Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

Los girasoles - por Simón Martín

Cuando el sol aún no se desperezaba en el horizonte y en el parque, donde caminas a diario, te encontraste con muy poca gente, no hiciste mayor caso.

Cuando al regreso a tu casa en el auto, en plena hora pico -estudiantes lagañosos, oficinistas pelo engominado, amas de casa emperifolladas-, las bocinas de los vehículos practicaban los sonidos del silencio y nadie se atufaba por rebasar al otro porque la vía estaba libre, ya te llamó la atención.

Pero luego, cuando el sol fusilaba con sus rayos las coronas de los transeúntes y al llegar al supermercado te parqueaste libremente, entonces pensaste que algo raro pasaba.

Y ya en el súper, no tuviste que apresurarte a tomar el turno para comprar las carnes. No tuviste que dejar el carro de compras haciendo fila en el cajero. Pagar la cuenta del teléfono fue cuestión de un chasquido de los dedos. En el cajero automático no te importó meter mal los dedos y equivocarte varias veces al escribir la clave. Es que todo se te dibujaba libre, vacío, casi fantasmal.

– Así debería ser siempre, te quejaste en voz alta.

Regresaste a tu casa felizmente sorprendido. Te esperaba una morada de generosa amplitud. En el segundo piso, nadie. En el patio, nadie. En el dormitorio, nadie. Claro, te dijiste, es que aquí ya vivimos solo mi mujer y yo. Y te sentiste a tus anchas. Y te sentaste a tus anchas. Todo libre, amplio, vacío. ¿Vacío? Una imperceptible descarga de desasosiego empezó a invadir tu cuerpo. Libre, deshabitado, abandonado, solitario. Desamparado. Todo empezó a ser hueco alrededor. Alrededor y en tu interior.

– ¿Mi amor, no te pareció raro que todo estaba vacío?: en el súper, en la calle, en el cajero

– ¿Qué? ¿Cómo que vacío? Estás loco.

El desasosiego se convirtió en tribulación. Tú eras el vacío. Y la soledad te tendió la mano. Y tú le diste hasta el codo. Te sentiste solo. Solo de soledad absoluta.

Necesitaste despabilarte. Saliste al parque de tu condominio con pretexto de pasear a los perros. Igual, estaba vacío. El sol continuaba castigando. Claro, te dijiste, los vecinos estarán trabajando, y los jubilados, como yo, dormitando en sus sillones.

Seguiste caminando por la vereda tomada por las hierbas, junto al jardín de hojas secas y ramas secas por el seco clima. Pasó junto a ti tu mujer con paso apresurado, y un "ya regreso, voy a la tienda" raspó tus oídos. Y le escuchaste también el "buenas tardes, Doña Julia", dirigido a la vecina jardinera que, perdida entre los arbustos, agachada, manos enguantadas, luchaba porque las plantas, secas por el seco clima, una que otra permaneciera lúcida, viva.

La casa vacía. El parque desolado. La calle desértica. El pecho oprimido. Doña Julia, buenas tardes. Hormigueos en la garganta. Un sol castigador. "Qué hermoso girasol", atinaste a decir, cuando te topaste a bocajarro con esa flor de un amarillo reluciente y un corazón henchido de orgullo, una de las únicas plantas que había sobrevivido al calcinante verano. "Hola vecino", fue la respuesta. "¿Le gusta?" Y como el comer y el rascar, todo es empezar -al igual que el hablar-, aquella señora enjuta y patiseca -como los secos tallos por el seco clima-, empezó su andar. Te contó sobre la reina de las flores del verano, el girasol, que sigue al sol en su movimiento, de este a oeste, cada día. Que cuando los rayos del sol desaparecen, vuelven a dirigir su mirada hacia el este para despertarse de nuevo con el primer rayo y volver a acompañar al sol en su recorrido. ¡Qué belleza!

Te dijo que, al igual que los humanos, los girasoles también envejecen. Y que cuando dejan de crecer, también dejan de girar. Pero que, a diferencia de algunitos de nosotros -y te quedó viendo a los ojos-, los girasoles son vigorosos, nunca descansan, pues en ese momento desprenden un calor que atrae a los insectos, los cuales los polinizan. Los girasoles, te insistió, son ejemplo de fortaleza. Vecino, te dijo, no hay depresión, lo que hay es desocupación -¿no te guiñó el ojo?-. Es cierto que estas plantas florecen solo una vez por año, pero una cabeza de girasol puede producir hasta 1000 semillas. Simbolizan la vitalidad, el positivismo, la energía.

