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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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los girasoles - por el chaval

LOS GIRASOLES

—Hola abuelo, —tengo que hacer un ejercicio de escritura y no se como empezar.
—Dime de que se trata, y veré si puedo ayudarte.
—Verás, —dijo Arnau—. Es para Literautas, y este mes el Reto es tratar el tema de la guerra.
—¿Alguna en concreto? —dijo el abuelo—. Yo solo conozco una. Y entonces todavía era un niño; pero sí que puedo hablarte de las atroces y funestas consecuencias por las que tuve que pasar.
El abuelo descansaba en su silla de ruedas a la sombra de un cerezo, en el pequeño huerto que tantas satisfacciones le había dado cuando podía valerse por si mismo. Mientras, agradecía desde su posición y con los ojos entornados, el cerrado piar y algarabía de los gorriones, que en pequeñas bandadas se posaban entre las ramas de los altos pinos y soberbios robles, después de pasar el dia sobre los campos de cereales para procurar su sustento.
—Bueno, dijo el abuelo—. Tráeme un vaso de agua que este atardecer de agosto, está resultando muy seco y la garganta me lo reclama; Arnau , está en prácticas de informática y estudiando para el grado superior, y su abuelo, siempre le inculcó la afición para escribir y que empezara haciéndolo dando su impresión de las excursiones del colegio.
Mientras espera a su nieto, los recuerdos se le amontonan en su mente, y su cara se transforma en un rictus de rabia, impotencia y dolor, renegando ante la imposibilidad de poder levantarse y con lo primero que le venga a mano, golpear contra los invasores que troncharon su vida en plena juventud.
El abuelo, lentamente, le va desgranando a su nieto que el 18 de julio empieza la sublevación y rebelión militar contra la República establecida y, a partir de ese momento, empieza también el sufrimiento de sus familiares y del suyo propio.
Por las calles de la ciudad, ¡qué fácil lo tenían los sublevados de la rebelión! Armados con fusiles, haciendo redadas por los barrios y llevándose a los hombres que encontraban por la calle, o aporreando las puertas de sus domicilios ante el terror de sus habitantes.
Las mujeres, con niños pequeños cogidos a sus faldas, con caras suplicantes deman- dando explicación sin respuesta alguna. Entre ellas una mujer joven, de 23 años y una criatura de cuatro meses en los brazos, ve con angustia y desesperación qué entre esos hombres ignorantes de su destino, va su marido, joven como ella; que éste les mira con pena, por no poder ni tan siquiera alcanzarles con la mano, por los golpes despiadados de culata que no permitían salir de la fila.
Ésta visión que tiene de ella, con la cara compungida y sin entender, será la última vez que la vea… y será para siempre. A su hijo de cuatro meses, tardará siete años en volver a verle… para conocerse.
—Entremos adentro Arnau —Estoy cansado y si te parece continuamos mañana.
Arnau asiente, y acompaña a su abuelo en silencio entendiendo su dolor, que no cesa a pesar de los años, y piensa, si ha sido contraproducente el llevarle a ésta situación. No obstante, sí recuerda haber oído risas cuando explicaba lo que representaba tener hambre y, junto con los amigos de la calle pasar a escondidas a un cercano campo de girasoles y con cuidado, doblar los tallos y coger las giganteas para poder comer las pipas.
Para minar la moral de los soldados en el frente de batalla, —dijo el abuelo—se bombardean las ciudades con medios terrestres o aéreos, como se hizo en esta guerra, después se supo, fue un ensayo como precedente para la segunda Guerra Mundial.
—Abuelo, creo que tendré suficiente tema, mejor lo dejamos—
—¡No! Quiero llegar hasta el final, para que entiendas lo que significa un genocidio en la guerra con sus consecuencias en la retaguardia.
—¿Te acuerdas cuando te expliqué, que mi padre pasa por delante de aquella mujer con un niño en brazos? —era yo—
—¿Sabes cuánto tiempo más pudo tenerme en brazos y disfrutar de su hijo? —Once meses.
A mediados del mes de abril de 1937, bombardean la ciudad y allí, entre medio de un centenar de heridos diseminados por la plaza, hay también cincuenta muertos entre los que están mi madre, su hermana y su propia madre.
—¿Y contigo, que pasó? —dijo Arnau, horrorizado. Me cuidaron mis abuelos, hasta que a mi padre le dieron la libertad al cabo de siete años.

