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APLAUSOS - por María Esther
APLAUSOS
La fiesta fue organizada con sencillez y buen gusto por la madre de Mariana, en el salón del club donde muchos festejaban su cumpleaños. Los padres se sentían muy a gusto homenajeando a su única hija en el aniversario número dieciséis. Asistieron sus compañeros de clase, amigos, tíos, primos, abuelos.
Una banda juvenil amenizaba el baile, a la que se sumaron coros y palmas del divertido y numeroso grupo. Las mesas de variados platos, los mozos en un ir y venir con bandejas llenas de bebidas, mostraban la animación reinante.
Todo el mundo era feliz hasta que el padre de Mariana se derrumbó en medio del salón, cuando bailaba con ella. Al instante lo rodearon, aglomerándose mucha gente que trataba de ayudarlo mientras llegaba la ambulancia para trasladarlo de urgencia.
José Ramón, era un comerciante, muy querido en la localidad, conocido por su bondad y apego al trabajo, había sido jugador de fútbol y buen pescador.
—No llores Mariana, enseguida estará bien—aseguró María.
—¡Claro, lo atendieron sin perder tiempo!—dijo Álvaro.
—¡Fue horrible,… yo lo vi caer… con una mano en el pecho!—afirmaba ella.
—Ya debe estar mejor, tu mamá no va demorar, llamará con buenas noticias.
Así fue calmándose, a la vez que ansiaba oír la voz de su madre que la tranquilizara.
La reunión continuó sin música, con el murmullo y las conversaciones, otros comían y bebían.
Sonó el teléfono al fin:
—¡Hola, hija, voy para ahí enseguida!
—Y papá, ¿cómo está? ¿Viene contigo?
—No Mariana, lo están atendiendo…porque tuvo un infarto…—dijo, con voz entrecortada.—Ya voy y hablaremos.
Mariana entendió la gravedad de la situación y pensó lo peor.
Al llegar la madre, se fundieron en apretado abrazo con llanto convulsivo, gestos , monosĺabos…
Al suceder tan rápido los hechos, fue muy difícil para madre e hija aceptar la nueva situación, el dolor de la ausencia mordía sin piedad.
La vida siguió con sus luces y sombras, dejando huellas imborrables. La falta del padre para la joven, fue un sacudón muy fuerte que la trajo a una realidad antes no percibida.
Sus estudios continuaron, pero los problemas económicos surgieron, pues el comercio entró en dificultades.
Mariana puso todo su esfuerzo y dedicación en la carrera de actriz, que ha sido su sueño desde la niñez.
Su carácter fuerte y tenaz, su sensibilidad, eran virtudes que resaltaban sus trabajos a la hora de actuar. Era una alumna destacada, perfilándose en un grupo de compañeros como una de las que lograba mejor expresión y comunicación con el público.
Sin embargo, algo no la conformaba, no se sentía bien consigo misma, no podía conciliar el sueño, al recordar aquella áspera conversación que tuvo con su padre, una semana antes del infausto suceso:
—«¡Cómo pasa el tiempo, hija, muy pronto tendrás que elegir una profesión!
—Sí, papá, hace tiempo que la elegí.
—¿Qué, ya elegiste? ¡No sabía nada!—afirmó el padre sorprendido.
—¡Sí, te digo que quiero ser actriz, siento que lo llevo en el alma, que esa es mi vocación!—contestó ella con vehemencia.
—Creo que deberías pensarlo un poco más, es una carrera muy sacrificada, vivir de esa profesión es muy difícil.
—¡No me importa, no pensé en todo eso, solo sé que es lo que quiero para mi vida, y voy a luchar para conseguirlo!
— Te pido que lo medites un poco más y conversaremos de nuevo.
—¡No papá, ya está decidido y mamá lo sabe!» .
Ya era casi una obsesión para Mariela recordar sus textuales palabras, su rostro compungido y por qué no decirlo, la tristeza que le había invadido en aquel momento. Ella no dejaba de preguntarse « por qué se opondría tanto a su preferencia; todas las profesiones son sacrificadas, exigen dedicación y entrega; pero si se hacen con amor los sinsabores no cuentan».
