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Existencias comprometidas - por Osvaldo M. Vela
Aquel joven, soñador y con una mente que le seguía el juego, se afanaba en acomodar el equipaje del transporte rural. Mientras cumplía sus labores, un montón de maletas llamaron su atención, pero más, una valija pequeña de color rosa elegante. La bella pieza le sugería, el acomodar las más voluminosas abajo y la pequeña encima de ellas. Al asir la manija del maletín, unas manos de palmas tibias y suaves se posaron sobre la suya.
—Este, por favor acomódalo con cuidado; es mío.
La caricia encendió una visión: antes de posar su vista en la interlocutora veía a la dueña de aquellas manos; una jovencita no mayor de quince. Una cara preciosa se le reveló con lucidez: al tenerla enfrente, era la misma de su augurio. No entendía lo que pasaba.
—Me llamo Angélica, soy de Villa Unión.
—Yo me llamo Inocencio, soy de aquí de Muzquiz. Despreocúpate, yo me encargo.
Ella, liberada de su equipaje, se volvió hacia los suyos. Inocencio interrumpió su trabajo para observar al grupo. Pareciera que todo el mundo era feliz hasta que una nueva visión mostró el rostro del que sin duda era el jefe de familia. El semblante del hombre era adusto, como reclamándole “cuidado con mi hija”. Evitó sostenerle la mirada. A los pocos minutos el transporte partía.
Inocencio tras los ventanales vio cruzar el camión. Desde la tercera ventanilla, una mano exquisita ondeaba un saludo de despedida. De nuevo otro golpe a su conciencia. Solo que ahora visualizaba una iglesia que no conocía, frente a un altar y ante un párroco en espera. Chencho, como le decían, se podía ver sosteniendo aquella mano y ajustándole una argolla en su dedo anular.
Cerró sus ojos para grabar aquel momento y decidió que era tiempo de hablar con el viejo Tomás; ermitaño que vivía en el rancho de su abuelo Manuel. Él era el único que le podría explicar lo que le pasaba.
El viejo, meciéndose en un sillón de su cabaña, lo vio venir; su rostro se iluminó. Por fin, su convenio de vida se consumaba: Larga espera fue la suya.
—Hola muchacho te esperaba: ya me tocó despedir a tu abuelo, también guié a tu madre por el camino que le tocaba y ahora es mi turno de decir adiós.
—Sí, pero antes explícame el porqué de unas visiones que tuve.
Sin preámbulo alguno y sin omitir detalle, Inocencio se explayó en contarle las iluminaciones que percibiera.
—Para que las entiendas debo decirte que, antes de venir a este mundo, ya sabemos lo que nos va a tocar vivir. Pactamos el regreso con la nueva existencia para que nos conceda volver. Cuando niño, me cuestionaste el por qué vivía solo. La respuesta fue: “esta es la vida que yo escogí. Antes de decidir, en el mundo etéreo entre vida y vida, me sentí atraído por ayudar a los miembros de tu familia”.
—No lo olvido, pero también dijiste que al llegar a tu nueva vida los recuerdos anteriores se borran sin embargo, tú los tienes presentes.
—No los recuerdo. Solo que, al igual que a ti, mi compromiso se fue mostrando entre sueños y visiones.
—Entonces, ¿qué debo hacer?
—Búscala. Sabes donde vive, preguntando se llega a Roma. Cuando la encuentres te darás cuenta que ella te espera. Compartirán entre ustedes un mismo escenario. Dispútalo ante quien sea, pero consíguelo. Ese es tu destino.
—¿Y si no voy?
—Tu compromiso no se cumplirá, vivirán otras vidas pero sin la felicidad que les está reservada.
Al siguiente domingo temprano Inocencio abordó el mismo transporte a Villa Unión. Al llegar, el camión se detuvo en la plaza del pueblo. Lo primero que vio fue la iglesia desconocida. Los feligreses salían de misa de once. Algo lo llevó a buscar el flujo de gente en contra. No tardó mucho en toparse con la mirada de Angélica. Como le dijera el viejo Tomás, ella lo esperaba.
Aunque, un personaje con cara de pocos amigos le acechaba con encono, Chencho no pudo evitar tomarla de las manos, y al mirar dentro de aquellos ojos profundos que buscaban los suyos, una alucinación muy de ellos les aconteció. En ella, recitaron el yo Angélica y el yo Inocencio. Al terminar, aquel nexo de amor, el escenario se llenó de un ruido que henchía sus corazones. Ambos rostros buscaron las alturas. Los moradores del cielo, con júbilo y algarabía celebraban aquella unión. Y, el ruido que escuchaban era; de los ángeles, sus aplausos.
