Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

Té para tres - por Cecilia Kleiman

Web: http://www.depoetasydelocos.com

-Me encanta mirar el horizonte al atardecer, dijo ella desde el balcón mientras él manoteaba en la penumbra en busca de su tabaquera.
-¿No puedes esperar? Sabes que no me gusta.
-Hay muchas cosas que no te gustan, pero no por eso…
La frase inconclusa se elevó en el aire viciado de la habitación, atravesó el espacio que los separaba hasta llegar a los oídos de ella.
-¿No por eso…?
-Nada, fue la seca respuesta de él, déjame a mí en el balcón.

Entonces intercambiaron lugares y ella entró en la alcoba como quien repite una vieja ceremonia, con el torso aún desnudo se tendió en la cama. Desde su nueva posición horizontal lo miraba a él, que ahora armaba un cigarrillo para luego encenderlo en la pesada atmósfera estival.
Con la primera exhalación el humo se perdió, perezoso, en el aire de la ciudad, en el misterio de sus laberintos de asfalto allá afuera, en la cadencia de sus sinuosos canales, en el observar de sus gigantes de piedra y ladrillo, que miraban, como expectantes, únicos testigos de ese amor de tantas ciudades, de tantos otros laberintos y tantos otros gigantes.

Y ahora ella, absorta en profunda contemplación del perfil de él que se recortaba contra los edificios antiguos, se preguntaba si esta vez sería diferente. Si esta vez, después de la vuelta a casa y a la vieja y (demasiado bien) conocida rutina él se acordaría. O quizás sería ella la que una vez más agarre el teléfono, dispuesta a subirse al próximo tren o montarse al siguiente avión, a armar las valijas y tomar su pasaporte para cruzar otra frontera, solo para verlo a él, para llegar a una nueva ciudad que será la silenciosa testigo de un amor furtivo, como lo fueron tantas otras antes, como lo fueron Praga y Venecia y ahora lo es esta, pero esta es distinta, esta los desafía y los estimula, esta los inspira desde su existencia aparentemente inerte.

-¿Cómo va tu novela?, inquirió, con la cabeza apoyada en la almohada.
-Bien, dijo él, la editorial quiere publicar en octubre.
-Genial. ¿Ya has estado en Peterhof?
-Sí, y también en la casa de Raskolnikov.
-Siempre he querido ir allí.
-Todavía tienes tiempo, contestó él antes de detenerse por un momento y dar la última pitada en presencia de la ciudad, que respiraba junto con ellos, que era un tercer interlocutor en la habitación del hotel.
-¿Cuándo vuelves a Madrid?
-En dos días.
-Tienes tiempo, repitió, arrojando la colilla a la calle.
-¿Y tú?
-Helsinki. Mi tren parte dentro de cinco horas.
Breve pausa.

-¿Cuándo volveremos a vernos?
La miró fijamente. Ahora que él la miraba era la mirada de ella la que, en forma de dos ojos marrones, recorría lentamente la pared, luego el cielo raso hasta llegar a la lámpara de techo que iluminaba, sin demasiado éxito, la cada vez más espesa penumbra del cuarto.

Entonces, con un leve movimiento de cabeza él entró en la habitación, se arrodilló al lado de la cama para acariciarle el pelo suavemente.
-Hueles a cigarrillo.
-Y tú hueles a flores y a primavera.
-Hablas como poeta.
-Hablo como poeta pero escribo novelas.
Los dos sonrieron un poco adolescentemente.

-No has respondido mi pregunta.
-Estos meses voy a estar ocupado, pero te llamaré apenas tenga tiempo.
Estas palabras resonaron de la misma manera en que habían sonado antes, en otras alcobas y en otras ciudades que ahora se confundían en un solo pasado, y que desde este presente de aire húmedo y agobiante parecían sacadas de otros mundos, como veladas por una cortina difusa que no es otra cosa que el tiempo. Y de la misma manera resonarán otra vez en un futuro quizás no muy lejano, pero solo si ella pasaporte y valijas, si ella corazón en la mano y vamos a vernos, sí, claro, no importa si no puedes viajar, donde estás, ¿en Helsinki?, hay un vuelo para el viernes 16, sí, pero no, claro que no me molesta.

