Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

Sueños Imposibles - por Obijean

Era el final de una tarde calurosa como las que se acostumbra a tener en la villa del amparo, un pequeño pueblo al sur en el cual solamente vivían 53 personas. Entre ellos se encontraba Simón, quien como la mayoría de los hombres de la villa se dedicaba a las tareas del campo y casi que arrastrando los pies y con el cansancio reflejado en su rostro volvía de su ardua jornada de trabajo.

Simón recién cumplía 21 años, era un muchacho fornido, de cabellos castaños y profundos ojos negros, de carácter alegre y muy querido por todos en la villa, al volver como siempre lo esperaban en casa su mamá Elena y su padre Juan pareja de inmigrantes españoles que se habían asentado en el lugar cuando recién empezaba a poblarse los terrenos en donde ahora se encuentra la villa. Simón soñaba en conocer a la gran ciudad, pues en toda su vida sus padres jamás le habían permitido ir más allá de los límites de la villa.

Aquella noche, Elena había preparado una rica cena, pues recibirían en casa a grandes amigos de la familia los Alcorta, Don Luis y Doña Melisa junto con su hija Maylen. Ella y Simón estaban enamorados desde hace mucho tiempo, pero nunca se habían atrevido a confesar sus sentimientos el uno por el otro. Sentados todos en la mesa disfrutando de la comida Don Juan y Luis se dedicaban a mantener entretenidos a los presentes contando diferentes anécdotas e historias que habían compartido desde que Juan y Elena llegaron a ese país que se convirtió en su refugio hace tantos años. Mientras todos reían Simón y Maylen intercambiaban tímidas miradas como quien tratase de hacer que el otro reaccionase e hiciera un acto de valor y que por fin lograran acercarse.

Al final de aquella velada todo el mundo era feliz hasta que Simón dijo lo que a sus padres nunca les hubiera gustado escuchar. “Estoy decidido a irme a la ciudad, ya tengo todo arreglado y mañana mismo comenzaré mi viaje” el silencio de apoderó de la habitación durante unos instantes, los ojos de Elena se habían vuelto vidriosos de pronto y el rostro de Juan había palidecido completamente. “Quiero conocer el mundo que hay más allá de este lugar, su gente, la cultura, sus costumbres, conseguir un trabajo y hasta estudiar en la universidad” continuo Simón. “prometo que nunca voy a olvidarme de ustedes ni de este lugar, incluso vendré a visitarlos a cada oportunidad que pueda, pero quiero vivir más experiencias que la vida del campo. Lo siento mucho pero ya no hay marcha atrás”. Juan se levantó lentamente de su silla y tomó la mano de Elena, la vio por unos instantes a los ojos y luego se dirigió a su hijo. “Tu madre y yo hicimos todo el esfuerzo que pudimos para que fueras una persona de bien y pudieras salir adelante en tu vida, cuando naciste soñé que seguirías mis pasos en el campo y que estaríamos siempre juntos acá en casa, pero a medida de que ibas creciendo nos fuimos dando de cuenta que tenías un alma libre y que cada día buscaba sus alas para volar muy alto, nunca pensamos que esas alas tomarían vuelo tan rápido y a pesar de que nos sorprende gracias a que te conocemos muy bien nos hemos ido preparando para este momento”.

Elena intervino para dedicarle unas palabras a Simón “Eres nuestro único hijo, te queremos más que nada en el mundo, pero no vamos a ser nosotros quienes corten esas alas que nacieron contigo. Tienes nuestro apoyo y te llevas contigo nuestra bendición y una parte enorme de nuestros corazones.” Termino Elena mientras una lágrima se veía rodar por su mejilla.

