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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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LOS GIRASOLES - por Labajos

Recuerdo, que en mi infancia algunos productos mantenían su precio invariable pese al transcurso de los años. Nadie podía imaginar que el básico “polo de palo de pela”, que admitía dos variantes: naranja o limón, ese que, en ocasiones, se nos quedaba pegado a la piel del labio superior. El mismo, al que con un fuerte chupetón se podía mutar el color, de amarillo o naranja a un pálido hielo neutro… repito, nadie podría imaginar que dicho producto, de primera necesidad infantil, pudiera costar algo distinto a una pela, una rubia, una peseta.

Del mismo modo, parecía imposible que el chicle Bazoca-Joe o la dulce pastilla de leche de burra, tuviese un precio superior a diez céntimos, no sólo en el popular carrito mil veces pintado de verde, frente a mi colegio, sino en todos los puestecillos que en el mundo hubieron, al igual que en la totalidad de los kioscos habidos y por haber. Contábamos con una estabilidad financiera. Quizá fuese aquello una política del F.M.I. para evitar un virulento levantamiento popular infantil, o la medida de algún organismo internacional de defensa de la infancia, vigilante del poder adquisitivo de los escolares cuyas, mas o menos, escasas rentas iban a parar, irremediablemente, a la cuenta de perdidas y ganancias del carrito o kiosco próximo, redistribuidor de la riqueza impúber.

Los niños de mi generación éramos cuidadosos vigilantes de los Mercados. Todos, hasta el más obtuso en aritmética, sabíamos que por una pela debíamos recibir diez caramelos. Por eso, avezados estrategas y sesudos economistas debieron unir su talento para organizar la guerra comercial más estudiada y consensuada de la historia: aquella cuya finalidad era, nada menos, mudar el precio de la básica bolsa de pipas. Históricamente, desde que nuestros cerebros infantiles tenían recuerdo, dicha bolsa costó una pela. Los codiciosos hakers piperos lograron colocárnosla nada menos que a duro,¡ una subida del 400%!

Su estrategia consistió en presentar un nuevo producto: la bolsa de cinco pesetas. Por un duro, el consumidor recibiría, al principio, una cantidad de producto mayor a su equivalente económico de cinco unidades de peseta. ¿Quien podía resistirse a tal oferta? El ardid fue aproximar los tamaños de ambas unidades de capacidad hasta que, un buen día amaneció con que el precio de una pequeña bolsa de pipas, no importa la empresa suministradora, todas estaban evidentemente confabuladas, salía al precio de un duro. No hubo rebelión, si acaso alguna petición de aumento de la asignación semanal a nuestros padres, que en muy pocos casos fue atendida.

Esta guerra comercial fue perdida, después de esa, muchas otras y en perpetua siesta nos enteramos de que Lehman Brothers se había desplomado en septiembre de 2008. Acostumbrados como estábamos a perder batalla tras batalla la mayoría continuó estupefacta, otros culparon a las fluctuaciones entre oferta y la demanda, a la estupidez de los consumidores, incluso a los propios estafados…Por lo visto, habíamos vivido por encima de nuestras posibilidades.

El 15 de mayo de 2011 los Indignados ocupamos las plazas. No fue suficiente. Otra vez, como prestidigitadores, nos han cambiado el tamaño de las bolsas de pipas de girasol y no sabemos cuantos caramelos nos querrán dar por una pela.

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13 comentarios

  1. 1. Antaviana dice:

    Me ha encantado Labajos, qué recuerdos me has despertado, y qué bien escrito. Únicamente me sobra la coma después de la primera palabra del texto: “Recuerdo”

    Por cierto, yo también fuí 15M 🙂
    Y es cierto que siguen intentando cambiarnos el tamaño de las bolsas, pero también que protestamos más cuando nos damos cuenta. Paso a paso. Yo no me rindo.

    Saludos y nos leemos
    Estoy en el 40 si te apetece pasarte

    Escrito el 17 septiembre 2018 a las 18:50
  2. 2. el chaval dice:

    Hola Labajos, Recuerdo todo tal como lo explicas, y desgraciadamente dentro de cuarenta años, los jóvenes de ahora escribirán igual. No hay nada que hacer y como siempre ha sido, seguirán los de arriba encima de los de abajo. Un saludo.

    Escrito el 19 septiembre 2018 a las 09:28
  3. Hola Labajos. Ando leyendo los relatos que tienen pocos comentarios, y entre ellos me encuentros este tuyo que es una joyita de humor, de buen humor, y de recuerdos. Además has sido original sobre todo por el planteamiento de “la guerra”, casi todos tus compañeros nos hemos decantados por una guerra de verdad, de las que tiran balas que matan. Por eso me parece tan especial el tuyo.

    Hay un montón de giros que contribuye a la gracia del relato (y la gracia no le doy solo la acepción de chiste, sino de un “don” para sacarle chispa a las cosas cotidianas. Además, está relatado de manera sencilla, lo que me parece un plus, pues se trata de una historia de una rebelión de niños contada desde la percepción de los niños, así que me parece el tono adecuado.

