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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Los Girasoles - por Wanda Reyes

Web: http://unrincondelalmablog.wordpress.com

Los gritos de una mujer se escuchaban en la plaza del pueblo.

ꟷ¡Ayúdenme a levantarlo, no es un perro! ¡Ayúdenme a levantarlo…!ꟷ

Las botas de los soldados retumbaban por cada esquina. Eran los pasos de los defensores del dictador. De los hombres y mujeres que vendieron su dignidad y su patria por unos cuantos billetes.

Los cánticos maléficos, retórica disfrazada de discurso de paz, sonaban constantes en cada canal de televisión. Cegando a los pocos que aún creían o querían seguir creyendo en el buen gobierno.

Aquellos soldados, convencidos en que defendían el poder de su comandante, guardaban la esperanza de que algo del oro de los bolsillos del asesino, cayera en su camino.

La ira y el desprecio reflejado en sus ojos, saltaba al mirar a la madre abrazada al cuerpo inmóvil de su hijo. En la mano del niño soldado yacía una resortera. Arma del pueblo en aquella desigual guerra.

Incluso alguno al pasar expresó en un susurro, -terrorista golpista. Calificativo fijado en la mente débil de los seguidores sin opinión.

ꟷNo puedo respirar, ꟷdecían los oprimidos. Mi comandante se queda,ꟷ decían los engañados.

Esto se vivió en cada rincón del país.

Los murmullos en cada casa estaban a punto de romper el silencio impuesto. El día estaba cerca en que las trompetas triunfantes de la lucha justa no dejarán piedra sobre piedra de los muros de la opresión.

La victoria inminente de los jóvenes que como campos de girasoles se levantaron firmes, quitaron con su valentía, la venda a los conformes.

El antes caudillo acorralado en su ratonera, se mira en el espejo y ya no se reconoce. Ahora es, aquel contra quien luchó y a quien tanto odio.

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8 comentarios

  1. 1. Dante dice:

    Querida, Wanda. Buen relato, aunque siento que es apenas una parte de la tragedia de una historia. Tal vez sería bueno un poco más de argumento. Sin embargo, me gustó. Felicidades y cariños!

    Escrito el 18 septiembre 2018 a las 02:52
  2. 2. Wanda Reyes dice:

    Gracias Dante por tu comentario. Precisamente es una historia que se está escribiendo en estos momentos en un pais latinoamericano. Cuando conozca el desenlace lo agregare. Saludos

    Escrito el 18 septiembre 2018 a las 06:29
  3. 3. Edu, S.C. dice:

    Hola Wanda, soy tu compañero de arriba y paso a dejarte mis comentarios.

    En lo formal no he encontrado nada reseñable, yo lo he visto todo muy correcto. Transmites lo que quieres transmitir.

    En cuanto al contenido en sí, se nota que es algo que tú, autora, vives con pasión. Algo que defiendes, una injusticia que mostrar. En ese sentido, creo que se te ve demasiado a tí, la que escribe, y no al narrador. Eso no suele ser positivo para cualquier relato, ya que impide la inmersión en el mismo. Es cómo si tú estuvieras hablando conmigo y me explicaras lo que ocurre, pero no me lo estás contando en forma de historia, y no lo veo. Al menos esa es la sensación que me queda. No sé si me explico, espero que sí, pero recuerda es sólo un aporte. Sigue escribiendo por favor y si encuentras un momento y ganas, soy el de encima justo. Me encantaría saber tu opinión.

    Edu,

    Escrito el 18 septiembre 2018 a las 13:45
  4. 4. Labajos. dice:

    Hola Wanda:

    Interesante tu descripción de una situación que te afecta y consideras intolerable. Pienso que, en ocasiones, si el que escribe lo hace sobre un tema que realmente le afecta, tiene que transmitir, no alejarse de su realidad, debe tomar partido, partido ante tantas injusticias y males que desgraciadamente nos rodean.

    Felicidades, si el objetivo era denunciar y finalmente sembrar esperanza.

    Saludos,
    Jorge G. Labajos

    Escrito el 20 septiembre 2018 a las 18:27
  5. 5. Norelkis dice:

    Hola, Wanda.

    Gracias por tu comentario en mi relato, aunque te responderé mañana.

