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LOS GIRASOLES - por EMILIA
los girasol
Ella está mirando por la ventana, su mirada perdida en el campo de girasoles.Sus recuerdos se atropellan en su mente.
Ese mar amarillo de los girasoles que miran hacia el sol como adorandolo le da cierta paz. Ya no es una niña los años han pasado se a transformado en bella mujer.
Se va detrás de su sueño y eso le da fuerza y valentía para dejar sus afectos donde se siente segura y protegida.
Todos tenemos nuestros sueños, algunos son realizables otros no tanto pero solo a través de lo sueños podemos vivirlos que sin que nadie lo impida, somo libres.
Ella está decidida a que su sueño se haga realidad de eso está convencida. Se levanta y se dirige a su cuarto en busca de su equipaje, sus padres están esperándola para llevarla al pueblo para tomar el tren que es el puente en busca de su sueño. A ellos le a costado aceptar su partida pero también la apoyan porque elloS tienen sus propios sueños. Todos los años ellos miran como mucha esperanza esos girasoles que hoy brillan bajo el sol.
Todos juntos se encaminan cada uno con sus propios sueños.
Bien, Emilia. Te aconsejo construir tus relatos con una idea principal, un hecho puntual que vayas adornando de acontecimientos secundarios. No obstante, me gustó. Felicidades y cariños.
P.d. Llevas el nombre de mi madre. Ánimo en cumplir tus sueños!
Muchas gracias! Lo tendré muy en cuenta.Cariños
Hola Emilia, estoy un poco más arriba y eres unos de mis tres relatos a comentar, un placer.
Yo te comento tres cositas. Una es el tema de la ortografía y puntuación. Siempre lastran un relato, por muy estupendo que pueda ser, porque sacan al lector de la historia. A mí siempre se me escapa alguna falta por ahí (seguro que en este comentario alguna tengo) y son auténticas puñaladas, con lo que cuesta montar la historia, da rabia. El lado positivo es que, a la que le dediques algo de tiempo, eso se puede mejorar muy rápido.
Por otro lado está el tema de la estructura y la visibilidad. Se nota que quieres hablar de unos sueños por realizar, tal vez también del tema dejar volar libres a los hijos, que salgan ahí fuera, se estrellen y luchen por conseguir lo que desean. Pero tus ideas, creo, han fluido de tu mente al papel sin demasiado filtro. Hace falta trabajar todas esa información y ponérselo fácil al lector, sino este se pierde, le cuesta y lo que cuesta y da trabajo se lee con menos ganas. Por otro lado, la visibilidad, por decirlo de alguna manera o el mostrar por hechos concretos, acciones, realidades tangibles, lo que quieres explicar. Todas lo escrito que no es tangible, sino que es algo etéreo cuesta mucho asimilarlo, verlo y sentirlo. No es lo mismo decir que alguien va detrás de un sueño que mostrarnos a esa persona luchando por algo concreto, fallando y cayendo, volviendo a levantarse, mediante acciones visibles. Creo que esto es lo que te venía a decir Dante en su comentario.
Por último, mi deseo de que sigas escribiendo.
Un abrazo.
Edu,
Gracias por tus consejos y tratare de mejorar. cariños
Hola María Emilia.
Coincido con Edu SC con respecto a la ortografía, problema de fàcil resoluciòn, asì como lo de los sueños y su intangibilidad.
Repites varias veces la palabra sueños, resalta mucho màs al ser un texto tan breve.
No conocemos los sueños de nadie, los riesgos a los que se exponen, fundamentalmente tu personaje principal.
Es una interesante reflexiòn sobre los sueños, y apenas esbozas una escena.
Te esperamos para la pròxima propuesta.
Mis saludos.
Hola, Emilia,
Coincido con los comentarios anteriores, creo que si reestructuras mejor el relato tienes ahi una buena historia. Creo que la primera frase es la que mas me gusta ya que trasmite el ambiente y la nostalgia que siente la protagonista.
Creo que te pasa lo que me pasaba a mi cuando empece en Literautas y es que escribia el relato y lo escaneaba rapidamente, mejoraba algunas cosas, pero siempre hay algo que se escapa. Lo que yo hice es que (es que tambien soy algo distraida) uso el programa de Microsoft Word para escribirlos y al momento de revisar le pongo a que la compu me lo lea en voz alta. Ahi voy escuchando que cosas no suenan bien o si se me escapó un acento ya que al leertelo hace la entonción, la verdad es que me funciona bien. Espero te sirva el dato. Saludos
Emilia:
Soy otro Dante, distinto de tu primer comentarista. Soy el del relato 132, que generosamente me comentaste y te lo agradezco. Y como es mi costumbre, te agradeceré a vos y a los demás comentaristas dentro de la página de mi relato.
