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Ineludible - por Edu SC
Llueve en New York.
Desde hace cinco días llueve sin cesar. Inundaciones, caídas, gente de mal humor, aumento de los suicidios. Ocultos bajo sus paraguas, asesinos en ciernes buscan al más débil. Frente al Lenox Hill Hospital, una ambulancia ha patinado sobre el agua y se ha llevado por delante a una adorable pareja de ancianitas. El paquete completo.
Me encanta.
Adoro esta ciudad, sus gentes, sus más oscuros secretos. Pero por encima de todo, adoro mi trabajo. Debería sentirme feliz y, sin embargo, hoy es un día de esos. Todo parece no tener sentido. Me siento el centro de miradas hostiles, sutiles gestos de reproche nacen a mi paso. Me parece oírles susurrar: «Ahí va, miradla. Todo el mundo era feliz hasta que llego ella».
¿Qué sabrán ellos de la felicidad? Poco o nada, doy fe. No debería importarme, no lo hace, pero da igual. Hoy, ahora, me siento fatal. «Tal vez debería darme un capricho», pienso. ¿Y por qué no? Dios sabe que me lo he ganado.
Me dirijo al Don't Tell, buscando desahogarme. Como mínimo puedo pillar una buena borrachera. Tengo la agenda llena, pero que le den. Hoy soy una rebelde, hoy yo decido mi agenda.
Atravieso la cabina de teléfono, cuelgo mi impermeable negro y entro en el Don't Tell. Me atiende un camarero nuevo. Es joven, guapo y educado.
—Enrique a su servicio, señorita—se presenta.
Me sirve un cóctel de su invención y me escucha muy atento. Me apetece hacerle el amor, claro, pero va contra las normas.
—Odio las normas—digo.
—Todo el mundo lo hace. Pero tienen su utilidad—replica Enrique.
—Por supuesto, pero sigo odiándolas. Me haría un traje con la piel del inventor de las normas.
—Hablando de trajes…
Sigo la mirada de Enrique y me topo con un cliché. Es un armario bien trajeado, mandíbula cuadrada, corte de pelo militar, ojos fríos. Lleva pistola con silenciador bajo la solapa, se siente poderoso al llevarla.
Un bocadito, apenas apetecible.
—El señor Vitale quiere invitarle a una copa.
Pongo los ojos en blanco. Es noche de clichés, por lo visto.
—Ya tengo una, guapo—respondo.
El armario esboza una sonrisa amenazadora muy ensayada, pero el gesto le tiembla cuando cruzamos miradas.
—Tranquilo, llévame con el señor Vitale. Hasta ahora Enrique, voy a divertirme un rato.
El tal Vitale es el rey de los clichés. Un pavo relleno de toda la sordidez que atesora esta ciudad, mi pequeño coto. Un pavo al que he decidido trinchar.
Le dejo que bese mi mano y mientras lo hace observo sus ojos. La información fluye.
—¿Qué desea tomar señorita….?
—Parca, mi nombre es Parca. Y no me apetece nada, Bruno—respondo.
El rostro de Vitale cambia al momento.
—¿Cómo…?
—¿Cómo sé tu verdadero nombre?—le interrumpo—. Eso es lo de menos, Bruno. Deberías preguntarme por Jimmy.
Los gorilas que nos rodean han introducido la mano bajo la solapa de sus trajes, pero Vitale les detiene con un gesto.
—¿Qué sabes tú de Jimmy?—pregunta.
—Pues sé que es tu contable, que ha hecho cositas que no debía con una menor y que ha decidido salvar el culo delatándote. Sé que deberías ir a buscarlo ahora mismo. Y sé, esto lo prometo por las puertas del infierno, que un sólo cliché más esta noche y vomito.
Cuando se han marchado vuelvo con Enrique. Me recibe con una sonrisa.
—¿Se ha divertido?
—No sabría decirte, Enrique.
—El señor Vitale parecía tener prisa.
—Cierto. Vuela raudo a su destino.
—No entiendo.
—Verás Enrique, el señor Vitale y compañía van a buscar a un amigo suyo y lo llevarán a dar un paseo por los muelles. Allí, el destino, el azar o como quieras llamarlo, colisionará con el señor Vitale y lo dejará hecho papilla.
—Ahora sí entiendo.
—Lo dudo, pero no importa.
—No parece usted contenta.
—Me reconcome una cuestión, Enrique. La gran cuestión. ¿Quieres saber cuál es?
—Claro.
—Yo sé cosas y gracias a ese conocimiento he arreglado este encuentro para Vitale. Me apetecía. Pero, ¿de verdad lo he hecho yo, por mi cuenta? ¿O ya estaba decidido de antemano? Por qué si es así…
—Usted quiere ser libre…
—Cómo todos. No importa, hoy voy sobre seguro, voy a saltarme las normas. Contigo Enrique.
—¿Va usted a hacerme el amor, señorita?, ¿o a matarme?
Enrique pone cara de asombro ante mis aplausos.
Hola a todos. He de decir que de todo lo que he escrito en Literautas, este es el relato que menos reposo y repaso ha tenido. Lo empecé a escribir el mismo día 15 a las 22 h y lo mandé a 5 min del cierre. Normalmente lo dejo reposar, lo repaso y pasa el filtro de mi lectora beta. Así que…
De momento ya he visto que la palabra paquete en el primer párrafo, no es la adecuada. En realidad ahí iría la palabra lote, el lote completo. Cosas de las prisas.
