un flechazo sino un sombrerazo. Interesante plática y bien narrada. Saludos desde Venezuela. Cuando puedas pasas por mi relato el 130.

    Escrito el 18 agosto 2018 a las 18:35
  3. 3. Laura dice:

    Hola Charola.
    En primer lugar, gracias por dejar tu comentario.
    Tu relato me ha encantado. Excelente inclusiòn de las palabras obligatorias. Gran imagen la del laberinto de sombreros.
    Algo pesado la parte del video, muy explicativo. En realidad, lo saltè luego de las dos primeras clases de sombreros. Ya lo habìa visto semejante por internet, aunque me ha encantado la forma en que la vendedora ofrece la mercadería y que al final del video la describes con su sombrero adecuado para ella.
    No hubiera imaginado que el protagonista era hombre, y dudo en salir así como así con alguien que recién conoces, por màs que te ofrezca la vida de tus sueños.
    Este pàrrafo me resultò algo farragoso, con palabras que creo que sobran perdiéndose claridad (al menos para mì):Luego de ver la pequeña película, observo a mi interlocutora, luce un pequeño sombrero, precioso, su rostro achinado por la sonrisa, sus pecas en la nariz me recuerdan a mi hermana, la peleona, la que siempre me dice que busque una novia que vea utilidad en cualquier cosa. Esa mujer, la tengo enfrente de mí, fantástica, quien con los ojos brillantes de la emoción me dice. Interpreto que aquì ve en la vendedora a la mujer de los sueños, segùn su hermana. Creo que podrìa reescribirse algo así:
    Luego de ver la película, observo a mi interlocutora. Luce un pequeño sombrero, precioso. Su rostro achinado por la sonrisa y las pecas en la nariz me recuerdan lo que mi hermana, la peleona, siempre me dice: que busque una novia que vea utilidad en cualquier cosa. Esa mujer, fantástica, está enfrente de mí. Con los ojos brillantes de la emoción me dice:
    Es tan sólo un aporte. Prefiero las frases cortas, aunque màs de una vez se me van las largas.
    Como siempre digo: es tu texto, tú eliges.
    Saludos.
    Hasta la pròxima propuesta.

    Escrito el 18 agosto 2018 a las 23:54
  4. 4. Charola dice:

    Hola, Daniel. Gracias por leerme. Ya fui a tu relato y comenté.

    -A Laura. Gracias por tu comentario. Existen los amores a primera vista. Tengo una amiga que le pasó algo parecido y hoy está felizmente casada, aunque yo creo que no me atrevería tampoco. No sé.
    He regresado a Literautas algo oxidada y días previos al cierre escribí este relato. Ya iré mejorando.
    Gracias por tus palabras y por el aporte.

    Escrito el 19 agosto 2018 a las 01:24
  5. 5. Charola dice:

    Gracias, Ana Roda.
    Pasé por tu relato e hice mi comentario.
    Un abrazo.

    Escrito el 19 agosto 2018 a las 08:13
  6. 6. Osvaldo Vela dice:

    Hola Charola, Los cuentos de hadas son mas bellos cuando los cuenta alguien como tú.

    Te felicito y, primero Dios, te seguiré leyendo.

    Escrito el 20 agosto 2018 a las 04:19
  7. 7. Luis Ponce dice:

    Hola Charola:
    Gracias por tu comentario en mi relato.
    El Botero del que habla Osvaldo es una novela que escribí donde las protagonistas son las obras del pintor colombiano.
    En tu relato creo que hay una confusión inicial originada por el uso de la sombrilla. En ese punto me he imaginado una protagonista femenina.
    El video es muy informativo y ay un par de cosas que no sabía, me parece muy útil.
    Pero,no me parece un aporte de tu parte como parte del tema.
    ¿La pecosa peleona es la que ya se ha casado y está con el marido? No me cuadran las dos imágenes.
    En el amor no puedes ponerte límites porque rompe todas las barreras, no te extrañe caer en el amor a primera vista. Cuando te des cuenta será demasiado tarde.
    Comos siempre me ha encantado leerte.

