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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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Pompeya, año 79 d.C. - por Menta

La voz profunda del profesor de yoga susurró cerca de mi oído:

—Ahora, solo vais a pensar en vuestra respiración. Observad lo que ocurre en vuestras aletas nasales cuando inspiráis y cuando espiráis. El aire fluye por ellas rítmicamente y vosotros no penséis nada más que en esta sensación. Si acude otro pensamiento a vuestra cabeza, lo rechazáis y volvéis a vuestra respiración. Empezad ahora.

Yo comencé la meditación muy concentrada, pero de repente vinieron a mi cabeza unas imágenes tan nítidas y atractivas, que las dejé desfilar delante de mis ojos.

“Cuatro hombres musculosos caminaban por las aceras empedradas de una ciudad antigua. Vestían como los romanos, pero no con ropas elegantes; se notaba que eran hombres rústicos. El color moreno de su tez delataba que trabajaban al aire libre. Parecía que existía mucha camaradería entre ellos a pesar de sus diferentes edades.

Uno de ellos empezó a hablar:

—Hemos seguido a la perfección los planes que nos habíamos trazado —y contó con ayuda de los dedos.

I: Hemos alquilado una carreta para que nos trajera desde nuestro navío hasta el centro de la ciudad.

II: Hemos estado en los baños unos cuarenta minutos.

III: Hemos comido seis masas napolitanas con tomate y ajo.

IV: Después hemos comprado algunas costosas joyas para nuestras mujeres.

V: Y ahora, entre los treinta lupanares que hay en la ciudad vamos a elegir el mejor.

El más joven le preguntó:

—Numerus Exactus ¿ya sabes cuál es el mejor?

—Sí, Xuventus. Os voy a llevar donde trabaja mi amada Latrocinia.

Con las manos hizo algunos gestos impúdicos que a los demás les provocaron sonoras carcajadas.

De repente se sobresaltaron. Notaron bajo sus pies un gran temblor y vieron como la fachada de una casa se desplomaba sobre la calzada. A lo lejos se oyeron gritos e invocaciones a los dioses.

El temblor cesó. No sabían que había ocurrido.

Siguieron caminando hasta que Numerus Exactus se detuvo y les dijo:

—Es aquí, ya hemos llegado. ¿Veis este falo esculpido en la piedra? Indica que esta es una casa de placer. ¡Adelante!

Los demás le siguieron a una sala donde hombres y mujeres bebían vino de la región del Vesubio en copas de bronce. Todo el mundo era feliz hasta que sintieron de nuevo un movimiento más intenso que el anterior; el edificio se estremeció y las paredes se agrietaron. No habían pasado ni cinco minutos cuando un estremecimiento de la tierra los zarandeó. Inmediatamente oyeron gritos pidiendo auxilio.

Acudieron a la habitación de los alaridos y sin el menor pudor entraron en el cubículo. Vieron que la cama de piedra se había partido en dos y que Latrocinia estaba atrapada entre los dos bloques. Numerus Exactus la sostuvo por las muñecas para que no se deslizara más en la grieta. Se extrañó que ella mantuviera cerradas las manos, pero vio que entre los dedos sujetaba unos crótalos. Soltó a la muchacha y miró dentro de la bolsa de cuero que siempre llevaba colgada de la cintura: los pendientes que había comprado a su mujer habían desaparecido.

Se volvió enfurecido hacia la muchacha, pero un nuevo temblor provocó una rotura más grande en la cama y Latrocinia y Xuventus cayeron al piso de abajo que era la bodega. Los demás fueron despedidos con fuerza a la calle; cuando se pudieron levantar se refugiaron en los soportales del Foro.

Latrocinia y Xuventus comprobaron que sin ayuda no podrían salir de allí. Los dueños del lupanar atesoraban sus mejores manjares en el sótano y no olvidaban nunca cerrar todas las puertas.

En un rincón estaban las ánforas; unas contenían aceite, otras salsa de pescado y en otras vino. Abrieron una de estas y bebieron hasta que el sueño les venció. Abrazados durmieron muchas horas.

