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Fedora en Barcelona - por Luigi Callieri

Web: https://javierautor.com

—¿Qué haces?
—¿Yo? Pecho.
—¿Pecho? —preguntó él
—Sí, hago complemento con hombros y además afino todo el tren superior —contestó ella, mientras simulaba una finta de boxeo en su dirección.
—¿Me acompañas? Te invito a tomar un café —dijo él señalando el vestíbulo donde estaban las máquinas de bebida.
—¿Estás seguro? Eso es cualquier cosa menos café —dijo ella soltando una carcajada.
—¿Rechazas mi invitación?
—No la rechazo, sino que voy más allá. Te espero en la salida —dijo ella, labios fruncidos en mohín de actriz de película barata, antes de dar la vuelta para dirigirse a las duchas en el vestuario femenino.

Un gimnasio «24 horas» es como la sala de espera de un hospital. Se sabe que algo ocurrirá sin saber cuando. Todo consiste en aguardar la llamada.

Giovanni Vargas, cuarterón de mestizo a mucha honra, había cambiado su horario de entrenamiento hacía dos días. La razón solo la podría explicar su colega Marcial el Alacrán, que recibió un mensaje de WhatsApp en un lugar bastante alejado de Barcelona, en Cali de Colombia.

[Paisa, estoy encoñado con una veterana y ni siquiera nos tocamos]

Para la ocasión, el muchacho se duchó veloz, masajeó con fruición los pectorales finos y marcados, comprobó tensión en bíceps y glúteos, y terminó mimando con crema fina el pene elástico de cabeza porretuda.

Tras el reparto discrecional de desodorantes y perfume, salió hasta la puerta del «Totgym24» en el carrer de Rocafort. No esperó mucho tiempo hasta que la vió venir a través de la puerta transparente, marcando el paso a golpe de cadera y movimiento de nalga rotunda.

Cuando él se acercó, ella no hurtó la proximidad de los labios de él, pero impidió el contacto directo. A cambió repitió el mohín disfrazado de puchero infantil, tan anacrónico como obsceno.
—¿Hace mucho que esperas, chiquitín?
—Una eternidad, te echaba de menos. Por cierto, mi nombre es Giovanni ¿puedo saber el tuyo?
—Llámame Fedora. Puede ser un buen nombre.
—Es noche y son más de las once. ¿Dónde podemos tomar café?
—Vamos —dijo ella echando el brazo derecho a la cintura del hombre, que sin recuperarse de la sorpresa sintió como la mano izquierda de la mujer palpaba su entrepierna.

No llegaron a recorrer cincuenta metros cuando ella abrió un portal enfrente del Mercat de Sant Antoni .
—¿Estás casada?
—Mi marido es diputado. Hace leyes en Madrid. Cállate —musitó, voz gutural y sonrisa equívoca. Cerró el ascensor y le abrió la bragueta del pantalón.

No le permitió ninguna iniciativa. Dejó encendida solo la lámpara de una mesita y lo empujó sobre la cama para desnudarlo.
—¿Me quieres, amore? —preguntó él con los ojos entrecerrados, en lo que pretendía ser una parodia sentimental para iniciar algún juego.
—¡Chist! Pon a trabajar tu lengua de forma más placentera y no pierdas el tiempo diciendo tonterías —dijo Fedora iniciando la cabalgada.

Durante más de dos horas, Giovanni Vargas, colombiano cuarterón, artista tocador de yambé en Barcelona y gigoló aficionado sin suerte, descubrió que la mujer llamada Fedora, a la que clasificó en su ignorancia como MILF o madre sexualmente atractiva y follable, hizo y deshizo a su gusto utilizando cualquier recodo o protuberancia de su cuerpo de macho depilado y tallado en horas interminables de gimnasio urbano. Antes de quedarse dormido, agotado aún tuvo tiempo de oír en un susurro las últimas palabras de ella.
—Claro que te quiero, mon chou, no sabes cuánto, ni nunca lo sabrás.

Sin más demora, la mujer se vistió, sacó de la bolsa de deporte una petaca de piel de la que extrajo una jeringuilla que rellenó con dos ampollas de Rohypnol. Se acercó al durmiente y clavó la aguja en una vena del brazo inyectando con lentitud. Remató con un beso en los labios del muchachoQ.

