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Una verdadera aventura - por Charola

Web: https://mujerturquesa.wordpress.com/

Todo el mundo era feliz hasta que ocurrió algo increíble en el ómnibus donde Claudia y Rosana viajaban. Iban con destino a Ica, a conocer las Líneas y geoglifos de Nazca y de Pampas de Jumana, aquellas figuras geométricas milenarias cuya interpretación aún no se lograban descifrar.

En la terminal de la empresa de transportes, en Lima, ellas habían socializado con los demás pasajeros, ahora todos estaban reunidos e iban tan felices que les provocaba cantar.

Omar salió cantando de la comisaría. Abrió la puerta del coche patrullero donde su compañero esperaba en el asiento del copiloto. Venía de dejar porciones de pastel a sus colegas ya que el día anterior celebró el cumpleaños de su hija. Al parecer su esposa se excedió en el tamaño del pastel. Sus compañeros celebraron tal exceso cantando el Happy birthday.

Comenzaron a patrullar las calles cuando recibieron el llamado de una mujer que culpaba a su esposo de maltrato. Al llegar, encontraron a los dos tortolitos que habían olvidado sus berrinches.

Estaban alegres. En el ómnibus todo era jolgorio. La carretera era buena, el pavimento brillaba, parecía un río gris en el vasto desierto. Al costado del asiento de las jóvenes venían dos extranjeros que escuchaban la radio y se movían al compás de la música. De pronto, Claudia saltó al pasadizo y preguntó:

—¿Quiénes saben la canción «La bamba»?

Muchos levantaron las manos.

—¿Qué les parece si cantamos, como si fuese una excursión de compañeros del cole?

—¡Síiiii! —asintieron entusiasmados.

—Yo dirijo y ustedes repiten, ¿ok? —y empezó—: «Para bailar la bamba…».

Claudia sabía cómo mover a las masas, era estudiante de periodismo, simpática, amigable, no se amilanaba ante nada.

A mitad del recorrido el chofer detuvo la marcha. Subió una pareja; no había asientos, por lo tanto, se quedaron parados. Más tarde subieron un par de personas más. Claudia se sentó al tiempo que terminaba la canción. Otra parada forzada y subieron dos hombres más; de inmediato, estos sacaron sus armas, uno era alto y otro pequeño. Este último apuntó al chofer y gritó:

—Cualquier movimiento raro y este hijo de puta morirá. Mi compañero va a pasar con la bolsa. Tenemos otro colaborador atrás que estará observándolos.

Ninguno volvió la mirada atrás.

«Ladrones de carretera», murmuró Rosana, la boca le temblaba. El alto indicaba que pusieran billeteras, relojes, joyas, celulares a punta de pistola; todos obedecían. El terror se acrecentaba cuando las miradas iban al cañón negro como un callejón sin luz que apuntaba entre sus ojos. Al terminar, el hombre reculó, paso a paso; de pronto una zancadilla lo hizo trastabillar. Se reacomodó, apuntó al culpable lanzándole una feroz mirada, y dio un alarido: «¿Quieres morir, imbécil?».

El que apuntaba al chofer, le gritó:

—¡Para el bus y abre la puerta!

El conductor obedeció. Se acomodó primero el que sostenía el botín, dio un paso para salir, pero se sostuvo en el aire, pues el chofer aceleró y cerró la puerta del ómnibus quedando este con medio cuerpo afuera, se agarró como pudo y en el forcejeo, abandonó el arma. Se formó una trifulca con el ladrón pequeño, quien perdió el equilibrio, dos pasajeros se adelantaron; logró disparar, sin embargo, el tiro fue a parar al techo. Lo desarmaron. El que estaba fuera sacó al exterior la pierna que le quedaba dentro, y colgado cual bandera flameaba cogido del agarrador del autobús en su loca marcha.

Omar y su compañero salían despreocupados por una calle adyacente a la carretera cuando vieron pasar el bus a la velocidad del rayo.

—¡Por la gloria de los difuntos! ¿Viste lo que acabo de ver?