    Escrito el 20 agosto 2018 a las 16:00
  8. 8. Charola dice:

    -A Osvaldo Vela. Gracias por pasarte a leer mi cuento de hadas. Jeje. Por por el tuyo.

    – A Luis Ponce. Gracias por tu comentario. Sí, es cieto que las dos imágenes de las que hablas no ensamblan bien. Cuando leí después de enviarlo a mi tampoco me gustó. No sé, voy a pensar cómo cambiar. Y…, en cuanto al amor estoy de acuerdo contigo.

    Por cierto Luis, acerca de tu novela cómo conseguirla, me ha interesado sobremanera. Por favor, me avisas.

    Gracias amigos. Un abrazo.

    Escrito el 21 agosto 2018 a las 01:07
  9. 9. Jose Luis dice:

    Hola
    Gracias por tu visita
    Correspondo con la mía
    Tu relato es bonito y encantador, una historia de amor a primera vista. Mi único pero es que hay una parte demasiado larga, la de la descripción de los diferentes tipos de sombreros que hay. Es una opinión mía. Por lo demás, un relato entretenido
    Un saludo

    Escrito el 21 agosto 2018 a las 02:27
  10. 10. Bea dice:

    Hola Charola:

    He de decir que tu relato me ha encantado.
    La forma en la que relatas tanto la historia me ha parecido muy acertada.
    Sin embargo, he de decir que la parte explicativa del vídeo se me ha hecho demasiado larga, incluso la he tenido que saltar en su mayoría ya que me ha parecido demasiado.
    Por lo demás tanto la historia como la narración me han parecido fabulosas y no puedo más que felicitarte por ambas.

    Si te apeteciera pasarte por el mío estoy en el 83.

    ¡Nos leemos!

    Escrito el 21 agosto 2018 a las 23:38
  11. 11. Yoli L. dice:

    Hola Charola

    Tu historia me ha gustado, el tema central con ese final inesperado le da un giro romántico que nos deja con un suspiro. No así la parte del video que solo lo escanee en lectura, pues es mucha información y se sale de la fluidez que trae la trama y que luego de este (el video) se sigue dando.

    En cuanto a los mejorables, repites 10 veces la palabra sombrero, algunas muy seguidas como en el primer párrafo.

    Lo demás me parece esta bien estructurado, ya que no veo otros fallos.

    Un placer leerte y que me permitas aprender con tu texto.

    ¡Un abrazo!
    (¯`•¸•´¯)YOLI L(¯`•¸•´¯)

    Escrito el 23 agosto 2018 a las 00:53
  12. 12. Cecilia Kleiman dice:

    Hola Charola.
    Tu relato me gustó mucho, especialmente la idea de que una historia de amor comience de manera tan particular.
    Tengo algunas críticas que espero sean constructivas. 🙂
    1-A mi me pareció demasiado largo e innecesario el párrafo en el que se describe el video.
    2-Los diálogos son muy poco naturales (yo tampoco escribo bien diálogos, pero estoy intentando, mi relato tiene bastante diálogo por si queres echar una mirada, (57) ).
    3-Encontré algunas frases con errores de redacción:

    “pues el sol no solo doraba mi cuerpo, sino quebrantaba mi vitalidad”

    “pues el sol no solo doraba mi cuerpo, sino QUE ADEMÄS quebrantaba mi vitalidad”

    “Esa mujer, la tengo enfrente de mí, fantástica, quien con los ojos brillantes de la emoción me dice:”

    Esta frase no está bien hilada, le faltan algunos conectores.

    Una posible solución podría ser esta:
    Esa mujer fantástica, la que tengo enfrente de mí, me mira con ojos brillantes de emoción y dice:”

    Espero haber ayudado.

    Saludos!

