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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Luisa - por Ofelia Gómez

Luisa
Doña Luisa era muy querida en nuestra calle. Ya hacía muchos años que había venido de la mano de sus padres adoptivos. Solía recordar que al principio estuvo muy nerviosa, temerosa de ese nuevo mundo extraño para ella. Había nacido en una tribu awá, en un lugar perdido en medio de la selva amazónica y fue la única sobreviviente de una catástrofe.
Sus ojos se entristecían cuando recordaba a su gente escapando de una gran matanza en medio de lo que, mucho después, supo que eran disparos de ametralladora. Al huir se perdió en la selva. Un padre misionero la encontró, pequeñita, asustada y hambrienta. Era la única sobreviviente. Por suerte el cura fue compasivo y permitió que fuera adoptada por sus padres de crianza, que nunca más se separaron de ella. Con el tiempo quedó sola en aquel caserón. Fue entonces que renacieron sus raíces primordiales.
Ella ya no quería volver a su tierra, pero sus noches se llenaban de ensueños extraños. Le parecía escuchar el bochinche de los guacamayos o correr tratando de alcanzar a un inquieto agutí. Sentía el olor de la lluvia sobre las grandes hojas de las plantas y terminaba por despertarse desolada en medio de la noche y caminar descalza por las habitaciones sin saber qué hacer.
Luisa siempre estaba atenta a recibirnos y nos fuimos dando cuenta que la iba rodeando un aura luminosa, mientras nos alcanzaba agua fresca de manzanas y limón, o un té con canela. Entonces nos relataba sus recuerdos de la selva, sus recuerdos de cuando era una niñita inocente y todavía no había sido golpeada por la realidad de los ambiciosos taladores de bosques.
Era su modo de no despegarse de su historia y nosotros sentíamos que la acompañábamos a aquella tierra cálida y acogedora. Ya nos parecía escuchar el río que pasaba a veces caudaloso y otras tranquilo, pero siempre generoso; ya nos sentíamos rodeados de mariposas y colibríes multicolores en medio del verde exuberante de su selva. Era como un ensueño difícil de describir que flotaba en el aire y nos envolvía. Era el encanto de su tierra ancestral llamándola, reclamándole que volviera, que allí la esperaban las sombras de sus padres para darle un último abrazo.
Y fue entonces que poco a poco la selva se fue adueñando de la casa. Los macetones del patio daban a luz plantas frondosas que reverberaban bajo los tibios reflejos del amanecer. Hasta los gorriones del barrio abandonaban los árboles de la calle para piar en medio de su patio.
Todo el mundo era feliz hasta que un día nuestra doña Luisa anunció que se iba de viaje. Quería volver a ver su selva amazónica y respirar sus aires, aunque solo fuera por unas semanas. Fue entonces que aquella casa suya se puso muy seria y bajó sus persianas. Y entonces la cuadra cambió. Los gorriones parecieron abandonar nuestra calle y los árboles mostraron su descontento asomando las raíces entre las baldosas como si también ellos quisieran irse.
Fueron pasando los días. La casa resistía lluvias y temporales. Poco a poco fue encantando a los árboles para que recuperaran la alegría y volvieran los gorriones a sus ramas. Poco a poco las plantas de su patio fueron recobrando el aura selvática primordial y enseguida llegaron los loros con su continuo parloteo. Y era en los anocheceres que se escuchaban murmullos y canturreos que nos transportaban a un bosque impenetrable. Todo aquello reclamaba a su dueña.
Una fría mañana volvió doña Luisa. Había tristeza en su mirada. Nos saludó al pasar y se encerró en la casa. No la vimos por muchos días. La extrañábamos pero decidimos respetar su aislamiento. Vaya uno a saber cuántas ilusiones quedaron perdidas en aquel viaje, cuántos abrazos no pudieron ser y ya nunca serán.
Fueron pasando los meses, hasta que un día, recuerdo que era un Miércoles de Ceniza, las puertas de la casa volvieron a abrirse de par en par y todos entramos. Luisa estaba esperándonos con una sonrisa, y fue entonces que corrimos a abrazarla y todos fuimos sus padres y sus hijos, fuimos su río y su bosque, todos fuimos su tribu awá y Luisa nunca más nos dejó.