Por eso su cabeza giraba sin descanso, estaba al borde de una crisis nerviosa, se cuestionaba una y mil veces, « ¿ por qué había sido tan dura con él y nunca hubo reanudado aquel diálogo para lograr esclarecer las ideas de su padre? » .
Todos esos pensamientos le provocaban angustia, inquietud, opresión…Ella quería soñar libremente… como siempre lo había hecho…Si el segundo encuentro se hubiera dado, tenía la certeza que al explicarle, él habría comprendido y se hubiera sentido orgulloso de su hija, ofreciéndole su apoyo.
El día del estreno, sus padres, sentados en primera fila, con los ojos brillantes de alegría, vibrarían de emoción al sumergirse en un mar de atronadores aplausos…
Hola María Esther.
Muy buena inserciòn de las dos palabras, con total y absoluta naturalidad.
Es texto está bien escrito,no encuentro detalles a señalar.
Mis saludos.
Hola María Esther. Emocionante relato muy bien llevado de principio a fin. Realismo a flor de piel. Personas del día a día con situaciones tristemente cotidianas muy bien enfrentadas a la realidad. Tintes moralistas que nos viene bien de vez en cuando no olvidar, para que la vida no nos sorprenda con su dureza. La inclusión de la frase propuesta y de la palabra final ha estado acorde con el texto. Magnífico. Si quieres pasarte por el mío (#13) eres bienvenida.
Un saludo y adelante!!!
Hola Laura y Moldy Blaston, muchas gracias por pasar y realizar comentarios.Me alegro que les haya gustado.
Con gusto visitaré vuestros trabajos.
Saludos.
Hola María Esther!
Me interesó tu relato.
Es un tema que sucede a menudo y deja huellas importantes en la vida de una adolescente.
Muy buena la forma de relatarlo y los diálogos que entablan los personajes.
En el final no entendí la figura de los padres
viendo su actuación, ya que el padre había muerto.
O no logré interpretarlo.
Igual me mantuvo atenta.
Gracias por tus sugerencias acerca de mi texto.
Saludos.
Nos seguimos.
Hola, María Esther: Muchas gracias por tu visita y amable comentario.
Me gustó tu historia; está escrita en forma correcta desde el punto de vista gramatical. presentas un suceso muy real y sus connotaciones. A mí tampoco me quedó claro que el padre siguiera vivo.
Muchas gracias Esmeralda y Beba por los comentarios.Bueno, el hecho de que estén el padre y la madre en el estreno, es irreal, es un sueño en su mente, si el padre no hubiera muerto. Ella no lo dice, pero en el fondo piensa que quizás, si no hubiese sido tan dura o hubiesen hablado en más profundidad, él no habría padecido el infarto.
A lo mejor no me expresé bien,voy a releer.
Hola María
Un relato con sentimiento que a muchos nos recuerda que se nos quedó algo por aclarar con nuestros mayores antes de su desaparición. Es normal y verás que tu protagonista terminará por superarlo.
Es un buen tema el que has escogido.
un abrazo
Muchas gracias Paola por tus aportes, que siempre son bienvenidos y alentadores.
Nos vemos en la próxima.
Saludos.
Hola María Esther. Me ha gustado tu relato, parte forma parte esencial de la boda misma. Todos hemos pegado que teníamos que haber hecho o dicho algo a ese ser querido, que se murió antes de tiempo… Lo único, yo el final lo hubiese descrito con no que ella veía a sus padres juntos, el día del estreno, aunque había una butaca vacía… Aldo para que el lector lo comprenda… Un saludo y sigamos escribiendo.
Muchas gracias Miguel por tu visita y tu sugerencia que siempre aporta algo para la reflexión.
Hasta la próxima escena.
Saludos.
Hola, María Esther
Has utilizado un narrador omnisciente que nos cuenta una historia cercana y emotiva y creo que llega al lector. También hubiera estado bien aprovechar ese sentimiento de dolor de la protagonista, que tiene tantos matices para que fuera ella en primera persona quien narrase.
Me ha parecido una historia emotiva y bien estructurada, con una narración cronológica contada desde el presente pero utilizando el tiempo pasado, con diálogos y descripciones. La última frase da sentido al relato, acudes al condicional “vibrarían”, para mostrar el remordimiento, o la impotencia, o el arrepentimiento por aquellas últimas palabras, casi es la protagonista quien habla.