    Escrito el 26 agosto 2018 a las 21:08
  13. 13. isan dice:

    Qué tal Charola.

    No sabría bien qué decir con este relato. Me ha parecido un poco flojo para el nivel que nos tienes acostumbrados. Nos has dado un repaso de tipos de sombreros muy instructivo pero, para mi gusto, ha resultado demasiado prolijo para un relato corto. Ciertamente venía bien para la trama y la invitación a viajar. También me ha parecido extraño que un desconocido convenza a la dependienta a irse con él simplemente asomándose a una ventana a la que seguramente se asoma todos los días.

    En cuanto a lo formal, en esta frase: “Viene una gentil dama, dice para ayudarme.” No se ve quién dice ya que es la narradora en primera persona quien está narrando.

    “…si me permite, un video; y luego escoge el…”: sobra el punto y coma.

    “…dije sonriendo—: cubrirme de…” No proceden los dos puntos. Puede ser coma o punto.

    “La Chupalla en Chile…” Cambiar EN por DE como el resto.

    Un saludo.

    Escrito el 26 agosto 2018 a las 21:38
  14. 14. Charola dice:

    -A José Luis. Gracias por comentar mi relato y sí coincides, como la mayoría, en que la descripción de los sombreros es larga. A mí también me pareció lo mismo. Pero no sé cómo acortarla porque precisamente eso da pie a la invitación que sigue después.
    Lo pensaré. Gracias.
    -Hola, Bea. Gracias por tu comentario sincero. Lo mismo que le dije a José Luis. Veré cómo acortarlo. Saludos. Voy por tu relato.
    -Hola, Yoli L. Gracias por pasar por mi relato y dar tus impresiones.
    Un abrazo.

    Escrito el 28 agosto 2018 a las 00:22
  15. 15. Vespasiano dice:

    Hola charola:

    Gracias por pasarte por mi relato y comentarlo.

    Del tuyo no he querido leer los comentarios de los compañeros porque ando mal de tiempo para responder y comentar a los que me han leído. Así que espero no repetirme.

    Dices: “…laberinto de sombreros donde entré por obligación”. En esta frase no creo que sea correcto emplear la palabra “obligación”, más bien sería por “necesidad”.

    “Obligación”

    Del lat. obligatio, -ōnis.

    1. f. Aquello que alguien está obligado a hacer.

    2. f. Imposición o exigencia moral que debe regir la voluntad libre.

    3. f. Vínculo que sujeta a hacer o abstenerse de hacer algo, establecido por precepto de ley, por voluntario otorgamiento o por derivación recta de ciertos actos.

    “Necesidad”

    Del lat. necessĭtas, -ātis.

    f. Impulso irresistible que hace que las causas obren infaliblemente en cierto sentido.

    f. Aquello a lo cual es imposible sustraerse, faltar o resistir.

    f. Carencia de las cosas que son menester para la conservación de la vida.

    f. Peligro o riesgo ante el cual se precisa auxilio urgente.

    Sigo leyendo tu relato y veo que ahora has empleado dos veces la palabra “necesidad”.
    “…escoge el sombrero que más le acompañe a su necesidad”.

    —De necesidad solo una —dije sonriendo—: cubrirme de este sol infame.

    De entretantos tipos de sombreros mencionados y su utilidad, veo que te has olvidado del sombrero cordobés.

    El protagonista me parece que “se pasa tres pueblos” proponiendo a la chica una aventura sin apenas haber cruzado tres palabras con ella.

    La larga lista de sombreros citados no creo que aporte mucho al relato.

    Felicidades y seguiremos leyéndonos.

    Escrito el 28 agosto 2018 a las 20:59
  16. 16. Yoli dice:

    Hola, Charola.
    Gracias por comentar mi relato. El tuyo me ha gustado, lo veo muy romántico. Aunque la parte donde describes los sombreros es un poco tedioso, aunque el resto está muy bien,

    Saludos

    Escrito el 29 agosto 2018 a las 11:05

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