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El Planeta Mágico - por Sophie
—Aquí Alpha, llamando a Omega. Omega ¿Me recibes?
—Aquí Omega. Te recibo correctamente, Alpha. ¿Qué ocurre?
—Observo en el monitor, que en el brazo de Orión, de la Vía Láctea, un pequeño planeta casi ha perdido su brillo.
—¡Tranquila, Alpha! se nota que eres nueva en esta función. Hace tiempo que aquel bello y atrayente planeta dejó de ser lo que fue.
—Omega, siento curiosidad por visitarlo ¿Hay algún inconveniente?
—Ninguno, Alpha. Dirijamos nuestras naves hacia él.
—Omega, esto es muy extraño. El planeta conserva cierto encanto, pero sus
habitantes parecen robots, la mayoría lleva en la mano un pequeño aparato, caminan deprisa, miran mucho pero parecen no ver nada y, aunque a veces ríen a carcajadas, su sonrisa interior parece congelada.
—Alpha, vamos a preguntarle al anciano que está sentado en el banco. Percibo que es ciego, por tanto no se extrañará que le hablen dos seres incorpóreos y, con la sabiduría que dan los años, tal vez él pueda explicarnos la historia de este curioso lugar.
El anciano, tras responder al saludo, no puso objeción alguna en narrar lo que sus antepasados le habían contado.
***
Al parecer, en este planeta, hace muchos muchos años vivían unos seres mágicos que trabajaban con entusiasmo por los demás, justo cuando las estrellas y la luna hacían su aparición.
Una noche, mientras realizaban su trabajo, empezó a soplar un viento huracanado. Ellos dejaron sus tareas y esperaron ¡algo estaba ocurriendo! Entonces el Gran viento habló y dijo: "Queridos amigos, hacéis una gran labor, pero nadie la valora ni agradece. Ha llegado el momento de partir a otro lugar, donde vuestra ayuda también es necesaria".
Acabado su trabajo y cuando todavía brillaba la luna, salieron del planeta hacia un lugar muy lejano al que solo se puede acceder a través del silencio.
Todo el mundo era feliz hasta que aquello ocurrió, pero, al faltar la ayuda e inspiración de aquellos fantásticos seres, el llamado “Planeta Mágico”, poco a poco se convirtió en un caos.
Al observar aquella confusión, seres que provenían de lugares tenebrosos decidieron sacar provecho, mediante una idea que pusieron en acción.
Para empezar, prometieron que ellos pondrían orden y que modernizarían el planeta con máquinas que facilitarían el trabajo.
Todos creyeron en sus promesas y pusieron en ellos su confianza. Comprobaron que, efectivamente, las máquinas contribuían a que su vida fuera más placentera, pero pasaron por alto que aquellos aparatos se volvieron imprescindibles y se fue perdiendo:
* La capacidad de realizar mentalmente las operaciones más simples.
* La costumbre de hablar mirándose a los ojos para constatar lo que dicen las palabras.
* El hábito de reunirse en familia por el simple placer de disfrutar de su compañía y para contar historias. Ahora, muchos se ven y se hablan a través de máquinas.
* El placer por la lectura ya ni se recuerda. La vista escanea fijándose en las formas, sin acceder a la esencia contenida en las palabras.
* El bullicio de los niños jugando en las calles, pues a muy temprana edad ya se conectan y su aspiración más elevada es ser famoso y vivir sin trabajar.
* El respeto a los seres vivos y al medio ambiente.
* También olvidaron que tenían vida interior y, actualmente, la gran mayoría, solo se mueve por impulsos externos y por interés.
Los seres que provenían de las tinieblas consiguieron su objetivo y este bello planeta fue perdiendo la capacidad de atracción que lo caracterizaba, para convertirse en un enjambre de seres manipulados, buscando un mito o una máquina a quien adorar.
También contaban mis antepasados que el Gran Viento no ha perdido la esperanza y sigue esperando que un día nos demos cuenta del error y comprendamos que el respeto, la solidaridad y la colaboración pueden devolver a este planeta su esplendor.
***
Cuando el anciano concluyó, una lágrima resbalaba por su mejilla. Alpha y Omega, pese a estar absortas en el relato, percibieron el detalle y, emocionadas, envolvieron con su energía a aquel ser tan especial y, a su manera, le ovacionaron.
Hola Sophie,
Emotivo relato. Al principio pensé que se trataba del planeta Tierra y que los dispositivos eran los móviles, pero no acabas de aclararlo, eso me dejó algo confuso. Tampoco entiendo el símil del “Gran Viento”. ¿se supone que es una divinidad?
