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Los girasoles - por Jesús López

El cielo ardió y las cenizas eran las alas negras que portaban la desgracia. El último girasol había sido pisoteado y la paz había terminado. Los dioses estaban muertos y no quedaba nadie para pedirles ayuda.

Los girasoles fueron los primeros en verlos llegar. Se comparaban más con bestias que con hombres. Nunca dormían pues en su Imperio no se ponía el sol. Medio mundo los trataba como dioses y el otro medio creían que de verdad lo eran. Los Invencibles Tercios los llamaban, portando el estandarte del miedo llegaban.

Los girasoles eran aplastados y bañados en sangre. Sonrisas burlonas, gritos de triunfo y una mente con sed de sangre. La furia española se extendía como la peste negra por Europa. Ojos inertes que reflejaban un alma podrida y rota. En un tiempo atrás fueron hombres y soldados pero su humanidad había sido pervertida por el sabor de la muerte y la codicia de la victoria.

El rio se tiño de rojo, los peces se ahogaron bajo el tumulto de miembros e intestinos que llevaba el agua. Una mujer lloraba encima de los cuerpos de su marido e hijo. Aún estaban calientes mientras que ella había sido violada varias veces. Sentía la furia de aquellos hombres, con cada embestida le rompían algo más. Primero le rompieron el alma, luego la voz y finalmente rompieron su vida.

Sin resistencia y sin fuerza. Sin voz y sin lágrimas. Amberes cayó. Era un mensaje dirigido para el rey que les había puesto una espada en su mano, Querían saciar su sed, sentir que todo había sido por algo. Querían poder sentir que eran hombres y no perros rabiosos que se utilizaban para asustar a la gente. Pero sobre todo, querían su oro.

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9 comentarios

  1. 1. Charles Babel dice:

    Buenas tardes!
    Tu relato me ha parecido magnífico, la manera en la que has contado con esa descripción tan cuidada el paisaje tan desolador que ha dejado eaa batalla…

    Enhorabuena desde arriba de ti!

    Escrito el 17 septiembre 2018 a las 17:23
  2. 2. Luna Paniagua dice:

    Hola Jesús, qué buen relato, descriptivo y con mucha fuerza, transmite toda la crueldad de la realidad. Es uno de esos relatos que llega, que lo vives.
    Tus medio dioses también han robado dos tildes, río y tiñó ;).
    Saludos,
    Luna

    Escrito el 18 septiembre 2018 a las 12:55
  3. 3. Gaia dice:

    Jesús: gracias por tu crítica constructiva!
    Tienes un gran cuento que pie de llegar a ser novela!
    Luna: según las reglas nuevas de ortografía, al río ser un monosílabo, pues no lleva tilde.
    Que sigan las buenas lecturas.

    Escrito el 18 septiembre 2018 a las 13:53
  4. 4. Gaia dice:

    corrijo: puede

    Escrito el 18 septiembre 2018 a las 13:53
  5. 5. Luna Paniagua dice:

    Hola Gaia, río es una palabra llana formada por dos sílabas: rí-o. Creo que te has líado con rio como tercera persona del singular del pretérito perfecto del verbo reír, que se suele ver escrito rió. En este caso sí sería monosílabo y por eso ya no la lleva (al igual que vio, dio…).

    Escrito el 18 septiembre 2018 a las 14:02
  6. 6. Auxi Morata Alegre dice:

    Hola Jesús!
    Madre mía que maravilla de relato, verdaderamente me quito el sombrero, me ha encantado y me ha atrapado de una forma increíble, por un momento he podido ver ese río rojo y esos girasoles ardiendo.
    Enhorabuena!
    Soy la del 87, por si te quieres pasar 🙂
    Un beso! Nos leemos!

    Escrito el 18 septiembre 2018 a las 21:56
  7. 7. dopidop dice:

    Buenas Jesús,

    Este mes te has superado, me he tenido que releer el relato varias veces ¡por que me ha encantado! Es esa atmósfera tan oscura y tan cruda. Ese pedacito de historia. Esas imágenes que describes que se ven a la perfección en la mente. Tan duras, tan brutales…

    Es empezar y no poder dejar de leer hasta el final y decir ¡quiero mas!… y volver a empezarlo y volver a empaparte con ese aura desesperante y destructiva. Y descubrir algún detalle nuevo que se había pasado… una delicia.

    Y además tiene ese algo especial, que es ese toque tuyo que ya sé reconocer en tus relatos, que de verdad mola.

    Como contra, uno muy pequeñito pero que a mi parecer enturbia, no la historia, si no su lectura. En el segundo y tercer párrafo empiezas por “los girasoles”, queda repetitivo, si lo has hecho a posta, te aconsejaría que lo repitieras en algún párrafo mas o que lo intercalaras (en el primero no, en el segundo si, en el tercer no…) si te ha salido sin querer, empieza uno de los dos párrafos de otra manera, por que queda un poco extraño ver la repetición solo en esos dos.

    A pesar de eso, ya te digo que en general me encantan tus relatos, pero te aseguro que éste está entre mis favoritos.

    Gracias por compartirlo, un abrazo y ¡nos seguimos leyendo!

    PD. Te he comentado también el relato del mes pasado… ya sabes eso de que mas vale tarde ¿no?

    PD2. Este mes he hecho pirola del taller, (y del mundo en general), así que no me busques… eso si, ¡el mes que viene vuelvo con las pilas puestas!

    Escrito el 19 septiembre 2018 a las 16:19
  8. 8. Laura dice:

    Hola Jesús.
    Tengo algo en que contradecirte, o mi buscador está algo màs que errado. Los girasoles son originarios de Amèrica y llegaron a Europa en el siglo XV luego de la llegada de los españoles. Lo he buscado en varias fuentes, no tengo noticias de girasoles antes de esa fecha, por consiguiente, no los habìa en la època de los romanos.
    Por lo demàs, coincido con la repetición. Tal vez como sìmbolo de la tierra desvastada, vale, pero…no me termina de cerrar.
    En cuanto a la forma, eliminaría los puntos y los cambiaría por comas: Sin resistencia y sin fuerza, sin voz y sin lágrimas, Amberes cayó. Pero es tu trabajo, tú decides.
    Me han gustado muchas de tus frases.
    Mis saludos.
    Hasta la pròxima propuesta.

    Escrito el 21 septiembre 2018 a las 10:26
  9. 9. Alejandro Mendoza dice:

    Mr, me disculpo por no pasar por aquí antes, ya que estaba fuera del país, pero he leído tu relato une ha fascinado la increíble descripción que haxes, en verdad te transporta a la atmósfera del lugar y las situaciones, maravillosa la descripción del río, y la mujer que llora, yo también hubiera puesto más descripción en mi relato pero hay veces que me faltan cantidad de palabras para ello, y por la extensión de estos textos se me dificulta un poco, pero tú sabio ejemplo es para seguir y así lo haré en otra entrega gracias y saludos

    Escrito el 8 octubre 2018 a las 17:07

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