Bajó en el ascensor y antes de salir metió las llaves de la casa en el buzón del portal. Sacó el teléfono móvil y marcó.
—Fin de la historia de amor. Tenéis un nuevo príncipe para el experimento. Son las tres de la madrugada y conviene sacarlo antes de que amanezca. No es de mucho hablar y confío en que no llegue al grito. El pago como siempre.

Salió y después de sacar las tarjetas tiró el móvil en el primer contenedor que encontró.
Antes de subir a la habitación en el hotel Vueling de la Gran Vía, tomó un café para mantenerse en pie hasta la hora de marchar para el aeropuerto.

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17 comentarios

  1. 1. John Doe dice:

    Hola Luigi, primero quería decirte que es un gran relato el que escribiste, ameno y grato de leer, sencillo en el lenguaje, pero con un ritmo y u tono que engancha al lector y permite una lectura fluida, es imposible dejar de leerlo, me gustan los personajes casa uno tiene su voz y carácter claramente distinguible y el giro de tuerca del final, me tomo de sorpresa. Gran relato.

    Escrito el 18 noviembre 2018 a las 04:53
  2. Supongo que el avión se dirigía a Venecia. Fedora no puede estar mucho tiempo sin respirar ese olor a salitre y decadencia…

    Hola Luigi

    Un relato redondo en el cual todo es una sorpresa. Fedora es potente, impredecible, una figura que deja huella y tú la pones, con profesionalidad, en evidencia rodeándola de seres mediocres y anodinos.

    El leguaje, como siempre, le va que ni pintado y ese toque picante le da el realismo necesario a la escena.

    Me ha gustado mucho el final en el que nos dejas con la curiosidad de saber algo acerca del experimento. Pobre hombre, las cosas no podían haberle ido peor.

    Un único apunte, en la siguiente oración:

    No esperó mucho tiempo hasta que la vió venir a través de la puerta transparente, marcando el paso a golpe de cadera y movimiento de nalga rotunda.

    La tilde que le has puesto a vio la usaría yo para poner una coma después de la palabra venir.

    Enhorabuena y saludos

    Escrito el 18 noviembre 2018 a las 10:43
  3. 3. Conrad Crad dice:

    Hola Luigi,

    Parece que a Fedora le ha sentado Barcelona de maravilla.

    Tienes una pluma suelta (y me refiero a la de escribir) y una voz propia que te envidio. Estoy seguro que entre estos 112 relatos, podría saber cuál es el tuyo sin leer los nombres del autor.

    Eso es muy difícil de conseguir para un escritor, y tú lo tienes.

    El relato es fantástico, ágil, ameno y de comprensión más fácil que los anteriores. Fedora se me asemeja a un diamante del cual nos muestras una arista diferente en cada nueva entrega. El final me parece inquietante y perfecto y ahonda en la fantasía-pesadilla que todos hemos podido sentir alguna vez como colofón a una noche loca. No sé si me explico bien.
    Te leo, Luigi. Te sigo.

    Escrito el 19 noviembre 2018 a las 17:20
  4. 4. Menta dice:

    Buenas noches Luigi Callieri: Me ha gustado mucho tu relato. Lo he vuelto a leer y me he dado cuenta del ritmo tan absorbente que tiene. Por dos veces no he podido dejar de leerlo.

    Tengo ganas de saber a lo que se dedica Fedora y con qué mafiosos trabaja. Lo que tengo seguro es que es una profesional del crimen y se relaciona con gente del hampa. Espero a que se desvelen todas mis dudas.

