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Tal vez... - por Alma Rural

Web: https://almaruralblog.wordpress.com/

El mejor regalo que Rosario jamás había recibido en su vida era aquella hamaca que había colgado en el jardín. Un extremo lo sujetó a una higuera que había plantado allí su abuelo cuando ella nació. El otro extremo lo amarró a un frondoso peral. Los frutos que daba aquel árbol le sabían como el más rico de los néctares.

Cuando hacía buen tiempo Rosario salía al jardín con un libro bajo el brazo dispuesta a pasar un rato leyendo tumbada en la hamaca, a la sombra de los árboles. Unos días lo hacía después de comer, cuando los demás dormían la siesta; otros a media tarde, cerca de la puesta de sol. Lo único que la podía obligar a romper su ritual era la lluvia o el frío excesivo. Aquel era su reducto de felicidad y no estaba dispuesta a renunciar a él así como así.

Al igual que Rosario, el resto de habitantes de la casa había buscado su propio espacio para los momentos de felicidad que podían arañarle al tiempo. Habían logrado un cierto equilibrio en sus vidas. De hecho todo el mundo era feliz hasta que él regresaba a la casa. Ese era el punto de inflexión del día a día. La felicidad y la calma, de repente, se tornaban en silencio, prudencia y miedo.

Rosario miraba desde la ventana de su cuarto a la hamaca moverse con el viento, esperándola paciente hasta que al día siguiente volvieran a reencontrarse en el jardín. Con su ayuda y la de los libros conseguía alejarse de aquella vida que detestaba, viajar a otros mundos, convertirse en la hija perfecta que jamás lograba ser. «Algún día te transformarás en alguien muy sabio e importante», le decía su madre. «Lees tantos libros que ya verás como alcanzarás cualquier meta que te propongas».

«Quién sabe, en un futuro, puede que…», pensaba Rosario observando la noche desde su ventana. «Quizás puede que así logre que padre deja de pegarnos a mamá y a mí; puede que, tal vez, me dé cientos de besos, incluso puede que me sorprenda con algunos abrazos, unas palabras amables o unos aplausos».

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6 comentarios

  1. 1. Leonardo Ossa (Medellín - Antioquia) dice:

    Hola Alma Rural. Agradezco mucho la visita que has hecho y el comentario que has dejado sobre mi texto.
    Ahora, leyendo tu historia me doy cuenta que has abordado dos temas muy distintos, pero… de una manera tan especial que ambos tienen la fuerza para brillar por separado y cada uno en su diferente magnitud.
    Me refiero primero a la hamaca y la vida que Rosario percibe desde ella. La mención de la hamaca hace referencia al buen obsequio recibido, a su reducto de felicidad, al lugar desde donde Rosario se va a otros mundos y transforma su vida con ayuda de los libros. Por un momento creí que la vida en la hamaca y en su entorno eran el tema principal de la historia, pero avanzando en ella me doy cuenta que el titulo de la obra es “Tal vez” lo que potencia con vigor el asunto sobre el que Rosario reflexiona y es, el de una vida afectada por el proceder de un padre que “tal vez” cambie favorablemente su manera de actuar y ofrezca besos, abrazos, buenas palabras y aplausos.
    La historia me conmueve un poco. Nunca he tenido una hamaca propia, pero tuve la oportunidad de disfrutarlas cuando viví en un área rural de mi país y la verdad yo considero que sería un muy buen obsequio. Son un elemento que se presta para descansar, arrullarse, leer y reflexionar.
    El otro asunto que tocas, el del padre que no ofrece su afecto me inquieta. Fue muy bueno venir a leerte. Hasta una próxima oportunidad. Saludos.

    Escrito el 18 octubre 2018 a las 04:00
  2. 2. M.S. dice:

    Hola Alma,
    Qué bonito relato y qué triste a su vez. Lástima que hoy día haya personas buenas que se sientan así.
    El único fallo que he encontrado en la frase “Quizás puede que así logre que padre…” en lugar de deja creo que querías decir deje.
    Por lo demás, enhorabuena.
    Mi relato es el #77.
    Nos leemos,
    M.S.

    Escrito el 18 octubre 2018 a las 17:34
  3. 3. Galia dice:

    Buenas tardes Alma, muy bueno el relato, planteas una situación lamentablemente muy común en nuestros días, la violencia familiar, todo bien mientras no esté el padre golpeador.Fíjate la conjugación del verbo dejar como te han señalado. Si quieres pasar por el mío, estoy en el 76.
    Saludos.
    Galia

    Escrito el 19 octubre 2018 a las 01:14
  4. 4. Doralú dice:

    Hola Alma Rural

    Hermoso relato donde Rosario encuentra paz y esperanza para la dura realidad de violencia intra familiar. Que triste realidad que lamentablemente se vive en muchos hogares.

    Un abrazo

    Escrito el 20 octubre 2018 a las 17:42
  5. 5. Laura dice:

    Hola Alma Rural.
    Muy buen clima planteas, hasta que se escucha en cambio de mùsica, se ve el cambio de color de escenario cuando indicas que es hasta que él llega. Pero a partir de ahì… tan sòlo indicas que es golpeador. Tal vez para darlo a conocer mejor, hubieses podido poner que al escuchar sus pisadas en el camino de acceso, o su tos ronca, o el motor de us auto, el corazón de cada uno se encoge de miedo, sin saber cuàl será el motivo del golpe, o algo parecido. Los golpeadores no necesitan estìmulo para golpear, tan sòlo lo hacen por hacerlo.
    Es tan sòlo mi opiniòn, màs que humilde, con intenciòn de hacer un aporte positivo.
    Mis saludos.

    Escrito el 23 octubre 2018 a las 11:21
  6. 6. Ofelia Gómez dice:

    Hola Alma Rural

    Un buen retrato de las ilusiones de una niña que con su hamaca, sujeta a la higuera que plantó el abuelo, y con sus libros, sueña con un mundo ideal y un padre que le demuestre su cariño.

    Nos seguimos leyendo.

    Saludos

    Escrito el 23 octubre 2018 a las 22:39

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