Les despertó la voz de Numerus Exactus que cuando pensó que el peligro había pasado, salió de su refugio, y en medio de una espesa niebla de cenizas, fue a rescatar a su amigo Xuventus y a recuperar los pendientes que le había sustraído Latrocinia.

Salieron a la calle y sintieron un calor insoportable que les quemaba la carne y contraía los músculos de las piernas y de los brazos. Notaron que su cerebro hervía. Los tres cuerpos cayeron al suelo y adoptaron unas posturas extrañas. Un minuto después, fallecieron”.

Las lágrimas salieron temblorosas de mis ojos. Cuando los abrí, estaban observándome el profesor y el resto de los alumnos.

—¡Qué historia tan interesante nos has contado!

Y me dedicaron fuertes aplausos.

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32 comentarios

  1. 1. Pulp dice:

    Hola Menta,

    La historia, como dicen los compañeros de yoga, es muy interesante. Me han chirriado un poco los nombres de los personajes, a mi parecer son poco literarios. Pero eso es sólo una percepción personal mía, algo totalmente subjetivo. También me ha sonado repetitivo el uso de “estremeció” y en la siguiente frase “estremecimiento”, justo en el párrafo donde pones la frase que se pedía para hacer el relato.

    Por lo demás, todo bien, tiene ritmo, y al final está bien metido lo de los aplausos (hay muchos relatos en que se ha metido con calzador, en el tuyo encaja a la perfección con la lógica del relato).

    Un saludo!

    Escrito el 17 octubre 2018 a las 14:05
  2. 2. Menta dice:

    Hola Pulp: Gracias por leer mi relato tan pronto.

    También te agradezco tus observaciones. Tienes razón: he escrito
    dos palabras casi iguales en el mismo párrafo. Una de ellas la cambiaré por un sinónimo.

    He puesto esos nombres propios porque los cuatro hombres trabajaban en un barco. Normalmente los marineros se ponen apodos los unos a los otros; estos apodos suelen hacer referencia a alguna cualidad de la persona. Por otro lado, quería situarles dentro de la alegría y las ganas de diversión para que esta actitud contrastara con la frase del RETO y los acontecimientos posteriores.

    Un saludo, Menta

    Escrito el 17 octubre 2018 a las 20:47
  3. 3. Sophie dice:

    Hola, Menta.
    Conozco algo sobre meditación y yoga. Al principio me ha gustado, porque me sonaba muy conocido, pero luego me chirriaban los oídos.
    Por otro lado, comienzas diciendo que llegaron unas escenas a tu mente y al final resulta que has hecho partícipes a todos, es decir las imágenes que llegaban a tu mente, también las contabas en una meditación. ¡No es creíble! ¡Nada creíble! Lo siento.
    La historia está bien llevada y tiene buen ritmo, aunque yo no la pondría jamás dentro de este contexto, pero como es tu escrito eres libre de hacer lo que quieras. Tómatelo como una sugerencia.
    Estoy de acuerdo con lo que dice Pulp.
    Un saludo.

    Escrito el 17 octubre 2018 a las 20:50
  4. 4. Menta dice:

    Buenos días Sophie: Muchas gracias por tus comentarios que naturalmente tendré en cuenta.
    Un saludo, Menta

    Escrito el 18 octubre 2018 a las 07:16
  5. 5. Osvaldo Vela dice:

    Hola Menta, el ingenio no tiene parámetros y sus alcances son infinitos y mira que tus musas lo poseen. vaya forma de divertir y luego deshacerse de unos extraterrestres. me encanto.

    Te felicito

    Estoy al final.

    Escrito el 18 octubre 2018 a las 20:32
  6. 6. IreneR dice:

    Buenas, Menta.