Hola Osvaldo,
Seré el primero en comentar el relato que cierra la lista de textos del mes.
Te diré que es el texto mås romántico de tu panoplia de relatos sobre historias del pasado, narradas con gran colorido ambiental, mucho sentimiento y cierta nostalgia.
Bonito cuento del bondadoso y soñador Chencho que descubre su destino, a través del ermitaño. Resulta que ha pactado su trayectoria para esta vida antes de entrar a este mundo. Buena reflexión filosófica sobre la gran pregunta: ¿Pars qué vinimos a este mundo?
Escrito con sencillez y mucha emotividad, se lee con gusto. Buen trabajo, Osvaldo.
Un abrazo
Hola Osvaldo:
Primera vez que te ha tocado ese puesto, pero los últimos son los primeros que se leen y más aún esperando la calidad a la que nos has acostumbrado. Mucho sentimiento que ya va siendo parte de tu estilo y escrito de la manera ágil y atrapante que usas.
Siempre es grato leerte porque eso debimos haber escogido antes de venir a esta vida.
Un abrazo.
Hola Roger, como escritores nos volvemos cuestionantes del porqué de la vida. Para que venimos a una existencia como esta. Y buscando resultan unas historias llenas de amores comprometidos.
Agradezco tu visita.
Gracias Luis, una de las preguntas mas comunes que recibimos al presentar un libro es que de donde nace la inquietud de escribir.
La intención de mi texto dar fe, que desde que venimos al mundo, llegamos con los amores comprometidos; entre ellos el amor por la escritura.
algunos tardamos en darnos cuenta pero el amor florece.
saludos.
Tu visita, dio al clavo con lo que quería comunicar: Agradecido de mil maneras.
Hola Osvaldo, primero agradecer tu visita a mi texto y tu generoso comentario sobre él.
Te cuento que tu participación de este mes ha sido el primero de los textos que he venido a leer y comentar. Me parece que está muy bien escrito, es una historia atrayente y contiene una explicación de la vida sobre la que muchas veces he reflexionado. Yo coincido en pensar que nuestra consciencia conoce en forma anticipada ciertos acontecimientos, es como si ya supiéramos lo que va a ocurrir en nuestras vidas. Me gustó mucho ese enfoque en esa historia de amor que narras muy bien.
¡Qué bueno es leerte Osvaldo!
Un abrazo.
Hola, Osvaldo.
En primer lugar,gracias por visitarme y por tu comentario. Por cierto, ya te tenía localizado. Jeje
¿Qué puedo decir sobre el relato? No voy a hablar de romanticismo, aunque sea una historia romántica; para mí son mucho más importantes las “pinceladas de filosofía de vida”, con las que das color a tu cuadro. Sabes de lo que hablo. Me encanta encontrar relatos así. Te felicito
Un abrazo
Buenas, Osvaldo.
Una manera original de escribir una historia de amor. Me ha gustado, aunque hay algunos errores de puntuación, como por ejemplo: “—Hola muchacho te esperaba”. El muchacho tendría que ir entre comas.
Nos leemos.
Un saludo.
Hola Osvaldo.
Hermoso relato que combina a la perfección el sentir de un amor romántico, con el pensar filosófico de la existencia de cada ser humano.
Si realmente pactamos el regreso, escogiendo nuestra vida aquí… muchos andamos perdidos. Espero que en ese pacto existan cláusulas que concedan equivocaciones y desvíos. O por lo menos, que nos faciliten una copia del pacto, para recordarlo y tenerlo presente.
Porque según se deduce, la felicidad es el precio por no cumplir y, me parece excesivo.
Un placer leerte.
Saludos.
Hola Osvaldo.
Vaya, esta vez te has adelantado a la hora de las visitas.
Tu relato me ha encantado. Me costò un poco entender que Chencho era Inocencio, pero ya està.
Lindo relato con un trasfondo màs que interesante de las vidas pasadas y nuestra misiòn en la tierra.
No encontramos el pròximo mes.
hola Leonardo, nada me dio mas gusto que verte participar nuevamente en Literautas. aunque no te había echado de menos tanto porque mes por mes te pasabas a comentar mi texto.