    En cuanto a tu relato me gusta mucho tu estilo narrativo, no es pesado, es bastante ligero y aunque tiene algunos errores; es entendible.
    Tal vez sepas que no soy buena en la gramática, pero en mi cuestionable opinión:

    “Incluso alguno al pasar expresó en un susurro, -terrorista golpista. Calificativo fijado en la mente débil de los seguidores sin opinión.”

    Antes de “golpista” debes añadir otro guión.

    “ꟷNo puedo respirar, ꟷdecían los oprimidos. Mi comandante se queda,ꟷ decían los engañados.”

    Antes de “No” debería ir un guión. Podrías cortar la frase, quedando así:

    “-No puedo respirar-decían los oprimidos”

    “-Mi comandante se queda-decían los engañados”

    Lamento que sea un guión corto, pero mi teclado no me accede a mostrar el guión largo.

    Una última cosa: Cuidado con las repeticiones. En el ejemplo que puse arriba, notarás que no he cambiado el “decían” para darte una idea más clara de lo que me refiero. Puedes sustituir el “decían” por otro verbo dicendi y tu relato seguiría siendo majestuoso.

    Me ha gustado mucho y tu relato entra en el top 18 de mis favoritos. No significa que tengas muuuuchaaas cosas para mejorar, sólo los elijo por orden de lectura.

    Hay una duda que tengo: ¿Por qué en el relato mencionas a un “niño soldado”?, peor aún, ¿Por qué en vez de un arma usa una resortera?

    No digo que esté mal, de hecho me sorprendió bastante que utilizaras estas palabras. Que un niño se enfrente noblemente para detener a los opresores es un acto de valentía; pero también se puede interpretar como que el soldado no es realmente un infante, sino alguien “novato” y “joven”.

    Y mi pregunta sobre la resortera es porque, a menos que el muchacho no tenga dónde conseguir armas y lo más probable es que sea impulsivo y que no se hubiese preparado adecuadamente, no debería ser tan descuidado como para enfrentarse ante los soldados opresores si sabe que éstos pueden acabarlo de un tiro.

    Otra cosa es que además de la agresión pública que el gobernante promueve contra los pueblerinos, no veo qué otros mecanismos emplea para enfurecer tanto a la gente, me explico: Tienes a un gran tirano que es lo suficientemente inteligente como para sobornar a sus aliados con dinero, es millonario y pagará sus deudas sino quiere quedarse sin apoyo, ¿Cuál es esa meta que desea alcanzar pero que el pueblo se niega da darle apoyo? ¡Él está gastando sus riquezas, corriendo el riesgo de quedar en la ruina! Si es así, sus motivos y sus objetivos deben tener un alto costo, ¿Quiere seguir al mando?, ¿Desea sumisión total?.

    Sin embargo, no se muestra ese motivo en el relato.

    El motivo de los soldados, por el contrario, es bastante claro: Ambicionan el dinero que el comandante les prometió, así que no están del todo de acuerdo con las decisiones de éste.

    Finalizando mi opinión, ha sido un relato de bastantes matices y tienes MUCHO más para explotar: Personajes, conflictos, paisajes, etc. No fue mi intención ofenderte, de hecho tal vez te hubieses dado cuenta de que a mí me falta bastante para mejorar.

    Así que, ¡Ánimo! Sin duda volvería a leer otro relato tuyo, un beso y nos vemos la próxima.

    Escrito el 26 septiembre 2018 a las 23:35
  6. 6. Dante dice:

    Wanda Reyes:

    Soy otro Dante, el del relato N° 132. Supongo que sos la Wanda que comentó mi relato (el N° 132). Si es así, te agradezco tu comentario y, como es costumbre, luego te agradeceré allí a vos y a los demás compañeros que han comentado. Si no es así, igualmente paso a comentar tu relato.

    Tengo que decirte que me gustó mucho.

    En cuanto a la forma, creo que está bien estructurado, que el vocabulario es rico y efectivo y que, en líneas generales, la puntuación es correcta. Sin perjuicio de algunas apreciaciones (la mayoría subjetivas) que haré respecto de la puntuación.