-Daría todo lo que tengo por saber qué estás pensando.

Su mirada errante finalmente encontró refugio en los ojos de él, trémulos de pasión, sus dedos acariciaron los finos rasgos del rostro amado.
¿Para qué decirte lo que estoy pensando si de todas formas no entenderías, atrincherado en la frívola y prudente distancia que has construido, cual puente insondable, entre nosotros?

-Sólo bésame, dijo en cambio ella, mientras la noche terminaba de cernirse sobre los cuerpos enredados de los dos amantes.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

14 comentarios

  1. 1. beba dice:

    Hola,Cecilia: Gracias por tu participación. Buen trabajo de escritura. La historia me parece muy lenta y oprimente; pesimista, aunque parece que termina bien. En estos amores furtivos no hay más horizonte que la rutina y la soledad.

    Escrito el 18 agosto 2018 a las 15:45
  2. 2. Helena Sauras dice:

    Hola Cecilia,
    Una buena escena referente al contenido. El género, el tono y el lenguaje que utilizas los considero apropiados. Recreas muy bien la atmósfera desde la contemplación de los dos amantes. El humo, las ciudades, volver a la rutina, los proyectos de futuro… Con pocas pinceladas vas dando un toque personal a todo lo que nos muestras.
    Retrasas la contestación a la pregunta: “¿Cuándo volveremos a vernos?” lo que da intriga.
    Me ha parecido muy acertada la frase: Daría todo lo que tengo para saber lo que estás pensando. Y todo gira alrededor de la DISTANCIA que ha construido el amante. La penúltima frase me ha encantado.
    Respecto a la forma te sugiero:
    Para los diálogos, usa mejor la Raya que el guión corto.
    Revisa su puntuación, porque hay momentos que no se distingue si habla el personaje o el narrador.
    Te animo a continuar escribiendo en futuros talleres.

    Escrito el 18 agosto 2018 a las 15:49
  3. 3. Pepe dice:

    Hola Cecilia:

    Me ha gustado mucho tu relato, y eso que no soy muy amante de historias de amor/desamor, pero con tus artes (la metáfora de la cortina difusa que es el tiempo me ha parecido genial) y pocas palabras consigues mostrar mucho más que lo que dices creando una atmósfera hipnótica de la que se hace difícil no empaparse y fundirse.

    Lo único que no me ha sonado bien, no se si es o no correcto sólo que me chirría un poco, es el párrafo tercero donde empiezas con “ahora” pero sigues en tiempo pasado, yo ahí habría puesto algo como “en ese momento” o haber cambiado al presente como haces más bajo en el mismo párrafo cuando dices ” ahora lo es esta, pero esta es distinta, esta los desafía y los estimula, esta los inspira desde su existencia aparentemente inerte.” aunque en este caso y debido a que en todo el relato está en ese pasado, incluso esa misma ciudad los “miraba”, esta frase tampoco me suena bien, hubiera puesto también algo como “en ese instante la ciudad era…”

    Pero bueno es sólo una pequeña minucia dentro de la apreciación, la mía, de un magnífico relato.

    Un saludo, y nos seguimos leyendo.

    Escrito el 19 agosto 2018 a las 15:48
  4. 4. Luis Ponce dice:

    Hola Cecilia:
    Gracias por tus comentarios en mi relato, eres muy generosa.
    No me gustan las historias de amor porque siempre terminan mal. Pero la tuya tiene el ambiente lento, pesado, tirante que presagia un mal final, pero que ella trata de alargar sabiendo que es inevitable.
    Creo que el escenario que planteas es lo más valioso de una historia como muchas que suceden todos los días en todas las ciudades, pero que siempre encuentra protagonistas convencidos de que a ellos no les va pasar. Si quieres alargarla un poco me atrevería a insinuar un fondo musical que redondee la historia.
    Te felicito y te estaré leyendo.

    Escrito el 19 agosto 2018 a las 23:08
  5. 5. Doralú dice:

    ¡Hola Cecilia Kleiman!

