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Los girasoles - por Luis Ponce

21 de junio de 1940, en algún lugar de la Línea Maginot en la Francia ocupada.

Querida Odette:
Estas serán mis postreras letras si no te vuelvo a ver. Todos temen que perdamos la batalla de mañana.
Estos días has estado bailando en mi pensamiento. No quería abandonarte en vísperas de tus quince años, pero me obligaron a enrolarme. Sabes que me trajeron contra mi voluntad a combatir en una guerra que no entiendo, contra enemigos que no conozco y a favor de personas a las que no he visto en mi vida.
Todos los días me repiten que es por amor a la Patria.
Amo a mi Patria. Amo a la Francia que está en mi corazón, la Francia que dejé contigo, la que vivimos juntos. Amo su música, sus vinos y su comida. Amo el verdor de sus campos y el sonido arrullador de sus riachuelos. Amo la leche recién ordeñada, la crema suculenta y los quesos olorosos. Venero los baguetes crujientes que hornea mi madre, el sonido de los pasos de mi padre al regresar del trabajo y el reflejo de la cúpula de la iglesia sobre los adoquines mojados en Aviñón.
Amo la Francia de las mujeres frescas y los hombres trabajadores. La de los muchachos inocentes y los viejos olorosos a rapé.
Pero mi Francia no es la tropa armada por De Gaulle. Esa es la Francia de De Gaulle.
Mis compañeros de armas también son jóvenes como yo que aún no llegan a los dieciséis años. Púberes despojados de nuestros derechos y convertidos en criminales. Niños que no podemos casarnos por no tener la edad suficiente, pero que matamos a quienes podrían ser nuestros amigos.
No entendemos nuestro destino: un día disfrutamos del sol y el viento fresco de la campiña del sur y al siguiente estamos muriendo de frío en las trincheras del norte.
Ayer me servía una apetitosa “cassoulet” hecha por mi madre y ahora tengo que meterme entre pecho y espalda un engrudo sin color o sabor para tranquilizar mis tripas.
Si dormía ocho horas en los mullidos colchones de lana de oveja de la casa paterna, ahora tengo que soportar de pie el viento y la lluvia de las frías noches de guardia en el campo de batalla.
El verano pasado jugábamos a las escondidas entre los girasoles y lavandas de Provenza y este invierno he tenido que arrastrarme entre el lodo formado por la tierra de Sedán.
No entiendo la guerra, cierro los ojos cuando me toca disparar porque no quiero ver a quien estoy quitando la vida. La guerra es cruel con quienes la protagonizan y fatua para los que la organizan.
Yo mismo no sé cómo continúo vivo. Si no he muerto por una granada, un balazo o una intoxicación, podía haberlo hecho por soledad, angustia o depresión.
No tengo nada. Me han quitado mi identidad. Ahora soy el segundo hombre de la quinta columna del tercer pelotón. Ya tengo cédula de soldado desconocido, solamente falta mi foto con una X en lugar de mi cara. Hasta el fusil de mi dotación tengo que devolverlo al final de la guerra, en perfecto estado, vivo o muerto.
Solo te tengo a ti como referencia. Sé que hay un mundo más allá de la atrocidad de la batalla. Estoy convencido de que el paraíso en que vivíamos era el ideal. ¿Por qué no se nos ocurrió invitar a De Gaulle para que venga a vivir en nuestro pueblo? Hubiera sido feliz y no nos hubiera metido en este berenjenal.
No sé si esta carta llegará a tus manos antes de mi regreso. Si es así guárdala como lo más preciado. Si regreso vivo la leerás conmigo cada vez que nos reunamos con nuestros hijos y nietos.
Si regreso muerto, entiérrame en medio de la campiña entre los girasoles y las lavandas. Y cada vez que cumplas años acude a leerla conmigo.
Pero no me llores. Esa rabia impotente, úsala para salir a gritar contra la guerra. Conviértela en astucia para urdir la red subrepticia de madres y de viudas que habrán perdido a sus hijos y esposos por la infamia de los egos de la política. Grita y vocifera con ellas por el derecho a la libertad de vivir en paz. Y cada vez que desfallezcas vuelve a leer esta carta.
Te prometo que si muero me convertiré en girasol y te seguiré como si fueras la estrella más brillante del firmamento.

Tu amado Alphonse

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20 comentarios

  1. 1. Laura dice:

    Hola Luis.
    Me ha encantado tu texto, un total alegato en contra de la guerra.
    Los girasoles, al igual que en mi texto, no aportan mucho a la historia, tan sólo un pequeño marco de referencia. Realmente era difícil insertarlos con sentido, ahora lo veo más claramente.
    No tengo nada que señalar desde lo formal.
    Mis saludos.