    En lo que concierne al contenido, me pareció muy vivo e interesante. Lamentablemente interesante. No por tu relato, que en lo literario es interesante en el buen sentido. Lo lamentable lo reservo para lo que pretende contar que, si bien se intuye, lo has dejado más que claro en tu respuesta al otro Dante: “es una historia que se está escribiendo en estos momentos en un país latinoamericano”. Todo lo que tenga que ver con dictaduras y guerras es siempre lamentable, pero estando aquí entre hispanoamericanos, todo lo que tenga que ver con un país hermano, cualquiera sea, siempre se va a sentir más lamentable.

    Pero no por eso hay que dejar de reflejar esos problemas y esas historias, si es que el escritor o la escritora siente que quiere, puede o debe hacerlo. Te felicito por eso y desde ya te garantizo que el objetivo está cumplido.

    Por otra parte, y atendiendo a algunas preguntas que formula Norelkis en su comentario, quiero resaltar algo de tu relato: es tan rico en lo que dice, como en lo que calla, y dentro de lo que calla, “dice”, y “dice mucho” también. Considero que allí pueden encontrarse algunas respuestas, las que personalmente no daré, porque creo que le corresponde a cada lector encontrarlas y que, en última instancia, quien tendría el derecho de responderlas, sos vos como escritora y, por ende, “señora” del contenido del relato. Con esto no invalido las preguntas (no soy quien para hacerlo ni es mi intención) que formula Norelkis. Al contrario, al igual que el del resto de los compañeros su comentario es más que interesante. Sólo las aprovecho para resaltar la riqueza de contenido que tiene tu relato, aun cuando en un primer golpe de vista pueda no apreciarse. Asimismo, no hay que pasar por alto que el límite de extensión ya es breve: 750 palabras, con lo cual se justifica todavía más que el relato calle muchas cosas y que, hasta callando, “diga” o sugiera.

    Hecha esta valoración general, a continuación te expongo un análisis en particular.

    1.- Con respecto a las dos primeras oraciones del relato, estimo que or un problema de la página o por algún inconveniente de formato informático, no se ven los signos que colocaste en la oración “¡Ayúdenme a levantarlo, no es un perro! ¡Ayúdenme a levantarlo…!”. Debieras colocar — o «», ya que estás utilizando una línea de diálogo. Con respecto a este tema, existe un post de Literautas, cuya lectura siempre es muy conveniente: https://www.literautas.com/es/blog/post-10363/como-representar-un-dialogo-graficamente/ Por si acaso, cada vez que no recuerdo algo del tema o tengo una duda, paso por aquí y las despejo, y cada vez que detecto algún problemita con la representación gráfica de los diálogos en los relatos de los compañeros, les recomiendo lo mismo.
    No obstante, no vendría mal reformular el orden. Si empezara directamente con el diálogo, sería un comienzo “in media res”, que para esta clase de relato, creo que engancharía todavía más al lector.

    En consecuencia, te invito a reflexionar cómo quedaría el relato y qué efecto produciría si comenzara así:

    “—¡Ayúdenme a levantarlo, no es un perro! ¡Ayúdenme a levantarlo…! —gritaba una mujer en la plaza del pueblo.”

    De este modo, considero que captarías aun más la atención del lector, puesto que si vemos reflejada la línea de diálogo, y en el inciso se aclara que la emisora era una mujer, que “gritaba” y que se especifica dónde lo hacía, es obvio que “se escuchaba”.

    El comienzo in media res (en el medio de la acción) -que no necesariamente es lo mejor para todo relato, pero que en general siempre “rinde” para captar la atención del lector- nos metería más de lleno en lo que querés contar, y en cuanto al inciso, aquí conjugaría algo muy interesante: la dicotomía “cualquiera-nadie/cualquiera-alguien”, que me parece que ya de entrada reflejaría la esencia de la lucha entre dictadura y libertad.

    ¿A qué me refiero con esa dicotomía? A que cuando el narrador dice “una mujer” se refiere a una persona cualquiera. Para “peor”, una mujer.

    Aquí está el secreto: una persona cualquiera, para una dictadura es “nadie”, porque el individuo, o mejor dicho, la persona, no es nadie. El lugar central lo ocupa el “pueblo” (no el pueblo, sino el pueblo entre comillas) en tanto “pueblo” equivalga a masa manipulable. Las dictaduras (y ni que decir los totalitarismos), a la vez que desprecian al individuo (y más aun a la persona) y remiten a una “colectividad indiferenciada”, se basan en el más abyecto individualismo, utilizando el miedo en diferentes variantes a fin de que cada cual se preocupe sólo por sí mismo, mientras cree que él y el “líder” se preocupan por todos, por el “pueblo”.