    Muy bueno el relato sobre los momentos previos al desamor de esta chica. Me atrapó desde el inicio con la manera sutil con la que presentas la ambientación y sobre todo los sentimientos de los personajes. En pocas y bellas palabras muestras mucho de la manera de ser de los amantes y del momento que están viviendo.

    En cuanto a la forma, dejo a tu criterio algunas consideraciones:
    •He notado que tienes párrafos muy largos. Los párrafos largos en ocasiones hace que el lector se pierda. Lo ideal sería utilizar párrafos de longitud media, largos y cortos.

    • Escasamente has empleado el narrador en los diálogos, y en mi caso, he tenido que releer varias veces para saber quién habla. Sobre todo me perdí en los últimos párrafos.

    • En este párrafo: “Su mirada errante finalmente encontró refugio en los ojos de él, trémulos de pasión, sus dedos acariciaron los finos rasgos del rostro amado.” Mi pregunta es: los ojos de él están trémulos de pasión o trémulos de pasión los dedos de ella acariciaron el rosto del amado?

    Un abrazo

    Escrito el 20 agosto 2018 a las 06:15
  6. 6. el chaval dice:

    Hola Cecilia Kleiman: Sólo me guiaré por la historia en si; la de dos amantes, que siempre la que pierde es ella, que ha de aguantar a que la llame para encontrarse.
    Queda un poco en el aire los diálogos, que es fácil perderse y tener que retroceder para saber quien pregunta o contesta

    El primer bloque de la narración, a partir de aquí le habría dado un giro algo mas dramático, porque a él no le importa un comino lo que diga o piense. Parece ya un matrimonio mal avenido que unos amantes.

    Los guiones deben ser dobles y cuando dices Praga y Venecia, las palables estas que siguen, creo deben ser acentuadas (éstas)

    Buen trabajo y a seguir dando a la mente situaciones para seguir escribiendo.

    Escrito el 20 agosto 2018 a las 10:46
  7. 7. Alf dice:

    ¡Buenas, Cecilia!

    Sin duda, lo más destacable de tu texto para mí ha sido la construcción de estos dos personajes que planteas, y cómo los defines de forma relativamente compleja en tan corto espacio expresivo. También el ambiente casi pegajoso de novela negra, que te hace navegar por una marea de sensaciones y destelleantes pensamientos muy bien logrados.

    Me parece interesante la historia que planteas, pero no disfruto tu texto tanto por lo que cuenta, sino por la belleza del cómo lo cuenta en determinados puntos. En ese sentido me ha gustado mucho.

    Es cierto que hay otras partes en las que, por simples errores de forma (que ya veo que te han ido comentando otros compañeros), la lectura se vuelve más torpe o, por momentos, incluso difícil de comprender…

    …Pero esto no quita que haya pasado un buen rato leyéndote. Te animo a nunca dejar de escribir, porque está claro que disfrutas con ello.

    ¡Un saludico!

    Escrito el 20 agosto 2018 a las 22:57
  8. 8. Laura dice:

    Hola Cecilia.
    Me ha encantado tu relato, con ese ir y venir con una pesadez tan sensual como una lenta marea.
    Què te voy a decir? Felicitaciones. Realmente, un gran relato.
    No tengo nada que señalar de importancia, tan sòlo los guines y espacios con los diàlogos.
    Por lo demàs, gran texto. Te felicito.
    Saludos.
    Hasta la pròxima propuesta,

    Escrito el 25 agosto 2018 a las 12:54
  9. 9. Ana dice:

    Hola Cecilia.

    Excelente relato, lo único que puedo comentarte es que ese título coincide también con el nombre de una canción de Soda Stereo. Pero es solo un detalle, por si lo ignorabas.

    Escrito el 26 agosto 2018 a las 00:12
  10. 10. Cecilia Kleiman dice:

    Hola a todos. ¡Muchas gracias por sus comentarios! Que se hayan tomado el tiempo de leerme es para mí una gran alegría!

    Ana: he buscado tu relato pero no lo he encontrado. ¿En qué número estás?