    Enhorabuena. Un saludo, Menta

    Escrito el 19 noviembre 2018 a las 20:31
  5. Después de haber leído Fedora en Trevisso,en el que haces un trabajo impecable con un narrador testigo en tercera persona, voy a por ty Fedora en Barcelona… una Fedora poliédrica cuyas múltiples caras encierran una sucesión de estados constante, pues aunque Fedora vive y se multiplica en diversas situaciones y geografías, (ésta vez en estado nada gaseoso de boxeadora), es fiel a su personalidad en todas sus aventuras.
    No es fácil resolver un dueto a golpe de diálogo. Lo equilibras con partes narradas.
    Sobre los incisos no me convencen del todo en el inicio dialogado, los discendi de dijo él-dijo ella-dijo él, (aunque creo que lo has escrito en clave de ironía), pero ya sabes que entre dos es muy fácil distinguir los interlocutores, con el “preguntó él” y el “contestó ella”ya se hace la distinción de la voz masculina y femenina y a mi humilde parecer sobra viruta en ese sentido.
    En compensación me gustó los gestos, movimientos y acciones, describiendo espacios y situaciones, (carcajadas, labios de actriz barata), y sobre toda la buena base de documentación en relación con el boxeo, y además de forma natural, encajado con naturalidad sin hacer alardes excesivos de conocimientos.
    También domina Fedora la lucha amatoria, y ella es la que controla, lleva iniciativa cabalga y mata y remata con jeringuilla o sin ella
    ¡Qué mujer la tal Fedora!

    Pues muy bien Luigi.

    Escrito el 20 noviembre 2018 a las 14:39
  6. 6. Paola dice:

    ¡Hola Luigi Callieri!
    ¿Qué te puedo decir que no te hayan dicho?
    Sería algo así como “el capítulo de cierto libro que comencé a leer y me atrapó desde las primeras líneas.”
    Seguiría leyendo si tuviera mas para leer.
    Me encanta la fluidez y la naturalidad de los personajes y del relato.
    Se deja ver que sabes bien lo que haces por eso no te aprovechas del buen lenguaje, lo usas de un modo exacto y justo.
    Me parecería genial que Fedora no desaparezca en esta misión. Estoy ansiosa por saber en qué acaba todo esto.
    ¿Dónde tiene su siguiente víctima?
    Y el experimento ¿de qué va?
    ¡Enhorabuena!
    Un saludo

    Escrito el 21 noviembre 2018 a las 15:49
  7. 7. pepe dice:

    Hola luigi.

    Fantàstico texto luigi, como de costumbre.
    Tiene un ritmo muy bueno y la caracterización de los personajes es genial. Además, algunas descripciones son de escándalo; me he reido mucho con algunas de ellas, y el final da mucho en qué pensar, aunque no entiendo o no explicas qué, o si hay algo que, va, o vaya, a salir mal.

    El único apunte es que abusas un poco de el “dijo él” o “dijo ella”, a lo mejor quieres hacerlo así pero, para mí, corta un poco el ritmo del relato.

    Enhorabuena. Y hasta el año próximo.

    Escrito el 22 noviembre 2018 a las 00:10
  8. Muchas gracias por vuestros comentarios , John Doen, Conrad, Paola, Isabel, Menta, Pepe. Sois muy amables y eso es reforzante para mi.
    En la aportación concreta de Isabel y Pepe, también pienso que esa voz narrativa del dijo él, dijo ella, no da buen resultado tal como está la trama.
    Tendremos que ponernos a ello .
    Un abrazo a todas y todos, hasta el 2019.

    Escrito el 22 noviembre 2018 a las 10:26
  9. 9. Josè maría dice:

    Hola Luigi ,buen relato pero dime que al final el wasap que mando a su colega Marcial el Alacran no sera un problema para Fedora. Felices fiestas, espero leerte mas, mi relato es el 65 soy nuevo en el taller

    Escrito el 23 noviembre 2018 a las 20:06
  10. 10. Luigi Callieri dice:

    Gracias José María por la lectura y comentario del texto. La verdad es que no sé si el “guasá” lo recibió el Alacrán o no. Tal vez en Cali no hubiese cobertura o e mensaje lo recibió otra persona. Habrá que estar pendiente, o no y dejar que las cosas sucedan sin más. El caso es que no tengo ni idea de lo que significa Fedora.
    Un abrazo y a seguir escribiendo y leyendo que es un buen disfrute

    Escrito el 26 noviembre 2018 a las 09:00
  11. 11. Laura dice:

    Hola Luigi.
    Me uno a las felicitaciones. Tu pluma es exquisita.
    Tal vez Fedora deberìa tener algo de cuidado con posibles pistas, como el mensaje que alcanzò a enviar Giovanni, e ir algo màs ràpido a la acción, o las propias càmaras que puede haber en el gimnasio dando con su identidad, pero son detalles si deseas desarrollar màs la actividad de Fedora, nada de significaciòn para la escena que planteas.
    Mis saludos. Hasta la pròxima propuesta.

