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La fantabulosa y espectaculiar sombrerería del señor Ende. - por dopidop

Web: https://historietasypiruletas.blogspot.com/

Encontré la tiendecita por casualidad. Esa mañana había salido decidido a perderme en el laberinto de callejuelas de la parte antigua de la ciudad. El enorme cartel había llamado mi atención. Rezaba: "Sombreros fantabulosos y espectaculiares".

Entré sin pensarlo y como no había señales del tendero, aproveché para dar una vuelta. Cientos de sombreros se agolpaban en estanterías y aparadores; todos diferentes, sin etiquetas ni orden. Tenía que ser una locura encontrar algo en ese caos.

Cogí uno al azar: una larga chistera con un lazo lila. Cuando iba a probármela un carraspeo a mi espalda me hizo girarme.

Se trataba de un señor bajito, con un impecable traje de camisa y chaleco.

—¿Puedo ayudarle, caballero? —preguntó en un tono casi musical. Me regaló una sonrisa amable y cogió la chistera de mis manos para dejarla en el mismo sitio donde estaba.

—Busco un sombrero.

—Entonces está en el lugar adecuado. Soy el señor Ende —dijo estrechando mi mano—. Estos espectaculares sombreros son artesanos y extremadamente peculiares.

Me encantó la teatralidad con la que actuaba y le seguí el juego.

—¿Y cual recomendaría para mí?

Se me acercó y empezó a escudriñarme. Sin mediar palabra, se metió en la trastienda y sacó un curioso fedora granate con una pluma multicolor. Antes de dármelo me miró muy serio.

—Debo avisarle de la particularidad de estos sombreros: no son meramente decorativos, si no que proporcionan una experiencia fuera de lo común. ¿Viene recomendado por alguien?

Negué con la cabeza. Sonrió y señaló una silla.

—En ese caso, es mejor que se siente antes de probárselo.

Obedecí. El hombrecillo me tendió el sombrero.

—¿No va a dejarme un espejo para ver cómo me queda?

Soltó una risilla.

—Confíe en mí. No va a hacerle falta.

Me encogí de hombros y me lo puse. Una sensación de vértigo me hizo cerrar los ojos. Al abrirlos no podía creer lo que veía: me encontraba en una solitaria playa tropical. A lo lejos el mar y el cielo se fundían en un horizonte de infinitos tonos azules. Escuchaba el sonido de las olas. Sentía la fresca brisa marina. Al quitarme el sombrero y me vi de nuevo en la tienda. La impresión fue tan grande que de no haber estado sentado, me habría caído de espaldas.

—Mmm —musitó—, no es para usted. —Recogió el sombrero y siguió rebuscando por la tienda.

—¿Qué ha sido eso? —pregunté confuso.

—Ya le avisé de que eran muy especiales —contestó mientras sacaba de la vitrina un pequeño bombín verde pistacho.

—Pruébese éste —me dijo.

Lo miré con desconfianza y volvió a sonreírme.

—Tranquilo. Le aseguro que está a salvo.

Me lo puse sin estar convencido. Esta vez la sensación de vértigo fue menor, quizá por que ya la esperaba. Cuando abrí los ojos me encontré en una lujosa sala con tres guapísimas mujeres ligeras de ropa. Antes de que se me acercaran con claras intenciones me quité el bombin. Miré al señor Ende, y fui yo quien sonreí ofreciéndole de vuelta el sombrero.

—Tampoco es para mí.

—Entiendo —dijo pensativo. De pronto chasqueó los dedos, se giró y cogió un canotier negro de un aparador cercano.

—Éste nunca falla.

En cuanto me lo probé, supe que había dado en el clavo: volaba como un pájaro. Subí todo lo alto que pude y me dejé caer en picado para planear a ras de suelo. Era la libertad, el pasaporte a la felicidad. Me lo quité asintiendo con la cabeza emocionado. Observé el sombrero nervioso. Lo quería para mí, pero temía que el precio fuese demasiado alto.

—¿Cúanto cuesta?

—No creo que tenga usted dinero suficiente para pagarlo. —Le miré desilusionado—. Pero es posible que podamos hacer un trueque…

—¿Un trueque? —pregunté interesado.

—Seguro que usted ha vivido muchas experiencias interesantes, quiero un recuerdo. Uno agradable. A cambio tendrá su sombrero.

