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Los Girasoles - por Berto

Web: http://abecebinario.blogspot.com/2018/09/los-girasoles.html

Los Girasoles.

Con la mano derecha baje la visera del yelmo, mientras con la otra sujetaba fuertemente las riendas de cuero ennegrecidas. Los profundos y repetidos resoplidos y los pateos sobre el suelo, denotaban el nerviosismo de mi caballo. Era inminente la cabalgada hacía el confrontamiento.

En el aire se escucho la señal de las trompetas que procedían de la retaguardia, se daba vía libre para el inicio de la carga, entonces un gran estruendo emanó del suelo, fruto del galope de los doscientos jinetes que formábamos el ejercito comandado por el Capitán Hernán Cortes. La segunda línea estaba formaba por la sección de infantería, que tenía una dotación de mil hombres clasificados en rodeleros y piqueros. La gran mayoría habían sido ladrones y asesinos condenados a muerte, pero sin duda vivos serian más valiosos, por lo que fueron indultados y reclutados por la corona de Castilla para servir a sus Majestades en la conquista del nuevo mundo.

Al galope veloz, sorteando ágilmente los obstáculos de aquel terreno abrupto que rodeaba Tlaxcala, pronto entramos en campo abierto, donde ya éramos un blanco fácil, de repente fuimos repelidos por una lluvia de flechas que venían hacia nuestras posiciones. Los guerreros "Jaguar" esperaban agazapados detrás de las fortificaciones, defenderían hasta la muerte la ciudad de Tlaxcala.
Las flechas caían empicado, cortando el viento sobre nuestras cabezas. Agarre el escudo que descansaba sobre mi espalda y lo eleve al frente, sujetándolo con firmeza por encima de mi cabeza. Un puñado de flechas se hincaron sobre la madera, otras salían rebotadas. Pensé que la incursión frontal iba ser una temeridad, entonces divise a unos pocos metros una empalizada de madera, entre dos murallas, cambie mi trayectoria y dirigí mi ataque por allí. Nuestra objetivo era la de debilitar al máximo el sistema defensivo del enemigo, de esta manera se facilitaría la batalla del cuerpo a cuerpo en la que entraría posteriormente la infantería.

Resulto ser un punto débil que nos daba acceso al interior de la fortaleza. Sobre los caballos las espadas de los jinetes hacían estragos sobre aquellos salvajes, realizando tajos y estocadas caían como moscas.

La batalla finalizó en el mismo día con la ocupación de Tlaxcala, y aquella sería mi último servicio en tierras de mejicanas. Mi tiempo a este lado del Atlántico se había terminado, tras diez largos años en el nuevo mundo, fue en la navidad de mil quinientos diecinueve cuando inicie mi viaje de regreso a España, embarcando en una carabela de nombre Santa Eulalia. Navegue durante seis hasta atracar en un puerto gallego. Desde me dirigí por el camino de Santiago a mi tierra natal, la ciudad de Oviedo.

De regreso me hice dueño de unas terrenos que me habían sido otorgadas por su Majestad el Rey. Se trataba de una vega a las afueras de la ciudad, estaba atravesado por un rio, y poseía tierras limosas muy tierras fértiles propicias para el cultivo. En la parte más alta donde había un pequeño bosque de castaños y robles construí una pequeña cabaña de piedra y madera. Al siguiente año comencé con los cultivos.

Aquella mañana del mes de marzo comencé con la siembra, recupere el macuto que había venido conmigo de América y de el saque todo lo que contenía. Durante todos aquellos años, por todos los diferentes lugares por los que había pasado, mi curiosidad por las plantas me llevo a recolectar todo tipo de semillas, con el propósito de traérmelas si sobrevivía y cultivarlas aquí.

Fueron un total de veinte variedades diferentes las semillas que cultivé, no nada de los nombres de aquellas maravillosas plantas que habitaban en el nuevo mundo, tan solo poseía sus siluetas representadas en un papiro y algunas anotaciones de lo que los nativos hacían con algunas. Ahora solo tocaba ser paciente y esperar ver aparecer los primeros brotes.

En una fracción de terreno, hacía el mes de mayo empezaron a brotar los primeros tallos, aquella iba a ser la una clase de semillas que iba a germinar, así que fue mucho el tiempo el que le dedique para que la cosecha resultara exitosa.

En el mes de agosto la cosecha estaba ya muy hermosa, las plantas llegaban a alcanzar hasta los dos metros de altura, con hermosas flores de pétalos amarillos, pero lo que más me fascino fue el giro de acompañamiento que hacían al sol, lo hacían durante todo su recorrido.
Al año siguiente pude observar este mismo curioso suceso y decidí llamar a aquella maravillosa planta como girasol.

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11 comentarios

  1. 1. Ines dice:

    Precioso. Me encanto

    Escrito el 17 septiembre 2018 a las 19:32
  2. 2. Fuciños dice:

    Saludes Berto.
    Tú descripción de la batalla fue lo que más me gustó, hasta pensé que habías sido soldado por la forma en que hablas. No encontré un conflicto que resolver o una trama, solo un hombre que pelea y luego siembra unos girasoles. Te recomiendo el uso de la tílde para hablar en pasado, algunas palabras no la tenían. Mi relato es el 59

    Escrito el 17 septiembre 2018 a las 23:48
  3. 3. Berto dice:

    Muchas gracías por vuestro tiempo y perdonad por el texto porque lo presente en el último momento sin revisar. Es el primero que escribo y soy consciente de que contiene errores y faltas ortograficas. Mejoraré el que tengo en mi blog.
    Un cordial saludo

    Escrito el 18 septiembre 2018 a las 07:52
  4. 4. M. S. dice:

    Hola Berto,
    Como bien dices el haber revisado antes la redacción hubiera mejorado el relato pues hay varios errores que habrían sido subsanados en una primera pasada.
    Recuerda que un relato desluce si hay demasiados fallos.
    En cualquier caso, enhorabuena por la historia.
    El mío es el #1.
    Saludos
    M.S.