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27 comentarios

  1. 1. Otilia dice:

    Hola Ofelia Gómez,
    Gracias por leer y comentar mi historia.
    Has escrito un relato bonito y emotivo. Me ha gustado.
    Por aportar algo te diré que no conviene repetir información. Al principio nos dices que es la única sobreviviente y luego vuelves a contarlo.
    Buen trabajo. Saludos.

    Escrito el 18 octubre 2018 a las 09:30
  2. 2. Ofelia Gómez dice:

    Hola Otilia
    Tienes razón acerca de la repetición. No la había notado. La corregiré en mi archivo.
    Gracias por leerme.
    Saludos

    Escrito el 19 octubre 2018 a las 03:56
  3. 3. Toñi Avila (vibe) dice:

    Hola Ofelia:

    ¡ Luisa me ha encantado! Un personaje entrañable en una historia emotiva y bien trabajada.
    Entendí que al final de la vida necesitó volver a sus raíces para conseguir ser feliz y superar por si misma toda la trajedia de su infancia truncada.
    Me encanta la forma de escribir y expresar el relato, con ese tono poético, serio y emotivo.
    Genial.

    Escrito el 19 octubre 2018 a las 23:07
  4. 4. Ofelia Gómez dice:

    Hola Toñi Avila

    Gracias por leerme. Si bien el relato es una ficción creo que tiene algo de realidad en cuanto a aquello de volver a las raíces.

    Buscaré tu escrito. Nos seguimos leyendo.

    Saludos

    Escrito el 21 octubre 2018 a las 01:46
  5. 5. Moldy Blaston dice:

    Hola Ofelia, te devuelvo tu amable visita.
    Texto emocionante, hermoso, bien enlazada la introducción, con el desarrollo y el final. Todo el relato rebosa poesía y belleza. Me ha encantado el recurso de la tristeza de la casa por la ausencia de Luisa.
    Nos seguimos leyendo. Mucho ánimo y suerte para el próximo escrito.
    ¡Hasta pronto!

    Escrito el 21 octubre 2018 a las 18:16
  6. Hola Ofelia

    Gran relato. Emociones, olores, sonidos, los ingredientes indispensables…

    Quizás falte describirnos a la protagonista por medio de esas imágenes que sabes dar. Algo que la identifique a ella sola nos basta, algo que le dé calor.

    Enhorabuena Un abrazo

    Escrito el 21 octubre 2018 a las 19:14
  7. 7. Alicia dice:

    Hola Ofelia,me ha encantado tu relato,muy original y real a la vez,es como que cuando encontramos nuestra identidad podemos al fin disfrutar de la felicidad,con respecto a la falla que te señala Otilia me parece acertada.

    Felicitaciones. saludos

    Escrito el 21 octubre 2018 a las 22:52
  8. 8. Ofelia Gómez dice:

    Hola Moldy Blaston

    Gracias por tu comentario.

    He reunido fantasía y realidad para esta historia.

    Nos leemos nuevamente en la próxima.

    Saludos

    Escrito el 22 octubre 2018 a las 02:30
  9. 9. Ofelia Gómez dice:

    Hola Paola Panzieri

    Gracias por leerme y comentarme ese detalle, lo tendré en cuenta para la próxima.

    Saludos

    Escrito el 22 octubre 2018 a las 02:32
  10. 10. Ofelia Gómez dice:

    Hola Alicia

    Tu reflexión es muy atinada. Luisa necesitó volver a sus orígenes para sentirse completa.

    En cuanto a la repetición que me ha mencionado Otilia ya la he corregido en el original.

    Un saludo y nos leemos en la próxima.