    Escrito el 17 septiembre 2018 a las 12:00
  2. 2. Luis Ponce dice:

    Gracias Laura:me resultó difícil tener como escenario la guerra que es el mayor mal de la humanidad, hasta que entendí que podía escribir en contra de ella. Gracias por tu comentario.Ya paso por el tuyo.

    Escrito el 17 septiembre 2018 a las 18:27
  3. 3. Susana dice:

    Hola Luis Ponce

    He disfrutado mucho tu relato. Muy bien logrado.
    Aunque se desarrolle en tiempos bélicos, el hecho de que el relato sea una carta, hace que la atmósfera cambie totalmente.

    Sigue escribiendo!

    Si gustas leerme, estoy en el 111

    Escrito el 17 septiembre 2018 a las 19:25
  4. 4. Verónica R. dice:

    Hola, mucho gusto.
    Es la primera vez que comento relatos, pero debo decir que me a encantado mucho esta carta que representa el desprecio a la guerra y del como alguien debe luchar por la decisión de los de arriba por así decirlo.
    Las descripciones, y la personalidad del protagonista me parecieron lo mas resaltado, lo cual le dio una hermosa forma. No note falsedad, o una mera moraleja, creo que va más allá. Eso significa, a mi parecer, que hubo un gran trabajo detrás, porque cada palabra esta bien pensada.
    No tengo nada que corregir. Me gustaría saber tu opinión en mi relato, que es el 158, ya que es mi primera vez en este taller.

    Escrito el 18 septiembre 2018 a las 03:36
  5. 5. Cryssta dice:

    Querido Luis, es un placer para mí leer de nuevo un relato tuyo después de tanto tiempo en el que he estado ausente. Este mes no participo escribiendo pero sí he querido pasarme a leer algunos relatos y a hacer la crítica constructiva.

    Tu relato me ha gustado mucho y he podido ver una gran evolución por tu parte. No te voy a dedicar más palabras bonitas que ya sabes que a mí me gusta “dar cera”, jajaja. Empiezo:

    – Dices: “Estas serán mis postreras letras si no te vuelvo a ver”, por un lado fíjate en que “postreras” y “letras” hacen un pequeño trabalenguas, por eso yo lo cambiaría por “últimas letras”; por otro lado el que sean las últimas letras no depende de que vuelva a ver a la chica o no sino de que muera en combate por lo que creo que quedaría mejor decir algo como: “Puede que estas sean las últimas letras que te escribo. Todos temen que perdamos la batalla de mañana”.

    -No dices la edad del chico pero ella tiene quince años y dice que sus compañeros son también jóvenes, aún no llegan a los dieciséis. Me resulta un lenguaje demasiado maduro y culto para un chico tan joven, ¿y si dices en algún lado que él es un joven teniente?, así sería más creíble su lenguaje, tal vez a la chica le podrías poner un par de años más.

    – “obligaron a enrolarme” hace un pequeñísimo trabalenguas “aron-enro”, por ello yo lo cambiaría por “obligaron a alistarme” además el verbo “alistar” me resulta más adecuado para su forma de hablar que “enrolar”.

    – Con “los viejos olorosos a rapé” imagino que has querido decir “los viejos oliendo a rapé”

    – “Mis compañeros de armas también son jóvenes, tanto que aún no llegan…”. Si decides convertir al protagonista en un joven teniente tendrás que cambiar a “púberes despojados de sus derechos y…” puesto que él ya no sería púber. También te obligaría a cambiar lo que sigue para que se note que tiene cierto mando así que si decides que el chico siga teniendo dieciséis años, como parece tener, dale una vuelta al vocabulario para que se corresponda más con su edad y nivel cultural.

    – “un engrudo sin color ni sabor”

    – Dices “No tengo nada” y muy seguido “Ya tengo” lo cual es algo contrario a lo que acabas de decir. Para arreglarlo podías decir algo como “Ya no tengo nada propio”. De todas formas si juntamos ese párrafo con el principio del siguiente se encuentran cuatro “tengo”, revisa esto.

    – “viniera a vivir a nuestro pueblo”

    – Dices “entiérrame” a una chica de quince años que no tendrá ninguna decisión sobre dónde enterrar al protagonista pues por su edad le correspondería a los padres, sería mejor decir “dile a mis padres que me entierren” o como te he dicho convierte al chico en un joven teniente y ponle más años también a la chica para que sea ya su prometida y estuvieran a punto de casarse.

    – En el párrafo que empieza “Amo a mi Patria. Amo a la Francia…” hay unos cuantos “Amo” que encuentro justificados pero entonces no pongas en una ocasión “Venero” y sigue diciendo “Amo”, o repites con intención o no repites. También aparecen dos “sonido”, aquí sí que creo que es mejor no repetir, tal vez podías poner “el eco de los pasos”. En este párrafo yo incluiría también el siguiente que empieza con “Amo la Francia de las mujeres frescas” porque se sigue hablando de lo mismo.