La pequeña reunión entre amigos termino causando sentimientos encontrados entre los presentes, tristeza, asombro, esperanza, en ese momento comenzaron las despedidas pues para los Alcorta ya hora de regresar a casa, antes de salir Don Luis le expreso a Juan cuan orgulloso debería de sentirse por el gran trabajo que hizo en la crianza de su hijo, y al despedirse de Simón este le dijo “Muchacho, no todos tienen el valor de salir del refugio de sus padres ni mucho menos el perseguir sus sueños, esto que haces ahora solo define que el límite de cuán grande puedes ser en tu vida lo pones tú mismo.” Simón agradeció las palabras de Don Luis y saludo a los Alcorta quienes lo despidieron entre aplausos.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

6 comentarios

  1. 1. R.J. Esperanza Pardo dice:

    Hola, Obijean

    Has utilizando un narrador omnisciente y elegido una forma sintética o resumida de narrar una historia donde insertas algún diálogo entre el discurso.
    Creo que en los relatos cortos funcionan mejor las escenas (así las denomina el propio taller). Narrar de esta, resumiendo los acontecimientos de una historia, puede dar agilidad al paso del tiempo pero también resta tensión narrativa y emoción porque se pierden los detalles: la forma en que interactúan los personajes, sus movimientos, sus gestos, el decorado… todo esto es lo que realmente provoca emoción en el lector. Se dice que para escribir literatura hay que saber mostrar o sugerir sin contar.
    He visto párrafos bastante largos y pausas o comas, lo que puede dificultar la comprensión, o también puede ocurrir que el lector se distraiga y tenga que releerlo, por ejemplo: “Sentados todos en la mesa disfrutando de la comida Don Juan y Luis se dedicaban a mantener entretenidos a los presentes contando diferentes anécdotas e historias que habían compartido desde que Juan y Elena llegaron a ese país que se convirtió en su refugio hace tantos años”.
    En la web de Literautas encontrarás entradas donde explican cómo representar los números en los textos literarios (no se escriben con cifras sino con letras, con excepciones). También aquí encontrarás otra entrada sobre la representación de los diálogos (guión de diálogo etc.). A groso modo me ha dado la impresión de que hay algún despiste en los tiempos verbales, si se elige un tiempo para la narración, habría que mantenerlo en principio en todo el texto, más si, como el caso, es un relato corto.

    Gracias por exponer tu relato aquí, y te deseo que sigas poniendo pasión a tu escritura y esfuerzo por aprender, es la única forma de encontrar el camino, como hace Simón, tu protagonista.

    Un cordial saludo

    Escrito el 17 octubre 2018 a las 18:04
  2. 2. Luna Paniagua dice:

    Hola, Obijean. Bonita historia sobre alguien que toma las riendas de su vida y decide cambiar su destino.
    Coincido en muchos aspectos con el comentario anterior, así que no lo repetiré.
    Un saludo,
    Luna

    Escrito el 17 octubre 2018 a las 18:16
  3. 3. Obijean dice:

    Muchas gracias a los dos por escribir y ciertamente muchas cosas que mejorar; conseguí esta web hace poco mas de dos semanas y estoy viendo toda la información valiosa que tiene, de hecho es la primera vez que me atrevo a escribir algo y luego de ir descubriendo artículos del blog he podido identificar ya algunas debilidades que espero ir mejorando mes a mes.

    Saludos.

    Escrito el 18 octubre 2018 a las 16:43
  4. 4. Héctor dice:

    Obijean, esto es precisamente un taller en el cual aprendemos a través de los comentarios y las criticas de nuestros compañeros. La esencia de tu relato me ha gustado, los posibles desaciertos son superables. Nos seguiremos leyendo. Literauta 46.

    Escrito el 20 octubre 2018 a las 05:44
  5. 5. María Esther dice:

    Hola Obijean,tu historia es interesante, más allá de aspectos técnicos que comparto con los compañeros anteriores, me gustó. Está situada en otro tiempo al parecer.
    Sigue escribiendo,que este taller nos da una gran oportunidad para compartir experiencias y aprender.
    Saludos.

    Escrito el 23 octubre 2018 a las 02:06
  6. 6. María Jesús dice:

    Hola Obijean: Me ha gustado mucho tu historia, aunque he echado en falta una reacción por parte de Maylen ante la inminente marcha se Simón. Si estaban enamorados, ella debía de haber dicho algo, pero obvias ese asunto que, en un principio, parece importante. Por lo demás la historia esta escrita de tal manera que no se hace para nada pesada, muy al contrario.
    Un saludo desde el 67.

    Escrito el 27 octubre 2018 a las 14:26

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.