Cada frase, cada palabra, cayeron como un mazazo en tu cabeza. Y optaste por correr tras los perros.

– ¡Vecino, el girasol tiene un solo tallo y una sola flor. Pero nunca se siente solo!

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

18 comentarios

  1. 1. Ofelia Gómez dice:

    Hola Simón Martín
    Acabo de leerte y me gustó tu historia.
    Te diré que los primeros renglones no me resultaron atractivos, sin embargo seguí con la lectura y cada frase me fue envolviendo más y más en la realidad de tu personaje.
    Muy logrado el párrafo que comienza con “La casa vacía. El parque desolado”. Y qué bueno el escape del final corriendo tras los perros.
    Te comento que vi en Youtube un video de Teo Palacios donde explica cómo tipear en Word para conseguir los guiones largos en los diálogos y en las acotaciones. Personalmente me resultó muy útil.
    Te mando un saludo y nos seguimos leyendo.

    Escrito el 17 septiembre 2018 a las 23:26
  2. 2. Luis Ponce dice:

    Hola Simón Martín:
    En un principio pensé que tenías algún problema de redacción y que la coordinación entre frases no estaba bien lograda. Pero luego he llegado a la conclusión que puedes haber encontrado lo que todos buscamos: UN ESTILO PROPIO. Algo que te identifique cuando leamos un libro. El poder decir: esto es escrito por Simón Martín. Si es así te felicito, me has dejado intrigado y buscaré tu relato el próximo mes.
    Te felicito.

    Escrito el 18 septiembre 2018 a las 00:21
  3. 3. Verónica R. dice:

    Hola, mucho gusto.
    Me di cuenta que en este relato, que me intereso muchísimo, usaste la segunda persona. Es una forma difícil de narrar, ya que se nota al instante si lo haces mal, volviéndolo incoloro, pero debo decir que lo manejaste muy bien, y me gusto leerlo, no le perdí el interés en ningún momento, porque tenes una forma de expresarte muy única.
    Solo quería apuntar pequeñas cosas que me parecen a mi. Usas en mi opinión muchos “y”, pudiendo evadirlos fácilmente y hacerlo mas fluido. Hay una parte que me llamo la atención, y no se si fue intencional, pero no me pareció muy bueno de esa forma. La parte donde dice “junto al jardín de hojas secas y ramas secas por el seco clima” muy innecesariamente repetitivo.
    Fuera de eso, me gusto a sobremanera este relato, y me gustaría que me digas tu opinión en el mio. Es el 158.

    Escrito el 18 septiembre 2018 a las 02:53
  4. 4. Simón Martín dice:

    Hola Ofelia, qué gusto. Gracias por tus comentarios. Creo que, efectivamente, los primeros párrafos pueden hacer perder interés. Voy a volver sobre ellos, pues el inicio es vital para atrapar la atención del lector. Y voy a ver Lode Teo Palacios, pues supongo que hay errores en el uso de los guiones. Qué bueno que te haya gustado el final, pues quiere decir que logré que se capte la idea central. Ya me paso por tu relato para comentarlo. Un abrazo.

    Escrito el 18 septiembre 2018 a las 17:19
  5. 5. Simón Martín dice:

    Hola Luis, muchas gracias por tus comentarios. Te comento que, en lecturas posteriores del relato, el tema de la coordinación de las frases a mí también me tenia algo preocupado, que tuve que trabajarlo más. Y, sí, la idea -¿quien no quiere llegar a eso?- es llegar a tener un estilo propio. Por supuesto que ni de lejos puedo decir que lo haya encontrado, pero ando en su búsqueda, y tus palabras son muy reconfortantes en esa dirección.

    Voy por tu relato y nos seguimos leyendo. Un abrazo.

    Escrito el 18 septiembre 2018 a las 17:24
  6. 6. Simón Martín dice:

    Hola Verónica, que bueno encontraros por aquí. Como tú bien señalas, el uso de la segunda persona no es fácil y, quizá por ello, también poco usual. Pero me arriesgué en búsqueda de lo que Luis Ponce comenta: la búsqueda de un estilo propio, y lo que tú misma dices: “una forma de expresarte muy única”. Gracias por tu comentario que me ayuda a seguir en búsqueda de esta identidad de escritor, que todos queremos encontrar.