    En cambio, si “cualquiera” es “alguien” (una persona concreta, con individualidad, vínculos, ideas, preferencias, pensamientos, sentimientos, etc.) dentro de un todo (un verdadero pueblo, una verdadera colectividad), ese “alguien” tiene una dignidad, y por tenerla, tiene una serie de derechos que el orden jurídico y el poder están obligados a reconocer y proteger. Y todos los “cualquiera”, son “alguien” y el conjunto de los “cualquiera” y “alguien” son el “todos”, la comunidad, el Pueblo. Este es el ámbito de la libertad, y el eje alrededor del cual gira la noción de Derechos Humanos.

    Cuando digo para “peor” una mujer, coloco entre comillas peor, a fin de que no se tome como despectivo o machista. Al contrario: lo que he querido reflejar en el comentario es que en un ambiente tan violento, es posible que se tenga (errónea e injustamente por cierto) a las mujeres como un grupo más subyugado todavía, y como débiles en general. Por lo tanto, referir a “cualquiera”, que esa “cualquiera” pertenezca a uno de los grupos más oprimidos o menos favorecidos, y que esa “cualquiera” sea madre (es decir dadora de uno de los tipos de amor más puro) en un contexto de muerte y violencia, es una pintura perfecta de lo que es una dictadura.

    De este modo, con el comienzo in media res y con esa acotación, el lector recibe un tremendo golpe y su atención quedaría, en mi opinión, más que garantizada, ya que quedaría “metido de lleno” en esa atmósfera de “olla a presión a punto de reventar”. Y como ves, prácticamente no hay que cambiar nada, porque toda la reflexión precedente se apoya en las palabras del texto, no en las mías.

    2.- Con respecto al párrafo “Las botas de los soldados retumbaban por cada esquina. Eran los pasos de los defensores del dictador. De los hombres y mujeres que vendieron su dignidad y su patria por unos cuantos billetes”, señalo que, aunque reconozco que es más que opinable, este párrafo se podría subdividir. Quedaría así:

    “Las botas de los soldados retumbaban por cada esquina.”

    “Eran los pasos de los defensores del dictador. De los hombres y mujeres que vendieron su dignidad y su patria por unos cuantos billetes”

    Con el punto y aparte, se “frenaría” un poco la narración y se produciría una suerte de “silencio” que contribuirían a que, justamente, “retumben” las botas de los soldados. Y después sí, lo que sigue, si se coloca con punto y seguido, haría “retomar” el ritmo normal, y resaltarían las ideas e imágenes que creo que constituyen tu intención narrativa (lo que percibo que quisiste contar y cómo quisiste hacerlo).

    Aun cuando yo pudiera estar equivocado, o aun cuando nadie esté acertado ni equivocado porque se trataría de una cuestión subjetiva que depende de las preferencias de cada cual, aprovecho para señalar que, más allá de algunas normas objetivas o de gustos personales, los signos de puntuación también contribuyen a “administrar” el ritmo y los tiempos de la narración, razón por la cual nunca viene mal considerar las diferentes alternativas. Ello, aunque finalmente ratifiquemos nuestra elección inicial.

    3.- En relación a la oración “Cegando a los pocos que aún creían o querían seguir creyendo en el buen gobierno.”, observo lo siguiente.

    Si bien utilizás un narrador en tercera persona que, aparentemente (y tal vez lo sea en realidad) es omnisciente, lo cierto es que este narrador, aunque de cuenta de hechos objetivos acontecidos en la realidad del relato, no es ideológica y emocionalmente neutral: es claro que considera que el gobierno es una dictadura, que exalta la lucha de la mayoría del pueblo y se conduele de los que todavía están engañados.

    Por lo tanto, me parece adecuado que cuando alude al buen gobierno, se coloque entre comillas “buen”.

