Esta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las << Volver a la lista de textos
El alquimista - por dopidop
Web: http://historietasypiruletas.blogspot.com/
Pese a su juventud, Constantine había amasado una gran fortuna gracias a la alquimia. Poseía un don innato para esta innovadora ciencia; sus impresionantes fórmulas asombraban por igual a propios y extraños.
Adquirió un caserón a las afueras de la ciudad, para compartirlo con Aimee, su adorada esposa. Ella lo era todo: La luz en las mañanas, el oxígeno que respiraba. Si algo hacía bombear su enamorado corazón, era el simple hecho de tenerla cerca.
Por ese motivo, el accidente resultó tan desgarrador. Sucedió una tarde de verano, los caballos asustados volcaron el carruaje. La joven terminó aplastada. «No sufrió», dijeron, «murió en el acto».
¿Cómo se podía sobrellevar una pérdida tan grande?, ¿cómo lo hacía el resto de la gente? Constantine no se lo explicaba, no le entraba en la cabeza. Era de locos.
Estuvo semanas paseando día y noche por su hogar, recorriendo, como un fantasma, los largos pasillos que se antojaban infinitos sin ella. Gimiendo como un alma en pena. Llorando en cada rincón. Lamentándose y retorciéndose de dolor. ¡Qué sola estaba ahora la mansión!, ¡y qué fría! Era tan grande su pesar, que estaba convencido de que no tardaría en morir de tristeza.
Poco a poco, sus sentimientos fueron haciendo estragos en su cabeza. No dormía, apenas comía. La absenta y el opio se convirtieron en sus más fieles aliados a la hora de alejarse de la horrible realidad en la que se había convertido su vida.
Quizá su problema fue que no le dejaron ver el cadáver de Aimee: «Un accidente espantoso», dijeron, «su cuerpo estaba destrozado». Ni siquiera el experto restaurador de la funeraria osó enfrentarse a tan colosal trabajo.
O tal vez fue que dentro de su brillante mente, siempre había estado escondida una oscuridad que nadie había descubierto.
Cierta mañana, a finales de otoño, al observar su reflejo en el espejo contempló a un joven con enormes ojeras y rostro demacrado que le miraba con unos ojos llenos de rabia. No se reconoció, y lo vio claro: ¿Qué es lo que estaba haciendo? No era cualquier mindundis. Él era un genio. Sin duda, él era el único que podía arreglar esa situación. Costara lo que costara, nada le pararía hasta volver a ver a su esposa con vida.
Profanar su tumba no fue tan fácil como lo había planteado. Habían pasado varios meses y el estado de los restos de su amada, hizo que su primera visión no fuera para nada el agradable reencuentro que tenía en mente. Vomitó hasta la bilis nada más abrir el ataúd, y después de llorar como un niño durante casi media hora, se armó de valor y entre lágrimas y terribles arcadas trasladó a Aimee a su sótano para comenzar los experimentos.
No tardó en acostumbrarse a tenerla ahí. Incluso su nauseabundo olor le inspiraba mientras estudiaba viejos manuscritos palingenésicos y reescribía sus brillantes fórmulas.
Prepararla para los ensayos le desoló, para él, esos restos putrefactos, seguían siendo Aimee. Y aunque sabía que el fin justificaba los medios, lloró por cada hueso que tuvo que moler, por cada fibra que tuvo que secar, por cada gota de sangre coagulada que tuvo que hervir y por cada cabello que tuvo que trenzar. Lloró hasta llenar las estanterías con frascos cuidadosamente envasados y etiquetados con todas las esencias de lo que una vez fue, y pronto volvería a ser, su querida esposa.
Día tras día realizó ensayos. Unas veces eran simples rutinas; otras, experimentos terriblemente complicados. Creó cientos de seres defectuosos que durante las noches invernales gritaban de agonía en el sótano, recordándole que había fallado una vez más.