Agradezco de antemano todas las críticas y prometo devolver todas las visitas.
Un abrazo.
Hola,
La historia es interesante y es clara la intención de tu personaje principal. Me gustan las historias de este tipo. Creo que pudiste aprovechar mejor los diálogos, brindar información que revele, no solamente los hechos, sino también los pensamientos y emociones; especialmente de Vitale.
hay que tener cuidado con la información que se brinda, dependiendo del tipo de narrador. En tu historia, la primera persona debe ceñirse a lo que sabe y piensa, pero por momentos se mete en la cabeza de los demás:
… Lleva pistola con silenciador bajo la solapa, se siente poderoso al llevarla…
Tu protagonista podría deslizar lo que cree, sin asegurarlo y no perdería fuerza.
Por otro lado, no queda muy claro, por lo menos a mí, por qué Vitale le creería a ciegas, a una mujer que acaba de conocer. Me parece que falta un nexo.
A parte de esto, es una historia entretenida y que fluye con dinamismo.
Te felicito,
Si puedes, pasa por la mía. Es el número 42
Muy bueno, quiero leer más, y conseguir eso en solo unas cuantas frases, es un gran mérito.
Te seguiré.
Saludes EDU
Es una historia interesante. Creo que has sabido manejar muy bien una historia de tres personas, los diálogos, cortantes y precisos, como balas, al parecer resultado de la experiencia con Hemingway. De resto, bien escrito.
El mio 68
Hola Edu
Me ha gustado mucho el relato. Lo ambientas y recreas los personajes a través de un diálogo fluido y bien llevado.
—El señor Vitale quiere invitarle a una copa. Me parece que se te ha escapado “invitarla”
Me parece acertado el comentario de Jisaen.
Un abrazo
Hola, el relato está bien narrado, me agrada el toque de astucia de la mujer, asumo que es detective o policía, según se dan los acontecimientos. La descripción que hace NY a mi no me convence pues ella cree que todo el mundo la observa (quizás porque eso es a lo que ella se dedica) pero eso jamás pasaría en NY, cada quien anda en su mundo, yo la llamo la gran soledad, en lugar de la gran manzana. En conclusión si me gustó el relato. Saludos, nos seguimos leyendo.
Hola Edu,
Me gusta tu personaje principal, es enigmático, no se si es la mismísima parca encarnada o alguien que trabaja para la mafia. También encuentro bueno el final. La insistencia en el cliché no me convence tanto. Luego pensé que el que iba a quedar hecho papilla iba a ser Jimmy y no el señor Vitale.
Donde pones: “Cómo todos”, ese como no lleva tilde porque es un comparativo.
Un saludo!
Hola Edu.
Qué buen relato, maravilloso.
Me encantó lo del ropero y los clichés.
Tal vez me ha sobrado, ya que la identidad de la señorita estaba bastante marcada, la explicaciòn que da a Enrique sobre lo que Vitale harà y lo que sucederà.
Por lo demàs, uno de los mejores relatos que haya leìdo.
Mis màs sinceras felicitaciones, y màs por haberlo logrado en tan corto tiempo.
Mis saludos.
Hola EDU SC Desde luego ya se ve que andabas mal de tiempo, pero buen relato y rápido de leer, aunque se me queda mucho la palabra cliché.
El nombre de Parca, le tenía que haber puesto nervioso al tal Vitale cuando le envías a la muerte, pero va confiado en liquidar a su empleado. Un cordial saludo y hasta la próxima.
Hola Edu,
No sé que ha pasado pero ayer te mandé un comentario que veo que no se ha publicado.
Has escrito un relato ágil, que se lee de un tirón. Pero a mí no me acaba de convencer la historia, la veo contradictoria.
Por un lado la protagonista dice que le encanta la ciudad y su trabajo, pero la presentas destrozada y harta de la gente.
Por otro en un mal día decide ir a un bar a emborracharse pero ahí se desarrolla una historia con Vitale que está calculada al milímetro.
Y la historia con el camarero me parece muy falsa. No me creo que un policía le cuente a una persona que no conoce de nada un plan tan detallado.
Por otro lado, la historia está bien escrita y es de facil lectura.
Aunque es interesante, creo que podría ser mucho mejor.
Espero no haber sido muy destructiva en mi comentario.
Saludos
Está bien construido, los diálogos interesan y entretienen y el final es bueno, por hoy narrador no creo que quieran matarle, buen relato.
Nada que objetar, a mi me ha encantado!
Me maravilla que hayas podido construir una historia que engancha a tope y unos diálogos tan certeros en menos de dos horas!
Eres un crack!
PD: Por azares del destino, leo tu relato cuando está diluviando en Valencia (una ciudad menos interesante que NY pero que no está nada mal), por lo que el comienzo me ha llegado al corazón!
Hola, Edu: Muchas gracias por tu visita y amable comentario.
un relato muy original y dinámico.Se nota tu prisa en algunos detalles, pero es bueno,
Hola Edu.
El relato es dinámico e intrigante. Todo el ambiente y los personajes invitan a seguir la historia, pero me parece que le falta claridad y puede tener algunas inconsistencias.
Mi texto es el #83.
Hola Edu SC: Me ha gustado mucho tu relato.
Me gustan y me hacen mucha gracia tus personajes femeninos, cuando escuchamos sus pensamientos ninfómanos.
Enhorabuena. Un saludo, Menta