    En general me ha gustado la historia, se lee con fluidez. Pero el final me ha resultado un tanto confuso. Ese momento en el que salen a la calle y mueren me parece que queda un poco raro.
    Por el título imagino que es la erupción del Vesubio, pero, si cuando salen a la calle ven la lava, ¿por qué se quedan allí? ¿Por qué no regresan al edificio? Numerus Exactus les salva, ¿no vio los ríos de lava antes de entrar? ¿Cuánto tiempo estuvo dentro?

    Nos leemos.

    Un saludo.

    Escrito el 19 octubre 2018 a las 16:30
  7. 7. Menta dice:

    Buenas tardes Osvaldo: Gracias por leer mi relato pero no aparecen ningún extraterrestre te has debido confundir con otro texto. Me ha hecho mucha gracia tu confusión.

    Un saludo, Menta

    Escrito el 19 octubre 2018 a las 17:03
  8. 8. Menta dice:

    Buenas tardes IreneR:

    Los habitantes de Pompeya no se murieron por la lava, sino por flujos piroclásticos que son gases muy calientes (560 º) que avanzan mucho más rápido que la lava (hasta 200 Km/h) que provocan la carbonización de la materia orgánica y en el cuerpo humano hace hervir el cerebro que explota. En lugares como Pompeya, cuando recibió estos fluidos, ya se habían enfriado un poco, por lo que las personas no se carbonizaron, pero los músculos se contrajeron y los cerebros explotaron. Murieron en un minuto.

    También hay que tener en cuenta que nadie sabía que la montaña Vesubio era un volcán porque llevaba más de 300 años dormido. Por eso me vino la idea de situar el relato allí. Habían pasado de la alegría a la tragedia.

    Tienes razón, con unas pocas más palabras hubiera terminado más claro el relato.

    Muchas gracias Irene. Un saludo, Menta

    Escrito el 19 octubre 2018 a las 17:32
  9. Hola Menta:

    Me ha gustado tu relato, pero tengo duda con respecto de los crótalos que Latrocinia tenía apretados en sus manos y la relación con la desaparición de los pendientes que Númerus Exactus llevaba para su esposa. ´¿Cómo en ese momento, justamente, se enteró de que no los tenía en su bolsa de cuero…? ¿Los robó ella, o Xuventus?

    ¿Al decir crótalos te refieres a castañuelas…? ¿ Qué hacía con ellas, me pregunto?

    Saludos.

    Escrito el 19 octubre 2018 a las 18:54
  10. 10. Osvaldo Vela dice:

    Hola Menta, las buenas vibras viniendo de ti siempre las guardo en un rinconcito del corazón.

    En cuanto el error que cometí en tu texto, no entiendo como nadie vio a los extraterrestres que estaban ahí. Ellos se movían a sus anchas entre terremotos, bebidas y buscando a Latrocina. esos cuatro gladiadores con esos físicos solo pueden ser de otras latitudes y lo bronceado de su piel de las galaxias que visitaban.

    Ahora si me disculpo. tenía que encontrar una razón.

    Nos leemos.

    Escrito el 19 octubre 2018 a las 20:40
  11. 11. Menta dice:

    Buenas noches Marlene: Gracias por tus comentarios.

    Te voy a aclarar algunas de tus dudas.

    Crótalos son los pendientes que usaban las romanas.

    Latrocinia robó los pendientes o crótalos a Numerus Exactus. Él los vio en las manos de ella y antes de nada comprobó que eran los suyos.

    Un saludo, Menta

    Escrito el 19 octubre 2018 a las 20:47
  12. 12. Menta dice:

    Buenas noches Osvaldo Vela: Sigues viendo extraterrestres donde no los hay. Eran 4 forzudos marineros, que llegaron a Pompeya a divertirse y la erupción del volcán Vesubio les cogió de lleno, tanto que murieron.

    Un abrazo, Menta

    Escrito el 19 octubre 2018 a las 20:51
  13. 13. IreneR dice:

    Buenas, Menta.

    No tenía ni idea de lo de los gases. Pero como dices, igual si hubieses podido disponer de unas cuantas palabras más podrías haberlo explicado un poco más y el final no habría quedado tan precipitado.