9 de setiembre de 2018

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8 comentarios

  1. 1. Norelkis dice:

    ¡Hola, chaval!

    Primero que nada los diálogos me parecieron realmente reales.

    Pero la manera de escribirlos me resulta confusa, por ejemplo, aquí: “—¿Te acuerdas cuando te expliqué, que mi padre pasa por delante de aquella mujer con un niño en brazos? —era yo—”

    No me parece adecuado usar ese guión después de “en brazos?” sería mejor un signo ortográfico. No habría tantos problemas si sólo utilizaras los guiones de ésta manera (Es decir, la manera en que los usas en el relato) pero he aquí otra cosa que me desconcertó:

    “Para minar la moral de los soldados en el frente de batalla, —dijo el abuelo—se bombardean las ciudades con medios terrestres o aéreos, como se hizo en esta guerra, después se supo, fue un ensayo como precedente para la segunda Guerra Mundial.”

    Aquí sí utilizas la forma tradicional: Diálogo-narración-Diálogo.
    Entonces, mi pregunta es, ¿Por qué emplear una forma tan confusa como la que cité primero?

    Quitando eso de lado, los personajes fueron bastante realistas. Me gustó la narración que empleabas, aunque me hubiese gustado saber más sobre el abuelo, en fin.

    ¡Saludos desde el 133!

    Escrito el 18 septiembre 2018 a las 21:07
  2. 2. Cryssta dice:

    Hola chaval, tu relato me ha gustado aunque encuentro el final un poco abrupto, estaría bien poner algo más, tal vez cerrar con la impresión que se le queda al chico.

    En cuanto a lo formal te pongo algunas cosas que tienes que corregir, ten cuidado con las tildes y las comas:

    “no sé cómo empezar”

    “de qué se trata”

    “reto” con minúscula

    “atroces y funestas” suena demasiado rimbombante viniendo de un abuelo a su nieto, creo que poniendo solo “atroces” estaría mejor

    “valerse por sí mismo”

    “el cerrado piar y la algarabía de los gorriones que, en pequeñas bandadas, se posaban…” en pequeñas bandadas es una aclaración y por eso es lo que va entre comas

    “entre las ramas de altos pinos y soberbios robles” o bien “de los altos pinos y de soberbios robles”

    “pasar el día”

    “Tráeme un vaso de agua, que este atardecer de agosto está resultando…”

    “Arnau está en prácticas…” debe ir en otro párrafo

    “para el tercer grado, su abuelo le inculcó la afición por escribir y le dijo que empezara…” no es necesario poner “siempre” pues se entiende que una cosa no se inculca de la noche a la mañana sino a base de repetición

    “se le amontonan en la mente”, se entiende que es en su mente y no en la de otro

    “demandando”

    Los números se escriben en letra, hay una entrada en el blog sobre este tema que te recomiendo que leas

    “que ve con angustia y desesperación que entre esos hombres ignorantes de su destino va su marido”

    “este les mira con pena por no poder, ni tan siquiera, alcanzarles con la mano por los golpes…” solo se pone tilde en “este” si puede haber confusión

    “Esta visión”

    Sobra “y será para siempre” si es la última no hay que aclarar más

    “A su hijo, de cuatro meses, tardará…”

    “Entremos adentro Arnau, estoy cansado y si te parece…”

    “Arnau asiente y acompaña a…”

    “y piensa si ha sido contraproducente el llevare a esta situación.”

    “junto con los amigos de la calle” entre comas porque es aclaración al igual que “con cuidado”

    “Ese niño era yo” si no dices “ese niño” parece que él era el padre

    Espero haberte servido de ayuda. No busques mi relato porque no he participado en este taller, solo me he pasado para echar un cable con las correcciones.

    Un abrazo y ánimo, sigue escribiendo que no lo haces mal.

    Escrito el 20 septiembre 2018 a las 08:49
  3. 3. De vuelto dice:

    A mí también se me hace realista, pero encuentro que le falta conflicto y por ende desarrollo. Si tuviera que reducir tu relato a la descripción de lo que pasa, solo podría decir: un abuelo le cuenta a su nieto la participación familiar en la guerra. ¿Me expliqué?

