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Los girasoles - por María Jesús
Mauricio esperaba junto al resto de sus compañeros la orden de ataque. Hacía frío en la trinchera, soplaba un viento helado que calaba hasta los huesos, ya que había llovido con intensidad y la tiritera era generalizada. Con barro hasta la altura de las rodillas, costaba trabajo concentrarse y permanecer alerta, tal y como les había pedido el sargento, y sabe Dios qué Mauricio lo intentaba, pero el cansancio mermaba su voluntad, junto con la larga espera y la falta de movimiento. Algunos compañeros canturreaban, le pareció escuchar “María de la O” e intentó seguir la letra, hasta que el sargento les mandó callar. A lo lejos se oí el avance enemigo, era como un ligero siseo, parecido al de una serpiente que se arrastra por la hojarasca y la tropa emitió un susurro.
―No quiero oír ni vuestra respiración― advirtió el sargento.
El miedo atenazó los sentidos de Mauricio. Era la primera vez que entraba en combate y sabiendo que sería inminente no era capaz de dominar sus temblores. Cada vez se les oía más fuerte, más cerca y el aire empezó a oler a peligro.
Olvidándose de las advertencias del sargento de permanecer alerta, Mauricio cerró los ojos para intentar dominar su miedo, y no sabiendo porqué, le vinieron a la cabeza los girasoles que dominaban el paisaje castellano a finales de agosto. Recordó su infancia en el pueblo, no muy lejos en el tiempo, y sus juegos entre las plantaciones. Pensó en su amigo Tomás y como se divertían arrancando las pequeñas florecillas que cubrían las pipas y formando caras en la enorme cabeza de la planta. A Tomás le gustaba hacer caritas tristes, pero Mauricio siempre formaba sonrisas. Podían hacer más de veinte en una tarde y luego se reían con el resultado.
De repente, una fuerte explosión hizo reventar esos mismos girasoles esparciendo sus pipas por doquier, alcanzándole a él muchas de ellas. El dolor era insoportable, Mauricio no se explicaba como algo tan pequeño podía hacer tanto daño. Olía a quemado y cuando por fin abrió los ojos, no veía nada por el humo que había. Habían desaparecido los campos de su infancia, y el sonido del viento y de risas infantiles se convirtieron en alaridos y estertores de muerte. Saboreó su propia sangre y olió la de los demás. Y volvió a cerrar los ojos para intentar rescatar esos girasoles grandes y amarillos que le llevarían de nuevo a su hogar.
Perdonad por las faltas que he detectado al leer mi texto, me he percatado a posteriori.
muy bonita esa historia, entrañable y bien contada, se lee con facilidad, de seguido , es sencilla. Podría buscar pegas de puntuación o desde el punto de vista narrativo pero me quedo con la emoción que me provoca,
enhorabuena un saludo
El relato te introduce en la historia desde el principio. Una historia bonita como dice la compañera pero a la vez triste. Esta contada de forma fluida y con descripciones concretas que hacen que el lector se sienta en la trinchera y esté intranquilo. Cuando aparecen los girasoles el matiz de la historia cambia y pasa a ser alegre y a evocar al lector recuerdos de su propia infancia. Todo eso en un relato muy breve. Me ha gustado, enhorabuena.
Hola María Jesús, tu texto trae a mi memoria los estragos que una guerra puede generar en los jóvenes. Estos se ven envueltos en una confrontación ajena a su corta vida y tienen que enfrentar un escenario por demás violento que no va de acuerdo a un ambiente familiar lleno de amor del cual acaban de despertar.
Las razones pueden ser políticas o de comercio o simplemente de dominio geografico en donde no tienen injerencia y muchos mueren por la desición de otros. Los que sobreviven quedan marcados para toda la vida como estudiante.
Vi a muchos jóvenes estadounidenses sufrir el plagio obligatorio de sus vidas en aras de la grandeza de su país.
Con tu redactar le das el desenlace que el desconocía de una forma clara y profunda. Incluyendo sus miedos y su rememorar ELA refriega de una batalla.
Al igual que tú vi varios errores pero me parecen poco importantes para lo que tu escrito refleja.
felicidades.y sigue así.
Hola María Jesús.
Dejemos de lado los detalles. La historia, lamentablemente, es totalmente real.
Coincido con Calihope en el cambio de tonos, de colores se dirìa si fuese una pelìcula o algo en imágenes, cuando pasa a la infancia,para terminar en negros y rojo sangre.
Mis saludos.
Hola Maria Jesus , suelo buscarte por que me gustan tus historias. Esta no me ha decepcionado. Emocionante , sensible, tocando el corazón.
En los posibles fallos tecnicos ni he reparado.
