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Noche de fiesta - por Florencia M
Todo el mundo era feliz hasta que se terminó la fiesta. La música cambió de ritmo, se volvió más suave y lenta hasta desaparecer. Las luces se encendieron y comenzaron a barrer los vasos de plástico, pajitas, servilletas de papel, y algún que otro borracho que quedó tirado. Cuando se abrieron las puertas, la luz del día les lastimaba los ojos. Micaela se puso los lentes de sol que de paso le tapaban el rímel corrido. Romina la tomó del brazo porque necesitaba un apoyo para caminar. Estaba mareada y no soportaba más sus tacos. Se unieron a la procesión de sonámbulos que al salir se dispersaban en la ciudad que amanecía. Avanzaron unos cuantos metros hasta una panadería y se sentaron en uno de los dos escalones de la entrada. Desde allí podían ver al panadero trabajando. Abría en media hora. Por suerte, el olor a pan recién horneado las dotaba de paciencia.
Mientras esperaban, Romina vio pasar a un joven grandote con quien bailó apretada y a los besos, pero su amor repentino se evaporó rápido como el agua hirviendo. —¡Romina, te amo!, le gritó al verla sin importarle que ella escondiera la cabeza entre sus piernas. Micaela, apoyada contra la pared y de brazos cruzados, sonreía divertida por la escena. Ella en cambio, había estado haciendo guardia toda la noche para ver si llegaba el chico de la playa. Un Adonis en la Tierra. Lo había visto la tarde anterior charlando con un chico con un bañador de flores horrible que se expresaba haciendo aspavientos. Él respondía a esa exageración de gestos con una sonrisa que volvía su cara dulce y fresca. Tenía que cruzárselo esa noche pero era difícil saber a dónde irían. Por fin un promotor de Fuji se les acercó unos minutos y se despidió con un enérgico ¡los espero! Micaela trató en vano de convencer a sus amigas de ir allí. Preferían Lulú donde había música latina. Solo logró reclutar a Romina; suficiente. Antes de salir a bailar se arregló lo mejor que pudo: se puso una minifalda de Laura, un top de Carla y unas sandalias de Romina mientras las otras se repartían su ropa.
Llegaron a Fuji. Dieron varias vueltas de punta a punta por toda la discoteca pero nada. El chico no estaba. Romina, cansada de deambular, se fue derecho a la barra a pedir unos tragos. Volvió levantando los brazos con una copa en cada mano, cantando y bailando la música ochentosa que acaban de poner. Micaela se unió al baile y entre saltos y gritos se olvidó del chico. Hasta que lo vio. Estaba con sus amigos a pocos pasos de ellas. Le avisó a Romina y fueron acercándose para bailar a su lado y darles algunos “codazos” para que él la mire. Pero Romina fue tan torpe que la empujó demasiado fuerte. Micaela dio de lleno contra él y éste volcó su bebida completa sobre su camisa blanca. Mojado, manchado y sin su trago, la miró furioso y le espetó: —¡Flaca estúpida! Micaela se quedó inmóvil de la vergüenza. Romina fue a su rescate pidiendo disculpas y sacándola de allí a toda prisa. —Ves —dijo Romina —, es un tonto, así son todos los lindos. Volvieron a la pista, donde Romina comenzó a bailar con un chico grandote y al rato ya estaba a los besos. Micaela fue a sentarse lamentándose de la peor noche de su vida.
—Disculpa a mi amigo —escuchó. Era el chico del bañador a flores. —Hay gente que no tiene sentido del humor y esto para mí fue la cosa más divertida de toda la noche —dijo sonriendo al recordar la escena. La música empezó a volverse más suave en el momento que los interrumpió Romina que venía huyendo.
Cuando abrió la panadería compraron medio kilo de bollitos de pan; una bolsa rebosante con la que volvieron al departamento que alquilaban por las vacaciones. Laura y Carla, que ya habían vuelto y estaban preparando café, al ver los pancitos las recibieron con gritos y aplausos.
Hola,
respecto a la forma. Me parece que tienes control sobre los tiempos y la inclusión de signos de puntuación, cosa importante. Te aconsejo que los diálogos iniciados con guiones, vayan en un nuevo renglón.
La historia me parece interesante, pero, tal vez, podrías haber finalizado de manera mas atrapante. Dejar a la imaginación la continuidad de lo que les pasará a las chicas. Sé que es difícil incluir todo lo que queremos contar en solo 750 palabras.
Presentas correctamente a tus personajes, transmiten sus emociones de manera clara. Te felicito.
Si puedes pasa por el mio, soy el número 42.