    Mi relato es el #52

    Escrito el 21 septiembre 2018 a las 15:29
  4. 4. Edu, S.C. dice:

    Hola Chaval!,

    Muchas gracias por tu visita y comentario.

    En cuanto al tuyo, te comento lo siguiente. No te comento nada en lo formal, porque ya te han hecho un buen análisis, especialmente la añorada Cryssta, que alegría verla por aquí. Tan sólo remarcarte el uso de los guiones, que eliminarían confusión en algún parágrafo.

    En mi opinión no se te da nada mal esto de juntar palabras, pero creo que debes centrar el tema. Por ponerte un ejemplo práctico:

    **
    El abuelo descansaba en su silla de ruedas a la sombra de un cerezo, en el pequeño huerto que tantas satisfacciones le había dado cuando podía valerse por si mismo. Mientras, agradecía desde su posición y con los ojos entornados, el cerrado piar y algarabía de los gorriones, que en pequeñas bandadas se posaban entre las ramas de los altos pinos y soberbios robles, después de pasar el dia sobre los campos de cereales para procurar su sustento. **
    En este párrafo, haces una descripción bastante extensa y algo lírica de lo que rodea al abuelo. No aporta a la historia y aunque la descripciónes bella, interrumpe lo que estás contando. Las descripciones están bien y algunas son auténticas maravillas pero en cuentos tan cortos, en mi opinión, deben ser concisas y en lo que puedan,ayudar a lo que se está contando.

    Lo otro que me ha llamado la atención es el lenguaje de los personajes en algún momento:

    **
    Alguna en concreto? —dijo el abuelo—. Yo solo conozco una. Y entonces todavía era un niño; pero sí que puedo hablarte de las atroces y funestas consecuencias por las que tuve que pasar.**
    Aquí, lo de atroces y funestas consecuencias creo que no queda natural en la conversación entre un abuelo y su nieto.

    Y nada más. Espero que nos sigamos leyendo por aquí y de nuevo agradecerte la visita.

    Edu,

    Escrito el 21 septiembre 2018 a las 19:23
  5. 5. Laura dice:

    Hola El Chaval.
    Tu historia esmuy triste. Está bien enmarcada en el diàlogo del abuelo con el nieto, pero tiene detalles que ya se han señalado para mejorarla, por lo que en ese aspecto no puedo agregar nada.
    Tan sòlo mi apreciaciòn personal: sigue escribiendo!!!!
    Saludos.
    Hasta la pròxima propuesta.

    Escrito el 22 septiembre 2018 a las 23:16
  6. 6. Laura dice:

    Hola El Chaval.
    Me indicas que no contesto?. Te he visitado antes de que tú lo hayas hecho al mìo.
    Mis saludos.
    Nos encontramos el próximo mes.

    Escrito el 24 septiembre 2018 a las 11:46
  7. 7. Laura dice:

    Hola El Chaval.
    No, no me enfado, es sólo que me tomaste mal parada.
    He observado lo mismo que tú.
    Soy muy respetuosa de quienes se acercan a mi relato y dejan su comentario. No soy de responder uno por uno por lo que tù señalas, hago un saludo generalmente los fines de semana, pero reviso a diario la lista para devolver visitas.
    No te preocupes. Está todo bien. Tal vez yo no te interpreté. Mis disculpas.
    Nos encontramos en octubre, si las neuronas nos lo permiten. Y si no, igual en una visita de cortesía.
    Con el mayor respeto
    Mis saludos.

    Escrito el 24 septiembre 2018 a las 21:54
  8. 8. Labajos. dice:

    Hola chaval:

    Una historia escrita desde la emoción. Un recuerdo del tiempo en que se robó una democracia que fue sustituida por cuatro décadas de venganza, miedo y silencio. En lo formal, creo que ha sido suficientemente comentado, unicamente resta agradecer que compartieras tu escrito que me me ha parecido un justo reconocimiento a esas personas que tanto sufrieron.

    Seguimos leyéndonos

    Escrito el 25 septiembre 2018 a las 17:02

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