    Escrito el 22 octubre 2018 a las 02:37
  11. Ofelia:
    Tu cuento es muy tierno y pinta maravillosamente las vicisitudes de las personas desplazadas de su tierra raizal, sus rasgos personales y su permanente ansia por volver.
    Además, lograste ponerle una atractiva magia garciamarquiana.
    Una observación: En “…nos fuimos dando cuenta que la iba rodeando un aura…” falta la preposición: “…nos fuimos dando cuenta DE que la iba rodeando un aura…”
    Saludos.

    Escrito el 23 octubre 2018 a las 03:59
  12. 12. ANGEL CLIMENT dice:

    Hola Ofelia: Gracias por tú visita, He tomado nota de tus comentarios y del resto de los demás visitantes. Ahora vamos a tu relato.
    Me ha gustado, bien llevado, llama la atención y te atrapa en la lectura. Los defectos y posibles rectificaciones ya te las han dicho.
    Saludos y nos leemos.

    Escrito el 23 octubre 2018 a las 09:46
  13. 13. Ofelia Gómez dice:

    Hola Carlos Jaime Noreña

    Gracias por leerme. Ya mismo corrijo el texto agregando la preposición que me indicas.

    Saludos

    Escrito el 23 octubre 2018 a las 20:58
  14. 14. Charola dice:

    Hola, Ofelia.

    Gracias por tu visita a mi relato.
    El tuyo me encantó, exuda un realismo mágico en todo el texto.
    El único mejorable que veo (te han dicho otros) es que repites dos palabras en un párrafo:
    Entonces nos relataba sus recuerdos de la selva, sus recuerdos de cuando era una niñita inocente…
    El segundo recuerdos puedes obviarlo:
    Entonces nos relataba sus recuerdos de la selva, de cuando era una niñita inocente…

    Por lo demás, nada. Felicitaciones y sigue escribiendo.

    Escrito el 24 octubre 2018 a las 01:33
  15. 15. Karian V dice:

    Saludos Luisa:
    Que estilo encantador tienes de describir un mundo que muchos no conocemos. Te felicito!
    Te buscaré el próximo mes.
    Gracias por pasar por mi relato. Sí, vivi la experiencia de un fuerte huracán!

    Escrito el 24 octubre 2018 a las 03:33
  16. 16. Leonardo Ossa (Medellín - Antioquia) dice:

    Hola Ofelia ¿cómo has estado?
    Lo primero es agradecer tu visita y comentario a mi texto, has sido muy amable.
    Por lo que percibo en tu narración mencionando a los Awá, la selva y las dificultades en el orden público, podría asegurar que también eres Colombiana como yo. Las historias que mencionan la vida en la selva y sus problemáticas me gustan mucho. Personalmente he escrito algunos textos en donde siempre estoy añorando regresar a la selva, en donde tuve oportunidad de vivir hace varios años. Si te fijas, mi participación de este mes de alguna manera indica un deseo por la recuperación de la soledad y de una vida sencilla en el campo, cordillera arriba.
    Tu historia me ha hecho evocar mis propias experiencias.
    Hasta pronto. Saludos.

    Escrito el 24 octubre 2018 a las 04:09
  17. 17. Vir-yiz dice:

    Hola, gracias por leerme y comentar. Cómo dices del mío también el tuyo me ha dejado un pequeño rastro de tristeza, una historia muy bonita. Un saludo!

    Escrito el 24 octubre 2018 a las 09:28
  18. 18. Amadeo dice:

    Ofelia:
    Gracias por tus comentarios al mío.
    No tengo más que agregar a lo ya dicho: FELICITACIONES Hermoso cuento. No se puede dejar de leer de continuo.
    Un saludo
    Amadeo

    Escrito el 24 octubre 2018 a las 13:33
  19. 19. Avempace dice:

    Ofelia, es un drama intolerable el tema que subyace en tu relato. Asesinos de personas y del planeta.

    Pero es lamentable que, con el voto de los más miserables, de miseria, alcancen el poder quienes desde tiempos inmemoriales les han abocado a ella. saludos

    Escrito el 24 octubre 2018 a las 19:52
  20. Hola Ofelia, primero gracias por leerme. Después felicitarte por tu relato, lleno de lirismo y con gran fuerza descriptiva. Muy bello, la verdad. Solo una nota: en la frase Y era en los anocheceres que se escuchaban, quizás fuese mejor sustituir el que por cuando. Es una opinión.