Yendo ahora a tu relato, he de decirte que me impactó mucho lo visual que es y las impresiones emocionales que despierta, lo cual neutraliza o por lo menos debilita, algunos problemas de fondo y de forma, a los que me referiré luego.
Otro gran acierto que veo en tu relato es el uso del tiempo presente: de esta manera, parece que todo lo que se cuenta, aun cuando el narrador sea una tercera persona, en principio, omnisciente, sea percibido como íntimo, vívido y en tiempo real. Creo que esto, sumado a un lenguaje que sin ser poético se aproxima bastante a lo poético, concita el interés del lector.
Dicho esto, quiero detenerme ahora en lo que podrían ser las áreas a mejorar.
Coincido con los compañeros en lo que te han señalado de la ortografía y de la puntuación. No es nada grave si al reflexionar sobre tu texto y sobre los comentarios que te hemos hecho, volcás tu atención sobre el texto. Quiero decir: vas a poder resolver fácilmente estos inconvenientes.
No obstante eso, y en general, me gustaría señalar que cuando nos referimos a la puntuación, hay dos vertientes: una es, por llamarlo así, objetiva, y la otra es subjetiva.
La “vertiente objetiva” es la que viene dada por las normas de la Real Academia Española, o las normas de gramática y sintaxis, o de los aportes de los lingüistas, o del uso corriente del idioma. Por ejemplo: la coma se usa para separar enumeraciones; el punto y seguido para separar oraciones con cierta vinculación entre sí; el punto y aparte, para separar párrafos y/u oraciones con una vinculación no tan estrecha. En cualquier manual o incluso en páginas de internet, podés encontrar esta información. Basta con ingresar en cualquier buscador la duda que tengas (por ejemplo: uso obligatorio de la coma, uso del punto y coma, etc.).
La “vertiente subjetiva” se relaciona con tus preferencias personales y con el fluidez de la lectura (me refiero a cuando vas leyendo el texto y, ajustando la puntuación, lo adaptás a lo que querés contar y al modo en que querés contar, siempre respetando las reglas objetivas). Pero también tiene relación con la construcción de ritmo, de velocidad y de climas. Por ejemplo: frases u oraciones cortas separadas con punto y seguido, sirven para “acelerar” el ritmo, y para ciertas escenas de acción vienen bárbaro. Los puntos y aparte, pueden contribuir a “frenar” un poco el ritmo, a marcar contrastes y a “detener” o “ralentar” el tiempo, y, si son oraciones subordinadas, con muchas comas, el ritmo se va a hacer todavía más lento. En fin, eso lo elegís conforme tu intención narrativa, es decir, según qué es lo que querés contar y cómo querés hacerlo.
En esta ocasión, y a título de colaboración voy a ofrecerte un ejemplo alternativo de cómo podría puntuarse tu relato. No sería la única opción y estoy seguro de que vas a encontrar una mejor. Pero te ofrezco el ejemplo para que compares y reflexiones si con unos pequeños cambios, se logra una lectura más ágil y más ajustada a lo que quisiste contar y cómo quisiste hacerlo. Así que, por ejemplo, podríamos puntuar así el texto (y realizar unos pequeñísimos cambios):
“Ella está mirando por la ventana, con su mirada perdida en el campo de girasoles. Sus recuerdos se atropellan en su mente.”
“Ese mar amarillo de los girasoles, que miran hacia el sol como adorándolo, le da cierta paz.”
“Ya no es una niña. Los años han pasado, se ha transformado en una bella mujer.”
“Se va detrás de su sueño, y eso le da fuerza y valentía para dejar sus afectos donde se siente segura y protegida.”
“Todos tenemos nuestros sueños. Algunos son realizables, otros no tanto; pero solo a través de los sueños podemos vivir que sin que nadie lo impida. Somos libres.”
“Ella está decidida a que su sueño se haga realidad. Está convencida de eso.”
“Se levanta y se dirige a su cuarto en busca de su equipaje. Sus padres están esperándola para llevarla al pueblo a tomar el tren, que es el puente en busca de su sueño.”
“A ellos le a costado aceptar su partida, pero también la apoyan porque ellos tienen sus propios sueños.”
“Todos los años ellos miran con mucha esperanza esos girasoles que hoy brillan bajo el sol.
Todos juntos se encaminan, cada uno con sus propios sueños.”
Volviendo ahora al análisis de tu relato, más allá de la puntuación, advierto que no hay un conflicto explícito.
Esto es un problema, porque como se dice comúnmente, “sin conflicto, no hay historia”. En tal sentido, te invito a visitar estos post de Literautas que aclaran esa cuestión: https://www.literautas.com/es/blog/post-1663/sin-conflicto-no-hay-historia-parte/ y https://www.literautas.com/es/blog/post-1705/sin-conflicto-no-hay-historia-2a-parte-2/ .
En esto quiero ser claro: no digo que tu relato no posea conflicto, sino que éste no se muestra del todo explícito.