Alguna sugerencia de forma:
* “La fiesta fue organizada con sencillez y buen gusto por la madre de Mariana, en el salón del club donde muchos festejaban su cumpleaños”: aquí, el narrador utiliza una forma pasiva opinando sobre el buen gusto de alguien. Las formas pasivas son muy tajantes, se suelen utilizar en lenguaje jurídico y científico, pero es un tiempo como congelado, no da vivacidad a la acción y en literatura se usa muy poco.
* “José Ramón, era un comerciante, muy querido en la localidad, conocido por su bondad y apego al trabajo, había sido jugador de fútbol y buen pescador”. La primera coma separa el sujeto de su verbo, es lo que se llama “coma asesina”. Creo que lo que ha pasado en este párrafo es que hay demasiados elementos en la misma frase. En mi opinión estarían mejor separados por punto y seguido.
* “—afirmó el padre sorprendido.”: después de “padre” iría una coma, ponerla o no cambia el sentido al nombre, si no se pone una coma significaría que su padre es un padre sorprendido permanentemente, si se pone describirías una circunstancia momentánea.
Me ha gustado leerte, ha sido una coincidencia que se unieran nuestras luces y sombras.
Un cordial saludo
Hola María Esther: Tu relato me ha gustado mucho, porque narras una situación perfectamente comprensible y real. Entiendo perfectamente el disgusto de la protagonista al perder a su padre sin aclarar las cosas, y te metes en sus carnes percibiendo su desasosiego. La ensoñación de Mariana al final del relato me ha parecido un apunte de los más acertado.
Un saludo.
Hola Esperanza Pardo,te agradezco la minuciosa crítica que realizaste a mi trabajo. Me quedaron muy claras tus explicaciones.Me hizo gracia lo de la “coma asesina”, pero te aseguro que no se me olvida.
Tu sugerencia de un narrador en primera persona es interesante, claro que me parece más difícil,pero podría ser.
Me alegro que te haya gustado y que vuelques tus valiosos conocimientos en este taller.
Es cierto que coincidimos con las luces y las sombras, pero tratándose de la vida y los seres humanos,siempre habrá luces y sombras.
Agrego que fue un placer leerte, aunque te confieso que no fumé nunca, sin embargo tu relato me gustó muchísimo, por lo bien escrito que está.
Saludos, te seguiré leyendo.
Hola María Jesús, muchas gracias por tu amables palabras,referentes a mi relato.
Sabes que me gusta los temas relacionados con personajes comunes,que tratan
de la realidad y sus problemas. Me alegro que el final te haya gustado.
Saludos y hasta el próximo mes.
Hola Maria Esther,
Me ha gustado cómo reflejas una historia muy cotidiana, las cosas que no dijimos a los que ya no están, y cómo eso nos martiriza y tratamos de paliar con la imaginación.
Saludos
Gracias Nikaleia por devolverme la visita.Nos seguimos leyendo en próximos trabajos.Cordiales saludos.
Hola María Esther:
Primeramente te comento alguna cosilla que yo cambiaría, luego tú decides.
“…en el aniversario número dieciséis…” Evidentemente no está mal, pero resulta extraña esta forma de decirlo. Parece más natural “en su dieciséis cumpleaños”.
Las rayas que van con los incisos de los diálogos habría que revisar.
“…con llanto convulsivo, gestos , monosĺabos…” Aquí te ha podido las ganas de hacerlo rápido has separado la coma de la palabra gestos y has acentuado la letra ele en monosílabos.
El diálogo que sigue a “antes del infausto suceso” va entrecomillado porque evoca un recuerdo, pero las comillas de apertura deberían ir antes de la raya del diálogo: «—¡Cómo pasa el tiempo…
Las comillas que siguen a “…, se cuestionaba una y mil veces…” deben ir unidas a la palabra que le sigue, al igual que las de cierre a la que le precede.
“Mariana puso todo su esfuerzo…, que ha sido su sueño…” Has discordancia de tiempos verbales.
He tenido un buen trozo del relato, después del infarto, en el que creía que el padre había muerto, pero por lo que se desprende del último párrafo, se sobrepuso y acudió al estreno de la obra de la hija como actriz. No sé, me ha parecido un poco engaño por parte del relator/a.