—¡Síguelo!

Dio vuelta hacia la carretera para perseguirlo.

El chofer se acercaba a una curva y disminuyó la velocidad. El hombre de afuera al sentir que el ómnibus desaceleraba, decidió saltar.

Cuando se disponían a manipular la alarma sonora, vieron caer a un hombre del autobús que fue rodando por la inercia hasta quedar delante de las ruedas del patrullero que logró frenar con angustia. Salieron los uniformados para auxiliar al caído.
Unos metros más, el ómnibus se detuvo; dos hombres salieron con el ladronzuelo, seguidos por la multitud de pasajeros que emergían de la movilidad. Se unieron todos en la pista. Claudia, decidida, arrebató el botín al ladrón. «Disculpen, esto es nuestro». Empezó a sacar una a una las billeteras y demás pertenencias para devolverlas a sus respectivos dueños.

Habían vivido una aventura. Los policías encontraron a los ladrones sin esfuerzo. Al final llovieron los aplausos.

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18 comentarios

  1. 1. marazul dice:

    Hola Charola: esta vez te has decidido por un relato de acción, de buenos y malos, de policías y ladrones. Eso siempre gusta porque te mantiene alerta durante su lectura y entretiene. Y ese final en donde los ladrones caen prácticamente a los pies de los policías añaden un plus cómico je,je…
    Un relato claro que entiende todo el mundo.
    Encantada de leerte, Charola

    Escrito el 18 octubre 2018 a las 18:23
  2. 2. ANGEL CLIMENT dice:

    Hola Carola. Muy buen relato. Me ha gustado mucho. La trama es parecida a la de mi relato. Encantado de leerte

    Escrito el 18 octubre 2018 a las 18:48
  3. Estuvo bueno el relato. Una mezcla de suspenso, acción y hasta un poco de comedia 😀

    Me alegra que tuviese un final feliz 😀

    Cuando quieras puedes pasar por mi relato el 118.

    Escrito el 19 octubre 2018 a las 03:27
  4. 4. Leonardo Ossa (Medellín - Antioquia) dice:

    Hola Charola ¿cómo has estado?
    Lo primero es agradecer tu lectura y comentario de mi texto, has sido muy amable. Como te pudiste dar cuenta saqué un rato para venir a participar de nuevo y leer el máximo de cuentos que el tiempo me permita. Venir a leerte es todo un placer. Tu historia me pareció muy dinámica y logró captar mi atención todo el tiempo.
    Hay una frase que me causó confusión y es la siguiente: “A mitad del recorrido el chofer detuvo la marcha. Subió una pareja; no había asientos, por lo tanto, se quedaron parados. Más tarde subieron un par de personas más.” Me confundí un poco, momentaneamente claro, pero… me quedé pensando si por el hecho de no tener asientos (disponibles) el vehículo debió permanecer inmóvil. Luego entendí que eran los pasajeros y por ello te sugiero usar en esos casos la expresión “de pie” para evitar confusiones.
    Un buen relato, muy entretenido. Nos seguiremos leyendo Charola.
    Saludos.

    Escrito el 20 octubre 2018 a las 21:28
  5. 5. Osvaldo Vela dice:

    Hola charola. Que bien rima el saludo. pero mas me gustó la forma de mostrar una vivencia. la escena de los patrulleros: “celebró el cumpleaños de su hija. Al parecer su esposa se excedió en el tamaño del pastel. Sus compañeros celebraron tal exceso cantando el Happy birthday”.

    También me llenan las escenas cotidianas como esta:”Comenzaron a patrullar las calles cuando recibieron el llamado de una mujer que culpaba a su esposo de maltrato. Al llegar, encontraron a los dos tortolitos que habían olvidado sus berrinches.

    El resto de la trama y el desenlace contienen una redacción clara, que nos lleva por una vivencia que se repite cada vez con mas frecuencia; el asalto con violencia en las carreteras.

    Al parecer cada vez hay mas testimonios de gente que aprovechan descuidos de los asaltantes para rebelarse. con resultados positivos como el tuyo.

