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Los Girasoles - por Marlene Flores González
LOS GIRASOLES
A María del Sol no se la conocía como persona invasiva e irrespetuosa pero al instalarse en casa de su suegra, (viuda recientemente) comenzó a apropiarse del espacio, a tomar decisiones sobre todo lo referente a la administración doméstica, sin prestar la menor atención a los deseos de su suegra.
Como el esposo trabajaba en el transporte de cargas delicadas por Centroamérica, se ausentaba de casa por semanas, lo que su mujer aprovechaba para ir tomando posesión de los bienes, que en cuanto la suegra muriese les corresponderían a ellos.
El problema mayor se presentó cuando la suegra reclamó sus derechos y emprendieron una guerra doméstica, que acabó por echar a la anciana de su propia casa. Su salud decayó y no mucho tiempo después falleció.
Era el momento de comenzar a poner límites en el terreno ya que J. su cuñado, vivía con su familia en la propiedad colindante. Los hermanos trataron por las buenas de ponerse de acuerdo con la distribución de las tierras, pero la guerra había comenzado y las semillas de la discordia habían sido diseminadas por todo el terreno que María del Sol decidió que les correspondía.
Ella estaba obsesionada con los girasoles, desde niña le dijeron que era como ellos. Su manera de andar, exponiendo el rostro al sol, su arrogancia por sentirse especial en aquel pueblo a donde fue trasladada, para hacerse cargo de la Unidad Sanitaria, eso y la propia belleza que poseía, ponía locos a los hombres. Por lo que el marido le exigió que renunciara a su trabajo y se quedara en casa acompañando a su madre.
A ella le gustaba tener muchos perros para el cuidado de la propiedad; los mantenía encerrados en jaulas y por las noches los soltaba para que hicieran su función de guardas nocturnos. Además, se dedicó a sembrar girasoles por todas partes, los que rápidamente comenzaron a crecer y llegado el momento florecieron llenando de color los patios, pero a la vez, impidiendo el paso.
Era una manera muy bien calculada de retar a sus parientes que aún no habían entendido la razón de aquella siembra. María del Sol comenzó a protestar cuando alguien caminaba entre sus plantas. Colocó un rótulo que decía: «Cuidado con los girasoles»; dos semanas más tarde puso otro que decía: «Prohibido cortar las flores», días después, puso otro: «Advertencia: perros bravos». Había planeado todo para que la línea divisoria impuesta según su arbitrio, fuera poco a poco, afirmándose hasta ser vista con naturalidad.
Llegando a tal extremo, los hermanos decidieron traer a un topógrafo para que hiciera las mediciones y colocara los mojones correspondientes.
No obstante, María del Sol no lo permitiría y el día que el topógrafo llego a hacer su trabajo, soltó los perros, imposibilitando su ingreso a la propiedad.
Su cuñado se llenó de cólera; tomó un cuchillo largo dentro de su cubierta y un palo para intentar espantar a los perros, que estaban furiosos y cuando uno de ellos se le tiró encima, no pudo evitar herirlo gravemente. El pobre animal, tras un aullido de dolor, cayó muerto a sus pies.
Los ladridos de los guardianes enfurecidos se silenciaron al escuchar el silbato de su dueña que les ordenaba regresar.
En ese momento, su marido llegó y ella corrió a darle las quejas de lo ocurrido, contándole que su hermano había matado a uno de los perros mientras éstos impedían el ingreso de extraños.
Su esposo se llenó de ira y fue a enfrentar a su hermano con un arma semejante, y en medio de los reclamos, fuera de sí los dos, levantaron los cuchillos.
Se escucharon los gritos desesperados de una niña que suplicaba:
—¡No tío no lastimes a mi papá!¡ no lo hagas por favor ! ¡El no quiso matar al perro!
Luego de encontrarse los cuchillos en el aire causando un chasquido que auguraba más dolor, la niña se lanzó colocándose en medio de los dos hombres. De pronto, cesó el fuego de la ira que les hacía arder, se miraron fijamente mientras trataban de apartar a la niña que intentaba abrazarse a su padre y a su tío. Sus miradas se apaciguaron; sus brazos bajaron hasta el suelo hundiendo los cuchillos en la carne oscura de la tierra.
Mientras la madre se llevaba a la pequeña de ocho años, ellos tomaron una decisión. Sacaron los cuchillos del suelo y juntos acabaron con la plantación de girasoles, ante la mirada llena de odio de una mujer.
FIN
Hola Marlene, veo algunas cosas que me sacaron de la lectura. La más fuerte es la comparación de personaje con los girasoles. Yo no pondría que “su manera de andar”, “su arrogancia”, puede que los girasoles parezcan arrogantes, pero la manera de andar difícilmente podría ser asociado con una planta. Más bien tu personaje es mutable y variante: porque no era invasiva, pero luego intenta apropiarse de lo que no le pertenece.
Relatas bien, pero creo que si falta algo en el texto. Tal vez si desarrollaras más esa manía de apropiación de tu personaje principal, algo que le diera más impacto al final.
En fin, es solo mi opinión humilde, espero pueda ayudarte a mejorar. Saludos!