¿Qué quiero decir con esto? Que de la lectura podemos inferir que el conflicto de la protagonista es un conflicto interno, vinculado con la pérdida de la seguridad de lo conocido para apostar por un futuro que, aunque soñado, es incierto.
Esto constituye, en cierto modo una debilidad del relato, que has compensado gracias al lenguaje que roza lo poético, despertando imágenes vivaces. Es ese lenguaje el que nos permite vislumbrar el conflicto.
Pero no lo vemos del todo claro, porque no sabemos cuáles son los obstáculos, los miedos ni los riesgos concretos que enfrenta la protagonista. No sabemos tampoco cuál es su sueño concreto, ni si vale la pena, ni “cuánto se juega” para lograrlos.
Por eso, te invito a que revises esto, sobre todo para futuros relatos. Porque si delineás más claramente el conflicto y le sumás este modo tan emotivo de escribir, tu narración va a dejar de ser sólo atractiva para pasar a ser atractiva y posiblemente extraordinaria (porque no todos tienen el don de despertar la emoción o teniéndolo, no lo aprovechan). Apoyate entonces en tu fortaleza y desde ella, con tu propia reflexión y los aportes de los compañeros y con material claro, conciso y profundo como el que provee Literautas, tratá de fortalecerte en los aspectos más débiles que exterioriza el relato.
Otro aspecto que me parece que requiere atención es la utilización de los pronombres “ella”, “ellos”, “todos”. Tratá de releer el texto y si con los aportes de los compañeros y tu propia reflexión decidís reelaborarlo para mejorar los aspectos formales, evaluá cuáles pronombres son estrictamente necesarios, cuáles pueden ser suprimidos, cuáles pueden ser sustituidos y qué oraciones deberían cambiar en su redacción, a fin de no repetirlos.
Con el pronombre “todos”, sucede algo especial: en una oración, el narrador dice “Todos tenemos nuestros sueños.”, luego agrega que gracias a ellos “somos libres” y finaliza diciendo “Todos juntos se encaminan…” Te invito a que centres tu atención en este punto, porque en la primera oración, el todos es sinónimo de “nosotros” y en el final, juega el rol de un “ellos”, y en ambos casos, en relación al mismo objeto: los sueños.
Creo que te convendría revisar si esa discordancia se justifica, sobre todo cuando influye sobre el narrador.
Entiendo que en el primer caso quisiste decir que todas las personas tenemos sueños y al final te referís a “ella” y sus padres, a un “ellos” los comprende a todos, en referencia a cómo persiguen los sueños (lo que excede al mero “tener sueños”).
Sin embargo, como elegiste como narrador a una tercera persona que parece ser omnisciente, al decir “todos tenemos nuestros sueños”, lo estás involucrando emocionalmente a ese narrador con lo que narra, y entonces, no queda claro si es un narrador omnisciente, equisciente o testigo, y eso debilita la coherencia de un relato que, por lo demás, es muy bello.
Coincido con los compañeros que te apuntan la reiteración de la palabra sueños. Sin embargo, creo que podés defenderla y que, si lo hacés, terminás acercando el texto a una “prosa poética”. No estaría mal y quizás esa reiteración podría estar justificada. Pero para eso, sería aconsejable que concretes un poco más de qué se tratan esos sueños, qué amenazas hay, que dudas tienen los personajes, quién en verdad es protagonista (¿la hija o sus padres?), qué miedos tienen, qué pueden perder, etc. Incluso cuando no quieras concretar demasiado, por la razón que quieras, podés sugerir y utilizar imágenes, lo cual no estaría mal, porque a juzgar por este relato, ese es uno de tus puntos fuertes como escritora.
Otro punto que quiero subrayar es que marcaste que tu relato cumplía el reto opcional (que el tema del relato fuera la guerra) y no advierto ninguna referencia a la guerra. Dado que tu punto fuerte parece ser el uso de un lenguaje vistoso (que más de un escritor desearía poseer), la guerra hubiera dado para mucho, aun a nivel metafórico, porque te hubiera ayudado a fortalecer más tu relato, sobre todo en lo que tiene que ver con la construcción del conflicto.
En resumen, me gustó mucho tu relato, por las evocaciones emocionales que produce en los lectores, por el correcto uso de los girasoles dentro del argumento y considero que con tu reflexión, con los aportes que te hemos hecho, con los materiales de Literautas que son claros y concisos y con tu sensibliidad (que advierto extraordinaria y elogiable) y tu capacidad, fácilmente podés convertir este bello y atractivo texto en uno tan bello como especial y fuera de lo común.
Espero haber hecho aportes constructivos y espero seguir leyéndote y disfrutando de relatos que contagien tanta emoción.
Saludos.
Hola María Emilia. Te dejé una nota de agradecimiento a tu comentario en mi relato. Por favor, si podés, pasá por allí. Gracias.
Saludos