    Respecto al uso de la “y”, voy a fijarme de mejor manera en ello y mejorarlo, por supuesto. Sobre la reiteración de “hojas secas, seco clima” y variaciones similares, fue intencional. Aunque te voy a ser sincero: en una corrección borré una de esas expresiones y al final me decidí por ponerla nuevamente. Eso quiere decir que. efectivamente, también tengo mis dudas, al igual que tú, sobre su uso. Dejaré reposar al texto y ya veremos si cabe o no. En todo caso, muchas gracias, pues estos comentario ayudan mucho a tratar de seguir mejorando.

    Voy por el 158 y te lo comento. ¡Nos seguimos leyendo!

    Escrito el 18 septiembre 2018 a las 17:34
  7. 7. Mancebo dice:

    Hola Simón,

    La presentación del relato en segunda persona no es usual, a mí me da bastante respeto si no saber dar la continuidad requerida puedes estropear un buen relato. No es el caso, creo que has sabido hacerlo con bastante solvencia.

    En cuanto a la palabra “Parquear” me ha chocado, debe ser que somos de distintas latitudes al igual que “carro” y otras construcciones que no son incorrectas.

    La historia en sí me resulta interesante, la forma en que la vas presentando y nos metes en su parte mollar, la soledad. He de reconocer que estaba esperando que llegara algún conflicto bélico ante tanto silencio y ausencia de la algarabía cotidiana. Esto debido inconscientemente al reto que nos han planteado.

    El final me ha gustado con la inesperada lección de botánica a cargo de la sorpresiva vecina.

    Nos seguimos leyendo.

    Escrito el 18 septiembre 2018 a las 19:02
  8. 8. Simón Martín dice:

    Hola Mancebo.

    Gracias por tu apreciación sobre el manejo de la segunda persona en mi relato. No está por demás darle una nueva lectura por si se me pasó algo indebido que lo estropee.

    En efecto, parquear, carro, son palabras más propias de mi latitud (soy ecuatoriano), aunque creo que es preferible buscar construcciones que sean más “universales”.

    Gracias por tus comentarios. ¡Nos seguimos leyendo!

    Escrito el 18 septiembre 2018 a las 20:43
  9. 9. K. Marce dice:

    Saludos, Simón

    Te comento que no he participado este mes, pero estoy pasando por lecturas a quienes he deseado leer a voluntad.
    He decidido leer los textos, tal como cuando corrijo los propios, (aunque siempre se me cuela algo). Por lo que uso un lector electrónico* primero para evaluar la sonoridad, la puntuación y algunos errores ortográficos. Luego vuelvo sigo al L.E.* con la lectura normal, ahí voy detectando otra clase de mejoras.

    Frases/oraciones/párrafos:
    > nadie se atufaba por rebasar al otro -> nadie se molestaba en rebasar al otro
    * Buscando en el diccionario, el verbo atufar se refiere a la molestia que un determinado olor causa. Por lo que la aplicación de la misma no aplicaría, ya que no hay un olor involucrado en el hecho de no preocuparse de manejar de cierta manera. No se si está palabra tendrá otro uso en tu región, pero se espera que se use las palabras más genéricas o de uso común. Se modifica el “por” por un “en”. Aunque “por” significa “a punto de realizar una acción”, creo que “en”, encaja mejor ya que indica un estado transitorio de algo. Mientras la primera nos indica algo que se realiza una sola vez, la segunda nos da pauta para que se haga de forma consecutiva.
    > y al llegar al supermercado te parqueaste libremente, -> y al llegar al supermercado te estacionaste libremente,
    * La palabra “parquear” es un anglicismo de “parking”, en nuestro idioma nos identificaríamos con estacionar que significa lo mismo. Se usará siempre la palabra que se aplique a nuestro idioma, sin importar la frecuencia de las palabras extranjeras usadas en el habla cotidiana.

    > Regresaste a tu casa felizmente sorprendido -> Felizmente sorprendido regresaste a tu casa -Nuestro idioma es SVO por lo que dejar un verbo al final de una frase se considera vulgarismo.

    > los vecinos estarán trabajando, y -> los vecinos estarán trabajando y,
    *En español no se permite colocar coma antes de Y o de E.