Esta historia nació de un sueño que tuve con un personaje de mi niñez de nombre Don “Chonito”. En el sueño él se presentó como una alma vieja que había tenido mas vidas que lunas llenas tiene una década. lo demás ya lo leíste: solo le cambié el nombre por el personaje de la obra “La cabaña del tío Tom”.
Gracias por tu visita.
Hola Sophie, agradezco tu paso por mi texto. Me da gusto que hayas visto lo que quise comunicar. las pinceladas de filosofía de cualquier vida me levantan el animo.
Gracias.
No es la primera vez que te leo y disfruto mucho hacerlo. Perfecta combinación de romanticismo y realismo mágico. Eres un literuta genial.
IreneR gracias por tu visita. Agradezco la corrección que me haces notar, ya lo corregí en mi laptop.
Que bueno que el escrito te gustó. ya pasé por tu escrito para dejar mi contribución a tu trabajo.
Saludos.
Hola Alma. agradezco tu comentario a mi texto. Como me tocó el ultimo texto, no tenía a quien comentar. así es que decidí buscar a alguien cerca, Por eso es que escogí tu nombre y lo plasme en mi listado de visitas. para mi sorpresa me encontré tu comentario. Ya estábamos predestinados a comentarnos desde la otra vida.
En cuanto al castigo que mencionas ya lo tenía plasmado en el escrito original solo que termine con novecientas palabras y tuve que recortarlo. ” Si no vas, no pasa nada. Tu compromiso no se cumplirá y cada quien vivirá otra vida. Pero esta será sin la felicidad que ambos pactaron y que les está reservada”.
Gracias y saludos.
Hola Osvaldo. Me ha gustado tu texto, es ,limpio, de un romanticismo que no debemos dejar caer en el olvido. Pero diferencio dos partes, la primera, que no me ha gustado mucho, es el principio, que está lleno de adjetivos que le quitan frescura al texto. Y la segunda parte, desde que habla con elermitaño, que tiene más acción, menos descripciones. Enhorabuena, nos seguiremos leyendo. Un saludo.
Hola, un texto muy romántico y reflexivo. A mí no me convence eso del destino, hasta me agobia un poco, prefiero pensar que nuestro camino es el que hacemos con nuestras decisiones (malas y buenas) y que no hay nada previsto.
Me ha llamado la atención el pueblo de Musquiz, ¿existe de verdad? Aquí hay uno que se llama Muskiz.
Un saludo,
Luna
Hola Laura, tu visita de cada mes es como una caricia al sentir de mi intelecto. Tus buenas vibras me llegan.
E los pueblos de norte de México, existe la creencia que al morir, nuestra energía vaga hasta encontrar una nueva existencia. Esto es en lo que basó mi texto.A esa energia se le conoce como anima o alma vieja. Créeme, si se aprovecha esta creencia,los resultados son buenos relatos.
Hola Héctor, gracias por tu visita y por la forma de otorgarme buenas vibras.
Gracias.
Hola Osvaldo:
La primera frase me ha encantado. Además de elegante, nos dice de quién se trata y a qué se dedica.
Qué voy a decir de un relato tan poético, tan romántico, tan bien trabado y con un estilo tan elegante. El que siempre nos regalas, pero creo que en este te has superado. Lo que le pasó a Chencho supongo que algo tendrá que ver con que a su pueblo Múzquiz lo nombraran “Pueblo Mágico.
Por unos momentos pensé que ese jefe de familia tan mal encarado iba a hacer de las suyas.
Te comento un par de cosillas que yo cambiaría. Luego tú decides.
“…pero más, una valija pequeña de color rosa elegante. La bella
pieza le sugería, el acomodar las más voluminosas abajo y la pequeña encima de ellas.” En estas frases hay dos comas que yo suprimiría.
“los recuerdos anteriores se borran sin embargo, tú los tienes presentes.” En esta frase la coma la pondría después de borran.
Como siempre, es un placer leerte. He disfrutado de tu rica prosa y espero seguir haciéndolo.
Un abrazo..
Isan gracias por tu visita y por tu aportación. Ya redistribuí palabras y así quedo:
Aquel joven, soñador y dueño de una mente que le seguía el juego, se afanaba en acomodar el equipaje del transporte rural. Mientras cumplía sus labores, un montón de maletas llamaron su atención, pero más, una valija de color rosa elegante. La bella pieza le sugería, el acomodar las más voluminosas abajo y la pequeña encima de ellas.