    Escrito el 26 noviembre 2018 a las 11:22
  12. 12. Luigi Callieri dice:

    Gracias Laura por tu comentario. Parece complicado el universo Fedora por lo que se va sabiendo. Sobre todo por la asincronía aparente y cambio de escenarios. Algo tendrá(n) que hacer, si quieren soslayar esos peligros que apuntas. No tengo ni idea sobre ello.
    Un abrazo

    Escrito el 26 noviembre 2018 a las 23:39
  13. 13. R.J. Esperanza Pardo dice:

    Mamma mía, Luiggi. ¡Barcelona te sienta muy bien! Pero ¿por qué llamarle amor cuando quiere decir sexo?
    Es una escena vertiginosa y divertida y se me ha hecho corta, con eso te digo todo. Esta vez ha sido una escena muy clara, nos dejas con ganas de saber qué ocurrirá en el próximo capítulo. Porque estás escribiendo escenas de algo más grande, y una idea buenísima, hasta me estás dando envidia.

    He husmeado a tu narrador, está ligeramente en la mente de Giovanni pero de pronto es como si diera la espalda a la escena que está describiendo con todo lujo de detalles e hiciese un inciso para sí o para alguien, me refiero, por ejemplo, a esto: “Un gimnasio «24 horas» es como la sala de espera de un hospital. Se sabe que algo ocurrirá sin saber cuÁndo. Todo consiste en aguardar la llamada.”
    Me gusta cómo queda, es un guiño al lector. También vi un narrador en segunda persona en la escena pasada o la anterior. ¿Es un narrador titiritero como lo llamas, o sigues buscando la tercera dimensión? 😉

    * “… sin saber cuÁndo”
    * “sintió cÓmo la mano”.
    * “A cambió”: se te ha ido el dedo.
    (Vocativos: un 10!!)

    Feliz año y un abrazo.

    Escrito el 30 noviembre 2018 a las 22:38
  14. 14. Luigi Callieri dice:

    Hola Maestr R.J Esperanza,
    Es un placer esta visita de fin de mes y ya casi de año.
    Mi idea del amor y del sexo va por los derroteros de las matemáticas. Tanto el amor como el sexo pueden considerarse como dos conjuntos, en su explicación más abstracta. En el terreno de lo concreto, puede haber conjunto vacío, conjuntos disjuntos, intersección de conjuntos, subconjunto, conjunto infinito,y la biblia en verso jeje..
    Con eso incluyendo la aparición de el Alacrán, “vayaustéasaber” que tipo de relación de conjuntos quería establecer Giovanni. Lo que no hay duda es que “ella” desplegó todas las operaciones básicas posibles entre conjuntos, lo que se puede considerar como amor pleno y volátil ;-): Unión, Intersección, Complemento, Diferencia, Diferencia Simétrica y hasta Producto Cartesiano…. Y tiene mérito, porque eso poca gente lo consigue, dejando al final un conjunto vacío.
    ¡Vaya rollo que me marqué!!.
    Lo dicho muchísimas gracias por tu aporte y el 10 de los vocativos, me dejó como un pavo inflado unos días antes de Acción de Gracias.
    Un abrazo

    Escrito el 1 diciembre 2018 a las 08:50
  15. 15. Amilcar Barça dice:

    Luigi. Nada que alegar. Tienes un don, utilízalo. Hasta el año próximo.

    Escrito el 1 diciembre 2018 a las 19:19
  16. 16. Luigi Callieri dice:

    Gracias colega Amílcar Barça. Te echaba de menos por estos lares. Me honra tu comentario. Un abrazo hasta el 2019

    Escrito el 1 diciembre 2018 a las 20:37
  17. 17. R.J. Esperanza Pardo dice:

    Jjjjjj Pues nunca me había planteado de forma matemática precisamente ese tema tan abstracto! Es una tesis muy borgiana, Luigi, de rollo nada!!!
    Nos leemos! Sigo riéndome con lo del pavo!!!!

    Escrito el 1 diciembre 2018 a las 22:07

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