    > Y le escuchaste también el “buenas tardes, Doña Julia”, -> La escuchaste también el “buenas tardes, Doña Julia”,
    * En nuestro idioma se prefiere no hacer uso de las Y al iniciar oraciones. Esto es más una elección de los editores que consideran que el uso de las Y es una “muleta” usada por el escritor. A lo largo del texto muchas oraciones las has empezado de esa manera. Haciendo un recuento, son ocho oraciones iniciando con “Y”, sin embargo el texto contiene otras catorce como conectores, algunos innecesarios. (Total de veintidós Y). Si la frase puede modificarse sin esa Y, quedando comprensible, es mejor eliminarla.
    Se cambia a “la escuchaste”, ya que habla de la esposa, dejarlo de en forma original se convierte es leísmo.

    > pero una cabeza de girasol puede producir hasta 1000 semillas. -> pero una cabeza de girasol puede producir hasta mil semillas.
    *La regla es escribir los números en letras, a no ser que correspondan a ciertos incisos: fechas (23 de septiembre, 2018), direcciones (221 Baker Street), coordenadas (175° Latitud Norte), números difíciles de escribir (11,427.311 votantes), o que es imposible modificarlos (101 Dalmatas)

    Repetición de palabras
    Cabe mencionar que por estilo lingüístico, se permite licencia en repetir si con ello se busca crear énfasis en el texto. Sin embargo, se pide que se evite en oraciones, frase o párrafos por cercanía, para evitar la cacofonía y palabras que se convierten en obvias.

    No me quiero extender en este punto, pero tienes bastante palabras repetidas en oraciones y párrafos, de forma cercana. Te marco las que he observado: «casa, tuviste, dedos, cajero, nadie, anchas, empezó, libre, alrededor, todo, solo (muy usada), soledad, junto, seco/seca, clima, girasol (la más usada), como, cuando, este,dijo, también, pero, cada.» Puedes usar el F3 para que las ubiques y veas en dónde se localizan y la cantidad de veces que se repiten.
    Si están muy cercanas, aunque sean pocas, es preferible cambiarlas por un sinónimo, eliminarlas o modificar la frase.

    Redacción y Estilo:

    He notado a lo largo del texto que a veces marcas los diálogos con “” y en otras ocasiones no lo haces, también has usado las rayas para algunos de ellos. Debes mantener una sola forma de hacerlo, ya sea que uses las comillas inglesas, las flechas españolas o las rayas tradicionales. Mantener ese patrón, educa al lector a comprender cuándo has usado un dialogo, un pensamiento o una cita textual, haciendo más comprensible la lectura, según el símbolo que previamente has usado para cada ocasión.

    Aunque considero que la trama y la elección de cómo desea el autor contar una historia es muy propia de él, debo decir que en este caso, la elección del narrador me ha inquietado mucho.
    Una de las razones es que siendo en “segunda persona” (que no es tal en realidad) es un estilo poco elegido ya que es muy difícil sostener en una historia completa con ese narrador. Muchos lo consideran invasivo, ya que el autor aparece sin ningún velo, diciéndote qué ver, sentir y pensar. Pero, a mi criterio, más que eso es la forma en cómo ha sido usado en este texto. Debo decir que el narrador en segunda persona, se dirige al “lector”, nunca al personaje como en este caso (Un narrador completamente distinto y que te lo dejo como material exclusivo tuyo). Sin embargo, es por ello que desde el inicio hay una especie de incoherencia en hacía quien va dirigida la narrativa, si me habla a mí como lector o habla de lo que está realizando el personaje.
    Cabe mencionar que existe no solo POV (point of view) punto de vista, sino también la voz narrativa, que no son lo mismo.
    Considero que el uso del narrador en “segunda persona”, no está aplicado como corresponde. Son muy pocos los autores que hacen uso de la segunda persona en toda la narrativa; por lo usual se maneja a través de pinceladas que el escritor desea destacar o conducir al lector a determinada posición. En este caso, aunque se dirige “a mí” quien ejecuta la acción es el personaje, creando esa ambigüedad que por muchos momentos me resultó muy incómoda. Penosamente, esto hizo no sentir ninguna empatía por el personaje, y me fue muy difícil meterme en la situación que él estaba atravesando, haciendo esa experiencia completamente incomprensible para mí.