Al querer asir la manija del maletín, unas manos de palmas tibias y suaves se posaron sobre la suya. Aquella caricia encendió una visión: antes de posar su vista en la dueña de aquellas manos, veía a una jovencita no mayor de quince. Una cara preciosa se le reveló con lucidez: al tenerla frente a sus ojos, era la misma de su augurio. No entendía lo que pasaba.
—Este, por favor acomódalo con cuidado; es mío.
Al escuchar su voz, el corazón del muchacho dio un vuelco debido a las mariposas que se adueñaban de sus entrañas.
y oro quedo así:—No lo olvido, pero también dijiste que al llegar a tu nueva vida los recuerdos anteriores se borran. Sin embargo, tú los tienes presentes.
agradecido. Y saludos.
Hola Miguel. Gracias por tu visita y por tus sugerencias para mejorar el texto, hice algunos cambios a la primera parte y aparecen arriba en el comentario 20.
saludos.
Hola Luna Paniagua, el pueblo si existe. En este año, acaba de ser declarado como pueblo mágico y esta a orillas de la Sierra Madre Oriental en el Estado de Coahuila, México.
En cuestión de las vidas puedo ser escéptico al igual que tú. Solo que tuve un sueño con un personaje de mi niñez a quien nunca volví a ver. De los parámetros de vida en ese sueño, evoluciona la historia de este mes.
Gracias.
Buenas noches Osvaldo Vela:
Me ha gustado mucho el enfoque que has dado a este amor romántico, que se buscan hasta encontrarse.
He envidiado a Chencho por tener al viejo Tomás que le aclara el significado de sus visiones y le empuja a completar su destino.
Tienes razón, estos amores predestinados dan mucho juego para escribir. Anoto tu sugerencia.
Enhorabuena por tu escrito. Un saludo, Menta
Hola Osvaldo:
Yo he visto en tu historia el típico flechazo, como decimos por aquí. No todo el mundo se enamora de la misma forma, ni tan siquiera las personas queremos de la misma manera.
Claro que tú le has dado ese toque “mágico”, que a mí me encanta y tan propio de los escritores de tu país, con la presencia del ermitaño y las visiones del propio Chencho.
Un relato interesante, ameno, bien escrito en donde lo que más llama la atención es precisamente el aspecto “sobrenatural” que lo envuelve.
Me ha gustado leerte, Osvaldo
Un saludo
Hola Menta, rojo de vergüenza por lo acontecido, te doy las gracias por el comentario que dejas donde resaltas las cosas importantes del texto. las buenas vibras viniendo de ti siempre las guardo en un rinconcito del corazón.
En cuanto el error que cometí en tu texto, no entiendo como nadie vio los extraterrestres que estaban ahí. Ellos se movían a sus anchas entre terremotos, bebidas y buscando a Latrocina. esos cuatro gladiadores con esos físicos solo pueden ser de otras latitudes y lo bronceado de su piel de las galaxias que visitaban.
Ahora si me disculpo. tenía que encontrar una razón.
Nos leemos.
Hola Marazul, tu visita como siempre, me proporciona unas vibras tan positivas que las recibo encantado. Estas, son alimento para mi escritura.
El flechazo como lo llamas fue una iluminación igual de certera, dio en el corazón de ambos. Puntería venida de otra dimensión.
Hay veces que escuchamos la expresión, “que bonita pareja; están hechos el uno para el otro”. Esa aseveración fue el propósito de mi comunicar. Solo que nunca nos ponemos a pensar ¿de donde nació esa frase? Es bonito el aprender de uno mismo al escribir, sin saber a ciencia cierta de donde vienen esas enseñanzas. Yo, tan solo se que llegan a través de un personaje: me siento bendecido.
saludos y no leeremos el próximo mes.
Saludos Osvaldo:
Solo puedo felicitarte y darte las gracias. Leerte es como asistir a una clase donde aprendo a escribir.
Sabes, tu relato me llevó muuucho tiempo atrás (50). Vivia en un lugar que se contaban historias de reencarnación y misiones inconclusas. Me encanto tu narración. Exito!
hola Karian. Estoy de acuerdo contigo que en aquellos años, las “animas” y las “almas viejas” andaban de boca en boca de los pobladores de rancherías y caseríos. Era un tema muy popular.
