Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

Volver a Buenos Aires - por Dante Tenet

Me gusta esta forma de volver.
Mirar mi ciudad con los ojos limpios de tanta ausencia, dejar el exilio atrás, sentir en sus calles, esa rara y única forma melancólica de amar. Donde se camina con el sentimiento a flor de piel y se llora para adentro.
Quizás ella, yo y todos, solo seamos la fantasía de un poeta trasnochado soñando con un amor que no fue.
Paseo por ella en este noviembre húmedo y lluvioso, buscando a la luna de "Ferrer" rodando por "Callao".
Buenos Aires es una amiga que me guarda, me abriga y me susurra bienvenido. Recorro sus calles, miro a su gente, respiro su aire.
Parece que nunca me hubiera ido y al momento nos hablamos de tú a tú, contándonos lo que nos ha pasado en estos años.
Me pregunta si lloré su ausencia, como decirle que no hubo noche que no pensara en ella, que no recorriera en mi mente alguna de sus calles y viera en mis pensamientos amigos que ya no están.
Todo el mundo era feliz hasta que una mañana de marzo del 76, las radios se llenaron de marchas militares.
A partir de ese momento todo se vuelve confuso, mi ciudad, mi amiga, mi amante, ya no era segura, debía irme, dejarla o morir en ella.
Las gotas de lluvia, dibujan círculos en la superficie de los charcos de agua, desaparecen casi al instante, pero dejan con sus ondas la marca de su fugaz paso. Pronto otra gota corre a reemplazar la que se fue, son de una vida corta pero completa e intensa.
Igual nos pasa a los porteños que estamos fundidos con nuestra ciudad, dejamos nuestra marca y desaparecemos, pero ella guarda todo, sabemos que al volver nos estará esperando.
Hoy, aquí y ahora, no sé si son lágrimas o gotas de lluvia lo que corre por mis mejillas, se acumulan recuerdos de tiempos idos, son las mismas calles, pero ya no está la misma gente, alguna partió en un "falcón" de madrugada y otros tuvimos la suerte de irnos.
Hubo quienes regresaron tan pronto pudieron, yo no, eche raíces en España y siempre pospuse la vuelta.
Las excusas parecían válidas, el amor primero; que vino de la mano de una andaluza de grandes ojos negros, luego las hijas y después más tarde vaya a saber cuál era el motivo para no volver.
Era miedo, de ese que sube desde las entrañas paralizándote, preguntando sin cesar; como ir, que mirar, que decir.
Pero un día junté las pocas agallas que me quedaban, las guardé en la maleta y aquí estoy.
Siento que llegue a mi casa y al mismo tiempo sé que ya no es la mía, que mi tiempo quedo escrito en alguna pared, dibujado por andanzas que solo recordamos mi ciudad y yo.
Con la llegada del atardecer, ella enciende de a poco sus luces, como queriendo decir, mírame, estoy más linda que nunca y siempre seguiré siendo tuya.
Sonrío y me dirijo hacia Corrientes “la calle que nunca duerme”, quiero perderme una vez más leyendo las marquesinas de sus teatros.
Luego me iré, mi amiga, mi amante, esta distinta aunque más bella que nunca, y yo más viejo, buscando recuerdos que ya no están y pagando el precio por no encontrarlos.
Como escribió Borges “No nos une el amor, sino el espanto, será por eso que la quiero tanto”
Emprendo la vuelta y siento que los teatros me saludan con su mejor música; aplausos.

"Ferrer, Horacio", poeta de Buenos Aires, compuso entre otras la letra de Balada para un Loco, donde habla de la “luna rodando por Callao”.

"Callao", avenida tradicional de Buenos Aires.

"Falcón", modelo de automóvil de marca Ford, usado por los paramilitares para secuestrar gente.

"Corrientes", avenida, la calle de los teatros y donde siempre se puede encontrar un restaurante abierto sin importar la hora.

"Borges. Jorge Luis", uno de los más grandes escritores argentinos.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

15 comentarios

  1. Qué sabor de tango el de tu relato, Dante. Y, también, qué sabor de amargura (que nos sacude a los que hemos tenido en nuestros países el monstruo de raíces fascistas) que finalmente se matiza con la relación de estampas reencontradas.
    Saludos.