    Un saludo,
    José M.

    Escrito el 25 octubre 2018 a las 09:23
  21. 21. El apuntador mudo dice:

    Hola Ofelia Gómez.

    Mucha magia, mucho corazón y mucho espíritu, el de la selva que rebosa por los cuatro costados de tu relato. Aun siendo Doña Luisa la protagonista de la historia, le sigue a la zaga y muy de cerca la misma Selva, que acaba poseyendo todo lo que rodea a la protagonista.

    Me encanta como describes los ensueños de la protagonista y sus vecinas, y también las sucesivas metamorfosis de la finca de doña Luisa y la cuadra donde viven todos.

    Este relato transmite esperanza y ganas de vivir, a pesar de los pesares.

    Me ha gustado mucho.

    Nos leemos en el siguiente.

    Saludos.

    Escrito el 25 octubre 2018 a las 22:23
  22. 22. Nikaleia dice:

    Hola Ofelia,

    Describes muy bien los sentimientos de quién deja atrás su lugar de origen, con todo lo que ello conlleva. Y cómo lucha para trasladarlo y mantenerlo en un lugar totalmente distinto, para ser feliz.
    Enhorabuena! Muy bonito.

    Escrito el 26 octubre 2018 a las 20:39
  23. 23. Luis Ponce dice:

    Hola Ofelia:
    Gracias por tu comentario en mi relato.
    El tuyo tiene un sabor especial por la necesidad de la protagonista de regresar. Todos quuienes han sido desplazados de sus orígenes tienen ese cordón umbilical que los llama, los arrastra, los presiona. No entendemos que el tiempo lo cambia todo y nada de lo que encontremos será como lo consrvábamos en el recuerdo. Pero Luisa acepta concientemente su nueva realidad. me ha parecido un planteamiento con un nudo humanístico interesante. En una versión más larga podrías hacer una descripción física de la protagonista que por la extención es imposible aquí.
    Te felicito, me ha gustado.

    Escrito el 27 octubre 2018 a las 01:12
  24. 24. Laura dice:

    Hola Ofelia.
    Tu historia es muy hermosa, donde no sólo Luisa es protagonista sino también parece serlo la casa que la llama.
    Encuentro varias y en especial en la última parte del relato, que creo que pueden omitirse utilizando signos de puntuación.
    Me ha quedado algo extraña esta oración: Por suerte el cura fue compasivo y permitió que fuera adoptada por sus padres de crianza, que nunca más se separaron de ella. A quiénes se refiere con “sus padres de crianza”? los del propio cura? considero que deben ser padres de crianza ya está implícito en la adopción, por lo que simplemente con indicar que fue adoptada ya estaba cumplido, pero es tan sólo algo personal, tu decidirás qué realizar al respecto.
    Me encanta el realismo mágico que destilas.
    Mis saludos.

    Escrito el 28 octubre 2018 a las 14:54
  25. 25. Ofelia Gómez dice:

    Hola Laura

    Gracias por leerme.

    Me pareció que se sobre-entendía lo de “sus padres de crianza” como sus “padres adoptivos” del párrafo anterior, pero sí, creo que puede dar cierta confusión.

    Por favor, no entendí que es lo que debería corregir con signos de puntuación. Toda opinión es valiosa para mejorar mis escritos.

    Gracias por tus sugerencias.

    Saludos.

    Escrito el 29 octubre 2018 a las 00:43
  26. 26. José Gómez González dice:

    Felicidades buena y bonita historia. Para aquellos que nos gusta la naturaleza nos envuelve fácilmente el relato, por sencillo y natural.

    Escrito el 29 octubre 2018 a las 23:44
  27. 27. Ofelia Gómez dice:

    Hola José Gómez González

    Gracias por tu comentario.

    Espero leerte en Noviembre.

    Saludos

    Escrito el 30 octubre 2018 a las 13:21

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