    Un saludo.

    Escrito el 19 octubre 2018 a las 21:33
  14. 14. Piquillín dice:

    Hola Menta: Adhiero en principio a lo que dice Sophie, practico yoga y meditación por eso también me entusiasmó al comienzo y me pareció muy loco que en una meditación el practicante haya imaginado semejante escena, hasta sentí que la pudo haber vivido; pero no me cerró el final, me hizo ruido que la haya contado. Como siempre que te leo,disfruté de una escritura impecable. Espero puedas leer mi relato, estoy en el 96. Nos leemos

    Escrito el 19 octubre 2018 a las 21:52
  15. 15. Karian V dice:

    Saludos Menta:
    Me gustó el cuento dentro del cuento! Te felicito por los detalles históricos que filtras en el relato. Lo que no comprendí es en qué momento pudo robar los pendientes si se había quedado pinchada, pero lo volveré a leer. Mucho éxito.

    Escrito el 19 octubre 2018 a las 23:51
  16. 16. Laura dice:

    Hola Menta.
    Coincido con quienes me preceden con relación a los nombres, a la inclusiòn de los participantes de la sesiòn en el relato ya que no indicas que ellos hayan estado pendientes de sus palabras, simplemente pasas de la historia de los cuatro muchachos a las felicitaciones de los asistentes a la clase de yoga.
    Y por ùltimo: ¿cómo podìan contar los cuarenta minutos? Te dejo aquì lo que encontré al respecto.
    Con la llegada del reloj mecánico en el s.XIV todo cambió. Uno de los más antiguos del mundo se encuentra en la catedral de Salisbury y está datado en 1386. El mecanismo fue adoptado por la iglesia y fue el momento en el que la gente dejó de guiarse por el sol para hacerlo por el sonar de la campana.

    Luego apareció el reloj mecánico redondo, como los que conocemos hoy en día, que hizo posible la división del tiempo en porciones más pequeñas como lo son los minutos o los segundos.

    Es cierto que nunca me preguntè por ellos, siempre que hablamos de antiguedad hablamos de horas, no de minutos.
    Mis saludos.

    Escrito el 20 octubre 2018 a las 12:43
  17. 17. Labajos. dice:

    A mi me parece una historia entretenida, que te mantiene atento desde el principio al final. Los nombres romanos me resultaron graciosos y descriptivos de los personajes, lo que sirve de mucho en un relato corto. En cuento al final es el castigo del destino, o la mala suerte de quienes querían ser infieles a sus mujeres, pero previamente habían auto sobornado a su conciencia con la compra de las joyas. Quedaron para la historia como unos puteros socarrats (chamuscados).

    Escrito el 20 octubre 2018 a las 18:40
  18. 18. Menta dice:

    Buenos días Piquillín: Gracias por leer mi relato y decirme lo de la escritura impecable. Gracias otra ve, porque me ha llegado al alma. La verdad es que me esfuerzo mucho para que sea así.

    He empezado a practicar yoga hace unos pocos meses y cuando hacemos la meditación me cuesta mucho concentrarme porque mi imaginación fluye y se aleja del presente de manera sorprendente en cuanto me relajo.

    Estos días estoy trabajando en un cuaderno de viajes y estaba justamente hablando de Pompeya. La historia de esta ciudad me atrae muchísimo.
    Cuando salió el RETO de este mes: “Todos estaban felices hasta que…” pensé en los habitantes de esta ciudad, que de la normalidad cotidiana pasaron a la muerte más horrorosa y rápida.

    El practicante de yoga de mi relato no se inventa la escena, reproduce lo que ha leído en cualquier libro de historia.

    Para conseguir el RETO OPCIONAL se me ocurrió que en estado de trance la reprodujera oralmente y consiguiera los aplausos de sus compañeros.

    Espero hacerlo mejor la próxima vez.

    Un saludo, Menta

    Escrito el 21 octubre 2018 a las 11:36
  19. 19. Menta dice:

    Buenos días Karian V: Gracias por leer mi relato y resaltar mi labor de documentación de los hechos históricos.