    – En el párrafo que empieza con “Mis compañeros de armas…” y el siguiente aparecen tres “nuestros”, esto se arregla también convirtiendo al chico en teniente pues te obliga a cambiar el párrafo convirtiendo los dos primeros “nuestros” en “sus”

    – En el párrafo que empieza por “El verano pasado…” hay dos “entre”, puedes cambiar el segundo y decir “arrastrarme por el lodo”

    – “Hubiera sido feliz y no nos habría metido en este berenjenal”.

    Ya sabes que soy muy puntillosa con las correcciones pero quédate con que el relato me ha encantado.

    Un abrazo enorrrrme. (Aquí está bien poner tanta “r”)

    Escrito el 18 septiembre 2018 a las 07:38
  6. 6. Mancebo dice:

    Hola Luis,

    Me cuesta mucho comentar textos, pero me tengo que soltar poco a poco y la mejor manera es hacerlo.

    Has elegido un relato epistolar para plasmar la historia. Me parece acertada la elección y el tono evocador que le has dado. La amargura que transmites por el destino fatídico y la dura historia que les ha tocado vivir a muchos de nuestros semejantes, en este caso más flagrante porque el protagonista apenas ha dejado de ser un niño.

    “Estos días has estado bailando en mi pensamiento” me parece una metáfora bastante lograda.

    Toda la historia transmite añoranza y tristeza por el destino no elegido además de ser un alegato contra las guerras diáfano. Plasmas con bastante acierto el cambio radical sufrido desde una vida relativamente acomodada a las penalidades actuales e incluso el presentimiento de una muerte próxima.

    Una crónica muy lograda de un sinsentido, bien narrada, se lee fácil.

    Escrito el 18 septiembre 2018 a las 18:15
  7. 7. Simón Martín dice:

    Hola, Luis.

    Sinceramente me ha encantado tu relato. El recurso de la carta me pareció muy original para cumplir también con el reto. Y la aparición al final del girasol con su arte de girar y mirar en dirección del sol, genial: nada rebuscado, nada forzado. Encaja muy bien en la historia.

    Si no fuera por Cryysta, hasta allí habría llegado mi comentario. Me habría dado por satisfecho y habría buscado otro relato para comentar. Pero la disección que hace nuestra amiga es digna de tomarse en cuenta. Realmente un aporte extraordinario. A uno se le pueden pasar errores con mucha facilidad, pero no al ojo de Cryysta. Y me a uno a ellos (lo cual, de ninguna manera, desmejora tu relato que sigue intacto, en pie y muy rebosante). Es el caso, por ejemplo, de la anáfora con la palabra amo. Muy bien hecha la sugerencia.

    No te perderé de vista en los próximos relatos. Te estaré esperando. ¡Sigue adelante!

    Escrito el 18 septiembre 2018 a las 18:37
  8. 8. JUANA MEDINA dice:

    Hola Luis,
    Muy buena idea la de usar el estilo epistolar. Tal vez para la edad sugerida del soldado, el tono sea demasiado intelectual.
    al mismo tiempo, encuentro perfecto el dolor y la rabia de quien siente que le han robado su vida y su camino en una guerra que no es de él. Muy buenas reflexiones sobre el tema y muy buenas imágenes.
    Gracias por tus comentarios a mi relato.
    Un abrazo. Nos seguimos leyendo

    Escrito el 18 septiembre 2018 a las 19:04
  9. 9. Luis Ponce dice:

    Gracias a todos por los comentarios y especialmente a Cryssta cuyo ojo nos alinea con la plomada del conocimiento. Estoy de acuerdo con todas las recomendaciones, pero me niego rotundamente a ascender a teniente a mi protagonista. Puedo cambiar su vocabulario y su manera de expresarse, pero nunca le obligaré contra su voluntad a seguir la carrera militar. Les guste o no les guste. He dicho.

    Escrito el 18 septiembre 2018 a las 19:21
  10. 10. José Torma dice:

    ¿Qué tal Luis?
    Que pedazo de carta has escrito. Veo que Cryssta te ha hecho un desglose de algunos asuntos. Sus opiniones siempre son muy acertadas.
    Yo lo disfrute inmensamente, la historia fluye y nos lleva por un recorrido de la vida de ese joven que se ve obligado a ir a la guerra. El modo de carta le da una calidad entrañable.
    Poco puedo agregar más que mi sincera felicitación a tan buena entrega.
    Saludos.