    Escrito el 18 octubre 2018 a las 00:16
  2. 2. Leosinprisa dice:

    Hola Dante, he tenido el privilegio de leer tu apasionada descripción de esa ciudad, Buenos Aires, que tan lejos tengo de mi pero al mismo tiempo siento cercana gracias a tu relato.

    En todas las ciudades hay lugares entrañables y otros, recuerdos de las malicias que tanto gustan al ser humano y en ellas se prodiga. Se siente la ciudad como un ser vivo, como algo que respira y madura, que cambia con el tiempo. Tu escrito es todo un ejercicio poético sobre una ciudad amada y me ha agradado ser participe de ese cariño que le prodigas (ignoro si eres porteño o no).

    Ha sido un placer leerte. Un saludo.

    Escrito el 18 octubre 2018 a las 12:50
  3. 3. Bea dice:

    Hola Dante:

    Que grato volver a tenerte por estos lares. Muchas gracias por pasarte por mi texto a comentar, siempre es un placer.
    Tu texto es pura añoranza y alegría mezclados. Me ha dejado una sensación agridulce una vez terminado de leerlo y es que has descrito con suma delicadeza cada barrio, cada recuerdo,los he llegado a sentir como míos. No puedo hacer otra cosa que felicitarte porque no e podido dejar de leer y sentir todo aquello que describía con tanto atino.

    ¡Felicidades!

    Escrito el 18 octubre 2018 a las 19:28
  4. 4. Alberto C. dice:

    Hola Dante,
    Coincido con los compañeros de arriba; te deja con un sabor un tanto agridulce; aunque más dulce que agrio.
    Además, introducir a Borges al final creo que ha sido todo un puntazo. Enhorabuena, Dante, por esta maravilla.
    Realmente a uno le dan verdaderas ganas de visitar Buenos Aires.

    Escrito el 19 octubre 2018 a las 10:11
  5. 5. Galia dice:

    Buen día Dante, tanto dolor encierra tu texto, tanta lágrima derramada, tanta herida abierta que deja el exilio y ese quedar flotando en el mundo, “no soy de aquí, ni soy de allá”. Pero podemos concluir, después de leer tu texto que más que un relato es un monólogo interior, que Buenos aires sigue siendo esa amante que te subyuga, te seduce, pero abre sus brazos y te deja partir.
    Nos segimos leyendo.
    Saludos.
    Galia

    Escrito el 19 octubre 2018 a las 15:21
  6. 6. Piquillín dice:

    Hola Dante: Haz logrado que se me piante un lagrimón. Tanta realidad tienen tus palabras, que no puedo comentar tu escrito desde un punto de vista objetivo. Es muy triste lo que nos pasó como argentinos; el exilio te marca para siempre, pero las generaciones futuras aún no pusimos saldar esa herida. Es muy triste lo que pasó y lo que pasa. Por suerte está la literatura para sublimar, y nos permite esto de poder decir bonito lo que sentimos. Un abrazo Dante, no pude más que sentir eso, darte un abrazo. Espero puedas leer mi relato, es un poco más actual; pero es lo que siento ahora en mi querida Argentina. Estoy en el 94. Soy tu vecina Piquillín.

    Escrito el 19 octubre 2018 a las 21:32
  7. 7. Piquillín dice:

    quise decir “no pudimos saldar esa herida”

    Escrito el 19 octubre 2018 a las 21:33
  8. 8. Osvaldo Vela dice:

    Hola Dante. Tus letras nos han hecho derramar lágrimas a algunos de nosotros. Especialmente a los que de una forma u otra fuimos despojados del terruño de nuestras raíces. los arraigos no se olvidan.

    Tu escrito, por la perdida que plasmas y por la vehemencia de tu descripción, me ha llenado de un sentimiento que despierta el amor a lo mio propio. Gracias.

    Ahora conozco mas de la Argentina madre con su hija sin igual, Buenos Aires; que me hacen añorar a la vieja Revilla Tamaulipas, de mis amores.

    Tu escrito es de los que llegan. Enhorabuena.

    Escrito el 20 octubre 2018 a las 19:45
  9. 9. Vespasiano dice:

    Hola Dante Tenet:
    Gracias por pasarte por mi relato y comentarlo.
    Estaba leyéndole tu relato a mi mujer y a mi suegra que mucho ha sufrido con el gobierno facista que tuvimos en España que encarceló a su padre por sus ideas políticas.

