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Línea de Comando - por S. Freeman

Caminó a prisa bajo las agujas de agua, con la cabeza entre las telas que llevaba al cuello protegiéndolo más de las cámaras de reconocimiento facial que del aire frío.
Pasó entre empujones a los peatones bajo las sombras de la noche y las luces de neón de las tiendas y bares. RealisNet detestaba la concurrencia de gente, pero debía mantenerse en esa avenida abarrotada. Aún cuando las luces brillando aquí y allá buscando a toda costa llamar la atención comenzaban a marearlo. Una de ellas destelló en mal momento, lo cegó y no pudo esquivar a alguien que salió de un callejón adyacente. Al chocar se tambaleó y cayó sobre un charco que se agrandaba con el pasar de los segundos pues parecía que las nubes se habían roto. Ni siquiera se detuvo a escuchar disculpas, sabía que no las obtendría y que detenerse era arriesgado.
Y como una invocación, su interfaz neural, y su único pasaporte para viajar lejos de la muerte que se anunciaba desde la distancia, silbó en alerta. Ellos estaban detrás. Apresuró el paso, agarrotándose sobre sí mismo, sin querer mirar a los soldados de InnTech que debían estar alzándose desde los podridos rascacielos y arrastrándose desde las agrietadas calles de Nueva Montreux.
Se levantó y se metió en el callejón del que había salido la persona. Anduvo a prisa dentro del laberinto entre cadáveres de robots, guiado por su interfaz neural hacia un muelle en las orillas de la ciudad. Al salir vio que el más grande lago de Antigua Suiza se agitaba dando grandes manotazos a las orillas cerca de donde aguardaba su transporte ilegal: un helicóptero personal de gama militar. Respingó al ver un destello cerca de su sien derecha. Por reflejo miró hacia atrás y vio a los soldados cyborg de ojos rojos corriendo hacia él en medio de la telaraña de su propio escudo de energía recargándose.
Se impulsó y vio en la interfaz neural los porcentajes de los niveles de fatiga y adrenalina crecer. Él también era un cyborg. Un humano mitad máquina que, en una ironía extraña, peleaba, usualmente desde el ciberespacio, contra las máquinas de InnTech: la megacorporación que imperaba el mundo.
Un río de luz se quebró en el cielo e iluminó la ciudad y a la edificación en el fantasmal horizonte. El trueno que le siguió ensordeció las pisadas metálicas de sus atacantes y el del helicóptero poniéndose en marcha por su orden remota.
Una bala láser quemó en su pantorrilla, pero no se habría enterado si la interfaz no se lo hubiera indicado. La puerta se abrió, saltó y la nave se alzó sobre el lago hacia el suroeste de Antigua Francia. Las balas continuaron sus intentos por alcanzarlo, pero su vehículo fue su nuevo escudo. Exhaló apenas dándose cuenta de cuánto había contenido la respiración.
Se quitó las ropas mojadas y con la mano que era de carne y hueso, expandió la interfaz neural a una ilusión táctil frente a él. Tecleó tan pronto como sus mecanismos orgánicos y artificiales lo permitieron e introdujo un comando. Se asomó por la ventana del vehículo, miró abajo el mar de luces que formaba la abarrotada ciudad con sus rascacielos como picos de sonidos chillantes en neón.
En lo más alto vio aparecer el logotipo de InnTech: dos tarjetas electrónicas triangulares tratando de unirse formando un cuadrado dividido. Brilló en el cielo en una manifestación holográfica, impregnado en las nubes, apenas perturbado por la lluvia. Esperó tres segundos más. El logotipo se borró en líneas de código y apareció:
“Ellos nos controlan. Y ni siquiera son humanos”.
La proyección holográfica en el cielo titiló recorriendo imágenes borrosas de naves alienígenas y androides extraños. La secuencia fue interrumpida y aparecieron unos ojos de serpiente negros inquietantes como el espacio exterior. Hubo relámpagos verdes y la imagen se tiñó de rojo: estaban en toda alerta para capturarlo o asesinarlo.
Él esperaba que lo matasen antes que capturarlo. Sin embargo, como el infame cracker que era, se había asegurado de cubrir todas sus huellas. Continuó tecleando en su interfaz y líneas de datos continuaron cayendo como cascada sobre la pantalla. Hizo fuegos artificiales a los cyborgs de InnTech y desvió un misil hacia el muelle.
Su ritmo cardiaco aceleró y su fatiga creció al trabajar acaloradamente en el ciberespacio. No importaba, ya había logrado su misión personal.
Tecleó en su pantalla una última rutina de sabotaje e introdujo el mensaje final:
“Los desastres que se nos vienen encima”.