    No es lo mismo decir buen gobierno que “buen” gobierno, puesto que las comillas conllevan una carga de ambigüedad, ironía y reprobación totalmente coherente con la intención narrativa de este párrafo. Percibo que esa intención fue por el lado de expresar una idea subyacente: “¿Cómo puede ser que todavía haya personas que crean que este desastre es un gobierno y encima, que es bueno? Respuesta: porque fueron cegados por los canales de televisión y creyeron lo que éstos le decían o porque, por la razón que fuere, quisieron y decidieron creer lo que aquellos le decían”.

    4.- En lo concerniente al párrafo “Aquellos soldados, convencidos en que defendían el poder de su comandante, guardaban la esperanza de que algo del oro de los bolsillos del asesino, cayera en su camino.”, te invito a pensar: ¿no convendría sustituir “guardaban” por “conservaban” o por “albergaban”? Por supuesto que esto es una preferencia totalmente personal, algo muy subjetivo, y que el texto resulta totalmente comprensible tal y como está escrito. Pero no sé por qué, siento que con ese cambio ganaría en mayor y mejor “sonoridad”.

    Por otra parte, te sugiero suprimir la coma después de “bolsillos del asesino”, ya que no parecería objetivamente correcta y, por el otro lado, percibo como que “corta” el ritmo de la lectura, quitándole fluidez a la frase.

    5.- Con respecto al párrafo “La ira y el desprecio reflejado en sus ojos, saltaba al mirar a la madre abrazada al cuerpo inmóvil de su hijo. En la mano del niño soldado yacía una resortera. Arma del pueblo en aquella desigual guerra.”, aunque no puedo explicar exactamente por qué, me da la sensación de que “frena” un poco la lectura. Si bien esta es una apreciación muy subjetiva, la marco porque me parece que se trata de un párrafo clave del relato.

    Te sugiero entonces, que evalúes si no convendría “darle una vuelta”, reformulándolo y, en su caso, haciendo algunos cambios.

    A título de colaboración y de ejemplo, te ofrezco la siguiente alternativa:

    “La ira y el desprecio se reflejaba en sus ojos, y saltó sobremanera al mirar a la madre abrazada al cuerpo inmóvil de su hijo.”

    “En la mano del niño soldado yacía una resortera. Una resortera. El arma del pueblo en aquella desigual guerra”.

    Como ves, he introducido pequeños cambios que estimo van en línea con lo que percibo que fue tu intención narrativa.

    En primer lugar, si la ira y el desprecio se reflejaba en sus ojos, da la idea de algo constante y general, y luego, en ese contexto, se exalta más ante el caso particular de esta madre.

    En segundo término, los puntos y aparte contribuyen a “frenar” (en el buen sentido) el ritmo del relato, y, en mi opinión, le darían más dramatismo a la escena.

    En tercer orden, he repetido resortera para llamar la atención y remitir aun más a lo implícito: la resortera es algo propio de niños, con lo cual el muerto no es cualquiera: es un niño, lo que refleja que el grado de opresión es máximo. Por otra parte, centrar la atención en la resortera hace pensar, por contraste, en el armamento de un ejército regular, y, por lo tanto, subraya la expresión “desigual guerra”. Y en esa línea, y de la reflexión que suscitan las palabras de inicio del relato (a lo que me referí en 1.-), se muestra perfectamente la correlación de fuerzas: resortera=niño/armamento=grandulón. Sumado a que la madre es una metáfora de la patria y el hijo muerto del pueblo, esa “correlación de fuerzas”, vuelve otra vez al centro del concepto de Derechos Humanos: la persona ante el Estado es como ese niño con la resortera contra el grandulón fuertemente armado.

    6.- En relación al párrafo “Incluso alguno al pasar expresó en un susurro, -terrorista golpista. Calificativo fijado en la mente débil de los seguidores sin opinión.”, te sugiero reformularlo y representar el diálogo gráficamente.
    Por ejemplo, podría quedar así:

    “—Terrorista golpista —expresó alguno al pasar, utilizando ese calificativo fijado en la mente débil de los seguidores sin opinión.”

    Este “alguno” es la contracara del “una mujer” del inicio. Aquella mujer era una “cualquiera” que es “alguien”. En cambio este “alguno” es un individuo (en tanto unidad) diluido en la falsa colectividad, alienado, despersonalizado. En una palabra, deshumanizado. Sin identidad. Dicho de otro modo: se trata de uno de los “tips” en que se sustenta cualquier dictadura y más todavía, cualquier totalitarismo. Te felicito por este detalle.