Agradezco tu visita
Saludos y nos leemos.
Hola Osvaldo: Como te ha dicho Karía, leerte es un placer y una inyección de moral. Yo quiero escribir como tu. Todos los meses paso a leerte y este no iba a ser menos.
Tu relato después de lo dicho poco más se puede añadir. Perfecto, bien llevado, fantástico final.
Saludos. Nos leemos
Hola Angel, gracias por tu comentario. ya pase mi visita al tuyo, en el cual por un error mi nombre incluye la mitad de tu texto
Hola Osvaldo
Ante todo te diré que es de agradecer que el “último” visite al “primero”!!
He disfrutado con la lectura aunque en verdad soy algo escéptica con todo eso del destino y los videntes pero en la literatura no me desagrada.
Nos leemos, un abrazo
Osvaldo. ¡Qué bello cuento!
Felicitaciones.
Ningún mejorable después de lo de Isan. Me encantó.
Un placer leerte.
Gracias por tu visita a mi texto Paola. Muchas veces,
al escribir, la trama te va llevando por caminos no muy veraces, pero sí, poéticos. Nos leemos.
Charola, siempre agradecido por tu visita. Ya pasé por tu texto y trate de contribuir con mi granito de arena y de apoyo.
saludos
Nos seguimos leyendo
Hola
Gracias por pasarte un rato por mi cuento
Tu cuento es muy bueno e interesante, creo que es una buena historia de amor y llena de romanticismo.
El final, en el último párrafo, sin embargo, me hizo creer que los enamorados murieron y fueron al cielo. Pero supongo que solo es una metáfora.
Un saludo
Hola Osvaldo Vela,
Ha sido un placer Leerte. Muy Bella la historia de amor. Como siempre, bien hilvanado, y me atrapó desde el inicio. Las tonterias por mejorar ya lo han comentado mis predecesores.
Un abrazo
Hola, osvaldo. Gracias por tu visita y amable comentario. Te me quedaste en el fondo del cajón de respuestas pendientes. Un relato muy bonito, lleno de luz y esperanza. La construcción es pulcra y elegante y logras un ambiente de inocente serenidad.
Moverse en busca de los sueños es la garantía del encuentro.
Hola, Osvaldo
Tu escritura refleja una prosa poética. Describes el sentir del protagonista, Inocencio, mediante un narrador equisciente bien definido que nos muestra los sentimientos de Inocencio. Pero, además, este narrador poeta se atreve a introducir sus visiones como si se trataran de realidades mágicas. Quién no ha percibido alguna vez esa otra dimensión más allá de los cinco sentidos cuando nos dejamos llevar por la imaginación. Si queremos, por qué no cruzar a esa otra realidad, en literatura todo es posible. Bien hecho, Osvaldo.
Sugerencias:
* “una valija pequeña de color rosa elegante”: ¿existe el color rosa elegante? A lo mejor es un tono con nombre propio, también hay rosa palo, rosa chicle… Pero si califica a valija, pondría una coma antes.
* ” La bella pieza le sugería, el acomodar las más voluminosas abajo y la pequeña encima de ellas”: quitaría la coma detrás de “sugería” y pondría después de la “pequeña” una coma (se coloca una coma porque omites el verbo “acomodar” para no repetirlo, y en estos casos se coloca una coma).
* “Este, por favor acomódalo con cuidado”: una coma después de “por favor”, como si fuera un inciso, date cuenta de que el sujeto es “Este” y como lo has puesto estarías separando sujeto de su verbo (“coma asesina”).
* “me cuestionaste el por qué vivía solo”: el porqué se convierte en sustantivo con el artículo determinado “el” y se escribe junto y con acento, lo habías puesto perfectamente en otra frase anterior…
* ” Sabes donde vive”: “dónde” acentuado, es interrogativo indirecto.
* ” Al siguiente domingo temprano Inocencio abordó”: Lo pondría así: ” Al siguiente domingo, temprano, Inocencio abordó.
* “Los moradores del cielo, con júbilo y algarabía celebraban aquella unión”: pondría una coma después de “algarabía”, para cerrar inciso y porque la coma detrás del “cielo” sería “asesina”, el mismo caso que mi segunda “sugerencia”.
Un cordial saludo y encantada de volver a leerte.
Hola Osvaldo:
Gracias por pasarte por mi relato y comentarlo, como siempre, tan amablemente.