    El narrador en segunda persona es altamente invasivo. Pero sabiéndolo usar puede conducir al lector a experimentar en carácter de “primera persona” lo que el artista pretende. Se ofrece siempre en pinceladas, alternando la narrativa hacia el personaje y rompiendo la cuarta pared en determinados momentos. No me opongo a la experimentación, ya que de esa forma encontraremos nuestro nicho; pero usar una técnica sin el total conocimiento puede ser contraproducente. Las reglas se pueden romper, cuando las conoces tan bien que sabes en que punto doblar.
    En mi blog hay una entrada de tipos de voces narrativas y los POV que existen, y cuál elegir dependiendo de la historia y cómo deseas contarla. Si te complace verla, puedes acceder aquí: https://karenmarcescorner.wordpress.com/2016/10/15/puntos-de-vista-y-la-voz-narrativa/

    Siendo honesta, aunque no soy fanática de la voz en segunda persona, sí debo confesar que me ha sorprendido el riesgo que has tomado en atreverte a usarla en la forma en cómo lo has hecho. En mi caso no me ha encantado; pero a otras personas parece que lo han visto de mejor manera. Si me he atrevido a detallarla tan puntual es porque he visto otros trabajos tuyos que me han gustado mucho. Si deseas seguir esta línea, te aconsejo a que profundices en conocerla para que la uses de la manera correcta y que tus historias se enriquezcan más allá de la trama.

    Solo me resta agradecer que he aprendido mucho con tu texto, porque siempre la retroalimentación es un camino de dos vías. Lo he disfrutado, espero que todo lo recibas con el mismo respeto que se te entrega y merece tu trabajo.
    ¡Nos leemos!

    Escrito el 24 septiembre 2018 a las 00:08
  10. 10. Laura dice:

    Hola Simòn Martin.
    No puedo agregar nada luego del análisis detallado de K.Marce, tan sólo mi más que humilde apreciaciòn personal: me ha encantado.
    La cuestiòn de la bùsqueda de un estilo personal, la forma en que cada uno de nosotros construye el relato es un camino que va paso a paso, donde no siempre se encaja con las reglas aceptadas, pero es el desafío de seguir en la zona de confort o animarse por nuevos caminos. La decisiòn es de cada uno.
    Volviendo a tu relato, me encantò tu ùltima frase.
    Mis saludos.
    Hasta la pròxima.

    Escrito el 24 septiembre 2018 a las 11:53
  11. 11. marazul dice:

    Hola Simón, he leído tu texto varias veces. Yo también coincido en que tienes un estilo muy personal. Luego nuestra querida amiga L. Marce te apunta lo que técnicamente se puede corregir. Como a mi me gustan mucho los relatos de estilo sicologico, y este lo es, me ha gustado bastante. Transmites muy bien esa sensación de vacío y soledad del protagonista, y lo enlazas muy bien con el título obligado.
    Un placer leerte
    Saludos

    Escrito el 24 septiembre 2018 a las 13:57
  12. 12. Simón Martín dice:

    Hola, K. Marce, gracida por pasarte por mi relato, pues eres de las pocas personas tan exhaustivas al momento de hacer su comentario. Y eso me gusta mucho, pues, aunque no puedo estar de acuerdo en todo, la mayoría de tus apreciaciones son bienvenidas. Y también aquellas con las que no concuerdo que, en este caso, no pasa de dos.

    – La primera observación, muy bien, al igual que la segunda: a evitar los anglicismos, les nuestro idioma es demasiado rico como para pedir palabras prestadas.

    – La tercera concurso contigo. Pero solo en mi caso, porque se lee mejor y no porque dejar el verbo al final de una frase es un vulgarismo. Hay las llamadas frases lógicas (SVO) y las sicológicas, aquellas en las cuales el escritor cambia de orden los sintagmas para poner el énfasis donde él considere pertinente. En periodismo es totalmente inaceptable el verbo al final, porque la acción debe ir antes, por razones de Impacto informativo. En literatura no, es relativo. Pero,en mi caso, tu corrección es muy adecuada.

    – En la cuarta observación es donde estoy en completo desacuerdo. No es verdad, mi estimada Karen, que en español no se permite colocar la coma antes de la Y o de la E (recuerdo, sí, que eso me enseñaron en la escuela). No solo que es factible, sino que, incluso es posible encerrar la Y entre comas. ¡Sacrilegio! habría dicho mi profesor de primaria.