    7.- En lo atinente al párrafo “ꟷNo puedo respirar, ꟷdecían los oprimidos. Mi comandante se queda,ꟷ decían los engañados.”, te sugiero subdividirlo en dos líneas de diálogo y representarlos gráficamente de manera correcta. La propuesta quedaría así:

    “—No puedo respirar —decían los oprimidos.”

    “—Mi comandante se queda —replicaban los engañados.”

    Creo que así se causaría más impacto y resaltaría más la confrontación de las dos posturas. El orden, tampoco sería inocente.

    Además, considero que acertaste en el orden, porque la historia está contada desde la “acción”, que la encarnan los que quieren cambiar el statu quo, y si a los defensores del régimen los colocás después, queda claro que ellos configuran la “reacción”.

    Con dos líneas de diálogo representadas gráficamente en forma correcta y sucesiva, me parece que el objetivo que perseguiste, quedaría perfectamente conseguido.

    8.- En lo tocante a la oración “Esto se vivió en cada rincón del país.”, observo que no es incorrecto desde el punto de vista de la coherencia de los tiempos verbales, ya que excepto el final, todo está narrado en pasado y aquí esa regla no se rompe.

    Sin embargo, hay que tener cuidado, porque “vivió” es pretérito perfecto, lo que refleja una acción acontecida y totalmente terminada en el pasado. Sin embargo, donde sí hubiera sido más recomendable este tiempo (cuando el narrador hizo referencia a la ira que saltaba de los ojos de los soldados al abrazar a su hijo muerto), usaste el pretérito imperfecto, y, por otro lado, el final está contado en presente para mostrar la incertidumbre del futuro del dictador y del pueblo (aunque revela, entre líneas, un dejo de esperanza en un sentido claro y contundente: la caída).

    Por lo tanto, sería preferible “vivía” por “vivió”, a fin de que la coherencia del relato sea todavía mayor. En este punto, no hay que perder de vista que si algo posee este relato, es la coherencia, y subrayar esa virtud a través de pequeños ajustes, no hace más que potenciarlo en su conjunto.

    9.- En lo concerniente a la oración “El día estaba cerca en que las trompetas triunfantes de la lucha justa no dejarán piedra sobre piedra de los muros de la opresión.”, me parece que “dejarán” constituye un error de tipeo, pues rompería la coherencia de los tiempos verbales.

    No obstante ello, me parece conveniente reformular esta oración.

    A título de colaboración y a modo de ejemplo, te sugiero:
    “El día en que ya no quedara piedra sobre piedra de los muros de la opresión, se acercaba cada vez más, y ya se presentía el sonido de las trompetas que acompañarían el triunfo de la lucha justa.”

    Creo que esta formulación se acerca más a lo que quisiste transmitir. Por supuesto que podés encontrar una variante mucho mejor que esta. Pero te invito a que medites sobre la formulación de esta oración, porque condensa varias imágenes e ideas y se torna un poco larga, de modo que resulta un poquito confusa y hace que esas ricas imágenes e ideas, se diluyan y que, en un momento casi cúlmine, previo al final, el curso de la trama se haga menos interesante y que ésta se debilite.

    10.- En relación a la oración “La victoria inminente de los jóvenes que como campos de girasoles se levantaron firmes, quitaron con su valentía, la venda a los conformes.”, sugiero que revises la puntuación.

    Me parece que después de “La victoria inminente de los jóvenes” debería ir una coma y después de “valentía”, debiera suprimirse la coma.

    Con lo cual, la oración quedaría así: “La victoria inminente de los jóvenes, que como campos de girasoles se levantaron firmes, quitaron con su valentía la venda a los conformes.”

    Sin embargo, dado que en la respuesta al comentario del otro Dante das a entender que es una historia que se está escribiendo en un país latinoamericano, y eso sugiere que tendría “final abierto”, te invito a pensar si deberías utilizar aquí el pretérito perfecto (“quitaron la venda”), o incluso si vale la pena mantener esa frase (porque del contexto del relato y de algunas partes del mismo se infiere o se dice, que todavía algunos quedan cegados por las mentiras de la dictadura). En todo caso, si quisieras mantenerla, podría reexpresarse así:

    “La victoria inminente de los jóvenes, que como campos de girasoles se levantaron firmes, poco a poco iba quitando la venda de los conformes.” Aunque sé que el texto perdió mucho de la carga que tenía, suprimí la palabra “valentía” porque me parece que no hay lugar para que entre, sin riesgo de que la idea se torne confusa.

