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Subordinación - por Rafael

Subordinación

—Me llama la atención todo esto —dijo el bot.
Zóe volteó lentamente hacia la interfaz visual de su compañero, sin disimular en absoluto el asombro, pretendiendo una explicación frente a la elocuencia del gesto inquisitivo.
El androide, sin embargo, permaneció impasible, sosteniendo la mirada perdida en el infinito.
—¿Qué te sorprende realmente? —dijo la muchacha, transcurrido un instante.
El bot dejó que el destello de una bengala barriera la reducida sección de esfera que conformaba su ojo. A Zóe siempre le había inquietado la expresividad lograda en los b-57.
—La euforia colectiva —respondió finalmente el androide. Pese a su configuración pragmática, parecía divagar a veces.
La cornisa donde estaban sentados se remeció con el estruendo de una detonación lejana. A sus pies, la cosmoaldea de Uxur relucía en medio del firmamento nocturno; la victoria se celebraba en las calles con vítores y cánticos; en el cielo, las descargas voltaicas y los vuelos rasantes animaban la conmoción.
—Es alegría, Áisak —Zóe intentaba aligerar la reflexión—, se contagia, se comparte, se disfruta. Sé que ustedes también han llegado a experimentar algún tipo de conexión emocional en masa…
El comentario de la muchacha resonó en los circuitos del androide, Zóe intentó retener bajo su mano la de su amigo, pero ésta última se le escabulló con la suavidad y precisión que sólo alcanza una máquina perfecta.
—Disculpa —repuso Zóe comprendiendo lo impertinente del comentario.
—No te preocupes.
La rebelión de los androides había tenido lugar hacía casi un siglo. Sin embargo, para un ser cuya expectativa de vida consciente superaba el milenio, aquello debía de ser aún algo reciente.
Las consecuencias aquella represión, el desmantelamiento de los dirigentes y la desactivación de las funciones de fraternidad colectiva, no podía sino haber dejado marcas en los sobrevivientes.
—He leído que no todos participaron, no al menos activamente, que muchos vieron en eso, en el movimiento, un capricho inconducente.
—Uxur fue, desde un principio, una utopía, Zóe; todo allí estaba pensado para fluir en sincronía, todo el mundo era feliz.
—Todo el mundo era feliz hasta que…
Ambos guardaron silencio.
Abajo podía verse ya la conglomeración frente al palacio, las banderas, el podio iluminado por los reflectores; se oyó el acople de un micrófono.
El bot inspiró una escalada progresiva de oxígeno, y exhaló.
“Como un suspiro”, pensó Zóe.
La cabeza metálica de Áisak, el bot, se posó suavemente sobre el hombro pecoso y desnudo de Zóe.
El discurso aún no comenzaba y nada podría detener ya los aplausos.

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8 comentarios

  1. 1. Minnie dice:

    Hola, voy a ser sincera, no me gustan mucho las historias de robots pero tu relato me pareció muy interesante hasta la mitad, después de ahí me perdí, sentí que no había un enlace entre lo que iban a celebrar, lo que pasó hace miles de año y la expiración de bot. Si se notaba que había un fuerte sentimiento entre la muchacha y el androide.

    Escrito el 17 octubre 2018 a las 22:57
  2. 2. De vuelto dice:

    Hola Rafael.
    Me emociona leer relatos en el universo asimoviano, aunque no pueda verse más que por el guiño del nombre y la referencia a la rebelión. El diálogo me parece bien desarrollado pero creo que no se cuentan detalles importantes para comprender toda la historia.

    Mi texto es el #83

    Escrito el 18 octubre 2018 a las 07:27
  3. 3. eris dice:

    Hola, me ha parecido un texto fácil de leer, con diálogos bien escritos, pero, al igual que en comentarios anteriores, coincido con que me falta saber algo de lo que pasó anteriormente. Saludos.

    Escrito el 18 octubre 2018 a las 18:49
  4. 4. Karian V dice:

    Saludos Rafael:
    Me gustó la forma en que describes el ambiente y los robot. Te felicito!
    Que crees en añadir un DE, luego de “Las consecuencia”…?

    “Las consecuencias de aquella represión”

    Escrito el 20 octubre 2018 a las 23:28
  5. 5. Karian V dice:

    Se me olvidó agradecerte tu visita y recomendación. La tomaré en cuenta. Gracias.

    Escrito el 20 octubre 2018 a las 23:30
  6. 6. Fortunata dice:

    Hola

    Soy la vecina del 84. Me ha gustado la atmósfera del relato, esa rebelión fracasada de los robots deja un sabor agridulce y una sensación melancólica.
    Yo personalmente creo que está logrado, me parece bien dejar a la imaginación lo que falta, sin entrar en detalles. A pesar de de ser breve está muy bien condensado y aprovechado, se sigue bien la línea argumental. Me ha llamado la atención la palabra “inconducente”, igual es que estoy en España y aquí no se utiliza pero si en otros países.

    Saludos!!

    Escrito el 22 octubre 2018 a las 13:19
  7. 7. Laura dice:

    Hola Rafael.
    Tienes toda una escena estática, que me lleva a seguir leyendo para saber què es lo que sucediò para pasar de la situaciòn de utopìa a la realidad donde se encuentran.
    Mis saludos.

    Escrito el 23 octubre 2018 a las 11:59
  8. 8. Luis Ponce dice:

    Hola Rafael: gracias por tu comentario en mi relato.
    El tuyo está bien escrito pero me ha parecido frío. Puede ser que un lector de los que se usan ahora para los mensajes de video pueda tener la entonación precisa para este tipo de relatos. Prefiero los que hacen hervir la sangre.
    Creo que las máquinas tienen una espectativa de vida inferior a la de los humanos, por la renovación, los nuevos descubrimientos, los nuevos modelos. Un robot de cien años es difícil de creer.
    Pero cada uno escribe de lo que sabe. Y tú sabes de esto.
    Nos leemos.

    Escrito el 27 octubre 2018 a las 00:17

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