Aquello no tenía sentido, pero allí nada lo tenía. Y yo necesitaba ese canotier.

—Ok, trato hecho.

El señor Ende sonrió satisfecho y me señaló la trastienda. Me dirigí hacia ahí sin soltar mi sombrero, mi pequeño tesoro.

Al cruzar el umbral me vi reflejado en el escaparate de una sombrerería. ¿Cómo había llegado allí? ¡Maldición!, me había pasado con los tequilas otra vez. Solté un bufido, aventé el horroroso sombrero negro que llevaba en la mano y emprendí el camino de regreso a casa.

Esto… ¿Por dónde era?

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13 comentarios

  1. 1. IreneR dice:

    Buenas, dopidop.

    Me ha encantado tu relato y el final me ha hecho sonreír. Pobre hombre.

    Todo el título me ha llamado mucho la atención, tanto por las palabras que utilizas como por acordarme de esa gran saga de Ende.
    Tampoco he podido evitar acordarme de la escena en la que Harry Potter consigue su varita, por un momento he visto a Ollivander.

    Y el trueque que le ofrece Ende me ha recordado a la historia del desgraciado Peter Schlemihl, que cambia su sombra a cambio de una bolsa de la que puede sacar monedas de oro de forma ilimitada. Un libro muy finito pero muy curioso y entretenido.

    Un gran trabajo.

    ¡Un saludo!

    Escrito el 17 agosto 2018 a las 18:30
  2. 2. Jose Luis dice:

    Hola
    Te ha quedado un cuento muy bonito y entretenido, yo creo que bien narrado y descrito. Está clara la influencia de otras obras literarias clásicas, pero la inspiración para crear algo nuevo partiendo de ellas también está ahí.
    Un saludo

    Escrito el 18 agosto 2018 a las 00:29
  3. 3. Diego Alba dice:

    Hola Dopi. Ya extrañaba leerte amiga.
    Linda historia y el final me encantó, repentino y desconcertante, como a mi me gustan.
    Escribís muy bien, se lee perfectamente, se disfruta, blablablá.
    Ahora a darte masa (¿caña?) en lo poco que pude descubrir.
    “Cogí uno al azar: una larga chistera con un lazo lila. Cuando iba a probármela un carraspeo a mi espalda me hizo girarme.” Usarpia coma en lugar de los dos puntos y me hace ruido el “me hizo girarME”
    “con claras intenciones me quité el bombin.” pondría coma después de intenciones.
    “y fui yo quien sonreí ofreciéndole de vuelta el sombrero.” creo que va “sonrió”
    “con la cabeza emocionado” Pondría coma después de cabeza.
    “Observé el sombrero nervioso.” Se entiende mejor “Observe nervioso el sombrero.
    Muy bueno lo suyo, como de costumbre. Nos leemos por el blog. Un beso.

    Escrito el 18 agosto 2018 a las 07:03
  4. 4. Chus Galego dice:

    Hola, Dopidop.
    Me gusta mucho tu relato, tanto que lo tendré en cuenta para leer en mis clases de 2º de ESO. Está muy bien escrito, mantiene la tensión y tiene ese aire encantador de las historias tradicionales. Enhorabuena.
    Únicamente te pondré un pero quisquilloso: al leerlo en voz alta “casualidad” y “ciudad” (al principio) destacan innecesariamente, creo yo.
    Que pases un buen día.

    Escrito el 18 agosto 2018 a las 19:46
  5. 5. Marlene Flores González dice:

    Hola Dopidop:

    Muy agradable tu relato, me hizo reir.
    Me parece que en vez de:… estos espectaculares sombreros son artesanos, debería ser:… estos espectaculares sombreros son artesanales.

    Mi relato es el 4, por si se animas a pasar por ahí.

    Escrito el 18 agosto 2018 a las 23:29
  6. 6. Antaviana dice:

    Hola Dopidop,

    ¡qué maravilla! lo mejor que he leído este mes hasta el momento…
    me ha encantado todo, desde el título, a como has escrito texto, la historia, y sobretodo que finalmente “se quedara” con el sombrero de la libertad, a pesar del final que también me encanta.
    A volar!
    Abrazo

    Escrito el 19 agosto 2018 a las 13:58
  7. 7. Karian V dice:

    Te felicito, un pase para que vuele la imaginación.
    Me gustó la experiencia y la descripción al probarse varios sombreros. El final es interesante!