Por lo demás, bien estructurado, no veo ninguna pega.
Veo que participas en el reto opcional, pero debías acabar poniendo la palabra “aplausos” y no lo haces… supongo que es difícil que esos seres de energía aplaudan, jeje… Pero a mi me vale con la ovación.
Un saludo.
Hola, Pulp. Gracias por tu comentario.
Creo que tu intuición te llevó por buen camino…
Sobre el Gran Viento, cada cual puede imaginar lo que quiera, incluso el clamor de todos los que deseamos un mundo menos manipulado, más humano, más justo y mejor.
No entiendo que se deba acabar con la palabra aplausos, sino que el reto debe terminar con aplausos, que es distinto. Ovación, como sabes, es un sinónimo de aplauso.
Te envío otro saludo.
Tienes razón, Pulp. Lo he vuelto a leer y creo que lo interpreté mal, pese a ello, el escrito termina aplaudiendo. Jeje.
Gracias de nuevo.
Sophie, tu relato es increíble. Me ha dejado con la boca abierta la perspectiva con la que describes nuestra sociedad de hoy y como lentamente perdió su brillo, rematándolo al final con un poderoso mensaje sobre la esperanza de que vuelva a ser un planeta mágico. Hace un tiempo que leo tus relatos, y este es una gran superación a mi parecer. Sigue así, saludos!!
hola Sophie, me encantó tu escrito. Supiste darle vida a un tema que empieza a interesar mucho hoy en día. ¿Habrá algún planeta en el universo en el que podamos vivir porque el que tenemos nos lo estamos acabando?
Me gustó la forma de sacar información: primero buscas a un ciego con quien hablar sin despertar suspicacias pues tu esencia incorpórea el no la nota. Muy ingeniosa.
Al final yo hubiera puesto aplausos. con energía se pueden hacer muchas cosas.
Te felicito y nos leemos Soy el ultimo en la lista.
Gracias, Lucy y Osvaldo, por vuestros comentarios.
Me alegra que hayáis comprendido de qué planeta hablo.
La esperanza nunca hay que perderla, Lucy.
En cuanto a lo de los aplausos, tienes razón, Osvaldo, también me lo dijo Pulp.
Abrazos a repartir.
Hola Sophie:
Me he dado una vuelta por tu blog para curiosear tu perfil y, casualidades, la localización de mi relato está pensada en una comarca de Aragón y el del mes pasado en Cataluña. El primero es una invención, el segundo una realidad.
Entrando en el fondo, cada vez que pendamos en el futuro, lo vemos negro. El problema de los humanos: mirar sin ver, oír sin escuchar, carcajadas falsas… Pinta un futuro oscuro y así lo has reflejado bien. Lo de vivir sin trabajar y que se ocupen las máquinas no me parece tan malo, sobre todo si se las puede controlar. Hay trabajos que no deberían siquiera existir. Menos trabajo y más cultura, más bienestar, más relaciones personales. Todo lo que apuntas que se ha perdido.
Lo de partir a otro lugar muy lejano supongo que se trata de una metáfora, pero no acabo de pillarlo. Además, después de partir “el llamado “Planeta Mágico”, poco a poco se convirtió en un caos.” Por lo que, parece, que permanecen ahí. Los nombres de las viajeras (principio y fin) no tengo claro si tienen una significación especial, si va más allá de una coincidencia.
En cuanto a la forma, la narración del anciano me ha parecido extraña. Se trata de un narrador en primera persona que cuenta sus vivencias, por eso el asterisco que empleas para enumerar la degradación del planeta no lo veo correcto. Hasta las 750 palabras tienes bastante espacio para poder contar lo que dice el anciano para no hacerlo como una lista. Tampoco los tres asteriscos para diferenciar cuando habla el anciano los veo necesarios. Ya se dice que el anciano narra y cuando el anciano concluyó, por lo que no hay despiste. Tal vez unas comillas latinas («») de inicio y final de diálogo podían ir bien.
“Gran viento”: Gran Viento.
El reto opcional era “aplausos/aplauso”, Una ovación efectivamente es lo mismo, pero no cumple el reto aunque el significado sea el mismo, lo cual no tiene ninguna importancia, pero si hubiera sido el reto principal, no te lo habrían aceptado. Ya sabes, las máquinas son así.
Como conclusión, un buen relato para reflexionar.
Ha sido un placer leerte.
