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SIN MÚSICA NO TRABAJAMOS - por Labajos

La viajera llegó a finales de marzo y se instaló ocupando un hueco de la fábrica abandonada. Lo primero que hizo fue adecentar ese espacio, mientras limpiaba no dejaba de cantar, su voz podía oírse en toda la campiña. Nunca un forastero se había adaptado tan rápidamente a una sociedad, tan organizada y estricta, como la que conformaban las obreras de esa foresta. Su música pronto se hizo imprescindible para amenizar todas las fiestas y acontecimientos con su inigualable melodía. La vecindad estaba satisfecha, encantada de oírla.
Todo el mundo era feliz hasta que llegó el invierno. Las hormigas obreras habían llenado los silos hasta no caber un grano más, con seguridad sobraría. Era el momento de descansar, de resguardarse en sus confortables residencias hasta que pasase el frío. La cigarra se frotaba las manos heladas, acurrucada en su rincón bajo una teja de la fábrica. Hacía días que no comía. Su voz empezaba a resentirse y su canto ya no era tan alegre. Algunas hormigas obreras se disponían a socorrerla cuando fueron interrumpidas por una abeja, también trabajadora, que argumento lo siguiente:
―Esta cigarra cantaba y se divertía mientras vosotras trabajabais, ahora quiere aprovecharse de vuestro trabajo, vive de “okupa” en un espacio que no le pertenece y quiere comer de vuestro grano, es una parásita social, una antisistema. Además es extranjera, nosotras a los zánganos les dejamos morir cuando ya no los necesitamos.
Las hormigas se reunieron en corrillos. Muchas, con el gesto airado, daban la razón a la abeja, otras discrepaban. El ambiente era tenso.
―Es muy fácil ponerse a cantar mientras nosotras trabajamos, ―dijo una que nunca supo cantar, pero si despotricar. Pronto un grupo cada vez más numeroso encabezado por ella comenzó a gritar: ― ¡LAS HORMIGAS PRIMERO!, ¡LAS HORMIGAS PRIMERO!―y llegaron en manifestación hasta las puertas de la hormiga reina. Esta ordenó silencio y dijo solemnemente:
―La tradición nos obliga: Esopo, La Fontaine y Samaniego lo dejan bien claro en las escrituras: es la Palabra y debemos obediencia, no podemos cambiar el cuento. Millones de niños, desde el principio del tiempo han sido educados, con nuestro ejemplo, para ser obreros incansables, deben alejarse de las artes y las letras, actividades improductivas de parásitos. El hambre es el destino para quien incumple la Palabra, lo tienen bien merecido. Está escrito ―Sentenció.
Las obreras se marcharon a sus casas, debían acatar lo dictado por la reina, pero caminaban cabizbajas, sin fuerzas; ellas que eran capaces de transportar objetos de varias veces su tamaño, se miraban desanimadas unas a otras. Alguna alerta giraba en torno a sus antenas y un desconocido sentimiento de tristeza se apoderó de ellas: su vida era el trabajo, para eso habían nacido y no hay otro camino.
De repente, una fornida obrera llamó la atención de todas, su voz templada impuso silencio sin pedirlo.
― ¡Compañeras! Nos niegan el derecho a la felicidad. ¿Qué mal puede hacer un poco de música? ¿Por qué la cigarra no puede recibir un justo salario por su esfuerzo? Desobedezcamos a quienes pretenden inculcar en los niños el egoísmo y la insolidaridad como solución del hormiguero. La cigarra canta, eso nos hizo felices, no renunciemos a ello.
― ¡La cigarra canta! ¡La cigarra trabaja!― Comenzaron a gritar al fondo unas obreras decididas.
― ¡Derribemos los falsos ídolos!― Clamó una hormiga.
― ¡Sin música no trabajamos!―Gritó otra. Inmediatamente un coro la siguió: ― ¡SIN MÚSICA NO TRABAJAMOS! ¡SIN MÚSICA NO TRABAJAMOS!―Cuando la tensión alcanzó su cota máxima, la hormiga reina impuso silencio y proclamó:
―Eso es lo que yo siempre había dicho…hágase.―Y salió de puntillas de la escena.
Una maravillosa melodía lo invadió todo, la cigarra se entregó como nunca a su público, los niños lectores consideraron otros posibles ejemplos, las hormigas, emocionadas, apenas podían contener las lágrimas. Cuando finalmente el silencio disipó la vibración de las últimas notas, el público estalló en aplausos.

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13 comentarios

  1. 1. el chaval dice:

    Hola Labajos. Es un relato tirando a político. Veo que a ciertos personajes como la abeja , que dejan morir a sus zánganos, o la hormiga reina, dando mítines de obediencia al trabajo; les importa un pimiento las artes y la solidaridad.
    Depende como se lea parece que sobre o falte alguna coma, pero si veo donde dices “fue adecentar un espacio” das como y creo que sería mejor punto y coma. Hasta la próxima.

