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Los girasoles - por Cruz Cano

Todas llevan su pelo negro y rizado tapado por pañuelos aún más negros. Se esconden tras girasoles de raquíticos tallos, marchitos, que ya no miran al sol sino al suelo. Se oye el zumbido del sol, de vez en cuando detenido por los disparos, cada vez más cercanos. El aire es pesado, arde, pero ellas llevan dos o tres mangas de camisa, pantalones de pana verde y los chaquetones de invierno encima. Puede que así se sientan ingenuamente más seguras, como si tantas capas pudieran ser capaces de detener las balas. Las comprendo. Yo mismo me siento desprotegido con mis bermudas de Decathlon, concebidas para hacer senderismo en Guadarrama, pero no para la guerra. Pero podría ser que, simplemente no quieran dejar todo su armario detrás. No llevan maletas, en su mochila solo cabe agua y comida y ese chaquetón les será útil en Berlín o París. Mientras el sudor les pega la ropa al cuerpo piensan en la nieve de una capital europea.

Los girasoles se extienden a lo lejos, a derecha, a izquierda, al frente. Girasoles, humo y unas cuantas personas desesperadas. No hay color, las flores ennegrecidas se funden con la piel sucia de las mujeres en un gris sempiterno. Visto desde aquí, no resultaría difícil creer que la tierra es plana, que al acabar el campo se encuentra el fin del mundo; o quizás el principio de otro. Hay un olor a mugre. Y creo que las plantas machacadas y la tierra revuelta que nos rodea tienen el aspecto de las cosas que deben oler a mugre aunque realmente tengan otro olor. Estoy seguro de que, cuando vean la foto allá en Madrid, todos olerán la porquería y el polvo y no el olor intenso del aceite de girasol.

La escena es jodidamente bella, la clase de belleza que suelo buscar para mis fotos. Pero aún más importante que tener claro el plano que quieres es saber cuándo tomar la foto. No soy de los que aprietan el botón compulsivamente para después, seguro, bajo un techo, decidir. Si haces eso corres el peligro de perderte algo entre foto y foto, entre el afanoso trabajar del obturador. Yo pienso, apunto y luego disparo. Como un francotirador. De alguna manera, también me llevo la vida de las personas retratadas.

Soy un canalla. Estoy acechando la muerte en un campo de girasoles. Cuando una bala impacta contra la mandíbula de la mujer agazapada soy terriblemente consciente de que era eso lo que estaba esperando. La boca forzadamente abierta por la que asoman unos dientes machacados e irregulares. La lengua a un lado, gruesa y pastosa, ha perdido su lugar natural. Me mira, con los ojos hirviendo, tan rojos como la sangre que brota sin descanso de su boca. Todas las demás huyen a la carrera. A ella, sola y expuesta, las balas la acribillan. Creo captar el momento en que la vida se le esfuma: ese instante en que el cuello cae fláccido hacia delante y los ojos vuelan a otra parte. En Occidente, donde los muertos son engalanados, maquillados y exhibidos con los párpados bajados, se tiene la idea de que son como personas dormidas que apaciblemente aceptan su terrible destino. Nada más lejos de la realidad. Los cadáveres son más parecidos a personas despiertas, rabiosas y muy escandalosas.

Salgo corriendo yo también. Mientras corro pienso en que sería una foto cojonuda la del asturiano que corre entre girasoles y muertos con una cámara a cuestas.

—Sporting —gritan, me llaman, jalean un grupo de guerrilleros.

Me han reconocido. El día anterior fui con ellos al frente, hablamos de fútbol y les hice fotos mientras pegaban tiros. Me ofrecen un trago de su petaca y yo acepto.

Lo dicho: soy un maldito canalla.

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9 comentarios

  1. 1. Pax dice:

    Un cuento un poco duro aunque como muy bien dice al final “soy un maldito canalla”, no podía terminar mejor. Me sorprende el rápido cambio mientras te estas imaginando una situación que te aparece la marca deportiva lo analiza un poco todo.

    Por lo que se refiere a la parte formal, podría decirte que como lectora hay un fragmento en donde se repite demasiadas veces “olor” quizás podrías buscar algún sinónimo o describir otras cualidades del ambiente.
    Por lo demás muy bien.

    Si quieres leer el mío es el 84
    Nos leemos

    Escrito el 18 septiembre 2018 a las 05:45
  2. 2. Diego Alba dice:

    Hola Cruz
    Tu relato me parece muy bueno. De los que me dan envidia por no haberlo escrito yo.
    Que gran idea, que buen ritmo, que bien contado.
    Me gusta aportar pero no le veo defectos, me encanta.
    Gracias.

    Escrito el 19 septiembre 2018 a las 04:04
  3. 3. JGulbert dice:

    Impactante relato, más que por la crudeza de la escena de la bala, es por la neutralidad con la que cuenta.

    Yo tampoco le encuentro ningún pero. Un relato muy bueno.

