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LOS GIRASOLES - por Hanna Hanana
No conozco muy bien los detalles, pero fue más o menos así: los militares se encontraban divididos porque el gobierno estaba apretando demasiado, y a una buena parte le parecía que eso no podía continuar, entre ellos el Coronel Rocha, quién se decidió a encabezar el golpe de estado.
El problema era que tenían que dar de baja al jefe de Estado, o conseguir su renuncia. Aprovechando un desfile militar que los reunió en la capital, coordinaron un ataque para tomarse el centro de mando. Al iniciar las maniobras de ataque, el presidente se puso a resguardo. Para evitar el enfrentamiento directo y disminuir el derramamiento de sangre, habían infiltrado un comando en la guardia presidencial. Rodeado de doce detractores bien entrenados, fue sencillo que el mandatario recapacitara y decidiera rendirse.
Sonaron las trompetas triunfales. El batallón completo marchó hasta ubicarse en alineación milimétrica en el patio central de la casa presidencial. La banda de guerra terminó su interpretación para que el Coronel Rocha en persona se dirigiera a la tropa:
-Capitán: honre a estos hombres. El comando Vanguardia ha cumplido su deber a cabalidad: sometieron al tirano que enriquecía sus arcas con los dineros del pueblo. Valientes héroes comprometidos, han arriesgado sus vidas en pro del país, sirviendo fielmente a sus propósitos. Por ello, en reconocimiento a su valor, el ejército nacional les concede el honor de recibir la cruz plateada-.
La banda volvió a la interpretación, esta vez de forma más sutil, con un himno solemne mientras los hombres del escuadrón pasaban uno por uno. Sonriendo, el Coronel Rocha los recibía estrechando su mano, mientras el Capitán les colgaba la condecoración.
Un soldado se acercó al Coronel y le dijo unas palabras al oído. Luego habló con el Capitán, mientras el Coronel se alejaba como contrariado. El General Martínez, máximo comandante de las fuerzas, con tres soles en su solapa, llegó hasta la tarima y tomó la palabra. Se hizo absoluto silencio:
-Capitán: arreste a estos hombres. Sus actos de insubordinación tienen que ser castigados de forma ejemplar: atacaron al presidente que defendía los intereses del pueblo. Traidores vendepatria, pusieron en riesgo a la democracia misma, solo en pro de sus propósitos. Por tanto, el ejército nacional les llevará ante la junta militar, en donde me encargaré que no vuelvan a ver la luz del sol-.
No recuerdo los demás hechos, pero sí recuerdo que la banda volvió a tocar, y la democracia fue restaurada.
Buenas, Hanna.
La idea me gusta, pero me he perdido mientras lo leía. Me ha parecido que había demasiada gente, demasiados rangos, y ya no sabía quién era quién.
Y la manera de puntuación de lo que sería el diálogo, o monólogo en este caso, me ha confundido más aún. ¿Es el capitán el que habla, le hablan a él? Eso ha sido un tanto raro.
Tampoco he entendido la razón del nombre del relato. No sé dónde se encuentran los girasoles, dónde se hace referencia a ellos o si hay algún tipo de metáfora que yo no he visto.
Nos leemos.
¡Un saludo!
Tengo que darle la razón a IreneR. Te has comido los girasoles. A lo mejor has empezado por las pipas y luego has hecho una ensalada con los pétalos. No los encuentro por ningún sitio.
Sólo un pequeño apunto y no te lo tomes a mal porque la historia está bien escrita y sobre todo, un relato de militares con final feliz. Eso ha estado genial.
¿Doce “detractores” bien entrenados? Los detractores critican, discuten o molestan, pero no suelen coger las armas. Créeme, soy de familia de militares y ellos NO les hubieran llamado así.
Por lo demás, una historia entretenida y fluida. No cuesta llegar al final.
Espero verte de nuevo por aquí. Nos leemos.
Hola Hanna,
A mí también me ha confundido un poco la ausencia de los girasoles, aunque tengo una teoría. Indicas que el General Martínez tiene las máximas condecoraciones, que se dan en forma de sol. Y cuando él habla, todo el ejercito le presta atención, es decir, que todos miran en su dirección. Por lo que yo he asumido que los girasoles serían los soldados que obedecen ciegamente al alto mando de su ejército.
Por lo demás, es cierto que quizá los términos utilizados no se ajustan a la realidad en cuanto a vocabulario militar, pero tengo que admitir que, al tener un gran desconocimiento de ese mundo, a mí también me hubiera costado mucho utilizar la mayoría de los términos con propiedad.
Un saludo,
Patricia.
Hola.
Creo que lo peor de un cuento es tener que explicarlo. Como dice Patricia: los soldados se giran a obedecer al general con más soles. Por eso, primero condecoran a unos, y luego los castigan por traición, porque alguien de mayor rango se los dice. Intentaré modificarlo o tirarlo al olvido. Gracias!
Hola, Hanna:
Me ha encantado tu cuento. Me parece muy bien escrito, con un lenguaje preciso y una estructura muy bien medida. Es verdad que exige más al lector que otros textos, pero yo lo pude seguir con facilidad.
Respecto a lo de “los girasoles”, pude intuir mientras lo leía que se trataba de algo metafórico, relacionado con los soles en la solapa, pero debo confesar que leí tu explicación en los comentarios antes de deducirlo yo mismo. Personalmente, creo que solo le da más valor al relato. Creo que es bueno que le des algo de tarea al lector, y en mi caso está justificado por la calidad del texto.
El contraste entre el discurso del Coronel Rocha y el del General Martínez es magnífico.
Uno de los mejores cuentos que he leído por aquí. Yo no le cambiaría nada. ¡Enhorabuena!
¡Un saludo!
Hola Hanana, me parecio un historia bien redactada de inicio a fin, buenos dialogos y tal vez lo de los girasoles, falto un poco más resaltar, como te dicen arriba. saludpos