    A mi se me embargó la voz, tuve que parar de leer, pues se me hizo un nudo en la gargantpa al ver a las dos con lágrimas en los ojos.

    He sentido la nostalgia del exiliado o del emigrante que has descrito magistralmente.

    Aplausos para tu conmovedor relato.

    Felicidades.

    Escrito el 22 octubre 2018 a las 14:36
  10. 10. Dante Tenet dice:

    Gracias a todos , por sus excelentes devoluciones.

    Escrito el 23 octubre 2018 a las 20:49
  11. 11. Laura dice:

    Hola Dante Tenet.
    Me sumo a los elogios al texto.
    Tan sòlo me ha quedado algo raro una expresión tuya: al momento nos hablamos de tú a tú, ¿no serìa màs adecuado el vos a vos? ¿O los años pasados en España le produjeron el cambio? No lo sè, nunca estuve con alguien que haya vivido en el exilio para tener la confianza de saber que hable de vos a vos o de tù a tù, en un diàlogo mano a mano, màs si la relaciòn ha sido tan estrecha. Pero es tan sòlo un detalle, no le des mayor importancia.
    Mis saludos por el maravilloso texto.

    Escrito el 26 octubre 2018 a las 11:37
  12. 12. Dante Tenet dice:

    Laura:

    Tienes razon, los años en España me han cambiado un poco el “porteño”.

    Gracias , por tu comentario.

    Escrito el 26 octubre 2018 a las 15:21
  13. 13. Cecilia Kleiman dice:

    Hola, Dante.
    No tengo palabras. casi lloro al leer tu hermoso relato. Me toca muy de cerca ya que también yo soy argentina “expatriada” aunque por otras razones mucho más felices.
    Un consejo, nunca expliques tus referencias, eso le quita mucha magia al relato. Es como un mago que devela sus trucos, se pierde todo el encanto. En mi relato “té para tres”, también publicado en Literatutas, yo hago referencia a San Petesburgo, pero jamás la nombro ni explico esas referencias.
    Coincido con otros comentarios, que has sabido plasmar la nostálgia del inmigrante de forma magistral.
    Desde la fría Rusia te mando un abrazo y mi agradecimiento por este hermoso relato.
    Feliz año.

    Escrito el 30 diciembre 2018 a las 14:27
  14. 14. Cecilia Kleiman dice:

    Dos cosas más:
    Muy buen trabajo aplicando las dos consignas del mes.
    Te faltaron algunas comas en: cómo ir, qué mirar, qué decir.
    También quiero agradecerte porque este tipo de relatos me inspiran mucho para seguir escribiendo!
    ¡Gracias totales! ( palabras conocidas de otro argentino 😉 )

    Escrito el 30 diciembre 2018 a las 14:33
  15. 15. K. Marce dice:

    Saludos, Dante

    Aunque este es un ejercicio de meses pasado, tuve en mente venir a comentar a quienes me comentaron mi relato en su momento. Azares del destino, que cosas trágicas, inoportunas, te suceden y te quedas varado, perdido. Pero, siempre trato de cumplir las promesas y prometí comentar en cuanto el tiempo fuera más favorable. Ahora lo es.
    Me quedo con todo lo emotivo de tu relato. Debo confesar que aunque amo mucho a mi país, y mi ciudad, no siento el mismo apego que pareces tener. Quizá porque nunca la “he abandonado”. Esto debe ser como renunciar al amor de la vida, cuando todo iba tan bien…
    En mi propio país, que tuvo una junta militar gobernandolo muchos años, siendo yo una cría muy pequeña, no entendía nada de los “desaparecidos”, ni los revolucionarios o la izquierda o derecha. Ningún país merece que sus hijos la destrocen por ambiciones egoístas. Y mucho mejor, que sus ciudadanos les toque migrar para salvar la vida.
    Mi país está sufriendo una crisis migratoria desde hace dos décadas, casi tres, todo por la falta de oportunidades y hambre. Es otra forma de huir para preservar la vida.
    Me ha tocado una fibra sensible, y aunque sea trágica y triste, me ha gustado. Si hay algo que mejorar, lo dejo pasara. Me quedo con lo que ha leído mi corazón.

    Un saludo, y ¡nos leemos!

    Escrito el 8 enero 2019 a las 21:23

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.