Ha estado bien redactado y entretenido. Toca cuestiones como la convivencia, la comunicación., el amor a la familia y a los ideales.
Un saludo.
Hola María Esther,
Me gustó mucho tu relato, que a pesar de ser agridulce, deja mucho para pensar.
En cuanto a las formas, no tengo mucho que agregar a todo lo que te han dicho.
Siempre que escribo pienso que lo más difícil es elegir el tema, y en tu caso, creo que lo resolviste muy bien tratándose de algo áspero, como son los desacuerdos con nuestros padres, especialmente cuando ellos se van, y nos quedó algún tema irresuelto.
Felicitaciones!
Saludos.
Hola isan,la verdad que te quedo muy agradecida por todos los detalles técnicos que me has corregido.Esto de los diálogos, la raya, las comillas, los espacios, me cuesta bastante, así que corregiré todo lo que me marcas.
En cuanto al final, yo quise expresar que era algo que ella deseaba,que el estuviera en el estreno.Por eso recurrí al condicional “vibrarían” de emoción, en el supuesto caso que viviera. O sea se imagina lo feliz que se sentiría después que le hubiera explicado y él hubiese comprendido.No sé, quizá no debí poner punto y aparte antes del último párrafo.
Repito, para mí son detalles muy importantes, que me gustaría superar, ya que considero los diálogos de suma importancia en un cuento.
Muchas gracias y hasta pronto.Espero seguir teniendo tus sugerencias.
Hola Roberta, muchas gracias por pasarte por mi relato y me alegra que te haya gustado.Si, la elección del tema es difícil, yo quería crear un personaje creíble, con virtudes y defectos, que enfrentara dificultades, que luchara por superarlas.
Muchas gracias por leer mi trabajo.
Saludos
Hola María Esther. Muchas gracias pro tu comentario. Después de tantos comentarios sobre tu texto poco puedo añadir. Me ha gustado, los diálogos están bien y el giro de la historia muy impactante. Veo que el texto tiene dos partes, yo suelo separarlas para evitar crear confusión y hay un error en un tiempo verbal, pero sin importancia, tiene pinta de despiste. Lo que te digo, me gustó mucho. Saludos.
Hola María.
La naturalidad con la que se encadenan y cuentan los hechos le da credibilidad pero, desde mi punto de vista, le quita un poco de magia también. Creo que sería bueno profundizar la conexión emocional con Mariana porque es la dimensión preponderante.
Mi texto es el #83.
Hola Maria Esther:
Gracias por pasarte por mi relato y comentarlo.
Por fin he podido cumplir con todos los que me habéis visitado. Aunque muy tarde llego con gusto a leerte.
Tu relato, que me ha gustado, me ha parecido una historia muy creíble. Una familia bien estructurada, la vocación irrevocable de la chica, la tragedia que rompe la buena harmonía y la estabilidad económica del clan y las discrepancias lógicas y habituales en el seno de las mejores estirpes.
“…aquella áspera conversación que tuvo con su padre, UNA SEMANA antes del infausto suceso”.
«¿ por qué había sido tan dura con él y NUNCA hubo reanudado…”.
Uniendo estas dos oraciones veo un poco fuera de espacio/tiempo emplear la palabra “nunca”, que para mí representa un periodo muy dilatado de tiempo o eternamente; cuando solo había pasado una semana que tuvieron esa conversación y apenas había pasado tiempo para que ambos reflexionaran.
La oración siguiente: “El día del estreno, sus padres, sentados en primera fila, con los ojos brillantes de alegría, vibrarían de emoción al sumergirse en un mar de atronadores aplausos”.
Aunque no sea suficientemente clara, yo la entendí perfectamente en el sentido de lo que quería decir. No obstante me permito con todo respeto sugerir lo siguiente:
“Ella sentía que el día de su debut, sus padres…hubieran vibrado de emoción…”.
Felicidades. Seguiremos leyéndonos.
Gracias Vespasiano,por leer mi relato y por las sugerencias que me das.No sé como utilicé la palabra nunca que no es de mi agrado, como jamás, por eso mismo que tu dices, que significa un espacio de tiempo muy dilatado, entonces no concuerda con una semana que era lo transcurrido hasta el “infausto suceso”.
Luego los verbos, que dos por tres me tropiezo con ellos.
Gracias, hasta dentro de unos días.