    Escrito el 20 agosto 2018 a las 00:11
  8. 8. Bruno dice:

    Hola dopidop!
    Muy buen relato. En tan pocas palabras es difícil hacerlo mejor. Me ha sido necesario releer una par de veces el párrafo final, porque no me lo esperaba, pero ha sido un giro agradable.
    No he sentido ningún error claro de redacción, y el ritmo es muy bueno, ágil y fácil de seguir. La idea me resulta familiar, pero no es algo que ya haya leído antes, por lo que no es algo negativo.
    Enhorabuena de verdad.

    Escrito el 20 agosto 2018 a las 11:09
  9. 9. Norelkis dice:

    Jajaja, parece una pequeña comedia. Ha sido bastante interesante, aunque me pregunto si el señor Ende no se pondrá triste porque su sombrero esté a tres metros bajo tierra.

    Al parecer el personaje anhelaba salir de sus límites, sin ataduras. Supongo que cada sombrero correspondía a un deseo del ser humano.

    Escrito el 22 agosto 2018 a las 00:48
  10. 10. Jesús López dice:

    Hola Dopidop. Quiero decirte que con este titulo y esta frase “Sombreros fantabulosos y espectaculiares”.me has ganado. Ese juego de letras y palabras me ha fascinado desde el primer minuto.

    El hombre bajito me ha recordado a Ollivander y me ha resultado gracioso leer a los personajes con tono treatal como si trataran de hacer una historia casi musical. Lo único que no me ha gustado es que no rimara todo, le hubiera dado un toque curioso.

    Algo que también me ha gustado es los sombreros fueran mágicos y te transportaran a sitios, que te hicieran sentir cosas. Ha sido un texto divertido, gracioso y ameno.

    Como contraparte el final es algo flojo y en vez del trueque yo hubiera puesto como precio el recuerdo directamente.

    Un saludo, cuando quieras pasate por el mio, estoy el 31.

    Escrito el 22 agosto 2018 a las 21:40
  11. 11. Osvaldo Vela dice:

    Hola Dopidop, primero que nada agradezco tu visita a mi texto y el comentario, que después de repasar los comentarios, tan positivo que dejaste.

    En cuanto tu texto tedigo que nada pra captar la atencion de un lector que describir una escena casual, que le das comienzo con la palabra casualidad.

    Una vez atento, gocé del escenario que dibujabas del lugar y mas de los paseos tan fantasticos que tuviste cuando te calabas diferentes sombreros.

    Mientras lo hacía, iba imaginando a mi paso el desenlace y opte por pensar que aquel paseo del personaje era un sueño.

    En lugar de eso, que cambio tan genial le diste a la historia. lo que padecía tu personaje era el efecto de la bebida mas grande del mundo. Cuándo se abusa del tequila, el resabio de sabiduría de una buena parranda nos regaló un lugar especial con viajes mentales fuera de serie.

    Te felicito.

    Escrito el 28 agosto 2018 a las 17:24
  12. 12. Laura dice:

    Hola Dodidop.
    Un relato muy entretenido, sin pega alguna desde lo formal que no desmerezca.
    Tan sólo me parece algo demasiado que tengas el nombre de la tienda tan cerca del tìtulo: se leen dos veces las tan peculiares palabras. Tal vez cambiar el tìtulo, aunque de por sì es atractivo, sería una opción, ya que el nombre de la tienda es indispensable que lo tengas en el relato. Tal vez algo como En la sombrerería del señor Ende, aunque quitaría la magia de los adjetivos omitidos.
    Es tan sòlo un aporte, con el cual puedes hacer lo que consideres màs adecuado. Por lo demàs, felicitaciones. Algo se veía venir desde las especiales palabras de tìtulo y cartel de la tienda.
    Mis saludos.
    Hasta la pròxima propuesta.

    Escrito el 31 agosto 2018 a las 09:30
  13. Hola
    Gracias por pasarte por mi relato. Referente al tuyo coincido con los comentarios de los compañeros, en especial con Diego Alba. Por mi parte solo te digo: Felicidades, me ha encantado tu escrito.

    Escrito el 3 septiembre 2018 a las 12:59

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