    Escrito el 17 octubre 2018 a las 16:27
  2. 2. Gina Loyola dice:

    Me encanto tu historia. Muchos mensajes en pocas líneas. El derecho a la felicidad, la importancia del arte y la música. La unión y valentía de luchar por sus derechos.
    Incluiste ambos retos de una manera muy fluida, felicidades!
    Si quieres pasar por mi relato es el 25.
    Nos leemos!

    Escrito el 17 octubre 2018 a las 22:30
  3. 3. Vespasiano dice:

    Hola Labajos.
    Estoy de viaje.
    Dejar constancia que te he leido.
    Excelente relato el tuyo.
    Pasare nuevamente por tu historia.
    Un abrazo. Felicidades.

    Escrito el 18 octubre 2018 a las 06:45
  4. 4. Estel Vórima dice:

    ¡Guaaau! Has consiguido mejorar una de las fabulas que más me gustaba en mi infancia. Tambien has sabido dar una lección magistral sobre muchos de los problemas que afronta la sociedad, desde el desprecio del desarrollo artístico, que nos hace tan humano, al cada vez mayor auge de racismo y culpablizar al de al lado sin ver lo positivo y solo lo negativo.
    Mis felicitaciones y te brindo mi particular “corona de aplaudos”
    Estel Vórima

    Escrito el 18 octubre 2018 a las 14:28
  5. 5. IreneR dice:

    Buenas, Labajos.

    Mi enhorabuena por este relato, me ha gustado mucho. Has conseguido meter una enorme cantidad de mensajes de gran importancia dentro de un relato con tan pocas palabras, y eso tiene mucho mérito.

    Solo un par de apuntes:
    “―Es muy fácil ponerse a cantar mientras nosotras trabajamos, ―dijo una que nunca supo “. Antes del narrador pones una coma, pero si te fijas en tu texto, después empiezas con una exclamación en mayúscula.
    Al final hay algunos errores con las comas y rayas de los diálogos.

    Me ha gustado mucho leerte.
    Un saludo.

    Escrito el 18 octubre 2018 a las 16:39
  6. 6. Labajos. dice:

    Muchas gracias a todos, en un par de días me podré poner a la grata tarea de visitar vuestros relatos.

    Escrito el 18 octubre 2018 a las 22:32
  7. 7. Laura dice:

    Hola Labajos.
    Tu texto se presta a toda clase de interpretaciones.
    Está bien escrito, nada importante de señalar.
    Me ha chirriado el Nosotros, los zànganos…No me gusta cómo está escrito. Si eliminas simplemente el nosotros, o los zànganos, una de las dos partes, creo que no perderìa sentido. Es tan sòlo una opiniòn personal. Tù decides.
    Mis saludos.

    Escrito el 19 octubre 2018 a las 12:43
  8. 8. Labajos. dice:

    Hola Laura: No comprendo muy bien tu propuesta, las abejas obreras matan a las abejas zánganos (machos) una vez hecho su trabajo (fecundar a la abeja reina. Son tres clases sociales muy diferenciadas. El zángano es una especie de “usar y tirar”. No sé si te he convencido, pero valoro muchísimo vuestras opiniones.

    Escrito el 19 octubre 2018 a las 22:19
  9. 9. Menta dice:

    Buenas tardes Labajos: Me ha gustado mucho tu relato.

    He ido de sorpresa en sorpresa según ibas cambiando el sentido de las frases de la fábula clásica. Todo se puede cuestionar, que razón tienes. Genial.

    Creo que este “SI” es con acento. Está en: “―Es muy fácil ponerse a cantar mientras nosotras trabajamos, ―dijo una que nunca supo cantar, pero si despotricar”.

    Enhorabuena. Un saludo, Menta

    Escrito el 21 octubre 2018 a las 17:08
  10. 10. Labajos. dice:

    Gracias Menta, ese SI de afirmación es con acento. Tengo que estar más atento, este taller ayuda. La intención era precisamente cuestionar lo que por estar escrito de “toda la vida” se entiende categóricamente cierto.

    Escrito el 22 octubre 2018 a las 00:52
  11. 11. Paola Panzieri dice:

    Hola Labajos

    Casi todos los cuentos deberían de tener otro final, menos mal que las enseñanzas de hoy no son las de antaño.

    He disfrutado leyendo

    Un abrazo

    Escrito el 22 octubre 2018 a las 09:52
  12. 12. Sophie dice:

    Hola, Labajos.
    En primer lugar, gracias el comentario que dejaste en mi relato.
    En cuanto al tuyo ¡qué decir! Me ha encantado, al igual que lo que dices en respuesta a Menta. ¡La de mentiras que nos han contado durante toda la vida…!
    Bien por la solidaridad de las hormigas y por la defensa del arte.
    No tengo tiempo para comentar más, pero de verdad que te felicito.
    En cuanto a la forma, alguna cosilla he visto, como una coma entre dos signos de admiración, falta algún espacio en las rayas de los diálogos, pero la verdad es que me he metido en el fondo y apenas he visto más. ¡FELICIDADES!
    Nos seguiremos leyendo.
    Saludos

    Escrito el 23 octubre 2018 a las 17:19
  13. 13. Labajos. dice:

    Gracias a todos.

    Escrito el 23 octubre 2018 a las 21:43

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