Hola Florencia
Tu primer párrafo fue lo que más me gustó, me engancho para seguir leyendo. Luego siento que perdió fuerza gradualmente. Está bien escrito de manera general
Mi relato el 68
Hola Florencia.
Has escrito una historia muy interesante. Me ha gustado la contraposición de la discoteca abarrotada y las dos protagonistas sentadas en los escalones de la panadería.
Es una opinión personal, pero creo que sobran los nombres de las compañeras de apartamento, que tienen poca importancia y hacen pesada la lectura.
Me ha gustado mucho leer tu relato.
Saludos
Hola Florencia
A mi también me ha cautivado el primer párrafo.
Escribes bien, se nota enseguida pero la trama del relato me ha parecido demasiado frágil, le falta algo de garra, de misterio, de complicación.
De todas formas he disfrutado con la lectura y vuelto por unos momentos a mi juventud.
Un abrazo
Hola, a mi me gustó el relato, me enganché al principio, me hizo recordar las salidas a la disco en mis años de juventud, en verdad esperaba que sucediera algo emocionante,pero no pasó, perdí el interés en la historia, creo que daba para mucho más. El final demasiado flojo para mi gusto.
Saludos, nos seguimos leyendo.
Hola!
concido con Paola y Fuciños en general. Escribes bien, tienes soltura y dominio del lenguaje , hay por ahí expresiones muy bien construidas (Las luces se encendieron y comenzaron a barrer los vasos de plástico, pajitas, servilletas de papel, y algún que otro borracho que quedó tirado.
o
Se unieron a la procesión de sonámbulos que al salir se dispersaban en la ciudad que amanecía.
Pero es cierto que al relato le falta tensión y por eso pierde fuerza. Algo más de acción o dramatismo le iria muy bien. Pero es solo mi opinión!
Nos leemos!
(no me busques que este mes no participé)
Hola a todos, gracias por tomarse el tiempo de leer y comentar. Concuerdo con las críticas, me salió una historia muy livianita. También es cierto que puedo omitir el nombre de las amigas que no aporta nada. Me paso por sus textos!
Hola Florencia M.
Realmente con las primeras palabras nos metes de lleno en la historia y luego desandas el camino, nada malo, pero para quedar con una anècdota de una salida de chicas de vacaciones.
Muy buena inclusiòn de la frase obligatoria y de la palabra final.
Mis saludos.
La última parte de la escena es algo confusa: de dónde sale y de quién huyendo Romina. En vez decir “departamento” mejor apartamento. Departamento es una sección dentro de la oficina o empresa, por ejemplo Departamento de Recursos Humanos, Demaprtamento de… Apartamento es una vivienda. ¿Está claro?
Pues, felicidades por tu inventiva y esfuerzo. Sigue así.
Hola Laura y Pajesur, gracias por la lectura.
Pajesur, utilicé la palabra “departamento” y no “apartamento” por una cuestión de variación regional de la lengua. No en todos lados se habla igual. Incluso la rae recoge la acepción vivienda para la palabra departamento. De todas formas, lo importante es que se entienda y tú bien has entendido el significado. Gracias por comentar y hasta la próxima.
Hola Florencia M.
Muchas gracias por tu visita a mi texto y tu comentario y disculpa mi tardanza en devolvértela.
Yo coincido con los que elogian la primera parte de tu cuento. Algo debe tener que engancha, hace que sientas que estás ahí, con Micaela y Romina. Creo que lo ambientas muy bien y que está muy bien escrito. Luego me parece que el cuento se va un poco por las ramas, o quizás no acaba de definir con fuerza el conflicto del mismo. Espero ser muy rudo al decirte esto, es la sensación que me ha dado. Sobre todo porqué el final, donde das un giro mostrando la verdadera cara del Adonis y presentando al chico que sí vale la pena, me parece muy interesante. Apenas con una frase que pronuncia, ya nos indicas que tipo de persona puede ser el chico del bañador horrible y, por supuesto, es el que todos queremos para Micaela.
Por eso, si el cuento se enfocara más en ese sentido, que es lo que entiendo que tú has querido transmitir, creo que ganaría enteros.
Pero bueno, es sólo una sugerencia que me permito hacer con toda la buena intención y con el máximo respeto a tu cuento, que como he dicho, me parece muy bien escrito.
Felicidades y espero seguir leyéndote.
Edu,
Hola Edu,
Gracias por la lectura. No te preocupes, si hay que ser rudo con un texto, hay que serlo. Pero tu comentario ha sido más que amable y me dejas unas sugerencias muy valiosas.
Hasta la próxima!