"Todo el mundo era feliz hasta que..." - por MARIA RENE DONGO

Rodolfo se iba rumbo al trabajo cuando de pronto paró en seco su auto, sintió taquicardia, y se quedo como una estatua de hielo contemplando a una mujer que cruzaba la calzada llevando de la mano a un niño pequeño.
Jamás pensó que esta situación se podría presentar. El era un Agente Vendedor que vivía en el centro de la ciudad de Asuncion y justamente por su tipo de trabajo solía ausentarse entre 15 a 45 días varias veces al año. Este peculiar espacio de tiempo le dio la chance de tener una segunda familia en el interior del país donde residía.
Ni en sueños se hubiera imaginado que esa segunda mujer viniera a la capital y pudiera cruzarse con él.
A manera de consuelo repetía en silencio: esta duplicidad es muy común donde vivo y sin embargo se le hizo un drama cuando le toco vivirlo.
Llego a su trabajo abrumado, con la cabeza que le estallaba de preguntas y respuestas. No se podía concentrar en nada. Uno de sus compañeros y quizá uno de los pocos amigos en quien podía confiar se dio cuenta de su nerviosismo; se le acerco y le pregunto: Que te pasa ? Te sientes mal?
Con una voz que apenas se le escuchaba, Rodolfo le respondió: Tengo que comentarte algo muy delicado que estoy pasando. Búscame a la hora que salimos para almorzar.
Las horas que faltaban para reunirse con su amigo y compañero de trabajo se le hicieron infinitamente largas; mientras tanto hizo como pudo las llamadas y el envío de propuestas que tenía pendientes.
Llego la tan ansiada hora de almorzar y Rodolfo se reunió con su amigo a quien miro como si fuera su tabla de salvación en el mar de confusiones y temores en que se encontraba.
A grandes rasgos le comento los detalles de su doble vida y le recalco: Todo el mundo era feliz hasta que hoy, mi vida dio un vuelco de 90º.
Casi llorando le conto al detalle que en uno de sus viajes al interior, conoció a una hermosa joven de la cual se enamoro perdidamente, la cortejo unos meses y hace 4 años se caso con ella en una sencilla ceremonia. Al año de esa unión su nueva pareja se embarazo y dio a luz un precioso niño.
Paralelamente él siguió viviendo con la mujer que era su esposa desde hacía 15 años y también con sus dos hijos de 11 y 8 años respectivamente.
Hasta el día de hoy vivió su duplicada vida sin pensar jamás que esta situación podría cambiar tan drásticamente como sucedió hoy.