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Los Girasoles - por Martín

El autor/a de este texto es menor de edad

El reloj marcaba las 8:15. Era temprano. Desde aquel cómodo sillón se oía como el agua corría en la cocina. Sus ojos se apartaron del meneo de las agujas para fijarse en su madre. El vapor manaba de la cocina como el humo que se libera de una olla. Aquellos ojos asiáticos volvieron a centrarse en el bendito tictac. Una mujer emergió de la cocina, secando un gran plato de cerámica con un paño de tela.
El infante esbozó una amplia y exagerada sonrisa. Su madre le devolvió la sonrisa con una mirada de ternura, y fijó su atención en el objeto que tanto atraía a su muchacho. El incesante tictac continuó su redoble. Tic-tac, tic-tac. El redoble del reloj y el silbido de la vajilla húmeda se combinaban formando una extraña y animada marcha. Tic-tac, tic-tac. Una estridente carcajada infantil resonó en el ambiente. La mujer, conmovida por tanta inocencia, no pudo evitar unirse al regocijante coro. Tic-tac, tic-tac. Un zumbido lejano se hizo oír desde el horizonte. Tic-tac, tic-tac.
─Mayor Ferebee─ dijo el superior─. Presione el botón.
Cientos de miles vieron el objeto descender, y al avión americano volver a perderse entre las nubes. Cientos de miles vieron pasar sobre sus cabezas al objeto. Cientos de miles lo siguieron con la mirada. Los girasoles siguen al sol, y cientos de miles siguieron al objeto con la mirada, haciendo girar sus rostros mientras el pequeño niño de los estados unidos surcaba los cielos.
Tic-tac. El plato se escurrió de entre los dedos de la madre y lanzó esquirlas de cerámica por toda la habitación.
─ ¡Haruchi!
El infante se volteó. No esperaba ver la muerte por su ventana, ni esperaba verla a tan temprana edad. Por eso cuando vio su vida pasar frente a sus ojos, demoró tan poco la secuencia de eventos. Cientos de miles observaron la bomba, como girasoles siguiendo al sol. Y de pronto, fue como si el sol hubiera tocado tierra.

Risas estridentes retumbaron en la habitación. Pero no eran de un niño pequeño y asiático. Eran de grandes hombres. Y no reían por la presencia de sus madres. Reían por la devastación que un pequeño niño y que un hombre gordo habían causado.
Un único hombre, el único sensato, se sentaba en un alejado rincón. En su mano habia un vaso de cerveza que esperaba a ser bebido. La guerra había terminado. Cientos de miles de personas habían muerto. Y hombres y mujeres reían y festejaban. Mientras tanto, una mano carbonizada sujetaba un reloj detenido, y una madre yacía sobre ella, una madre que instintivamente había tratado de salvar a un hijo.

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6 comentarios

  1. 1. Laura dice:

    Hola Mart{in.
    Te felicito por el relato logrado, por la delicadeza con que has unido distintos elementos: personas, situaciones, al igual que las imágenes logradas.
    Realmente muy bueno.
    Un detalle. Considero que Estados Unidos debería haber ido con mayúsculas, a menos que lo hayas hecho con minúscula con otra intención, ya que también mencionas al niñi (la bomba).
    Realmente, te felicito por el texto.
    Mis saludos.

    Escrito el 17 septiembre 2018 a las 11:25
  2. 2. Verónica R. dice:

    Hola, mucho gusto.
    Bueno, quería decirte…que me encantoo.
    A mitad de camino me di cuenta de que estabas contando un punto de vista en las tan devastadoras bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki.
    Es algo que si no se relata bien, puede verse falso e inflexible, pero lo trataste genial, y la ultima imagen me entristeció enormemente, y eso es algo de admirar, GENERAR SENTIMIENTOS.
    Mi relato es el 158 y me encantaría saber tu opinión ya que soy nueva.

    Escrito el 18 septiembre 2018 a las 00:53
  3. 3. Norelkis dice:

    ¡Hola, Martin!

    Me fascinó la historia, está en el top 14 de mis favoritos.

    Fue realmente brutal y me has dejado un nudo en la garganta. Yo tampoco me hubiese esperado eso, fue demasiado trágico y fantástico, aplausos por eso, lo llevaste muy bien.

    Te espero en el 133 ;D

    Escrito el 20 septiembre 2018 a las 02:18
  4. 4. Andrés Scribani dice:

    Hola, Martin.

    Tienes un estilo muy pulido. Tu estilo es agradable y eficaz. Me gusta tu trabajo.

    Felicitaciones. Tienes un relato genial y muy bien realizado.

    Mi relato es el 162.

    Saludos. Un abrazo.

    Escrito el 20 septiembre 2018 a las 07:10
  5. 5. Janna bolriv dice:

    Hola, Martín.

    Es un relato cargado de detalles bien dibujados haciendo uso de descripciones que en su mayoría me han encantado. Atrapa la forma en que cuentas la historia mostrando lo que sucede afuera y dentro de aquella casa donde está la madre y su hijo quizás apunto de desayunar.

    Es arriesgado el evento histórico en el cual situas a tua personajes pero te ha quedado genial.

    Lo que si te debo mencionar es que estas 3 descripciones que no me terminaron de convencer:

    ** “meneo” de las agujas.

    ** El vapor “manaba” de la cocina.

    ** Una mujer “emergió” de la cocina.

    Muchas felicidades por tu texto!!

    Estoy en el 146 y agradecería mucho que pasaras 😀

    Escrito el 20 septiembre 2018 a las 15:22
  6. 6. Piquillin dice:

    Hola Martín: Hermosos relato, te felicito. Me gustó mucho como está contada una escena tan dramática. Estoy en el 101. Nos leemos en la próxima.

    Escrito el 25 septiembre 2018 a las 23:30

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