    En tal sentido, señalo que, en mi opinión, el centro de gravedad de esta idea “es la victoria inminente de los jóvenes”, a quienes se los compara con “campos de girasoles”, de los que se puede afirmar la firmeza, pero no la valentía.

    La firmeza de los girasoles es estática, la valentía es una cualidad y, además, es dinámica y ubicua (se adapta a distintos contextos y circunstancias, puede adquirir variadas formas y es propia sólo de los humanos, y, en todo caso y con reservas, de los animales, no de las plantas).

    Por lo tanto, la valentía no encaja con la metáfora y deviene innecesaria en la “victoria inminente”, porque en definitiva la inminencia de la victoria es lo que convencería a los que tenían la venda. Si hubiera sido por la valentía, se hubieran convencido antes.

    Asimismo, la valentía pudo ser una característica necesaria para encaminarse a la “victoria inminente”, con lo cual iría implícita. Y lo mismo, y aun teniendo en cuenta que la valentía no puede predicarse de los girasoles, iría implícita en la metáfora que refiere a la firmeza, pues para “plantarse” y resistir a un dictador, demás está decir que hay que ser valiente, y serlo en grado sumo. En otras palabras, creo que puede suprimirse “valentía” no sólo por dificultades formales, sino porque va implícita en lo que se afirma explícitamente (la inminencia de la victoria) como en la metáfora utilizada (firmeza de los girasoles).

    11.- Con respecto al párrafo final “El antes caudillo1 acorralado en su ratonera, se mira en el espejo y ya no se reconoce. Ahora es, aquel contra quien luchó y a quien tanto odio2.”, observo lo siguiente.

    En primer lugar, me parece que después de “El antes caudillo”, iría una coma.

    En segundo término, te invito a revisar la puntuación de la segunda oración, en la que, por lo menos, habría que suprimir la coma después de “Ahora es”.

    En su lugar, y a título de ejemplo y colaboración, te sugiero:

    “El antes caudillo, acorralado en su ratonera, se mira en el espejo y ya no se reconoce.”

    “Ahora es aquel contra quién luchó. Y a quien tanto odió.” / “Ahora, es aquel contra quien luchó. Y a quien tanto odió.”

    En conclusión: se trata de un excelente relato que logra transmitir una combinación de opresión, deseo de libertad y esperanza por conseguirla y de tener un futuro mejor. Relato que, además, está bien construido en lo formal y en el contenido y mediante metáforas y la buena expresión, recrea literariamente y nos hace reflexionar sobre conceptos básicos acerca de los Derechos Humanos, y lo hace de manera clara y asequible para cualquier persona. Así, a pesar de expresarse de un modo culto, con buen vocabulario, no es cerrado ni exclusivo, sino abierto a todos, y nos invita a pensar sobre cuestiones que nos conciernen a todos y hacen a la vida de todos. Tanto si nuestro país padece estos males, como si ya los padeció en el pasado o si existiera el riesgo de que alguna vez los padezca.

    Por lo tanto, creo que se trata de un excelente relato, al que considerando estos aportes, los de los compañeros y los que provengan de tu propia reflexión e ideas, podés enriquecerlo aun más.

    Saludos.

    Escrito el 30 septiembre 2018 a las 21:51
  7. 7. Dante dice:

    Hola Wanda. Te dejé una nota de agradecimiento a tu comentario en mi relato. Por favor, si podés, pasá por allí. Gracias.

    Saludos

    Escrito el 1 octubre 2018 a las 03:44
  8. 8. Wanda Reyes dice:

    Gracias Dante por tomarte el tiempo de hacer una revisión tan detallada de mi relato. Te aseguro que valoraré cada una de tus sugerencias y pondré en práctica muchas de ellas. Gracias por tu ayuda. Saludos

    Escrito el 1 octubre 2018 a las 05:25

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