    Muy bueno lo del Fondo Monetario Internacional, lo de la estabilidad financiera, lo de las escasas rentas, las pérdidas y ganancia y la redistribuición de la riqueza, la fluctuaciones del mercado de pipas.

    Sobre los girasoles también has sido original, aunque no directamente, te has atrevido con el fruto de ellos, ¡las pipas!

    Cuidadín con los acentos (faltan y sobran, a mí también se me escaparon algunos en mi relato)

    Pues eso Labajos, la originalidad por bandera.

    Escrito el 19 septiembre 2018 a las 17:13
  4. 4. IreneR dice:

    Buenas, Labajos.

    Me ha gustado mucho tu relato. Muy original la manera en la que has llevado la guerra, aunque el título de los girasoles no termino de verlo. Vale que hablas de las pipas, pero no sé.

    Se coló una coma al principio, después de Recuerdo y hay algunos acentos que sobran y otros que faltan.

    Pero aun así, un trabajo muy bien llevado e hilado.

    Un saludo.

    Escrito el 20 septiembre 2018 a las 15:26
  5. 5. Edu, S.C. dice:

    Hola Labajos,

    Genial tu “escena”. Me ha gustado mucho. Por no repetir lo dicho, diré que coincido en todo con Isabel Caballero. Tu relato es una joya escondida. Apuntado quedas para próximas ediciones, tengo curiosidad por leer algo diferente tuyo. En parte porque este cuento tuyo me parece muy original y distinto a lo que se suele leer, así que casi seguro lo siguiente habrá de ser diferente.

    Además esta muy bien escrito y estructurado. Sencillo y sin estridencias.

    Te felicito.

    Escrito el 21 septiembre 2018 a las 19:30
  6. 6. Laura dice:

    Hola Labajos.
    Me he perdido un poco con las diferencias idiomàticas pero …me ha encantado.
    Mis felicitaciones por el enfoque de la economìa desde la infancia.
    Hasta la pròxima propuesta.

    Escrito el 23 septiembre 2018 a las 11:50
  7. 7. Labajos. dice:

    Hola a todos y muchas gracias por las correcciones a las que estoy muy atento. No tengo mucho tiempo pero intentaré pasarme por vuestros escritos. No podéis imaginar lo que disfruto en este taller de escritura.
    Saludos, Jorge

    Escrito el 25 septiembre 2018 a las 17:32
  8. 8. Wanda dice:

    Hola Labajos, me gusta tu manera de escribir y la fluidez con que nos llevas a los lectores, aunque te diré no me pude identificar con el personaje o con la historia ya que parece ser bastante española y me costo hacerme una idea de lo que era pela o bolsa de pipas. Aunque el contexto se entiende. Saludos y gracias por comentar en mi relato.

    Escrito el 25 septiembre 2018 a las 23:34
  9. 9. Labajos. dice:

    Gracias Wanda:
    Efectivamente la historia es demasiado española, dio en su día para todo un género literario: Rinconete y Cortadillo, El Buscón, El lazarillo de Tormes…un país donde ser sinvergüenza parecía seña de identidad nacional. La sorpresa fue cuando desde Europa y el FMI, nos advirtieron duramente que éramos solo unos aficionados…Eran más pícaros en Lehman Brothers que en la pensión del Domine Cabra, donde al fin y al cabo la pobreza y avaricia eran llevadas con cierta dignidad y disimulo.

    Escrito el 26 septiembre 2018 a las 17:09
  10. 10. Norelkis dice:

    ¿Qué tal, Labajos?

    Debo admitir que leer un poco de economía sin que me aburra es como comer helado durante un día caluroso. Lo disfruté.

    Me gustó cómo hablaste sobre la guerra económica, estuvo muy bien llevado. Aunque los girasoles del final no tuvieron importancia en mi opinión. Los sentí más como un adorno, pero no importa, se siente excelente descansar de tantos campos de girasoles, necesitaba un cambio.

    Saludos, estoy participando por si quieres pasarte por mi relato.

    Escrito el 27 septiembre 2018 a las 22:46
  11. 11. Labajos dice:

    Gracias Norelkis. Lo cierto es que los girasoles fueron mera disculpa.
    Saludos

    Escrito el 28 septiembre 2018 a las 13:25
  12. 12. SrCualquiera dice:

    Hola Labajos, comparto en casi todo la opinión de Isabel Caballero. Un enfoque distinto, divertido, original, y que toca de cerca nuestros recuerdos. Una pequeña pieza sin pretensiones que resulta de lo más eficaz.

    Escrito el 29 septiembre 2018 a las 10:50
  13. 13. Labajos dice:

    Gracias, SrCualquiera. Saludos

    Escrito el 29 septiembre 2018 a las 16:29

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