    Escrito el 18 septiembre 2018 a las 19:44
  11. 11. Galia dice:

    Buenas tardes Luis, gracias por leerme, en realidad me inspiré en Van Gogh cuando me imaginé los girasoles y esos cielos borrascosos.
    La carta que has escrito es un alegato anti bélico escrito desde las entrañas, provocas la misma repulsa que sientes hacia la misma.Me gusta como pones elementos localistas que pinta a una Francia en contraste con la de la contienda. En realidad los girasoles están un poco forzados y el título que nos han impuesto ( y no me gusta que lo hagan pues nos limita un montón)no tiene mucho que ver con tu dramática historia.
    Me agradó leerte, hasta la próxima escena.
    Galia

    Escrito el 18 septiembre 2018 a las 22:51
  12. 12. Osvaldo Vela dice:

    hola Luis. que pedazo de relato acabas de regalarnos. Una queja contra los lideres que no saben gobernar. Personajes quienes prefieren jugar con la vida de los mas inocente que arriesgar a uno de su mismo estatus.

    Clase privilegiada que ordena por saberse dueño de un derecho terrenal para conducir los destinos de un país. Criminales en potencia por un poder mal entendido.

    dejas una herencia a no callar ese abuso en las letras de un joven-niño. Que gran enseñanza del honor.

    Siempre atento a tus letras te felicito.

    Gracias por tu visita a mi texto y tus muy motivantes palabras.

    Escrito el 19 septiembre 2018 a las 01:25
  13. 13. Cryssta dice:

    Luis, me gusta tu decisión de no convertir a tu protagonista en teniente si es porque él antes ya estaba en contra de la guerra y quiere ser fiel a sus principios.

    Hay otra solución, puede ser teniente y darse cuenta en la guerra de las consecuencias de la misma y decidir, si sale vivo, abandonar el ejército.

    Lo bueno de poder reescribir los relatos después de las correcciones es que se abren otras posibilidades que antes no se habían pensado o tenido en cuenta y además como ya no tienes límite de palabras puedes contar más cosas.

    Me encantaría leer la historia retocada.

    Escrito el 19 septiembre 2018 a las 07:18
  14. 14. marazul dice:

    Hola Luis: me gusta mucho el estilo epistolar. Y ahora en que casi no escribimos cartas, más. Es verdad que escribimos correos electrónicos, que es lo que más se parece a una carta, pero…, no es lo mismo. La carta se escribe con la letra particular de cada uno, es su sello, se toca y se huele…
    En cuanto a tu narración tratas el tema de la guerra con mucho realismo y, a pesar del desánimo y de la tristeza del protagonista, es un relato bonito. Esto es posible porque la forma, el estilo, claro y sin florituras, llega al lector.
    El final le da un toque poético de los que a mi me gustan je,je…perfecto.

    Escrito el 19 septiembre 2018 a las 08:23
  15. 15. ortzaize dice:

    hola las cartas siempre me gustan mucho, asi que tu relato me ha encantado.
    saludos.

    Escrito el 19 septiembre 2018 a las 11:00
  16. 16. Carolina dice:

    Hola Luis!
    Felicitaciones por tan convincente alegato antibéiico.
    Espero seguir leyéndote!

    Escrito el 19 septiembre 2018 a las 20:50
  17. 17. Pato Menudencio dice:

    Que relato/carta más bonito te salió.

    Se pueden experimentar todos los sentimientos plasmados por el protagonista mientras uno va leyendo.

    La guerra siempre es horrible para los que menos tienen la culpa de ella.

    Saludos.

    Escrito el 20 septiembre 2018 a las 19:41
  18. Una hermosa carta en contra de la guerra.Muy emotiva y me ha gustado la manera como transmite los sentimientos del autor.

    Saludos desde venezuela si puedes y deseas mi relato es el 23

    Escrito el 21 septiembre 2018 a las 00:48
  19. 19. Charola dice:

    Hola, Luis Ponce.

    Me gustó tu relato epistolar. Mientras leía pensaba en lo que Cryssta te dijo: el lenguaje utilizado es mucho más elevado para un muchacho de aprox. dieciseis años.

    Sin embargo el escrito está hermoso, es el sentimiento vivo en contra de la guerra.

    Felicitaciones.

    Gracias por comentar mi relato.

    Escrito el 22 septiembre 2018 a las 21:39
  20. 20. Cecilia Kleiman dice:

    Hola, Luis.
    Tu relato me parece hermoso y conmovedor. Al estar escrito en primera persona (y gracias a tu habilidad, por supuesto) pude sentir la desesperación, la soledad y la impotencia del protagonista.
    Me gusta mucho tu descripción tan certera de la guerra, ideada para servir a los viles propósitos de unos pocos poderosos.
    ¡Felicitaciones!
    Cómo siempre, te agradecería mucho que pases a dejar tu opinión sobre mi relato. (57)

    Nos leemos!

    Escrito el 23 septiembre 2018 a las 21:03

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