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Equilibrio - por Dino Gon

Web: http://ydiceasi.com

Cuando sonó la quinta campanada, Kayla ya había salido al zaguán de la casa de su papá. El sol teñía los últimos centímetros de cielo pegado al horizonte. Tomó aire con la séptima y última campanada y partió hacia su inevitable, fatal, destino.
Al llegar a la esquina, se unió a la procesión que se engrosaba conforme se acercaba a la plaza. Distinguió a Rumba entre la multitud, era fácil de reconocer, medía más de dos metros y su reluciente cabellera rubia se tambaleaba enérgicamente por una renguera producto de la polio. Apuró el paso para alcanzarla. Rumba iba junto a su primo, Pedro, casi tan alto como ella. Se saludaron y los tres empezaron a marchar juntos.
—Otra vez toca esto —dijo Kayla sin levantar la cabeza para ver el rostro de su amiga.
—No te preocupes, Kayla —dijo Rumba—. El consejo ya se desquitó lo suficiente. No te van a tocar.
—Fueron dos nacimientos este periodo —agregó Pedro. Rumba le encajó un codazo en las costillas en uno de los vaivenes de su renguera.
—Habrá dos sacrificios —dijo Kayla para completar la idea de Pedro.
La marcha hacia la plaza siguió en silencio. Las familias caminaban en bloque, muchos llevaban viandas, pero nadie comía, algunos hombres cargaban con asientos para los más ancianos. Nadie del pueblo podía faltar a la misa de fin de trimestre.
Cuando llegaron a la plaza, el cielo ya estaba completamente negro. Rumba sacó tres velas de su morral, le dio una a Kayla y otra a Pedro. Como la mayoría de los pobladores ya habían encendido sus velas, no era difícil ver las caras de preocupación. Kayla pidió lumbre a un señor de bigote con olor a pescado que se había acomodado a su lado, luego, compartió la llama con sus amigos.
La misa se celebraba todos los primeros domingos del trimestre en la plaza, aún si llovía. Las tres mujeres que conformaban el consejo que gobernaba al pueblo se subían a una tarima montada especialmente para la ocasión y hablaban en voz alta a la ciudadanía.
La ceremonia tardó unos cincuenta minutos en empezar. Para ese entonces, la plaza estaba intransitable, corría poco aire y el hedor a pescado del vecino de Kayla se había mezclado con olor a sudor y orina. Kayla se aseguró de ubicarse cerca del escenario con sus amigos. Cuando el consejo empezó a hablar, la multitud hizo un silencio solemne.
—Dos nuevas vidas en el pueblo —dijo la mujer que presidía el consejo—. Dos deben irse.
—¡Dos deben irse! —repitieron las otras dos mujeres en el escenario.
Entonces, un joven escuálido de mirada neutra subió al escenario, desplegó una hoja de papel como si fuese a recitar una proclama y gritó un nombre. Un desgraciado al otro lado de la plaza empezó a aullar de desconsuelo mientras era llevado a rastras por la multitud hasta el escenario. Acto seguido, el joven de la hoja, mostró una estaca de madera a la multitud y con ella atravesó el pecho del desdichado. El condenado se ahogó con un buche de sangre y cayó al piso. Al cabo de diez segundos, dejó de retorcerse.
Con el pecho manchado de sangre, el joven verdugo volvió a desplegar la hoja y gritó—:Kayla Roó.
A Kayla no le sorprendió escuchar su nombre, se sacudió de encima las manos de la multitud que pretendían arrastrarla y se dirigió con la frente en alto hacia la tarima. Se desvistió y le dedicó una mirada amenazante a las mujeres del consejo.
—Este castillo de naipes va a caer pronto —dijo. Las mujeres del consejo fingieron no escucharla.
—Mi papá y mi mamá tenían razón, ¿de qué sirve vivir así? —continuó Kayla mientras el asistente mostraba la estaca a la multitud. La multitud, claro, no escuchaba. Se podía sentir la tranquilidad en los rostros que no iban a ser elegidos, incluso en los de Rumba y su primo.
Kayla quería seguir hablando, pero prefirió callar. Miró al verdugo a los ojos, como dándole permiso para continuar. Entonces la estaca le atravesó el pecho. Mantuvo su frente alta hasta el final.
—Una vida por otra vida —dijo al público la que presidía el consejo— ¡Equilibrio, el precio de la inmortalidad!
—¡Equilibrio, el precio de la inmortalidad! —repitió el pueblo mucho más alegre y animado. Todo el mundo era feliz hasta que llegase la próxima misa. El cuerpo de Kayla se evaporó durante los aplausos.

