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Los girasoles - por Andrés Scribani

Parcialmente inmóviles por la malla que cubría parte de sus cuerpos, Britt y un desafortunado adversario cayeron en picada al vacío. En el piso, mientras intentaban liberarse, vieron el contorno a contraluz de aquel considerado el asesino más aterrador, “la muerte del abismo”.

Tal cómo lo describían las historias, las gotas expulsadas por su arma producían un sonido chirriante mientras calentaban a altas temperaturas el aire a su alrededor, el olor de los químicos nublaba los sentidos, la primera caricia del compuesto aumentaba las ansias por una muerte rápida, y, cuando tu cuerpo era alcanzado por la lluvia ácida comenzaba a bailar incontrolablemente al ritmo de las pequeñas explosiones que iban sucediendo en todos los puntos de contacto. Por suerte para Britt, solo fue alcanzado en dos de sus extremidades, pero pudo confirmar en primer plano cómo el cuerpo de su enemigo era consumido por los químicos.

El tiempo de recarga del arma de “la muerte del abismo” le abrió una ventana de escape para desenredarse, retomar el vuelo y alejarse lo antes posible de ese lugar. Ahora, herido y con poco control debido a las extremidades perdidas, Britt se encontraba volando a baja altitud, cuando de repente fue sorprendido. Un soldado lo detuvo para chequear su identidad y asistirlo.

—Gracias por hacerlos mis aliados y no enemigos —me indicó Britt sinceramente agradecido.

A poca distancia pudo observar a varios de estos soldados desguazando a un enemigo que los superaba en tamaño. Su exoesqueleto, reforzado como ningún otro, les permitía realizar proezas similares sin esfuerzo aparente. Luego de algunos minutos siendo atendido, Britt consiguió reanudar su viaje a las alturas.

En lo alto el Sol quemaba ese día más que ningún otro, parecía ser un presagio de su ya bastante evadido viaje al infierno. Acercándose a un grupo de compañeros, Britt se encontró de nuevo cara a cara con quien lo había atrapado más temprano, esta vez su enemigo era el que estaba en desventaja, rodeado e indefenso. De entre todos los presentes fue Britt quien, sin siquiera pensarlo, se abalanzó sobre el adversario. Mientras lo veía detenidamente a los ojos comenzó a atravesar una y otra vez su armadura hasta verlo perder el conocimiento.

El sonido de la marcha victoriosa del ejército aliado en tierra era incluso escuchado en lo alto. El número de los rivales en el aire había disminuido considerablemente. Todo indicaba una victoria total. Pronto Britt y los suyos podrían hacerse con el control del alimento y el territorio en disputa. Incluso el inclemente Sol parecía haber disminuido su intensidad…

—¡Espera!, no disminuyó su intensidad, mira más detenidamente —me dijo Britt mientras señalaba lo que coloqué en el cielo.

Realmente no era una nube convencional, era un enjambre de las abejas enemigas dispuestas a dar su vida para definitivamente apoderarse de los girasoles por los que se estaban enfrentando. Por la mente de Britt y el resto de los avispones solo pasaba ese pequeño momento de gloria que sintieron al saber que sus aliados, las hormigas, habían vencido en tierra a los aliados de las abejas, las arañas.

—Después de todo si me enviaste al infierno… —quiso concluir Britt antes de morir en el ataque kamikaze perpetrado por quienes conformaban la nube—. Al menos agradezco porque no me eliminaras con el escarabajo bombardero de esta mañana —finalizó.

Ahora, superados en número, los avispones no pudieron hacer más que intentar acabar con cuantas abejas se arrojaban sobre ellos mientras, inevitablemente, uno a uno iba muriendo. El campo de girasoles se inundó de pequeños destellos de luz generados por el reflejo del Sol en los miles de puñales que, en ese momento, los insectos apuntaban unos a otros. Luego de varias horas solo reinaba en el aire el zumbido de la especie victoriosa.

La guerra justo había llegado a su fin y era hora de que todos los vencedores de este conflicto disfrutaran su botín. Las abejas que sobrevivieron, en lo alto, consumían todo el precioso néctar que podían, mientras que las hormigas, en tierra, transportaban la mayoría de los cadáveres, que habían estado disputándose con las arañas, a sus colonias. Por su parte el escarabajo, siempre siguiendo sus propios intereses, se dedicaba a defender sus dominios y alimentarse de lo que se cruzara en su camino.