    Escrito el 26 agosto 2018 a las 22:41
  11. 11. Ana Roda dice:

    Hola Cécilia.
    Me gusta mucho en tu relato cómo recreas esa atmósfera densa y sofocante que rodea a los dos protagonistas.
    El párrafo en el que él sale al balcón y lía el cigarrillo, me encanta.
    Enhorabuena y hasta el siguiente.

    Escrito el 26 agosto 2018 a las 23:17
  12. 12. K. Marce dice:

    Saludos, Cecilia

    No he participado en agosto y antes que acabe el mes deseo pasar por quienes visitaron mi relato del mes de julio. Para este mes, he deseado revisar los textos leyendo y escuchando con un lector electrónico, ya que creo que se detecta lo que el ojo ignora.

    Me tomo la libertad de marcarte aquellas mejoras al texto, y discutir el relato al final.

    *Construcción de diálogos. Debes cuidar que el formulario no te deje los guiones cortos, sino la raya (alt+0151, —) que debes cambiar manualmente en el formulario de envío. Ya que no la reconoce como tal y deja el corto que es errado.
    Te marco, la forma habitual de escribir diálogos.

    —¿No por eso…?
    —Nada —Fue la seca respuesta de él—. Déjame a mí en el balcón.

    Los compañeros te han indicado que no haces muchas acotaciones narrativas en los diálogos. Si usas al menos un indicador en el primer diálogo, habiendo solo dos personas, será más fácil detectar quién es quién. A mí no me ha costado ubicarlos en tu texto, ya que suelo usar mucho los diálogos en mis escritos personales, pero se aprecia un poco de orientación.

    **Frases y oraciones largas. El español nos pide que una oración no sea mayor a las veinte palabras. Esto ayuda a comprender lo expuesto, ya que es más fácil crear mentalmente asociaciones. Tienes frases muy largas, que podrían mejorarse con sencillos puntos y seguido. Te marco una frase que tiene ochenta y un palabras, y entre paréntesis te indico lo sugerido o eliminado.

    «O quizás sería ella la que una vez más agarre el teléfono(;) dispuesta a subirse al próximo tren o montarse al siguiente avión, a armar las valijas y tomar su pasaporte para cruzar otra frontera(.) Solo para verlo a él, para llegar a una nueva ciudad que será la silenciosa testigo de un amor furtivo como lo fueron tantas otras antes(.) Como lo fueron Praga y Venecia, y ahora lo es ésta, (aunque) es distinta, (Eliminar esta) los desafía y los estimula, (eliminar esta) los inspira desde su existencia aparentemente inerte.»

    Al eliminar “ésta” de las cinco veces, alivias un poco esa carga ya que tienes en dos oraciones una frase “reabundante”: “lo fueron”, que aparece dos veces en el bloque.

    **Repetición o abundancia de la misma idea: Debes cuidar en cualquier texto la repetición de las palabras, sobre todo en las mismas oraciones. Puedes utilizar sinónimos o alternar el orden de las palabras para que digas lo mismo, pero evites ese bucle de ideas. Te marco una:

    «La miró fijamente. Ahora que él la miraba era la mirada de ella la que, en forma de dos ojos marrones, recorría lentamente la pared,…»

    –>La miró fijamente. Mientras ella, con sus ojos marrones, recorría lentamente la pared,…

    ¿Por qué? En la frase original hay cuatro formas de mirar o que indican eso. Para ver se necesitan los ojos, (a menos que sea tuerta no hay necesidad de informar que tiene dos ojos), por lo que la frase se vuelve cargada y casi elíptica: la miró, la miraba, la mirada, dos ojos… No comprendo la analogía de: era la mirada de ella la que, en forma de dos ojos marrones,…

    **No olvidar el POV. Has usado el Narrador Omnisciente*, pero parece que has metido también la visión de uno de los protagonistas, haciendo que dicha acción sea parte de la narrativa. Recuerda que el N.O.* no es emotivo, no juzga, no censura, etc., simplemente ofrece las cosas tal cual son. Cuando hay emotividad por parte del personaje debe anunciarse, para que no se confunda con la voz del narrador. Te marco:

    «Y de la misma manera resonarán otra vez en un futuro quizás no muy lejano, pero solo si ella pasaporte y valijas, si ella corazón en la mano y vamos a vernos, sí, claro, no importa si no puedes viajar, donde estás, ¿en Helsinki?, hay un vuelo para el viernes 16, sí, pero no, claro que no me molesta.»