    Escrito el 19 septiembre 2018 a las 22:51
  4. 4. paola dice:

    Hola Diego

    Me gusta la idea pero pienso que es un tema difícil de tratar porque un reportero de guerra tiene que hacer su trabajo. Yo creo que ellos mismos se cuestionan el tema en más de una ocasión.

    Quizás yo lo hubiese abordado desde el dolor y la rabia de un padre que, mientras ve morir a su hijo, descubre a un fotógrafo cerca.

    Es una opinión como otra cualquiera.

    Saludos

    Escrito el 20 septiembre 2018 a las 09:45
  5. 5. Cruz Cano dice:

    Muchas gracias a todos por pasaros, me hace muy feliz leer vuestros comentarios. Os voy a contestar uno a uno:

    PAX: No se muy bien qué quieres decir cuando dices “Me sorprende el rápido cambio mientras te estas imaginando una situación que te aparece la marca deportiva lo analiza un poco todo”. Por otra parte, creo que tienes razón cuando dices que repito mucho la palabra olor, trataré de reescribirlo de forma que no suene tan repetitivo. Muchas gracias por pasarte.

    DIEGO: Me ha hecho muy feliz tu comentario. Muchas gracias por tu palabras, comentarios como este me animan mucho a seguir escribiendo.

    JGULBERT: Lo mismo que le he dicho a Diego. Me hace muy feliz llegar a la gente, gracias de corazón.

    PAOLA: Lo que me interesaba era contar precisamente el punto de vista del reportero, que se enfrenta continuamente a un complicado dilema moral y que, tal vez para seguir viviendo en paz, se ve obligado a adoptar un punto de vista distante, analítico, refugiado en la estética de una fotografía. No lo estoy juzgando severamente, o al menos no trato de hacerlo. Solo intento transmitir la realidad de eso reportero, con sus claros y sus sombras. Me interesaba mucho más contar esto que el dolor de las víctimas, aunque no cuestiono que de ahí pueda surgir también un buen relato. Gracias por leerme y dedicarme un poco de tu tiempo a comentarme. 😀

    Escrito el 20 septiembre 2018 a las 11:14
  6. 6. Laura dice:

    Hola Cruz.
    Tu relato es impactante. Me sorprende por la naturaleza del protagonista, un canalla, que se lo reconoce a sì mismo.
    Gran relato.
    Mis felicitaciones.
    Hasta la pròxima propuesta.

    Escrito el 20 septiembre 2018 a las 12:03
  7. 7. M.L.Plaza dice:

    Hola Cruz.
    Has escrito un relato estupendo sobre la ética de los fotógrafos de guerra. A mí me ha gustado tu protagonista y su mirada sobre el trabajo que hace.
    Me parece un trabajo muy bien escrito, por eso me han llamado la atención estas tres cosas, aunque no soy experta en absoluto. Lo primero es el uso de fláccido en un texto tan moderno. Creía que era incorrecto pero no, la Fundeu dice que se puede usar pero es anticuado.
    Ya al final, en el párrafo que empieza Salgo corriendo…repites correr tres veces muy seguidas. Y donde pones jalean un grupo, yo lo pondría en singular:jalea un grupo de guerrilleros. Pero ya te digo que no soy experta.
    Y me queda una duda sobre el primer párrafo, que me ha parecido soberbio ¿Cómo sabe el narrador que las mujeres quieren ir a Europa? Porque hablas de su tiempo con los guerrilleros, pero a las pobres mujeres parece que solo las ha visto por casualidad.
    Espero que no te tomes a mal mi comentario, porque el relato me ha encantado.
    Saludos

    Escrito el 23 septiembre 2018 a las 01:31
  8. 8. María Jesús dice:

    Hola Cruz: Soberbio relato, bien expresado y que emociona. Me ha gustado el hecho de que el fotógrafo se considere un canalla, creo personalmente que la mayoría de ellos son carroñeros que solo buscan la gloria y el reconocimiento, aunque su trabajo sea arriesgado.Yo no voy a buscarte los fallos porque creo que es muy difícil hacer un texto impecable, pero he de decirte que el relato para mi, es muy bueno.
    Saludos desde el 9.

    Escrito el 25 septiembre 2018 a las 10:16
  9. 9. Cruz Cano dice:

    Hola LAURA: Muchas gracias por tu comentario, me alegra que te haya gustado.

    M.L.PLAZA: Lo de fláccido en realidad es una errata, quería poner flácido con una c jaja. Ni siquiera sabía que estaba reconocido el termino de fláccido. Lo corregiré, muchas gracias por apuntarlo. También pienso que tienes razón con lo de correr y lo del verbo en singular. Me es muy útil que me señales estas cosas, de verdad. Y respecto a la duda, el fotorreportero simplemente lo asume porque es algo común que ha visto muchas veces: población civil que huye en el campo, la masa de inmigrantes que se concentra en las puertas de Europa.

    MARIA JESÚS: Gracias por dedicar tu tiempo a leer mi relato y comentármelo. Me hace feliz que te guste. (:

    Escrito el 25 septiembre 2018 a las 18:06

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