    Robar los pendientes, fue muy fácil para ella porque era una profesional, tanto que su nombre o apodo, no sabemos, era Latrocinia. Lo pudo hacer en cualquier momento, como por ejemplo, mientras bebían en la sala.

    Otra vez, muchas gracias y un saludo, Menta

    Escrito el 21 octubre 2018 a las 11:59
  20. 20. Menta dice:

    Buenos días Laura: muy interesante tu observación de los minutos, la tendré en cuenta.

    Muchas gracias por leer mi relato.

    Hasta pronto. Un saludo. Menta

    Escrito el 21 octubre 2018 a las 12:03
  21. 21. Menta dice:

    Buenos días Labajos: Te agradezco mucho los comentarios que haces a mi relato. Me ha encantado que los nombres te parecieran graciosos y que hayas observado que son apodos de su personalidad, sin tener que describirla.

    Me ha gustado lo de puteros socarrats.

    En Pompeya, además de los puteros socarrats, murieron muchas más personas. ¡Qué horror!

    Un saludo, Menta

    Escrito el 21 octubre 2018 a las 12:11
  22. 22. Karian V dice:

    Saludos Menta:
    Quiero darte las gracias por tu visita a mi relato y felicitarte por tu capacidad para analizar “lo que no se dice”. Eres especial!
    Te agradezco también la aclaración a mi duda. En resumen tengo mucho para aprender y personas como tú, me ayudan!

    Escrito el 21 octubre 2018 a las 14:39
  23. 23. Leosinprisa dice:

    Hola Menta, me ha gustado tu escrito pues nos traslada a una época pasada que no hace sino reflejarnos que los malos vicios no son algo moderno.

    No obstante, hay algunas cosas que creo son mejorables, como el robo de las joyas o el rescate de los infortunados en el sótano, en mi opinión quedan un tanto difusas y aunque comprendes cuanto ocurre, en una primera lectura están confusas. Yo hubiera sido más descriptivo con la erupción del Vesubio, algo más visual que infundiera temor e hiciera comprender lo de la nube piroclástica (aquello tuvo que ser horrible) que se abalanzaba sobre la ciudad.

    Lo he disfrutado igualmente, pues son historias que me gustan y, al mismo tiempo, me estremecen.

    Ha sido un placer leerte. Un saludo.

    Escrito el 22 octubre 2018 a las 08:25
  24. 24. isan dice:

    Hola Menta:

    Esta historia no ha terminado de convencerme ya que las imágenes que pasaban por la cabeza de la narradora mientras hace yoga, auguraban otro desenlace distinto a una mera ensoñación. Creo que no has atinado y mira que la historia que cuentas es interesante. Para mi gusto estaría mejor si no hubiera yoga ni al principio ni al final. Simplemente la historia tiene la suficiente fuerza para ser atractiva. Incluso con esos nombres tan curiosos.

    Has hecho un buen relato, pero si de lo que se trata es de un sueño, hay que justificarlo dando un motivo, un por qué está ahí. Enlazarlo con el principio o mejor con el final y no que sea un mero accidente: “Vale, era un sueño”.

    Estoy segura que a estas alturas ya se habrán ocurrido un montón de salidas distintas. Te espero en el próximo con el mismo interés.

    Un saludo

    Escrito el 22 octubre 2018 a las 22:09
  25. 25. Charola dice:

    Hola, Menta.

    La historia de los forzudos y de Pompeya me encantó. Los nombres que les diste, me parecen muy apropiados a su personalidad y cómo de la normalidad de sus vidas pasaron a una muerte horrorosa. Lo que no me convenció es cómo en la clase de meditación terminaste contando el relato. Creo que los aplausos de los alumnos al término del yoga te hubiesen sacado del trance habría estado mejor. Bueno, es una sugerencia para tu final.
    Saludos y nos seguimos leyendo.
    Estoy en el #106.