A devolverte la visita llego un poco tarde, pero debo decirte que tu relato me ha encantado. Así como las pinceladas “filosóficas espiritualistas” que trasmites en cada respuesta a los comentarios de los compañeros.
Tuve oportunidad, hace algún tiempo, de leer el “Libro de los espíritus” de Allan Kardec, que contiene los principios de la doctrina espírita, y de tener contacto con personas practicantes de esa doctrina, en algunos países considerada como religión.
Por eso veo un gran paralelismo entre las “almas viejas” que comentas y la teoría de los espíritus vagarosos que deambulan por esos mundos etéreos tratando de perfeccionarse haciendo el bien a las personas que aman. Según esas teorías, los espíritus perfectos, vivirán la vida eterna, disfrutando de Dios.
Con relación a la parte formal y sin tratar de desmerecer un ápice tu historia, me permito opinar con el mayor respeto, acerca del uso de la palabra “ermitaño”. O bien cambiaria el lugar donde vive, en su cabaña, el viejo Tomás.
“Ermitaño/ña”
1. m. y f. Persona que vive en soledad. U. t. c. adj.
2. m. y f. Persona que vive en una ermita y cuida de ella.
Por lo demás me reitero en todas las críticas positivas que te han hecho los compañeros.
Felicidades. Seguiremos leyéndonos.
Hola Osvaldo: Tu relato me ha gustado mucho, tanto la manera en que está escrito, como la temática. No se cuales son tus creencias, pero si como yo, crees que los humanos estamos aquí para evoluciona, y vivimos muchas vidas has dado en el clavo con tu relato. todos tenemos un alma gemela, a veces la encontramos, a veces no. Y parece ser que tu protagonista la encuentra. Un gran trabajo.
Te animo a leer el libro “Las leyes espirituales” de Vicent Guillem quizá te guste.
Un saludo.
Hola Osvaldo, solo quiero decirte que me encantó, todo desde el principio al fin.
Saludos
Hola José Luis.
Gracias pasarte por mi texto. Quisiera aclarar la duda de los que sucedió con los enamorados. En ese sublime momento que describo, ambos, se encontraban bajo la visión que despertara el tomarse de las manos en la salida de la iglesia. Dentro de ese escenario, ellos escucharon el ruido que henchía sus corazones y al momento voltearon sus rostros al infinito solo para encontrarse con los moradores del cielo y los aplausos de los ángeles.
Lástima que se terminaran las setecientas cincuenta palabras y ya no pude continuar la historia. Pero ya visualizo la continuación en un libro en el que estoy trabajando desde hace varios meses. Las iluminaciones en él son hermosas.
Hola Doralú.
Gracias por tu visita. Tus palabras alimentan mi animo para seguir escribiendo.
Agradecido y nos seguimos leyendo.
Hola Beba.
Gracias por pasarte por mi texto. Hablas en tu comentario de que moverse por los sueños es una garantía de buenos escenarios.
El personaje, Inocencio, sale de una historia que titulé “Sin familia”. Un libro que se encuentra ya avanzado con más de veinte cuartillas.
El trabajo del Taller de Literautas con el reto de escribirlo ya transformó muchas de las escenas previamente plasmadas y han enriquecido al libro. Creo que hasta le voy a cambiar el título a “Vidas comprometidas”.
Te has de preguntar el porque te cuento todo esto; quizá no me lo creas pero la vida me ha enseñado que cuando le muestras a alguien tus planes adquieres contigo mismo un compromiso para llevarlos a buen término. De nuevo gracias, por sin saberlo, participar en mis sueños.
Nos leemos
Hola Esperanza.
Gracias por tu visita. Con esta redacción doy respuesta a una incógnita que marcaste en el comentario. En tu aportación al texto aclaras que a quien no le gustaría dejarse llevar por la imaginación para cruzar a una realidad en otra dimensión.
Fue, por cierto el mismo tipo de apreciación que yo tuve,cuándo invente el color rosa elegante. Con ese calificativo, yo quería otorgarle la debida importancia al maletín. La importancia, que tenía en la trama, requería de la atención de los lectores. Y dio resultado pues de ese maletín y el roce de las manos otorgó la primera visión. La trama, al momento, hizo explosión en el escrito y contó la historia.