    Te felicito por la valentía de publicarlo.

    Como siempre, anote tu texto en mi listado desde el primer día. Es tu trabajo, una de las lecturas obligadas en mi plan de taller.

    Nos seguimos leyendo.

    Escrito el 21 octubre 2018 a las 01:08
  6. 6. IreneR dice:

    Buenas, Charola.

    Me ha gustado tu relato. Creo que está muy bien llevado y se lee con facilidad.

    Aunque ha habido una frase que me ha resultado un poco liosa: “Se acomodó primero el que sostenía el botín, dio un paso para salir, pero se sostuvo en el aire, pues el chofer aceleró y cerró la puerta del ómnibus quedando este con medio cuerpo afuera, se agarró como pudo y en el forcejeo, abandonó el arma.” Es muy larga, con demasiadas comas, y al final te pierdes en la lectura.

    Un saludo.

    Escrito el 21 octubre 2018 a las 13:26
  7. 7. Charola dice:

    Hola, compañeros.
    Gracias Marazul, Angel Climent, Daniel, Leonardo, Osvaldo e IreneR por comentar mi relato.

    Leonardo, muy buena tu sugerencia, ya hice los arreglos en ese párrafo.
    Osvaldo. Me llena de satisfacción estar en tu listado de lecturas obligadas y es recíproco, amigo.
    IreneR. Trataré de variar un poquitín ese párrafo. A ver cómo sale.

    Nos seguimos leyendo.

    Escrito el 21 octubre 2018 a las 16:48
  8. 8. isan dice:

    ¿Qué tal Charola?

    Efectivamente, una aventura como tú misma la describes. Casi parece una película cómica en blanco y negro, vivida paso a paso, con todo lujo de detalles. Me ha sorprendido el estilo narrativo y esos modismos del lenguaje.

    Has mezclado el jolgorio del autobús el cumpleaños de la hija del chófer, el marido maltratador y el chófer del bus, la patrulla todo al principio y cuesta un poco digerir para saber de qué va el relato. Para mi gusto cumpleaños y discusión matrimonial podrían suprimirse para centrarte en lo que ocurre dentro del autobús.

    Ha sido un placer comentarte.

    Hasta otra, un saludo.

    Escrito el 21 octubre 2018 a las 22:09
  9. 9. Ofelia Gómez dice:

    Hola Charola

    Solo un detalle, el quinto párrafo comienza con “Estaban alegres”. Como en el anterior relatas un procedimiento policial, da a entender que son los del patrullero los que estaban alegres.

    De todos modos es una nadería. El relato es bueno, entretenido y de ágil lectura.

    Saludos

    Escrito el 22 octubre 2018 a las 03:15
  10. 10. Paola Panzieri dice:

    Hola Charola

    Una aventura con final feliz.
    He disfrutado con la lectura.

    Un abrazo

    Escrito el 22 octubre 2018 a las 09:47
  11. 11. Laura dice:

    Hola Charola.
    Gracias por pasar por mi relato, y dejar tu comentario.
    Con relaciòn al tuyo, tuve que releerlo, cosa que no me sucede con los tuyos, para descubrir que se trata de dos lìneas de acciòn que convergen con muchos personajes.
    Tal vez podrìas haber hecho una separaciòn mayor entre la acciòn de unos (los pasajeros) y los otros (los policìas),pero es tan sòlo mi humilde opiniòn.
    Un saludo.

    Escrito el 23 octubre 2018 a las 11:03
  12. 12. Charola dice:

    Hola, Isan. Efectivamente, los párrafos del cumpleaños y el berrinche matrimonial sirven solo para que las dos historias, la del paseo turístico y de los policías, vayan paralelos y luego converjan. He tratado de realizarlo en ese estilo. Estoy probando estilos de narración. Espero que les haya gustado. Gracias por comentar.

    A Ofelia. Se trata de forma de narración un tanto encadenada y a la vez paralela. Un gusto que hayas comentado, voy por el tyo. Gracias.

    A Paola Panzieri. Me satisface que hayas disfrutado leyendo mi relato, de eso se trata. Gracias.