Estoy en el 49 por si te apetece pasarte.
Saludos!
Hola María Jesús
Me gustó le relato. Descriptivo y lleno de bonitas imágenes. Olvidar el temor, reemplazando lo con imágenes del pasado es la idea que empleo en mi relato el 59
Hola María Jesús,
¡Qué texto tan bien escrito! Te hace pasar de la desazón y miedo de la trinchera a las risas de juventud de una tarde de verano.
Y el desenlace te hace desear con fuerza que el protagonista vuelva a encontrar esa paz mental para evadirse de lo que puede ser su propia muerte.
Espero seguir leyéndote.
Un saludo,
Patricia.
Hola Mara Jesus, otro mes mas demostrando tu valia, muy buen relato, me gusto, bien llevado y escrito. ¿Las faltas? no te preocupes, estas se corriguen, lo más bueno tu relato.
Nos leemos – Saludos
Hola María Jesús!!!
Me gustó mucho tu relato, me llevó de forma hipnótica a mí también, junto con el protagonista, a su infancia. Y aunque trágico, intentas dar algo de positivismo al final. Muy bueno.
Los fallos… Como te dicen los compis no ensombrecen ni lo más mínimo la historia.
Un saludo.
Hola María Jesús,
Magnífica historia, muy bien escrita. Mientras leía me iba imaginando las escenas en mi cabeza, lo cual significa que el texto es capaz de transmitir y transportar al lector al lugar donde ocurren los acontecimientos. Enhorabuena.
Mi texto es el número 27, por si te quieres pasar 🙂
¡Hola María Jesús!
Tu relato me ha emocionado mucho. He podido vivir la tragedia presente del personaje así como también la infancia.
Excelente el final abierto y ojalá que pueda volver al hogar, junto a los girasoles.
Hasta la próxima. Nos seguimos leyendo.
Hola María José:
Me ha encantado tu relato de principio a fin. Fluido, emocionante, con imágenes claras.
Saludos
¡Hola!
Me ha gustado más que todo la parte de Tomás, la infancia de Mauricio me resultó dulce y acogedora. ¿María de la O? Yo conozco a su hijo José la O. Bueno, se podría decir que me leí el cuento de José la O.
Hay una parte en que escribes: “oí” y en realidad es “oía”
Un saludo, espero verte en el 133.
Hola!
Me ha gustado mucho tu historia, se asemeja un poco a la mía. Si te apetece leerla estoy en el 74.
Me pareció excelente como introduces los girasoles en la historia.
Nos leemos!
Hola Maria jesus,
Me gusto tu historia. Quizás muy similar, en la tematica, a muchas de las que ya he leido, pero creo que se lee bien y está muy bien escrita.
Felicidades. Mi relato, si te apetece, es el 139.
Nos leemos
Hola,
Ando por el 137. Un placer leerte de nuevo.
Es un relato que expresa muy bien él horror de la guerra. Los girasoles en este caso funcionan como recuerdo y talismán para intentar sobrevivir en medio del caos o sobrellevar el horror. Veo ciertas similitudes en eso con mi relato.
Formalmente nada que objetar. Buen trabajo!
¡Hola María Jesús!
Un texto muy bien logrado, por su fluidez lo leí de un solo jalón y despues lo disfruté con una lectura mas detenida. Me ha gustado mucho el papel de los girasoles en el relato.
Me impactó esta última frase “Y volvió a cerrar los ojos para intentar rescatar esos girasoles grandes y amarillos que le llevarían de nuevo a su hogar”.
Un abrazo
Buenos días María Jesús: Me ha gustado muchísimo tu relato.
Me han gustado muchas frases pero estas tres me han parecido muy bellas:
1. A lo lejos se oí el avance enemigo, era como un ligero siseo, parecido al de una serpiente que se arrastra por la hojarasca y la tropa emitió un susurro.
2. De repente, una fuerte explosión hizo reventar esos mismos girasoles esparciendo sus pipas por doquier, alcanzándole a él muchas de ellas.
3. Y volvió a cerrar los ojos para intentar rescatar esos girasoles grandes y amarillos que le llevarían de nuevo a su hogar.
Por otro lado, el ambiente descrito de la trinchera: el frío, la humedad, la espera, lo rompes muy logradamente con los soldados cantando “María de la O”.
En fin, estoy de acuerdo con los compañeros que ya te han señalado todo lo positivo que ven en el relato y no quiero repetirme.
Enhorabuena. Hasta pronto, un saludo, Menta
Hola Mª Jesús.
Después de mi paso por tu anterior MUE (con comentario incluido), he vuelto a disfrutar una vez más de tu historia en este: Conmovedora, ligera, al grano… ENHORABUENA.