Hola Arameo:
Gracias por leer mi texto. No era mi intención comparar su modo andar con los girasoles, sino más bien,describir su personalidad.
Al principio escribí : A María del sol,”no la conocían como persona invasiva e irrespetuosa”, pero… (resultó que si lo fue cuando tuvo la oportunidad de serlo).
Pensé que estaba implícito pero parece que no.
Muchas gracias por tu comentario, y seguro lo tendré en cuenta. Un saludo.
Es curioso. Yo conozco a una María del Sol. Vive en Argentina y es la antítesis de tu personaje.
Que todo sea dicho, menudo bichejo. Peor que los pulgones que se comen a las flores.
Un relato interesante, dinámico, con imágenes poderosas que no te dejan indiferente. Me ha gustado leerlo.
Asimismo, gracias por tu comentario en mi propio relato Un cordial saludo y espero leer más trabajos tuyos.
Hasta pronto.
Saludes Marlene
Me gustó la idea de sembrar girasoles para apoderarse del terreno ajeno. Creo que la historia merecía un final inesperado. Mi relato es el 59
Buenos días Berundgaar:
Muchas gracias por tu comentario eso me anima un montón.
Qué bueno que conozcas una antítesis de María del Sol, porque ésta ha sido terrible; te cuento que las ha pagado. Como que todas nuestras actuaciones tienen una consecuencia siempre.
Espero seguir teniendo el gusto de leerte otra vez
Un abrazo
Hola Fuciños:
Agradezco mucho tu comentario, pero no me queda claro si el final te pareció, porque dices que la historia merecía un final inesperado.
Con mucho gusto leeré tu relato.
Un abrazo.
Hola Fuciños:
Agradezco mucho tu comentario, pero no me queda claro si el final te pareció, porque dices que la historia merecía un final inesperado.
Con mucho gusto leeré tu relato.
Un abrazo.
Hola Marlene.
Tienes toda una historia narrada en 750 palabras. Tal vez lo que te han querido decir con respecto al final, es que el mismo resulta algo soso en contraposiciòn con la secuencia de acciones que has desarrollado (al menos a mì asi me lo pareciò, pensaba que ambos la mataban, pero no me quedò claro por què lado el tìo lo era, si por ella o por el esposo)
Considero que te ha faltado una coma en lo que la niña dice: No tío, no lastimes a mi papá.
Mis saludos.
Hasta la pròxima propuesta.
Hola Laura.:
Sí que me faltó la coma; de acuerdo con que el final fue algo soso y tienes razón con lo de las 750 palabras porque se deben recortar algunas cosas que a veces hacen falta.
Muchas gracias por tu comentario.
Saludos.
Hola Marlene
Gracias por haberte pasado por mi relato #70 y comentarlo.
El tuyo es tan real, una nuera que se apropia de la casa de su suegra hasta echarla.
Me queda inconcluso donde fue esa señora y que luego muere:”…echar a la anciana de su propia casa. Su salud decayó y no mucho tiempo después falleció.”
El final me da a entender que el esposo abre los ojos, aunque no se si para separarse de ella.
Este relato da para más, ¿que sucedió luego a María del Sol? ¿Siguió su maldad para apoderarse de todo? Máxime que dices tenía una mirada llena de odio.
No es necesario poner la palabra fin.
¡Nos seguimos leyendo!
(¯`•¸•´¯)YOLI(¯`•¸•´¯)
Hola Yoly:
Gracias por comentar mi relato.Sí, parece que da más, como para un relato corto al menos. Me estas abriendo el camino, Yoly.
Me cuesta responder todas las preguntas que se plantean en el relato, por el límite 750. Tendré que tener muy en cuenta lo que dices y al menos intentar hacerlo.
Seguro que pondré énfasis en ésto y además tratar mejor los finales como me han dicho otros compañeros.
Te estoy muy agradecida y a todos los que han comentado mi relato. Creo que es lo mejor que nos puede suceder a todos.
Un abrazo.
Invito a todos a visitar mi blog a la dirección que dejo abajo. Son algunos cuentos y me encantaría, si en algún momento pudieran leerlos, saber su opinión.
Muchas gracias.
¡Ay, lo olvidé!
Aquí lo escribo:
losrecuerdossehacenviejos.blogspot.com
Serán bienvenidos.
Hola Marlene, llego tarde para comentar tu historia, un relato que describe a una mujer que nada parece detener para conseguir sus objetivos. Yo le hubiera dado al final un acabado más épico, pero creo que nos muestra bien el hecho de que se han liberado de su tirania y decidiran por si mismos terminar ese asunto.
Los girasoles los has tomado como el símbolo de su poder que como los perros delimitan su territorio. Me ha parecido una buena idea y la historia, por si misma, es interesante y se deja leer bien hasta el final.
Quitadas algunas correcciones que otros compañeros ya te han hecho, el resto del texto me parece correcto, tanto en forma como en el fondo.
Ha sido un placer leerte. Un saludo.
Hola Leosinprisa: Gracias por tu comentario.¡muy importante para mi!
¡Hasta pronto!