    ¿Qué dice la RAE al respecto? Cito: “2.3. Cuando se enlazan miembros gramaticalmente equivalentes dentro de un mismo enunciado, si el último de ellos es semánticamente heterogéneo con respecto a los anteriores (es decir, no introduce un elemento perteneciente a la misma serie o enumeración), por indicar normalmente una conclusión o una consecuencia, se escribe coma delante de la conjunción: Pintaron las paredes de la habitación, cambiaron la disposición de los muebles, pusieron alfombras nuevas, y quedaron encantados con el resultado”.

    Más adelante dice: “Debe escribirse coma delante o detrás de cualquiera de estas conjunciones si inmediatamente antes o después hay un inciso o cualquier otro elemento que deba ir aislado por comas del resto del enunciado: Mi abuelo, que era un gran aficionado a la poesía, y el maestro del pueblo fundaron una revista literaria”. Si aplicamos en mismo principio del inciso explicativo (que debe ir entre comas) en el ejemplo anterior de la RAE y le forzamos un tanto, podría quedar de la siguiente manera: “Mi abuelo, que era un gran aficionado a la poesía, y, como era de suponerse, el maestro del pueblo fundaron una revista literaria” ¡Sorpresa: la Y quedó atrapada entre comas (el ejemplo quizá es u poco forzado, pero cabe). No quiero alargarme más sobre el tema (nada fácil, por cierto, pero muy sugerente), aunque algún trato deberíamos hacerlo para seguir enriqueciéndonos más (por lo menos a mí sí me pasa eso).

    – Sobre el leísmos y el uso de números, tienes toda la razón. Gracias por esas correcciones.

    – También tienes razón en el uso de los guiones, comillas, flechas. Tendré que ponerme de acuerdo qué signos voy a utilizar.

    – Respecto al tema que personalmente me interesaba más (la parte formal también, no faltaba más), el narrador en segunda persona, te agradezco mucho tus apreciaciones. Me llamó la atención sobre todo aquellos de que “el narrador en segunda persona, se dirige al “lector”, nunca al personaje como en este caso…”. Voy a trabajar mucho más el tema. Lo voy a convertir en un reto, pues he recibido buenas críticas de los otros compañeros y me interesa profundizar esa voz narrativa. Lo primero que haré, por cierto, es pasarme por tu blog. Por supuesto.

    Por lo demás, nuevamente gracias por tus apreciaciones que me hacen crecer. El respeto es mutuo. Si tendría que escoger alguien que me sirva de correctora de estilo, no dudaría en llamarte a ti. Gracias, nuevamente. ¡Y no nos tengas esperando tanto tu nuevo relato!. Un abrazo.

    Escrito el 24 septiembre 2018 a las 23:24
  13. 13. Simón Martín dice:

    Hola, Laura. Encantado con tu apreciación. Te agradezco mucho, pues sé que lo dices con sinceridad y eso a uno le sube le da satisfacción. Por que se escribe para que le lean, y se lee solo algo que gusta, ¿verdad?

    Gracias nuevamente y nos seguimos leyendo. ¡Un abrazo!

    Escrito el 25 septiembre 2018 a las 00:33
  14. 14. Simón Martín dice:

    Hola Marazul.

    Gracias mil, por tu comentario. Quién no espera leer o escuchar que el relato de uno ha gustado bastante. Por supuesto que voy a tomar muy en cuenta las apreciaciones de K. Marce para no caer en posibles confusiones para el lector. Esa es la búsqueda de un estilo personal, que a todos nos cuesta tanto. Nuevamente gracias, Marazul. Ya me paso por tu relato para comentarlo.

    Un abrazo.

    Escrito el 25 septiembre 2018 a las 00:37
  15. 15. Charola dice:

    Hola, Simón.
    Me gustó tu relato, al inicio como que empezaste frío, pero luego fuiste tomando confianza y terminaste muy bien.
    Yo creo que has utilizado muy bien el narrador en segunda persona. Discrepo con KMarce. Según sé que hay hasta seis variantes en el uso de la segunda persona:
    1- En un cuento en forma de carta. En el libro “Memento mori (recuerda que vas a morir)” de Bethsabé Huamán Andía, el
    cuento “Tantas muertes Pedro” comienza así:
    Querido Abue: Seguro te preguntarás, ¿qué tengo yo que ver con una feminista italiana? Y tienes toda la razón, en realidad no tienes nada que ver con ella ni con lo que dice, pero el libro empieza…
    2- Cuando se omite el típico encabezado de carta y tenemos al narrador contándole directamente a alguien una historia.
    3- El personaje (en segunda persona) piensa en voz alta dirigiéndose a un personaje ausente: “Ahora que no estás, ahora que ya nunca veré tu rostro, salvo en fotografías, se me vienen a la mente tantas preguntas que nunca te hice, tal vez porque siempre se piensa que existe un mañana, hasta el día que descubrimos que los padres no son eternos”.

