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La fuerza del amor - por Kariann V
Con una sensación de ahogo y la respiración acelerada, Lisa estaba a las tres de la madrugada alerta y semisentada en la cama.
—Todo el mundo era feliz hasta que anunciaron este huracán —dijo mirando su chihuahua Aplausos, que dormía a su lado con las patitas juntas como si estuviera aplaudiendo.
—¡Ojalá que esto pase pronto! —repitió en voz alta para darse ánimo.
Ahora evaluaba su decisión de no irse al refugio. Le habían advertido que no aceptaban mascotas y declinó la oferta.
—Nunca te abandonaré te lo prometo. —Suspiró, acariciándole el lomo color tierra.
La lluvia azotaba las ventanas y el ulular del viento parecía el aullar de un lobo. Por un momento todo se iluminó y el estallido infernal de un trueno retumbó en toda la casa. Aplausos abrió los ojos que casi cubrían su cara y con un chillido y un brinco desapareció del cuarto.
Lisa lo llamaba frenéticamente mientras trataba de prender la luz, pero había ocurrido un apagón eléctrico. El pánico se apoderó de ella y a tientas buscaba la linterna que tenía preparada. El corazón le palpitaba en la garganta, se sentía mareada y la respiración se le acortaba más y más. Los ruidos aumentaban y escuchó como del techo se desprendía una plancha de cinc, colándose el agua como si viraran una palangana.
—¡Aplausos, aplausos, ven aquí! ¡Tengo miedo, mucho miedo! ¿Por qué no me fui al refugio? —gritaba en voz alta sus pensamientos, porque esto siempre la calmaba, pero esta vez el ataque de pánico no cedía y las lágrimas empapaban su cara.
Las ventanas temblaban y la casita quedaba clara con los rayos que cada vez eran más seguidos y prolongados. Los truenos parecían tambores gigantescos o máquinas restrelladas contra el piso.
Con la linterna en una mano y agarrándose la cabeza con la otra, buscaba desesperada el perrito en sus sitios preferidos, pero no había rastros de él. Las náuseas y el temblor le impedían doblarse para mirar debajo de los anaqueles y sintió su soledad con más fuerza que nunca.
Un ruido diferente la paralizó. Escuchó las bisagras de la puerta principal que cedían a la fuerza del viento, como si una mano invisible las trabajara. Bastó un relámpago más, para ver como estaba casi en el suelo. Con la boca abierta y una mirada de asombro contemplaba la escena.
El viento y la lluvia ahora le llegaban al final del pasillo donde estaba ella y su mente evocaba la imagen del perrito, saltando despavorido de la cama. Por fin se desprendió la puerta por completo y voló como un cometa, oyéndose luego el ruido cuando cayó Dios sabe dónde.
Aguantándose de las paredes observó cómo disminuía la tempestad. Con una sensación de irrealidad, le pareció a la luz de un relámpago, ver al final del patio un rabito marrón. Inhalando profundo con la linterna en la mano, corrió como pudo hacia su objetivo.
—¡Aplausos, mi tesoro ven! —Pero al llegar más cerca distinguió con desesperación que era un pedazo de tronco, no su compañero.
—¿Por qué te fuiste? ¿Dónde estás? —dijo sollozando, ahogada en su llanto y regresando apresuradamente mientras la lluvia y el viento volvían a arreciar.
Tambaleándose de frío y de miedo corrió a refugiarse en la bañera que era el lugar más seguro de la casa. Al rodar la cortina unos ojos espantados la miraron.
—¡Aplausos!
Hola, recién estuve en un evento donde se celebraba el día de las escritoras y leyeron un relato un poco parecido al tuyo, esta historia se repite mil veces y lastimosamente es una realidad, muchas personas deciden no ir a los refugios y el precio a pagar es muy alto. Lo bueno es que en tu historia ambos estuvieron a salvo. Me hubiese gustado encontrar mas emoción, no llegué a sentir el temor de una persona que está en medio de un huracán, algo me faltó. Saludos, nos seguimos leyendo.