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13 comentarios

  1. 1. Montse dice:

    Hola, Freeman,

    He leído tu relato. Tengo que admitir, que estos temas se me escapan y no podré dar una buena valoración. Pero creo que has hecho un gran esfuerzo para escribir este relato y se nota que te has esmerado. Se lee bien, aunque a mi se me haya hecho un poco difícil.

    Por cierto: el reto era que todo ocurriera dentro de una tienda de sombreros. No sé pero no he visto la tienda. ¿O estoy equivocada?

    Saludos y nos leemos! 😉

    Escrito el 18 agosto 2018 a las 17:41
  2. 2. S. Freeman dice:

    Hola, Montse,
    Primero: ¡muchas gracias por tu tiempo para leerlo!

    Segundo: lo del reto lo marqué por ERROR, NO contiene el reto, apenas me he dado cuenta de mi falta. Es la primera vez que envío un texto y en el formulario creí que marcar la casilla era para marcarlo para que fuera parte del taller. ¡Qué vergüenza! 😮

    Por favor, si un admin lo puede corregir, aparte de apenada con ustedes, estaré agradecida.

    Escrito el 20 agosto 2018 a las 04:34
  3. 3. Leosinprisa dice:

    Hola S.Freeman

    Menos mal que te he leído advirtiendo que no cumplías el reto, porque me hubiera empeñado en buscar la sombrerería en el espacio virtual 🙂
    Un relato de los que me gustan, ciencia ficción con cibors, corporaciones asesinas y alienígenas. Me he entretenido mucho y lo he disfrutado.

    En cuanto a las correcciones (No te asustes, pues he copiado los textos y son meras puntualizaciones, a saber, una opinión personal)
    Yo pondría comas en las siguientes frases: “Aún cuando las luces brillando aquí y allá, buscando a toda costa llamar la atención, comenzaban a marearlo”.

    “Al chocar, se tambaleó y cayó sobre un charco que se agrandaba con el pasar de los segundos, pues parecía que las nubes se habían roto”.

    “El trueno que le siguió, ensordeció las pisadas metálicas de sus…”

    “Apresuró el paso, agarrotándose sobre sí mismo, sin querer mirar a los soldados de InnTech, (después cambiaría un “desde” por “entre”, para evitar repetición al leerlo)
    “…que debían estar alzándose ENTRE los podridos rascacielos y
    arrastrándose desde las agrietadas calles de Nueva Montreux”.

    “Por reflejo miró hacia atrás y vio a los soldados cyborg de ojos rojos, corriendo hacia él en medio de la telaraña de su propio escudo de energía recargándose”

    Sé que puede ser una lectura difícil para personas que esta clase de mundos, con entidades virtuales y máquinas, no puedan visualizar. Los demás, lo disfrutaremos como merece.

    Gracias por los comentarios en mi texto. Ha sido un placer leerte. Un saludo.

    Escrito el 20 agosto 2018 a las 08:49
  4. 4. S. Freeman dice:

    Hola de nuevo, Leonsinprisa 😀
    ¡Muchas gracias por leer mi texto! :’) La mayoría de las observaciones las tomaré en muy en cuenta pues mejoran el texto de sobremanera, sin embargo un par no los considero necesarios.

    Un abrazo fuerte.
    ¡Saludos!

    Escrito el 21 agosto 2018 a las 03:18
  5. 5. Luna Paniagua dice:

    Hola S. Freeman:

    Admiro mucho a los que escribís ciencia ficción futurista porque a mí me cuesta mucho, seguramente porque tampoco suelo leerla. Pero me ha gustado tu relato, bien construido y fácil de leer, con lenguaje claro que con cierta terminología no siempre es fácil.

    Yo sí que me he pasado la lectura buscando la tienda de sombreros, ja, ja. Pero no te apures, la primera vez que lo mandé también metí la pata en un par de cosas…

    Saludos,

    Luna

    Escrito el 22 agosto 2018 a las 07:58
  6. 6. Montse dice:

    Hola, S.Freeman. Nada de vergüenza, a todos nos pasan cosas y más si es la primera vez que participas. Yo este mes, también me di cuenta de algunos errores después de haberlo enviado. Ánimo y sigue escribiendo!!