    A Laura. Como le decía a Isan, he tratado de utilizar una forma de narración distinta, no tan lineal, como son casi todos mis relatos. Quizás costó un poquito leerlo, pero ojalá que hayas entendido al final. Gracias por tu comentario sincero.

    Hasta otra. Gracias.

    Escrito el 24 octubre 2018 a las 00:54
  13. 13. Menta dice:

    Buenas noches Charola: Me ha gustado mucho tu relato. Te felicito porque considero que es difícil describir una escena de policías y ladrones y que se entienda la sucesión de acontecimientos sin perder un ritmo de acción.

    Enhorabuena, un saludo, Menta

    Escrito el 24 octubre 2018 a las 21:11
  14. 14. Toñi Avila (vibe) dice:

    Hola Charola:

    Ante todo darte las gracias por comentar mi texto.
    Tu relato es dinámico y te envuelve rápidamente. No quieres parar dd leer, sólo seguir y seguir…
    para ver que sucede. Ágil, con fuerza e increiblemente bien escrito, hasta con su chispa de humor.
    Muy bueno, me gustó.

    Escrito el 25 octubre 2018 a las 21:16
  15. 15. Laura dice:

    Charola, de nuevo.
    Si, Charola, lo entendì. Como esperaba yo lo lineal, le perdì un poco pero la segunda lectura ya lo hilvanó todo. Son los modos de cada uno. No te preocupes por ello porque es la forma en que cada uno nos enfrentamos al texto. Está todo bien.

    Escrito el 26 octubre 2018 a las 11:45
  16. 16. Luis Ponce dice:

    Hola Charola:
    Gracias por tu comentario en mi relato.
    El tuyo es ágil, con una pizca de humor pero con mucho ritmo.
    Me ha llamado la atenció la angustia del patrullero que tiene que contraer sus ruedas para no atropellar a los ladrones.
    Te felicito por lo crudo del tema y lo bien escrito.
    Nos leemos.

    Escrito el 27 octubre 2018 a las 01:22
  17. 17. Vespasiano dice:

    Hola charola:

    Gracias por pasarte por mi relato y comentarlo.

    Llego con bastante retraso a visitarte. Los motivos ya los expliqué en la entrada de mi historia.

    En cuanto al tuyo refleja una escena que parece ser bastante frecuente en países de América del Sur. Yo he vivido algunos años en Brasil y puedo dar fe de que esos casos ocurren, por lo cual no me ha causado ninguna sorpresa. Aunque esas prácticas se están exportando a otras latitudes.

    Por estos lares ya son noticias los actos vandálicos de pandilleros sudamericanos que se ensalzan en peleas callejeras por el dominio de un territorio, ajustes de cuentas, asaltos a comercios y un largo etcétera de actos delictivos.

    Entre tanta violencia, el desenlace de la denuncia a la que acuden los policías, al menos es esperanzador. ¡Que perdure en el tiempo la buena harmonía entre la pareja!

    Al describir a uno de los bandidos alto y al otro bajito, me hizo recordar alguna película de aquella pareja de cómicos patosos que casi todo lo que hacían les salía mal.

    El final me ha gustado, pues los bandidos salieron escaldados. No eran bandidos de primer nivel y el resultado final fue el mismo que le hubiera ocurrido a esa pareja famosa de cómicos.

    Entretenida historia que me ha gustado. Seguiremos leyéndonos.

    Felicidades.

    Escrito el 28 octubre 2018 a las 18:51
  18. 18. Charola dice:

    Gracias queridos amigos.
    A Menta, Toñi, Luis Ponce, Vespasiano por vuestras apreciaciones y aportes.
    A Laura por retornar a mi escrito. Vos no te preocupés. Jeje. No sé si lo estoy haciendo bien.
    Nos encontramos en la próxima entrega.
    Saludos.
    Me gustaría leerlos a todos y dar mis apreciaciones. A ver si lo hago el próximo mes.

    Escrito el 29 octubre 2018 a las 05:27

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