Hola Kariann V.
Muchas gracias por pasar y dejar tu amable comentario.
Con respecto al tuyo, me ha encantado la inserciòn de Aplausos como nombre del perrito, aunque es una palabra que repites muchas veces.
Esta parte creo que es la que le quita dramatismo. Tal vez si lo que dice lo separas con otras cuestiones relativas al tornado y ahì intercalaras sus llamados al perrito y en otras sus propios sentimientos de miedo y de cuestionarse la decisiòn de no ir al refugio, tal vez podrìan haberlo logrado.”¡Aplausos, aplausos, ven aquí! ¡Tengo miedo, mucho miedo! ¿Por qué no me fui al refugio?” pero es tan sòlo mi humilde aporte.
Ten en cuenta que en una de esas veces el nombre lo pusiste con minùscula, un detalle mìnimo.
Mis saludos.
Hola Kariann V:
Vaya angustia nos has hecho pasar. Esto es una tormenta tropical en toda regla y cuando parece que Aplausos se ha esfumado, aparece al final. Has sabido mantener el interés hasta el final.
En cuanto a lo formal te comento un par de cosas.
“—Nunca te abandonaré te lo prometo. —Suspiró, acariciándole.” Después de abandonaré le vendría bien una coma. Suspiró habría que poner en minúscula ya que se trata de un verbo que denominan “dicendi”, es decir, de habla. Estos verbos (dijo, expresó, habló, etc.) van en minúscula en los incisos. El resto en mayúscula.
Ulular y Aullar son dos palabras tan parecidas que al ir casi juntas crean cacofonía.
Un placer leerte.
Hola Kariann V,
Me gustó leer tu relato, me sentí atrapado por esa atmósfera turbulenta, como en medio del huracán.
El ritmo es bueno, pese a que tropecé un poco con la puntuación y algunos tiempos verbales que sería bueno corregir.
Pienso que podrías explotar más el elemento del perro (¡Aplausos!) como metáfora o personificación de la Seguridad (temor) del protagonista, el paralelo entre que lo pierde, lo busca y, finalmente, lo encuentra en el lugar más seguro de la casa ¡Felicitaciones!
(te invito a leer y comentar el mío, que es el 85)
Hola Karian V. Ciertamente y sin duda tenias desde el principio una historia que contar. elemento necesario para cualquier escritor. Me gustó la forma de desarrollarla.
Encontré, al principio, una confusión sin llegar a ser complicada de entender. Así es que, en los primeros monólogos, pues el perrito nunca contestó para considerarlos diálogos, me di a la tarea de reestructurarlos. Estos son solo una sugerencia. Aquí los plasmo a continuación.
—Todo el mundo era feliz hasta que anunciaron este huracán.
Esto lo dijo mirando a su chihuahua, Aplausos, que dormía a su lado con las patitas juntas como si estuviera aplaudiendo. Enseguida, para darse ánimo, en voz alta repitió:
—¡Ojalá que esto pase pronto!
Como puedes ver siempre hay algo que hacer para mejorar un escrito. las cosas que ayudan es leer en voz alta, para darte animo, el texto y notaras lo que debes de corregir.
También los espacios entre los párrafos ayudan a la lectura.
Me agrado lo que lograste.
Nos seguimos leyendo.
Agradezco tu visita a mi escrito del mes.
Hola Kariann.
Me gustó la temática y, aun cuando no me gusta ese tipo de perros, sentí empatía por él y por su dueña. El cuanto al conflicto de la historia, me parece que le podrías dar más fuerza, para que la resolución fuera más dramática e impactante. Al contrario que Laura, mi opinión es que el general es mejor no describir las emociones, sino traducirlas en acciones.
Mi texto es el #83, aunque ya me visitaste.
Hola Karian V: Me ha gustado mucho tu relato.
Al principio me ha parecido muy ingeniosa la maniobra de llamar al perro Aplausos para conseguir el RETO OPCIONAL.
La idea de lograr el RETO mediante un contraste entre la vida cotidiana feliz y el terror durante el huracán, también me ha gustado.