Hola, tu relato me ha gustado mucho, lo considero un gran mensaje. Comparto la observación de Isan en cuanto haber enlistado, por lo demás muy bien. Lo he disfrutado.
Buenas tardes Sophie: Me ha gustado mucho tu relato.
Has sido muy valiente al escribir sobre un tema que a todos los actuales vivientes nos aterroriza. Vemos cotidianamente los puntos que enumeras, pero no hacemos nada. Tú si lo has hecho. Enhorabuena.
Un saludo, Menta
Hola, Isan.
En primer lugar agradecer tu generoso comentario.
En cuanto a la forma, tomo nota de todo; considero que tienes razón y lo corregiré en cuanto pueda, para publicarlo en mi blog.
Respecto al fondo,como bien dices, es una metáfora o al menos intentaba serlo. El Planeta Mágico no se mueve del lugar, solo pierde su brillo y se convierte en un caos, porque falta la ayuda e inspiración de ciertos seres invisibles que son los que se van. Cada cual puede imaginar lo que quiera: falta de valores, falta de vida interior, etc. El momento de confusión es aprovechado por seres manipuladores que entran en acción. Como dice el refrán: “A río revuelto ganancia de pescadores”. Que la sociedad está manipulada hasta la médula, es un hecho, por desgracia, muy evidente.
En cuanto a los nombres, están puestos ahí porque me pareció que encajaban bien, pues todo tiene un principio y un fin y aquí estoy hablando o pretendo hablar de un posible triste final llegado, no a través de la evolución, sino de la degradación. El Gran Viento, como ya dije, también puede ser entendido como el clamor de los aspiramos a un mundo más humano y mejor.
Gracias de nuevo por tu comentario.
Saludos
Gracias, Héctor y Menta por vuestros comentarios.
Sí, pretende ser un mensaje, porque siento tristeza al ver la realidad que nos envuelve. Somos como marionetas en manos de los que mueven los hilos. Pero no perdamos la esperanza y colaboremos por un mundo más justo y mejor….
Saludos
Hola Sophie.
Gracias por dejar tu comentario.
Tu mensaje se comprende muy bien, muy buena la figura del anciano.
Creo que el inicio, donde son sòlo dos los interlocutores, con nombrarlos sòlo la primera vez ya sería suficiente.
Coincido con Isan en la forma de indicar lo que dice el anciano, es algo raro que espontàneamente se haga semejante enumeraciòn, sin idas y vueltas.
Tambièn pensè en los móviles como aparatos en las manos.
Me ha gustado en especial lo de la vida interior.
Mis saludos.
Hola, Laura.
Gracias por tu comentario.
A la vida interior hago referencia más de una vez. Cuando se marchan los “seres ivisibles” a los que ahora solo se puede acceder a través del silencio…
Tienes razón con lo de no repetir los nombres de Alpha y Omega.
Me hace ilusión que te guste lo de la vida interior.
Nos seguiremos leyendo
Saludos
Hola Sophie:
Tenía ganas de pasarme por tu relato, me gusta tu manera de escribir Y expresarte.
Te felicito por tu historia, muy atrevida y valiente.
Da mucha pena ver como ha evolucionado nuestro planeta perdiendo las convicciones interiores de cada uno, los valores verdaderos de la persona, como nos dejamos llevar tan fácilmente por lo material y no le damos importancia al interior.
De los fallos formales ya te han comentado los compañeros , así que no entro en el tema.
Te seguiré leyendo.
Buenas noches Sophie: Me da lo mismo que los seres aplaudiesen u ovacionasen, pienso que estos pudieran provenir de unos planetas que no son otra cosa que nuestro mundo interior, la insatisfacción cuando como sociedad nos auto-evaluamos. Hay algo de nosotros mismos que no nos gusta y lo denunciamos…Esa lágrima que bien puede significar: ¿Cómo hemos llegado a esto?.
Me gustan las historias en las que no queda todo dicho, aquellas que te permiten fantasear, como cuando te despiertas a medio sueño y tratas de buscar un final satisfactorio. Felicidades.
Hola Sophie
Un trabajo dentro del,género didáctico con moraleja más o menos difuminada que cubre las expectativas del género. Mensaje difuso y abierto en un aporte de lenguaje cuidado y apropiado a la exposición.
En suma, cubre las expectativas de una forma limpia e impecable, aunque a costa de frescura.
Gracias por el aporte
Gracias, Luigi y gracias al resto de compañeros por vuestro tiempo y vuestras palabras.