Gracias por tus recomendaciones. Ya las tomé en cuenta.
hola bonita historia de amor que en estos tiempos, y despues de leer historias de todo tipo la ultima, cierra el grupo con una historia que te deja muy bien para esperar el proximo reto.
saludos
Hola ortaize, creo que tienes razón. Ya el nuevo reto está pronto a suceder. Con las buenas vibras recibidas,los bríos a desarrollar una nueva historia se multiplican. Espero leerte el próximo mes, pues no pude localizar tu participar en éste.
Gracias por tu comentario.
Hola Vespaciano, ya se acerca un nuevo reto que esperamos cumplir. Por medio de las presentes palabras te doy las gracias por la visita y tus comentarios.
En ellos plasmas el gozo de la lectura y el tema de ánimas y almas viejas que pululan por la trama. Quiero decirte que, el escrito y el libro en el que me basé, viene de un sueño que tuve con un personaje de mi niñez; ermitaño de nombre “don Chonito”. Solo cambié el nombre por el “viejo Tomás”.
En cuanto a lo de la palabra cabaña, viene como lo sugieres de la historia de “la cabaña del tío Tom”, ya hice los cambios sin tener que usar la palabra ermita tampoco. Gracias.
Segiumos en contacto, saludos.
Hola María Jesús, gracias por visitarme y por tus comentarios. En ellos plasmas un termino que a pesar de que no lo incluí en la redacción: Alma gemela.
Hace tiempo, sin saber porqué, ni de donde vino la inspiración escribí un pensamiento poético en Inglés, que luego traduje al Español. Aqui te los envío.
Twin soul July/ 25/ 2011
A twin soul needs no search
It appears out of no nowhere
It blinds you like the sun
It is crystal spring water
That mitigates your thirst
If someone crosses your path
Who lights up your very eyes,
That blows you like the wind,
That Guesses your anxieties
And promises without a bind.
That someone is your twin soul
Do not shy away do not hide
Open your heart and let her in.
Your twin soul
Only eternity can destroy.
Alma gemela
Esta llega como el viento
Encandila como el sol
Es torrente cristalino
Que mitiga tu beber
Si encuentras en tu andar
Quien llene tus pupilas
Quien arrope como viento
Que adivine tus angustias
Y prometa sin prometer
No te escondas no la evites
Recíbela en tu corazón
Esa es tu alma gemela
Solo la eternidad
Lo dirá Valossi
Nos leemos. Saludos.
Hola F. Gracias por tu visita. Me alegra que te haya gustado sin tener tropiezos con la lectura.
Saludos.
Saludos, Osvaldo
Aunque este es un ejercicio de meses pasado, tuve en mente venir a comentar a quienes me comentaron mi relato en su momento. Azares del destino, que cosas trágicas, inoportunas, te suceden y te quedas varado, perdido. Pero, siempre trato de cumplir las promesas y prometí comentar en cuanto el tiempo fuera más favorable. Ahora lo es.
Como siempre, muestras una pluma fina. No me meto en lo formal, porque ya se te dijo. En cuanto a lo que ha dejado en mí, es que creo y no creo. No creo que tengamos el destino marcado, tal y cual. Cosas que me he metido en la cabeza, porque hay personas muy buenas a las que nunca les pasa nada bueno, y de paso, hasta malas cosas.
Sin embargo, si creo y mucho en la premoniciones (les llamo revelaciones). De hecho, mi madre y yo compartíamos esa misma cualidad. (Y la sinestesia que se me incrementó al fallecer ella). Desde que era niña, “sabía” cosas, muy al estilo del ermitaño. Pero, con el paso del tiempo, he optado por quedarme callada. La gente no quiere ni consejos, ni que les digas qué hacer. Como creyente que soy, creo que son revelaciones, pero las guardo entre Dios y yo. Cuando algo es bueno, lo agradezco, y cuando algo no lo es, solo le pido que tenga misericordia.
En la actualidad, estoy pasando por ese lapsus. Donde sé que alguien a quien quiero mucho, está cometiendo un grave error; alejando con ese rumbo que está tomando, algo bueno que se le ha reservado. Pero, también sé, que Dios no obliga a nadie a obedecer… así que ese “destino” puede no ocurrir, tal como dijo el ermitaño: “vivirán otras vidas pero sin la felicidad que les está reservada.”.
Por eso creo, que nada está realmente escrito sobre piedra.
Muy disfrutable y que me hace pensar mucho…
¡Nos leemos!