Mediante el miedo a un peligro incontrolable de la naturaleza, nos presentas a una persona llena de bellos valores como son, la fidelidad de la duela hacia su perro, la responsabilidad y el coraje de la dueña para salvar a su perro; la superación del miedo y la sangre fría de encontrar un sitio seguro y salvar la vida. Vemos a una persona ecuánime cuando es capaz de demostrar alegría cuando encuentra a su perro.
Muy logrado el título que resume el tema del relato.
Enhorabuena, un saludo. Menta
Hola Karian
Un acierto el nombre del perro!!
Me ha gustado
Un abrazo
Hola Karian.Gracias por el detalle de piernas a patas en mi relato.
Muy bueno el nombre del perrito, pero al final para lograr el reto, es el mejor grito de admiración y alegría que de momento haya leído entre los compañeros. Bueno ya ha pasado la tormenta. Ahora a reconstruir la casa.
Felicidades y hasta otra lectura.
Hola
Ando por el 84…
Coincido en la sabia elección del nombre del perrito y en lo bien que nos haces sentir esas emociones en medio de un episodio tan turbulento. Está muy bien escrito y se lee del tirón.
La única pega quizás sería que el final es un poco abrupto y quizás te esperarías que sucediese algo con más enjundia.
De todas formas creo que está muy bien.
Saludos!!!
Hola
Gracias por prestar tu tiempo para leer mi relato
Tu cuento tiene buen trasfondo, y es entretenido de leer, generas bastante tensión dentro de él porque nos preocupa más a los lectores lo que pueda pasar con el perro que al propio personaje.
Se te escapó un Aplausos con minúscula. Por cierto, es el nombre de perro más original y conveniente que he leído nunca.
Un saludo
Hola Kariann V
¿Has estado alguna vez en medio de un huracán? Describes la situación como si lo hubieras experimentado.
Me gustó leerte y sentirme espectadora de semejante drama. Afortunadamente culmina con un atisbo de felicidad.
Saludos
Buenas, Kariann V.
Un relato bien logrado, nos has hecho sentir el miedo y la angustia del personaje al encontrarse en una situación tan peligrosa.
Aunque los tiempos verbales me han sacado un poco del texto:
“Lisa lo llamaba frenéticamente mientras trataba de prender la luz, pero había ocurrido un apagón eléctrico. El pánico se apoderó de ella y a tientas buscaba la linterna que tenía preparada.”. Estoy muy poco puesta en tiempos verbales, pero este cambio es el que más me ha llamado la atención.
Y también hay algún que otro gerundio innecesario: “—¿Por qué te fuiste? ¿Dónde estás? —dijo sollozando, ahogada en su llanto y regresando apresuradamente mientras la lluvia y el viento volvían a arreciar.”. Diría que ese regresando está mal usado.
El nombre del perro para completar e reto me ha parecido muy ingenioso.
Buen trabajo.
Un saludo.
Hola Kariann V.
Gracias por tu comentario. la tuya es una dramática historia bien desarrollada aunque para mi gusto con un exceso de protagonismo canino. Pero hay lectores para todo y gustos innumerables. De todos modos creo que consigues atraer la atención del lector y mantenerlo hasta el final que es en definitiva lo que interesa.
Nos leemos.
Hola KariannV:
Gracias por pasarte por mi relato y comentarlo.
Aunque un poco tarde te devuelvo con gusto tu visita.
Tu relato me ha parecido bien narrado, dando una descripción minuciosa de la angustia de la protagonista ante una situación de pánico.
También como ya te han señalado, transmites muy bien el amor de Lisa hacia su mascota y el sufrimiento de poder perderlo para siempre.
En líneas generales me ha gustado leerlo.
Felicidades.
Saludos, Kariann
Después de una ausencia por razones personales, he tomado un tiempo para volver a comentar a quienes gentilmente llegaron a mi texto del mes de noviembre.