    Escrito el 18 septiembre 2018 a las 13:31
  5. 5. Lucy J.S dice:

    Berto, me ha encantado tu historia. Es impactante el relato del soldado en batalla y el reflejo de su momento de paz en el cultivo de girasoles. Como ya te han dicho, hay varios errores de tilde, pero no deja de ser un relato increíble. Sigue así, saludos!!

    Escrito el 18 septiembre 2018 a las 15:32
  6. 6. SrCualquiera dice:

    Hola Berto, tu relato refleja un gran espíritu vivencial y aventurero. Nos cuentas dos historias distintas pero que están entrelazadas sin decirlo, y en ese no decirlo, creo que hay un acierto. La primera es el final de la guerra con una escritura que apuesta por la acción de caballerías, y en ese sentido está muy bien enmarcado el reto de la guerra. Pero lo más interesante para mí es el contraste con la segunda parte de la historia, en la que el protagonista regresa a España para cultivar y crear, para sembrar vida en otra parte del mundo lo que más allá quedaba destrozado. La guerra mata y el girasol vive, quizá sea la visión del horror lo que nos impulsa con más audacia a la creación de formas de vida. Por otro lado tiene un tono de documento histórico que te hace dudar si está basada en la realidad, mezclando ficción o realidad, o es totalmente inventada. Aunque eso es lo de menos porque lo importante es la historia en sí.

    En cuanto a los peros, creo que ya eres conscientes de ellos. Te animo a que la próxima historia la escribas con más atención y menos prisa. Se deduce por tu tono que tienes muchas cosas que decir, y si ahora empiezas con la escritura, irás descubriendo que en la atención al detalle está uno de los secretos. Sólo te ha faltado pulirla un poco para que la lectura quedase limpia.

    Pero para ser una primera historia, me parece estupenda. Te animo a que sigas escribiendo.

    Escrito el 20 septiembre 2018 a las 19:06
  7. 7. De vuelto dice:

    Para mí, fue el inicio majestuoso del cuento. O sea, me gustó la descripción y la velocidad de desarrollo, me interesó la temática, pero le faltó el giro dramático. Pensé encontrarlo en los últimos renglones, con lo que de paso tendrías un final impactante. Si me acuerdo te escribo un comentario en el blog al respecto. Buena suerte.

    Mi relato es el #52

    Escrito el 21 septiembre 2018 a las 10:50
  8. 8. María Jesús dice:

    Hola Berto: Tu relato es fantástico, se ve que tienes un gran dominio del lenguaje bélico, se me ha hecho muy ameno. La segunda parte del mismo, mas tranquilo, da sentido al título del relato. La única pega los pequeños fallos narrativos que resultan un pequeño tropiezo en el transcurso de la lectura pero que no restan calidad a la historia.
    Un saludo.

    Escrito el 21 septiembre 2018 a las 14:26
  9. 9. M.L.Plaza dice:

    Hola Berto.
    Me ha gustado mucho tu relato histórico, aunque no me encajaba algo. Navegando por Internet he encontrado que no hubo conquista de Tlaxcala. Sus líderes pactaron con Cortés y se convirtieron en los grandes aliados de los españoles, que tampoco fueron tantos. Creo que la historia estaría mejor situada en Cholula o en el propio Tenochtitlan, pero tú eres el jefe.
    ¿Por qué escribes nuevo mundo en minúsculas?
    El primer nombre que se le dio,ya en el S.XVI, en España al girasol fue el de flor tornasol de las Indias. Creo que a tu protagonista le pega mucho más esa forma tan poética.
    Me ha encantado leer tu relato.
    Saludos

    Escrito el 24 septiembre 2018 a las 03:16
  10. 10. De Vuelto dice:

    Hola de nuevo. Intenté entrar al blog pero me dice que no tienes nada… ¿Será posible? No es solo el cuento de los girasoles: no encontré nada de nada.
    Volviendo al texto, en el aspecto formal, cuando usas la frase: “Las flechas caían empicado” ¿te refieres a que caían “en picado”?
    Respecto al final, alguna vez escuché que los buenos críticos te dicen qué tienes que arreglar, y los malos escritores cómo tienes que arreglarlo… Así que a riesgo de parecerlo, yo le agregaría un poco de magia y diría que dichas flores le rendían tributo al sol igual que los aborígenes y, para cerrar, puede sentirse incómodo en su presencia, como si lo estuvieran observando con odio. Tal vez es demasiado, pero me emocionó pensarlo así.

    Escrito el 25 septiembre 2018 a las 11:37
  11. 11. Berto dice:

    Gracías a todos, tomo nota de criticas y consejos. Intentaré mejorar en el próximo reto. “De Vuelto”, subo de nuevo el relato al blog, actualizado.
    Un saludo.

    Escrito el 26 septiembre 2018 a las 16:37

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