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¡Tachan! - por Verso suelto

Ustedes no me conocen, no saben quién soy ni donde estoy, ni pueden verme. Yo si les veo y puedo comunicarme con ustedes, sin ir más lejos con este relato.

Soy mago, mejor dicho fui mago, ahora estoy retirado; estar retirado es como estar del revés, como si una fina película invisible te separara de la realidad.

Nunca obtuve ningún ingreso de mi magia, era más bien una adicción, algo que aparece de repente, te atrapa y, como en mi caso, no te abandona nunca. Yo no era un mago corriente de los que sacan conejos de la chistera, tampoco hacía juegos con barajas trucadas: no. Yo era más de la escuela de David Copperfield, ese que hace desaparecer elefantes…pero yo hacía desaparecer personas.

No conocí a ningún otro mago, aunque estoy seguro que los debía haber a patadas, pues por mi empleo sabía de muchas desapariciones; fui contable en una empresa de pompas fúnebres, un trabajo tranquilo que me dejaba tiempo para pensar.

Mis actuaciones eran largas. Primero conocía a alguien, le trataba, luego le iba cogiendo cariño, y un buen día ¡tachan!, se esfumaba sin que fuera necesario que yo estuviera a su lado. Así fue la primera vez, cuando hice desaparecer a mi padre; ni me di cuenta, no fui consciente de lo que había hecho hasta después, mientras pensaba en su vida contemplándole tendido en el féretro, agotado y quieto; solo entonces comprendí que había muerto por mi causa y sentí una absoluta soledad. Luego fue mi madre, esta si desapareció con su mano entre las mías…y luego, ¡tantos otros a lo largo de mi carrera! Todos tenían algo en común, les quise y me quisieron y eso me hacía pensar que todo el mundo era feliz hasta que yo iba haciendo desaparecer a los que más quería.
En alguna ocasión intenté utilizar mi poder con gente a la que detestaba, por ejemplo mi jefe, una mala persona, pero nunca funcionó.

Para mis actuaciones no utilizaba atrezo, ni ninguna ayudante escultural vestida con un maillot de lentejuelas. Tampoco llevaba ningún traje especial, excepto en mi último número. Fue el mejor, también el que viví con mayor intensidad pues lo hice en público. Se lo contaré:

Los espectadores iban vestidos de verde, con un gorro de la misma tela, guantes de látex y una mascarilla tapando la nariz y la boca; situados alrededor mío, me observaban y yo sentía sus miradas traspasar mi piel e internarse en mí cuerpo, iluminado por los focos. Quieto y en silencio yo les contemplaba algo nervioso. Uno de ellos me puso una mascarilla con oxígeno, me dio una palmadita en la cara y dijo, “relájese, vamos a empezar”, luego, dirigiéndose a los demás, “¡vamos allá!”. En ese instante se me cerraron los ojos.

Cuando los abrí estaba en el circo al que me llevó mi padre siendo yo un niño. Sonaba esa música que todos asociamos con payasos, trapecistas o domadores de leones. El maestro de ceremonias presentó al mago vestido de frac: el mago era yo.

Mientras, los espectadores intentaban averiguar el truco; escudriñaban en mis entrañas, hurgando con extraños instrumentos e intercambiando comentarios en un argot incomprensible para mí: escalpelo, pinza anatómica, separadores…

Yo, el mago, me arremangué mostrando mis brazos desnudos…Nada por aquí, nada por allá…

Uno de los espectadores vigilaba la pantalla del ordenador al que yo estaba conectado. Sobre el fondo negro, un puntito verde oscilaba arriba y abajo al ritmo de mi corazón.

En la pista cesó la música y yo, el mago, anuncié lo que iba a suceder a continuación: me iba a hacer desaparecer a mí mismo. A una señal de mi chistera, comenzó un redoble de tambor anunciando el clímax final.

En la pantalla las ondas que dibujaba el puntito verde se distanciaban hasta casi desaparecer; uno de los espectadores gritó ¡se nos está yendo!, ¡rápido, protocolo de recuperación! Los demás comenzaron a moverse frenéticamente, de un lado a otro. Entretanto, en el circo sonaba una estruendosa ovación.

Una enfermera secó el sudor de la frente del cirujano, los focos se apagaron y, poco a poco, los espectadores fueron abandonando la sala.

Fue emocionante, un digno colofón a mi trayectoria que recuerdo con añoranza. Yo pensaba que, una vez retirado, volvería a ver a las personas que he querido ¡pero qué va! esto es muy aburrido. Daría cualquier cosa por volver a vivir al otro lado de los aplausos.

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7 comentarios

  1. 1. Dino Gon dice:

    Hola Verso suelto,
    Una interesante historia contada con buenos recursos. Se hace llevadera e interesante, engancha desde el principio aunque a la mitad ya se sabe de qué va todo, tal vez podrías haber mantenido la incógnita hasta el final para sorprender más. Igualmente me encantó leerlo por el ritmo y el lenguaje sencillo y evocativo.
    También me pareció que el párrafo que empieza: “En alguna ocasión intenté utilizar mi poder…” está un poco descolgado.
    En fin, gracias por hacerme pasar un buen rato con tu cuento.
    Saludos,
    Dino

    Escrito el 18 octubre 2018 a las 17:42
  2. 2. Carmen Esteva dice:

    Hola Verso Suelto:

    Tu historia tiene un aire de misterio y de suspenso que me encanta. Eso de que “estar retirado es como estar del revés, como si una fina película invisible te separara de la realidad” me parecce genial.

    Un comentario, creo que pones una introducción muy larga en la que no sucede nada, es en el séptimo párrafo cuando se crea una expectativa y la accion comienza en el octavo párrafo. Creo que la historia puedde ser aún más interesante, si revisas eso un poco.

    Me encantó leer tu historia. Un abrazo!

    Escrito el 18 octubre 2018 a las 21:08
  3. 3. Lavanda dice:

    Hola Verso suelto:
    Me gustó mucho tu relato. Admiro tu imaginación y el misterio e intriga que creaste.
    Nos seguimos leyendo.
    Saludos

    Escrito el 19 octubre 2018 a las 01:32
  4. 4. Maria dice:

    He sentido la magia mientras leía entusiasmada tu relato, que aunque relacionado con las desapariciones, está escrito con esmero y cuidadas frases que embellecen su lectura. Es una idea genial que se sale de lo corriente.

    Escrito el 19 octubre 2018 a las 22:04
  5. 5. Helena Sauras dice:

    ¡Hola!

    Me ha parecido un relato original y bien narrado, lleno de magia y sorpresas.

    ¡Felicidades y a seguir escribiendo!

    Escrito el 20 octubre 2018 a las 12:01
  6. 6. IreneR dice:

    Buenas, Verso suelto.

    Me ha gustado mucho tu relato, creo que lo has sabido llevar muy bien. Engancha desde el principio y te mantiene expectante. Aunque creo que el desvele del lugar en el que se encuentra el mago podría haber aparecido un poco más tarde, así se mantendría la intriga durante más tiempo.

    Pero aun así me ha gustado mucho.

    Un saludo.

    Escrito el 25 octubre 2018 a las 08:53
  7. 7. Laura dice:

    Hola Verso suelto.
    Me ha encantado tu relato, en especial, la inclusión del paralelismo con el intento de RCP. Muy bueno.
    Mis saludos.

    Escrito el 28 octubre 2018 a las 15:23

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