He leído tu texto y a tus comentaristas para no repetir. Debo decirte que en tu relato, solo existe una sola persona hablando. Has hecho separación en los diálogos, lo que no es aconsejable cuando es la misma persona que continúa con su participación. En esos casos, debes dejar el diálogo inicial, y continuar con los incisos narrativos, y (con el dialogo seguido) concluir con lo que esa persona sigue hablando. No se separan en dos frases independientes, ya que tenemos por costumbre creer que cada guion es la participación de una persona.
Como amante de los animales, me ha gustado la decisión de la protagonista de no abandonar a su mascota. En casa, tenemos un plan de evacuación y rescate en caso de catástrofe. Antes era muy difícil porque tenía dieciséis gatos y dos perros, ahora solo tengo dos perros. Sin embargo, he sentido que se ha buscado “llevar” al lector a través del emocionalismo. Recuerda que siempre debes manifestar lo que el personaje siente con acciones, y no tanto, con el uso de *palabras emotivas*. Te marco un ejemplo:
«Con la linterna en una mano y *agarrándose la cabeza* con la otra, buscaba *desesperada* el perrito en sus sitios preferidos, pero no había rastros de él. *Las náuseas y el temblor* le impedían doblarse para mirar debajo de los anaqueles y *sintió su soledad con más fuerza que nunca*.»
–> La luz de la linterna alumbraba los rincones favoritos del perro; lo llamaba con insistencia, pero sin ningún éxito. Sujetó su cabeza con fuerza tratando de concentrarse. Sintió un ataque de agruras y un calambre en sus piernas le impedía caminar con facilidad, o inclinarse para ver bajo los anaqueles. Al no encontrarlo, le provocó un sentimiento de soledad inexplicable y profundo.
Me quedé con la duda si “Suspiró” cae en la categoría de verbos discendi, por lo que decidí buscarlo. Según WIKILENGUA: «son los llamados verbos de comunicación o verbos ‘dicendi’ , los verbos declarativos son verbos de habla, verbos que designan acciones comunicativas o expresan creencia, reflexión o emoción y que sirven para introducir un parlamento, ya sea en estilo directo o indirecto.»
Revisando el listado propuesto, todos son verbos comunicativos, es decir que hacen uso de las palabras, como: preguntó, disculpó, aseveró, etc. Por lo que busqué si “suspiró” caería en esa categoría; pero NO, ya que no hace uso de “palabras” tal como sonreír, reír, giró, miró, etc. Así que siguiendo la “regla”, diremos que “Suspiró” con mayúscula está correcto. Debo aclarar, que sí encontré un listado (en un blog) que incluye “suspirar” como verbo discendi. Pero el verbo debe ser “comunicativo” para que caiga en la categoría. En otro enlace encontré esta explicación: “También están los verbos ruidosos, es decir, aquellos que describen formas de articulación «vocal y mímica» que acompañan a los enunciados. Susurrar, murmurar, balbucir, balbucear, cuchichear, titubear, mascullar, vociferar, chillar y gritar, por ejemplo, son formas acústicas de decir. Otros, en cambio, si uno lo piensa bien, no equivalen a DECIR, porque suspirar, sonreír, reír, gemir, gruñir, refunfuñar, rezongar, hipar, sollozar, etc. son cosas que se «hacen» antes o después del habla, en vez de decirlo; pero igualmente los ponemos en los diálogos.”
Para no confundirnos, simplemente se debe analizar, un verbo es discendi cuando podemos usarlo mientras hablamos, No antes, No después y si ese mismo verbo solo es una acción, sin participación del habla lo categorizaremos como no discendi. Aunque creo que hay tema de discusión, yo me limitaría a dejar solo aquellos que son “comunicativos” como discendi.
Link: http://www.wikilengua.org/index.php/Verbos_declarativos
Para concluir, aunque me ha gustado el relato, tal como lo han declarado es bastante creíble, el final me parece inconcluso, ya que la joven ha encontrado a su perrito; pero el desenlace de ambos queda como “final abierto”.
Espero que lo datos que te he dado te sean de utilidad. Saludos. Nos leemos.