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LOS GIRASOLES - por yolareina
Ya nadie recordaba por qué había comenzado aquella guerra que duraba varias décadas, la habían iniciado los abuelos y se incorporaban ya algunos nietos. Antes de la contienda había sido la isla un bello paraíso de paisajes encantados y fértiles tierras, ahora arrasadas, los ríos contaminados y el aire irrespirable por falta de vegetación que repusiera el oxígeno que quemaban las bombas. Todo era desolación.
La isla vecina, patria de los invasores estaba en quiebra, había perdido a sus hombres, mujeres y a los mejores jóvenes y no tenía dinero para reponerse de la pérdida total de su maquinaria guerrerista. Por esta razón habían quedado varado los pocos soldados que aun sobrevivían.
Los batallones marchaban al frente sin calcular los riesgos y beneficios de las batallas a emprender, a ninguno de los bandos les importaba ya aquellas tierras sin vida.
-¡Batallóoon a dormirrrr! – Ordenó el General – mañana entraremos en la ofensiva final.
Un murmullo recorrió la tropa de extenuados y zarrapastrosos que se dispusieron a cumplir la orden dada como nunca antes, mientras, el general seguía arengando:
-Mañana los haremos retroceder hasta la costa y se tendrán que ir aunque sea a nado, es sabido que no les quedan barcos ni técnica alguna que nos amenace.
El amanecer pareció no demorar mucho, era tanto el cansancio que les costaba retomar la actividad. Caminaron rumbo a la costa hacia lugares no frecuentados.
– ¡Aaaltooo! ¿Hay alguien de esta zona que nos guíe?
– Yo vivía cerca de aquí y puedo jurar que marchamos sobre escombros de lo que fue una loma, si no me equivoco después de aquel recodo veremos el mar.
Una vez vencido el obstáculo el paisaje se abrió ante sus ojos y los dejó boquiabiertos, unos tres metros por debajo de sus pies, se habría un campo de inmensos girasoles y más allá el mar.
– ¡Adelante patriotas! debemos acabar con ese campo para tener mejor visibilidad y que el enemigo no pueda sorprendernos.
Nadie se movió, no querían cumplir la orden. Muy molesto, el General apelaba a los oficiales.
– Si no cumplen la orden serán pasados por las armas, esto es alta traición.
La tropa ya no lo escuchaba, seguían absortos mirando la belleza del lugar y respirando la suave brisa que les enviaba el mar.
Estaban en eso cuando del lado opuesto del camino vieron a una tropa de harapientos, churrosos y desdentados que comían semillas de los girasoles de aquel campo. Era el enemigo.
– Amigos vengan, coman con nosotros, tenemos suficientes, así no dañamos ese bello cultivo.
Poco a poco se fueron uniendo hasta parecer un solo ejército el General no salía de su asombro y seguía incitando a la tropa cada vez con menos convicción hasta que poco a poco y aceptando lo inevitable se sentó y dijo a todos:
– Si alguien desea aquí tengo un poco de sal.
Hola Yolareina, felicidades!!
Me ha gustado mucho tu texto, es un relato que te dibuja bien la situación desde el inicio. Planteando muy bien el problema que ha dejado la guerra de tantos años en aquel sitio.
La escena en que los soldados ven los girasoles es muy emotiva y logras enganchar al lector.
Lo que encuentro que debes mejorar son los diálogos y por eso te dejo es post excelente para que aprendas cómo usar “Los guiones de diálogo” que son los guiones largos (—):
https://www.tintaalsol.com/2010/10/guiones-signos-puntuacion-en-dialogos/
Hola, gran relato lleno de emoción, el lector logra empatizar con los protagonistas.
Hola,
Me ha encantado cómo nos llevas de lo destructivo de la guerra, a lo fraterno de los hombres que deben llevarla a cabo a pesar de ellos mismos. La aparición del campo de girasoles provoca una gran emoción, así como el comentario final del General nos hace sonreír.
Nos seguimos leyendo.
Hola Yolareina: me gusta el papel protagónico que le has dado a los girasoles, fueron el punto de unión entre dos grupos en contienda, sí que amerita el título del relato.
Saludos.
Galia
Hola, yolareina.
Me gusta que los girasoles hayan podido unir a dos ejercitos que llevaban demasiados años de guerra y le das un papel muy importante. Reflejas muy bien el desanimo y la dejadez del ejercito que está cansado de todo.
Si quieres leer el mio, soy el 56.
Saludos
Hola Yolareina: Tu relato me ha sorprendido por su frescura y originalidad, y la frase final un guiño humorístico a una guerra absurda. Te felicito por esa prodigiosa imaginación.
Un saludo.
¡Qué bonito! La belleza del paisaje y la necesidad hacen bajar las armas. UN inesperado final, muy conmovedor. Buena escritura.
Gracias a todos los que han comentado, me he demorado en poder leer y comentar los vuestros hoy pongo manos a la obra.
Hola Yolareina, gracias por tu comentario y sí la canción que mencionas es hermosa y ahora que lo dices se puede relacionar. Me encantaba Nino Bravo.
Nos reencontramos el próximo mes.
Cariños.
Galia
Hola Yolareina, gracias por leer y comentar mi relato.
El tuyo me ha gustado,por la buena escritura y la forma en que llevaste el relato hasta lograr un milagro con la belleza de los girasoles.
Felicitaciones.