    Saludos 😉

    Escrito el 22 agosto 2018 a las 14:39
  7. 7. S. Freeman dice:

    ¡Hola, Luna! Muchas gracias por tu comentario, me hizo muy feliz saber que fue de tu gusto a pesar del género 😀
    Un abrazo 🙂

    Escrito el 23 agosto 2018 a las 02:23
  8. 8. S. Freeman dice:

    ¡Hola, Montse! De nuevo muchas gracias por tus palabras, jejeje, ya no me siento tan mal. Saludos y un abrazo 🙂

    Escrito el 23 agosto 2018 a las 02:25
  9. 9. tyess dice:

    ¡Agujas de agua! No sólo suena bien, también es una descripción muy específica. Y es que veo que te gusta trabajar con similes y metáforas.
    Se me hace curioso leer una historia de ciencia ficción que tenga metáforas y haga tanto caso a la tormenta natural y no sólo a la que representa el argumento.
    Y aún así siento que le falta algo de fluidez.

    La historia se siente como encontrar un fragmento de la historia mayor, pero al mismo tiempo es una historia en sí. Me gusta la dualidad que hay en eso, así cómo lo agridulce del final.

    Bonus por el título, por cierto.

    Escrito el 23 agosto 2018 a las 05:32
  10. 10. isan dice:

    Hola S.Freeman:

    Un relato que aprovecha toda la extensión permitida. Supongo que te habrá costado ir eliminando fragmentos para encajar en las 750 palabras. Un trabajo costoso y divertido.

    Entrando en materia, me ha parecido un relato muy bien narrado, de manera que desde el principio te interesa proseguir la lectura independientemente del gusto del lector por el género. Los expertos podrán analizarlo mejor, pero a mí me ha gustado. Emplea un lenguaje apropiado sin ser cargante, algo que suele ocurrir.
    Hablando del lenguaje, me ha llamado la atención que he visto seis veces “interfaz neural”. No son muchas ciertamente, pero es una expresión con la suficiente fuerza como para no abusar de ella.

    Otra cosa (por sacar alguna casilla sin importancia), es en: “estaban en toda alerta para capturarlo o asesinarlo.” Yo habría puesto “estaban en MÁXIMA alerta.

    Felicidades por un relato que gusta a expertos y profanos.
    Un saludo

    Escrito el 23 agosto 2018 a las 12:30
  11. 11. Maurice dice:

    ¡Hola Freeman!
    Lei tu relato y me pareció bien escrito. Aunque confieso que es un tema muy alejado de interpretar para mí. No me gusta esa literatura, de manera que no comprendo diferentes aspectos del argumento. Supongo que para los “fans” de la ciencia ficción, debe ser un cuento divertido. Saludos.

    Escrito el 23 agosto 2018 a las 23:12
  12. 12. Laura dice:

    Hola S. Freeman.
    Al igual que muchos que me preceden, la ciencia ficciòn no es lo mìo, pero igual te dejo mi aporte.
    Considero que està desde lo formal muy bien escrito, con un ritmo vertiginoso. Eres muy gràfico en toda la escena. Puedo visualizarla perfectamente.
    Creo que podrìas haber omitir la ùltima vez que nombras a InnTech. Ya indicas que sus soldados cyborgs lo buscaban.
    Con respecto al “Ellos nos controlan. Y ni siquiera son humanos”: ¿Dònde aparece el mensaje? Ya que lo que antes mencionas es el logo de InnTech en el cielo de nubes. Supongo que es en alguno de los artefactos que debe llevar consigo. O yo me he perdido, a pesar de que vuelvo una y otra vez al texto.
    Disculpa que sea tan dura, tal vez no soy lectora para tu material.
    Por lo demàs, te felicito por el despliegue de imaginaciòn.
    Saludos.
    Hasta la pròxima propuesta.

    Escrito el 24 agosto 2018 a las 21:45
  13. 13. Diego Alba dice:

    Hola S.
    Muy lindo relato. Hace mucho que no leía ciencia ficción y está muy bien contado, con el ritmo de una peli. Me gusta el personaje y el final esta bueno también.
    Sobre las opiniones anteriores estoy de acuerdo con la mayoría y solo podría agregar que no pude hacerme una imagen visual del logo en el aire a partir de tu descripción.
    Felicitaciones, me saco el sombrero.

    Escrito el 25 agosto 2018 a las 05:44

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