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11 comentarios

  1. 1. IreneR dice:

    Buenas, Dino Gon.

    Me ha gustado mucho tu relato. Una lástima que hubiese una limitación de 750 palabras, si te hubieses podido explayar un poco más habría sido tremendo.

    Un par de cosillas que he encontrado:
    -“partió hacia su inevitable, fatal, destino.” Yo habría escrito hacia su inevitable y fatal destino. Creo que queda mejor.

    -“la hoja y gritó—:Kayla Roó.” Esa puntuación no es correcta.

    – “—Este castillo de naipes va a caer pronto —dijo. Las mujeres del consejo fingieron no escucharla.
    —Mi papá y mi mamá tenían razón, ¿de qué sirve vivir así? —continuó Kayla mientras el asistente mostraba la estaca a la multitud.”. Si el mismo personaje continúa hablando queda mejor si encadenas sus dos parlamentos, si no, da la sensación de que otra persona ha comenzado a hablar.
    —Este castillo de naipes va a caer pronto —dijo. Las mujeres del consejo fingieron no escucharla—. Mi papá y mi mamá tenían razón, ¿de qué sirve vivir así? —continuó Kayla mientras el asistente mostraba la estaca a la multitud.

    Buen trabajo.

    Un saludo.

    Escrito el 18 octubre 2018 a las 08:36
  2. 2. Dino Gon dice:

    ¡Gracias por las correcciones InerneR!
    Tenía idea de que los dos puntos se colocan luego de la raya cuando se va a continuar un diálogo, por lo menos así estaba en el manual de gramática que consulté.
    Con respecto al resto de las aclaraciones, las voy a tener encuenta para futuros escritos.
    Saludos!

    Escrito el 18 octubre 2018 a las 16:57
  3. 3. Verso suelto dice:

    Hola Dino. Gracias por tus comentarios a mi relato.
    El tuyo me parece muy original, esa idea de equilibrio…¿no estarán algunas potencias implementando algo parecido fomentando guerras…?
    Me ha despistado el parlamento de Pedro

    “—Fueron dos nacimientos este periodo —agregó Pedro. Rumba le encajó un codazo en las costillas en uno de los vaivenes de su renguera.”

    Puede que no lo haya entendido pero ¿acaso Rumba está en el ajo?

    También me parece un poco forzada la manera de meter la frase obligatoria en el párrafo final:

    “Todo el mundo era feliz hasta que llegase la próxima misa.”

    Esos tiempos verbales se dan de tortas.

    Pero corrigiendo esas cosillas puede quedar un relato redondo.
    Felicidades.

    Escrito el 19 octubre 2018 a las 10:22
  4. 4. Bea dice:

    Hola Dino:

    Primero de todo muchas gracias por pasarte y hacerme ese comentario tan positivo, la verdad que me ha levantado un poco el ánimo.
    Tu relato es de esa clase de textos impactantes que te dejan con ganas de más y esa clase de relatos tengo que decirte que me encantan. Además creo que te ha pasado parecido a mi con la restricción de 750 palabras y es que creo que a los dos nos hubiera cundido mucho más la historia pero bueno.
    No puedo más que felicitarte por el trabajo de este mes porque de verdad te digo que tanto el tema como la redacción me han alucinado.

    ¡Felicidades, nos leemos!