    La ambigüedad de las oraciones pueden crear confusión, parece que ella es quien responde, por lo que todo esto debe marcarse para evitar cruzar esa delgada línea del pensamiento del personaje y la narrativa.

    –> «De la misma manera volverán a resonar en un futuro, quizás no muy lejano. Como siempre ella con pasaporte y valijas, ella corazón en la mano. Aquella charla usual “¿Vamos a vernos? Sí, claro. No importa si no puedes viajar. ¿Dónde estás?, ¿en Helsinki? Hay un vuelo para el viernes 16. Sí. Pero no, claro que no me molesta.”» Ejemplo a)

    De igual manera, los pensamientos, debes enmarcarse para distinguirlos de la narrativa:
    –> «¿Para qué decirte lo que estoy pensando si de todas formas no entenderías —pensó—. Atrincherado en la frívola y prudente distancia que has construido, cual puente insondable, entre nosotros?»

    Los pensamientos directos, se pueden enmarcar con comillas españolas de preferencia, y estos representa el pensamiento textual del personaje, tal como si lo hablara. Por lo que los pensamientos siempre deben ser naturales. Lo que veo en tu caso, es que ellos mantuvieron una charla bastante concisa, pero ella termina pensando demasiado dramatizada. Nunca hay que perder la personalidad del personaje. Se usará las comillas inglesas, (“”) unicamente, cuando has usado previamente las «» y el pensamiento se encierra entre ellas, como el ejemplo a), detallado arriba.

    –> «¿Para qué decirle lo que estoy pensando? No entenderá —pensó—. Si ha creado distancia entre nosotros?»

    En este caso, parece un pensamiento más reflexivo, y no un reclamo como el original, que por supuesto no es expresado verbalmente. Todo dependerá la forma en cómo se desee transmitir; pero es indispensable conservar la credibilidad del lenguaje del personaje.

    Todos te han indicado lo que el contenido les ha proyectado. Al igual que muchos, no soy fan de las historias de amor. Pero me ha gustado esas frases tan cortadas entre ellos; no sé si solo es mi percepción o es una relación de pura y llana rutina. El POV explora más acerca de lo que ella está viviendo, por lo que me queda la duda si él siente algo o esa misma rutina, lo hace apático a la relación.
    Olvidé quien es el autor de la frase, pero decía: “Si tienes un amor prohibido que no puede revelarse, es mejor no tenerlo.” Creo que es un buen consejo.

    Espero que las sugerencias y notas aquí mostradas te sean de utilidad, te son entregadas con todo el respeto que tu trabajo merece. ¡Nos leemos!

    Escrito el 28 agosto 2018 a las 07:23
  13. 13. Cecilia Kleiman dice:

    Hola K. Marce! Te agradezco infinitamente que te hayas tomado el tiempo de analizar tan minuciosamente mi relato. Tus observaciones son muy útiles. Yo escribo de forma muy empírica y tu análisis me ayuda a poner los pies un poco más sobre la tierra.

    Te estaré leyendo y seguiremos en contacto.

    Un abrazo!

    Escrito el 28 agosto 2018 a las 10:12
  14. 14. Chus Galego dice:

    Hola, Cecilia.
    Gracias por tu amable comentario a mi relato.
    El tuyo me ha gustado mucho y me parece que muestras muy bien la psicología de los personaje, tanto a través del narrador como a través de los diálogos. Y sí, la atmósfera resulta densa tanto por el humo de los cigarrillos como por esa sensación de incerteza que planea sobre la vida de los amantes, ¿se volverán a ver?, ¿dónde?
    Enhorabuena (también por tu blog, que me encanta y lo leeré con calma)
    Un abrazo.

    Escrito el 29 agosto 2018 a las 21:59

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.