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6 comentarios

  1. 1. Laura dice:

    Hola Andr{es.
    Justo cuando estaba por abandonar tu relato porque se me hacía demasiado fantástico, develaste la identidad de los protagonistas.
    Interesante propuesta de la guerra por el girasol, te felicito por la creatividad desarrollada.
    Desde lo formal, me siento perdida con respecto al interlocutor al que habla Britt, que en principio puedo pensar que es el narrador de la historia, pero es también protagonista porque indicas algo que colocó en el cielo. ¿Qué era?
    Tal vez tu género no es lo mío, disculpa en ese caso. Lo que te señalo es con la mejor intención, desde un lector que tal vez no sea tu público. Tal vez las 750 palabras no te permitieron desarrollar adecuadamente todo lo que tenías para contar: la guerra, las armas, los aliados, etc.
    No obstante, mis saludos por el despliegue de imaginación con que nos regalas.
    Hasta la próxima propuesta.

    Escrito el 17 septiembre 2018 a las 11:49
  2. 2. Verónica R. dice:

    Hola, MUCHO GUSTO.
    Bueno jaja fue un muy interesante despliegue de imaginación, del que no estaba al tanto hasta mas de la mitad del relato. Me gusto mucho, me hizo acordar la película “bichos”, no se si la habrás visto. Me gusta la fantasía que desarrollaste, y como jugaste con las palabras. Puede que esa fantasía tan alejada de nuestra realidad le reste seriedad, pero no cualquiera se arriesga a algo tan diferente, y que haya diversidad en los relatos es lo que me llama en la lectura.
    Mi relato es el 158, me encantaría saber tu opinión.

    Escrito el 18 septiembre 2018 a las 01:04
  3. 3. Carolina Phillips dice:

    Hola! me ha parecido un muy buen relato, la originalidad de mirar las cosas desde una perspectiva diferente y hacerlo un giro efectivo para la lectora me ha resultado maravilloso.

    quizá el tener un giro así y además incluir el tópico del narrador-personaje omnipotente ha sido mucho para una historia tan corta.

    gracias por compartir! mi texto está en el 113 por si quieres pasar, saludos 😀

    Escrito el 19 septiembre 2018 a las 19:48
  4. 4. Ocitore dice:

    Hola, Andrés, me ha parecido muy bueno tu cuento, no sé por qué, al principio, tenía la impresión de que ibas a presentar un vídeo juego, pero después cambias a los coleópteros y la cosa se aclara. Un buen truco. Un abrazo y suerte.

    Escrito el 20 septiembre 2018 a las 14:39
  5. 5. Norelkis dice:

    ¡He aquí reportándome!

    Siendo sincera al inicio no entendía de qué iba el relato. Sin embargo luego comprendí que se trataba de la disputa por un campo de girasoles en el mundo de los insectos.

    Sólo noté un detalle, Laura también ha mencionado lo del objeto que colocaron en el cielo pero hay algo que no entiendo:

    “Incluso el inclemente Sol parecía haber disminuido su intensidad… ”
    “Realmente no era una nube convencional”

    En el primer párrafo hablas sobre que el Sol está más suave, sin embargo, me desconcierta al segundo párrafo porque nunca se mencionó que la razón por la que la luz del Sol disminuyó era porque estaba pasando una “nube”.

    Está bien escrito, bastante disparatado, aunque no era necesario el empleo del narrador en primera persona; muy bueno, es mi top 15 de los favoritos.

    Gracias por comentar mi relato anterior y el de éste mes, un abrazo y nos veremos en otro reto.

    Escrito el 20 septiembre 2018 a las 17:46
  6. 6. Stinkelgeneroso dice:

    Hola!
    Coincido con los compañeros. Al principio, el relato es un poco confuso y, hasta que no llegas a la mitad, no sabes de qué se trata ni quienes son los protagonistas. Ese fallo puede hacer que se pierda el interés en la historia.
    Hay oraciones mal construidas, como por ejemplo: “Mientras lo veía detenidamente a los ojos comenzó…” Estaría mejor dicho: “Mientras lo miraba detenidamente…”
    También faltan algunos signos de puntuación que hace la lectura más pesada.
    En cuanto el argumento, es interesante.
    Saludos.

    Escrito el 23 septiembre 2018 a las 18:19

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