    Escrito el 19 octubre 2018 a las 12:54
  5. 5. Dino Gon dice:

    Verso suelto, gracias por comentar.
    Me interesa mucho la llamada de atención que me hacés sobre el parlamento de Pedro, ahora me doy cuenta de que no pude expresar correctamente la situación. La idea es que Rumba no quería tocar el tema de los nacimientos para no tener que hablar acerca de los sacrificios frente a Kayla ya que era bastante sabido que ella sería elegida. Todo eso lo dejé a la imaginación del lector por la limitación de palabras.
    En cuanto a la frase obligatoria, coincido totalmente, la oración quedó muy frankenstein y es evidente que está ahí solo para cumplir con la consigna y me puse un poco vago para resolver el problema.
    Saludos,

    Escrito el 19 octubre 2018 a las 15:32
  6. 6. isan dice:

    Hola Dino Gon:

    En lo formal ya te han comentado algunas cosas para repasar. Yo añado otras.

    “El consejo ya se desquitó lo suficiente”: Consejo con mayúscula.

    “Para ese entonces…”: Para entonces…

    Respecto a la frase obligatoria, he barajado varias alternativas de cómo se podría arreglar. Me gusta más esta:”Todo el mundo era feliz hasta que el cuerpo de Kayla se evaporó durante los aplausos” Más que todo por no añadir nada.

    En cuanto al fondo, presentas una sociedad terrible. El precio de la inmortalidad es demasiado alto y queda al albur de un triunvirato de dictadores. Difícil para una auténtica felicidad.

    Un saludo.

    Escrito el 21 octubre 2018 a las 18:04
  7. Hola Dino

    Relato interesante, me ha gustado y he disfrutado con su lectura. Me quedo con ganas de más como veo que le sucede a muchos compañeros.

    Comentarios:

    “La multitud, claro, no escuchaba. Se podía sentir la tranquilidad en los rostros que no iban a ser elegidos, incluso en los de Rumba y su primo.” Ese “claro” es una apreciación del escritor que hay que borrar de inmediato!Jeje. ¿Cómo se siente la tranquilidad en los rostros de la gente? Necesitas una imagen para eso, del estilo:la tensión que se palpaba el rostro de la gente se iba…

    Kayla quería seguir hablando, pero prefirió callar. Miró al verdugo a los ojos, como dándole permiso para continuar. “como dándole permiso a continuar” es otra apreciación del escritor a la cual ha de llegar el lector por medio de una imagen que presenta el narrador (sin que nos encontremos a Dino en la plaza, entre la multitud, dando ideas).

    Buen final, me ha parecido original.

    Espero haberte ayudado

    Saludos

    Escrito el 21 octubre 2018 a las 18:21
  8. 8. Paola dice:

    Hola Dino!
    Me gusta mucho tu relato! Es muy bueno!
    Me parece interesante que este tipo de historia empiece y termine en sólo 750 palabras.
    Por poner una objeción “todo el mundo era feliz hasta que…” Me resultó un poco puesta porque no quedaba otra… Quien sabe si la hubieses acomodado en algún párrafo anterior habría encajado mejor.
    Desde ya gracias por comentar mi narración.
    Un saludo!

    Escrito el 22 octubre 2018 a las 01:14
  9. 9. El apuntador mudo dice:

    Hola Dino Gon.

    Me ha encantado tu relato por diferentes motivos, el principal, esa mezcla entre la Balada de Narayama y La Lotería, tan bien llevada en un relato tan corto; una mezcla de tradiciones ancestrales con sabor a oscura secta.

    Las descripciones me parecen muy verosímiles y convincentes, y algunos personajes, como Rumba, el verdugo o la primera víctima muy bien retratados.

    Nos seguimos leyendo.

    Saludos.

    Escrito el 25 octubre 2018 a las 19:46
  10. 10. Vir-yiz dice:

    ¡Hola!
    Vaya un relato buenísimo, me encantan este tipo de cuentos, novelas… También pienso que sí hubiera podido ser más largo sería total.
    Un saludo.

    Escrito el 26 octubre 2018 a las 09:46
  11. 11. Laura dice:

    Hola Dino Gon.
    Me resulta un gran relato, con buenos personajes y toda una trama a desarrollar a gusto en una novela.
    Mis saludos, y felicitaciones por el despliegue de imaginación.

    Escrito el 28 octubre 2018 a las 15:41

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