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Desprevenida - por Carla Sofía

El autor/a de este texto es menor de edad

El calor subió hasta sus mejillas y coloreó el espacio entre sus pecas con un tono rosado que acompañaba perfectamente aquellos ojos entrecerrados. Siendo apenas una adolescente, y con su disfraz de tímida, Elena comenzó a trabajar en ese programa de televisión. Era uno de los primeros que en aquellos años comenzaron a fanatizar y revolucionar el mundo, con la aparición de ese increíble aparato electrónico. Pero llegar a ese lugar y ver tantos cables, máquinas, cámaras, luces y gente por todos los rincones fue una gran sorpresa para ella. Nunca se había imaginado que el espacio que aparecía en aquellas pantallas era tan solo un lugar preparado con límites específicos y que fuera de estos las paredes eran otras, los cables colgaban y se enredaban en el piso, las luces que apuntaban a escena molestaban y sofocaban dejando todo detrás de ellas a oscuras y que un tumulto de espectadores se apretujaba por puro gusto en las gradas de madera. El aire asfixiante no era solo por la cantidad de personas que se encontraban en el lugar, sino porque la tensión entre la adorable actriz y el galán conductor del programa se esparcía por el espacio. Fuera de cámara parecían ser poseídos por el odio que se tienen los perros y gatos y la encomendada de tranquilizarlos era Elena. En realidad ella solo fue contratada para ser la encargada de conducir al público a las reacciones adecuadas para cada momento del programa; como pedir que rían, aplaudan, abucheen o suspiren.
Ese día de verano las personas estaban más energéticas de lo normal y la inofensiva adolescente corría entre los conductores del programa, los encargados de producción y su verdadero trabajo: los espectadores. En el momento en que el programa empieza a Elena se le escapa un suspiro y se le aflojan los hombros, ya el público calla solo y los presentadores no se lanzan ceniceros. Pero ese no era un día normal, parecía que las colas de los traviesos demonios estaban metidas por todos lados sin que nadie las notara, rozando los talones de los desprevenidos.
—¡Pst!
—Shhhhh —La muchacha vagamente calló a la persona sin siquiera mirarla.
—Ey…
Una mano tocó el hombro de Elena provocando que emitiera un grito ahogado al mismo tiempo que saltaba a enfrentar a quien la molestaba, sus mejillas tenían un color rojo llamativo. En el medio de la oscuridad, apenas iluminado con las luces que acarician la piel y con todo su cuerpo extendido sobre la baranda de las gradas, la torcida sonrisa de Atilio estaba a treinta centímetros del aura rabiosa de su objetivo. «Si al menos fuera lindo» se lamentó Elena, mientras con un gesto le pedía silencio y se alejaba unos centímetros. Pero el rostro del muchacho se acercó más y ella se dirigió a buscar a alguien que lo eche. No era la primera vez que entre el público se encontraba gente indeseable, por lo que sacar a alguien era algo de rutina. Sin embargo Atilio llegó a aferrar entre sus dedos el vestido de Elena quien sintió un escalofrío en su columna. Como si fuera tan solo una muñeca su cuerpo había sido acercado a la baranda en donde ese joven le estaba oliendo el cabello y hablando al oído. Toda su sangre se le fue de su rostro y sintió como sus músculos se tensaron sin poder moverlos.
—No te asustes caramelo, no te voy a hacer nada —dijo susurrando Atilio, mientras con su otra mano le acariciaba el hombro a Elena—. Solo quería darte esto.
Elena tomó el papel raído que aparecía en su campo de visión con sus dedos fríos, tardó unos minutos para que su mente se diera cuenta que ya estaba libre. Al no encontrar con su mirada al sujeto observó lentamente en la oscuridad el papel. Leyó las letras quebradas algo sorprendida: “Todo el mundo era feliz hasta que…”
En ese momento reconoció el grito de furia de la conductora que se abalanzaba contra su compañero de trabajo que se le reía a carcajadas. La tensión en el ambiente hacía que nadie respirara mientras la pareja se gritaban a viva voz. Elena sin llegar a razonar rápidamente y con un movimiento mecánico levantó ante la marea del público un cartel con la consigna: aplausos.

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9 comentarios

  1. 1. Laura dice:

    Hola Carla Sofía.
    Tienes un texto muy interesante, con un personaje por demàs intrigante.
    Buena inserciòn de la frase obligada y de la palabra final.
    ¿Habrá continuaciòn?
    Saludos.

    Escrito el 17 octubre 2018 a las 14:29
  2. 2. beba dice:

    Hola, Carla Sofía: Un relato original por la situación que presenta. Buen manejo gramatical. Encuentro un poco enredada la trama y largos los párrafos. En realidad no me queda claro qué hace ese papel con el reto en el desarrollo de la historia.

    Escrito el 18 octubre 2018 a las 03:14
  3. 3. Isabel dice:

    Hola Carla Sofía. Me gusta mucho el estilo de tu narrativa y cómo recreas el clima, pero no llego a entender la historia en sí… qué papel juegan los compañeros así como la nota del final. La lectura se me ha hecho rápida pero necesito más de la historia.
    Un saludo,
    Isabel

    Escrito el 18 octubre 2018 a las 19:00
  4. 4. Carla Sofía dice:

    Hola, muchas gracias. Es la segunda vez que participo en las recopilaciones y sus comentarios para mi son fuertes de donde crecer. En realidad me preocupa que se entienda qué es lo que sucede al final del relato, pero no quería rendirme con la idea de que contenga algo mágico o irreal. ¡Gracias!

    Escrito el 18 octubre 2018 a las 21:47
  5. 5. Manuel Jover dice:

    Saludos!
    A mi también me intriga ese papel, me pierdo en algunos momentos, pero me parece una historia sugerente, original y con una muy interesante descripción del ambiente televisivo.
    Adelante!

    Escrito el 18 octubre 2018 a las 22:18
  6. 6. Arnool dice:

    Coincido con Beba, parece el inicio de un relato de mayor recorrido, si es así cobra sentido.

    Escrito el 19 octubre 2018 a las 08:03
  7. 7. Moldy Blaston dice:

    Hola Carla Sofía. Interesante, intrigante, sugerente. Lectura ágil que te transporta realmente al lugar de los hechos. Nos volvemos leer pronto. Ánimo y adelante

    Escrito el 19 octubre 2018 a las 08:44
  8. 8. De vuelto dice:

    Hola Carla.
    Reitero lo dicho por otros: es intrigante y movido, pero no entendí el final de la historia.

    Mi texto es el #83.

    Escrito el 20 octubre 2018 a las 05:26
  9. 9. Ofelia Gómez dice:

    Hola Carla Sofía
    Muy bien llevado el tema que has elegido para tu relato.

    Tal vez sería conveniente separar el escrito en varios párrafos, haría más cómoda la lectura.

    Tengo una duda acerca de Atilio. ¿Es un ayudante o alguien extraño, o tal vez irreal…? Su mensaje resulta premonitorio ya que enseguida comienzan los gritos, pero no entiendo cuál es su papel en el programa.

    Me gustó leerte y espero aún más de ti.

    Saludos

    Escrito el 21 octubre 2018 a las 01:04

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