    4- El personaje habla consigo mismo utilizando la segunda persona, es decir se dirige a sí mismo desde el TU, como si se desdoblase. Puede estar hablando en voz alta o pensando. La idea es hacer un personaje, que dirigiéndose a sí mismo, es decir, hablando solo consigo mismo, pero en segunda persona, dijese algo como por ejemplo: ¿Por qué serás tan impaciente?, siempre haces lo mismo, y ahora seguro que Lucía nunca regresa. Otro ejemplo de lo mismo sería que el personaje en lugar de por ejemplo pensar “Se me está haciendo tarde”, se diga a sí mismo “se te está haciendo tarde”, hablando consigo mismo pero en segunda persona.

    5- El narrador se dirige directamente al lector (algo como: tú que lees esto, sí, a ti te hablo).
    6- El narrador que se dirige al personaje desde fuera de la historia: “Estás bajando la escalera cuando se apaga la luz.Palpas en la pared el interruptor, pero no funciona”.
    Un abrazo.
    Saludos KMarce, espero que estés recuperada. Te extrañamos. Ojalá pudieras pasar por mi relato #72.

    Escrito el 26 septiembre 2018 a las 05:23
  16. 16. isan dice:

    Hola Simón:

    Por fin puedo comentar tu relato que, por una cosa o por otra, lo iba dejando.

    Bueno, no sé qué decirte. Me ha parecido un relato extraño pero me ha gustado un montón, seguramente por su rareza y originalidad, el estilo, la forma, las expresiones. Lo que me ha parecido es que nos hemos encontrado con un tipo hablando de otro que, no se porqué lo doy por muerto y daba un repaso a su entorno, a sus relaciones a su pasada vida. Eso o no he entendido nada.

    He visto cosas de forma que habría que corregir, he visto por encima que te las han comentado, así que no insisto.

    Me quedo con el buen sabor de boca que me ha producido.

    Un saludo.

    Escrito el 26 septiembre 2018 a las 22:33
  17. 17. Simón Martín dice:

    Hola Charola:

    inmensamente agradecido por compartir las variantes que existen en el uso de la segunda persona. Eso significa que existen mil y una formas de escribir. Y eso es lo hermoso. Y voy a seguir insistiendo en esta forma de narración, aunque, por supuesto, sin dejar a un lado las minuciosas y bienvenidas observaciones de KMarce y la laguna que le quedó a Isan, dos de mis compañeros de aventura a quienes no puedo dejar de leer y creer. Hora te sumas tú, Charola, por el tempo que te has dado y el aporte que significa para todos, no solo para mí.

    Qué pena no haberte leído antes, pero creo que nunca es tarde. Voy por tu relato. ¡Un abrazo!

    Escrito el 2 octubre 2018 a las 00:21
  18. 18. Simón Martín dice:

    Hola Simón:

    Gracias por pasarte por mi relato. Me queda una inquietud: ¿no es una contradicción aquello de que el relato sea sea extraño, pero que te guste un montón? Bueno, así son los escritores y los buenos lectores. La rareza, la originalidad, el estilo… creo que nadie que se pasó por mi relato se fue sin ser atraído, para bien o para mal. Hay una sola que cosa peor que la que hablen mal de uno, y es que no hablen. Así que me quedo con esto y ¡a seguir puliendo mi propuesta sobre la base de comentarios como el tuyo, el de KMarce, el de Charola… en fin!

    Quizá cuando el relato esté pulido puedas entender mejor la trama, pues, de hecho, para nada hay un muerto de por medio, jaja. Pero eso quiere decir que es allí donde tengo que trabajarlo más. Por eso, gracias y nos seguimos leyendo.

    Escrito el 2 octubre 2018 a las 00:28

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.