    Escrito el 23 octubre 2018 a las 08:33
  26. 26. Menta dice:

    Buenas tardes Leosinprisa, Isan y Charola: Muchas gracias por haber leído mi relato.

    Vuestros comentarios, que coinciden con muchos de los compañeros del blog, me han empujado a rectificar el relato.

    Ya no voy a empezar con el narrador en la clase de yoga, ni voy a terminar con los aplausos del profesor y de los otros practicantes. Por lo cual no consigo escribir el reto opcional, pero da igual.

    Voy a dejar el paseo por la ciudad de los cuatro marineros y cuando llegan al salón del lupanar, me centro en los temblores, nieblas de cenizas, miedos, escondites, flujos piroclásticos, etc.

    Creo que así se entenderá mejor.

    Muchas gracias por todo, Menta

    Escrito el 24 octubre 2018 a las 17:24
  27. 27. Doralú dice:

    Hola Menta,

    The comento que Durante una sesión de relajacion vivi una experiencia similar a la relatada en la sesión de yoga. Claro, no aplaudimos al final porque quedamos muy sorpremdidos de la experiencia vivida por una de las compañeras.
    Es una historia que tiene Muchas puntos para ser un buen relato despues de ciertos ajustes que ya te Han comentado y no tengas las limitaciones del numero de palabras.
    Un abrazo

    Escrito el 24 octubre 2018 a las 21:26
  28. 28. Menta dice:

    Buenas noches Doralú: Muchas gracias por leer mi relato. Te agradezco tus amables palabras porque con ellas me he sentido comprendida y esto me ha levantado el ánimo.

    Un saludo, Menta

    Escrito el 25 octubre 2018 a las 20:14
  29. 29. Luigi Callieri dice:

    Hola Menta,
    Magnífico texto, y la prueba está en los comentarios suscitados. Así aprendemos. Gracias por el trabajo, aunque la historia se quede muy débil porque el conflicto se pierde. El narrador de la parte de la meditación quizá tenga excesiva omnisciencia. Hacia el final parece que se cuela la autora, que quizá sea a su vez la narradora en primera persona del relato completo. Si como dices quitas el yoga que no ayuda nada, conseguirás varios efectos, poder dedicarte al,relato principal y matizar un poco el narrador que puede ser un testigo con omnisciencia limitada, sin meterse tanto en los “interiores” de los personajes.
    De cualquier modo, es tu trabajo y está bien como tú digas que esté.
    Un saludo

    Escrito el 26 octubre 2018 a las 19:33
  30. 30. Menta dice:

    Buenas tardes Luigi Callieri: Te agradezco mucho tus palabras y las indicaciones.

    Tienes toda la razón cuando dices que el conflicto se pierde.

    Era muy difícil contar la historia de los cuatro marineros con conflicto, además explicar la erupción del volcán y ambientarlo en una clase de yoga para conseguir los aplausos.

    Pero es verdad, he aprendido mucho con todas vuestras críticas.

    Hasta pronto. Un saludo, Menta

    Escrito el 27 octubre 2018 a las 17:21
  31. 31. Laura dice:

    Hola Menta.
    Vuelvo a tu espacio a ofrecerte disculpas porque cuanto respondì a tu comentario en mi texto, no habìa caìdo en el error hasta que Charola me lo volviò a señalar con relaciòn al uso de los acentos y el habla local.
    Mis disculpas porque mi respuesta era errada con relaciòn a ellos. No me habìa dado cuenta.
    Saludos.

    Escrito el 29 octubre 2018 a las 09:56
  32. 32. Menta dice:

    Buenos días Laura: Como no soy especialista, cuando corrijo alguna cosa lo hago temblando por si me estoy equivocando.

    A mi me ayudan mucho vuestros comentarios para corregir los textos y dejarlos perfectos; agradezco hasta los errores evidentes de tipografía que se me han pasado.

    Hasta muy pronto, quedan horas para el siguiente reto.
    Un saludo, Menta

    Escrito el 31 octubre 2018 a las 07:53

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