En el aspecto técnico, aparte de las faltas que tú ya has mencionado, lo siento pero sigo en mis trece, te vuelvo a comentar lo mismo que en el anterior MUE. Debe ser que soy muy pesado, je je je.
Un verdadero placer haberte leído y hasta otra…
Hola Mot: Gracias por pasarte de nuevo por mi relato (¿donde están los tuyos que llevas dos meses desaparecido?), el anterior no lo había visto, pasé a hacer el de este mes y me olvidé del de agosto. No tengo activado lo de que me envíen los comentarios al correo electrónico porque éste apenas lo abro, de modo que no vi lo de la sangría francesa. Pero en fin, te haré caso, jeje. De hecho me gusta que me señalen estas cosas.
Gracias por tus palabras, espero verte activo en octubre.
Un saludo.
Calihope no veo tu relato.
Hola María Jesús:
Había señalado alguna cosilla a corregir, pero tu advertencia de que no habías revisado vale para no comentarlas.
Entrando en el fondo, Has reflejado uno de los momentos más genuinos de una guerra como es la lucha de la trinchera. Bien reflejada la situación física, el estado de no entender nada, el Sargento en su papel y el bombazo que, en un instante, lo cambia todo y vuelve a los girasoles de su niñez que quedó, no sabe cómo ni cuándo, atrás.
Magnífico relato. Un abrazo.
Hola de nuevo:
Se me olvidaba comentar que no veo motivo para que señales que el texto es +18 a no ser la indecencia que, en sí es una guerra.
Vale.
¡Hola Maria Jesus!
Triste final de quien se durmió en sus girasoles.
¡Saludos!
Hola María Jesús
¡Qué buen relato! Muestras muy bien el horror de las guerras. Tu personaje, Mauricio, se evade buscando recuerdos de su niñez, se refugia en los tiempos felices hasta que lo alcanza la realidad.
Logras llevar al lector al escenario brutal y luego al ensueño, hasta que llega el conmocionante final.
Mencionas faltas en el texto, pero creo que es lo de menos.
Un abrazo
Hola María Jesús, un emotivo relato que nos lleva hasta la cruda realidad de la guerra, donde los pensamientos agradables intentan limitar el horror del combate y donde la presencia de la muerte es algo cotidiano.
He leido el texto con agrado, mostrando el lado amargo de lo peor del ser humano y la maravillosa existencia de la paz, que tantos parecen ignorar hasta que no conocen el mal de la guerra. En ella no existen los heroes, tan solo víctimas y lo reflejas muy bien en tu escrito.
Ha sido un placer leerte. Un saludo.
Primero gracias por leer mi relato y opinar de manera tan buena .por mi parte , tu relato me parece precioso dentro de lo horrible q es una guerra.me encanta la evocación que haces de su pasado.enhorabuena
Muy buena tu historia Ma. Jesús!
Me emocionó, ágil tu manera de contarla.
Sensación de estar en la trinchera, de volar en sueños a otra realidad para lograr evadirse
Pudiste expresar claramente el flagelo de la guerra y lo contrataste con la vida y energía que transmiten los girasoles.
Excelente!
Nos seguimos leyendo.
Saludos.
Hola María Jesús, gracias por comentar mi relato, el tuyo me conmovió mucho pporque pude imaginar cada escena y la rabia que da saber que las guerras debían haber quedado tan atrás que solo debían existir como leyendas para ser narradas por escritores o juglares, y sin embargo son tan reales aun.
saludos
Hola María Jesús,
Buen relato, me ha gustado porque muestras fielmente los sentimientos del soldado, sus miedos y el posterior refugio en su feliz adolescencia. No se trata de explicar los sentimientos sino que el lector experimente aquello que se ha tratado de reflejar en el texto. Y tú has logrado ese objetivo del buen escritor. Te felicito.
Un abrazo.
Hola María Jesús: Gracias por pasarte por mi relato y comentar. Tu relato me ha gustado mucho, está muy bien escrito, tiene muy buenas imágenes y a la vez es muy simple. Felicitaciones!!!. Nos leemos en la próxima.
Hola, María Jesús:
Me ha gustado mucho tu relato. Especialmente la segunda mitad, cuando el soldado recuerda el campo de girasoles, y el recuerdo se le mezcla con el momento presente. Creo que logras transmitirlo muy bien.
¡Un saludo y nos leemos!
Hola, María Jesús.
Creo que es la primera vez que te leo.
Me encantó tu relato, sencillo, sin embargo hay muy buenas imágenes que trasmiten lo terrible de la guerra, sobre todo cuando los jóvenes la viven.
Felicitaciones.
Mi relato es el #72, si puedes pasarte, aunque ya viene el próximo.
Nos leemos.