Varias veces creyó haber dado en el clavo dotando de vida a criaturas casi perfectas de labios carnosos y mejillas sonrojadas. Pero no eran ella. Nunca lo eran.
Fue en primavera, al salir las primeras flores, cuando llevó a cabo el último experimento. Todo marchaba según lo previsto, Constantine era consciente de que ya no quedaba mucho de Aimee para seguir probando, pero era cuidadoso y muy constante. No había cometido errores de cálculo, y cada intento le había acercado más y más a lo que estaba a punto de suceder.
Cuando la criatura abrió los ojos y lo miró, enseguida lo reconoció. Se incorporó y lo abrazó con fuerza. Constantine rompió a llorar. Ninguno de los dos habló. No hizo falta: Era ella, ¡por fin era ella!
Se fundieron en un largo beso con el que se prometieron en silencio que ni siquiera la muerte les volvería a separar.
Hola Dopi, la verdad es que esperaba con ansias tu oscuro y tétrico relato. La verdad es que dotas a tu relato de un gran ritmo:Párrafos cortos, frases sencillas, descripciones breves. Me gusta mucho como el personaje desciende poco a poco hacia a la locura creando toda clase de cosas y como juega a ser Dios. El final no me ha gustado nada, hubiera hecho algo diferente pero en general esta bastante bien.
Pese al titanico trabajo de estas semanas creo que he podido apañar un relato curioso, espero tu visita.Un saludo
Hola Dopidop
El relato está bien escrito y engancha.
A mi entender has hecho un buen trabajo aunque el final, como dice el compañero, no está al nivel del relato. Lo transforma en cuento.
Para darle seriedad al asunto, no puede acabar bien… Algo sorprendente tiene que pasar en ese sótano, algo que al lector le pille de sorpresa pero que a la vez entienda que era el único final posible.
Espero haberte ayudado con mi comentario
Saludos
Buenas, Dopidop.
Hemos tenido una idea muy, muy parecida con la premisa que nos daban. Ha sido curioso leerlo, pues no he podido evitar fijarme en todas las similitudes de nuestros relatos.
Me ha gustado mucho la manera en la que nos has introducido el mundo de ese pobre desgraciado, y cómo nos has descrito todos los intentos que ha hecho por devolverle la vida a su esposa. Aunque debo confesar que el final me ha decepcionado un poco, creo que somos un poco catastrofistas. Que el experimento no hubiese salido bien me habría parecido una resolución más acorde con lo que estaba leyendo. Para acabar de rematar al pobre hombre.
No sé, ha sido como un final “demasiado” bonito.
Pero vamos, es tu relato, y, en realidad, que la chica reviva es algo que no se esperaba, le das la vuelta a la expectativa del lector, pero…
De todas formas, ha sido un buen trabajo.
Nos leemos.
Un saludo.
Hola Dopidod me he acercado a leer tu relato porqué coincidimos en el título y eso ha despertado mi curiosidad. Creo que está bien conseguido, sobre todo la desesperación del protagonista, así como el ritmo, peor coincido con los otros compañeros en que el final desmerece la historia.
Dos cuestiones formales: yo el párrafo que comienza O tal vez fue que… lo añadiría al anterior porque es la misma línea discursiva. La segunda está en la frase Habían pasado varios meses y el estado de los restos de su amada, hizo… creo que sobra la coma.
Espero que mis comentarios te sirva,
Un saludo
Es conmovedor tu relato (además de tétrico), dopidop. No presenta situaciones muy novedosas, pero nos atrae y nos hace ir hasta el final, en espera de una resolución interesante. ¡Y sí que lo es! Cuando estamos convencidos del fracaso definitivo, llega el éxito más rotundo y nos deslumbra el final más feliz. ¡Los cuentos con final feliz también valen la pena!
Hay un párrafo que está mal ubicado o que yo no entiendo:
“O tal vez fue que dentro de su brillante mente, siempre había estado escondida una oscuridad que nadie había descubierto”
En “Profanar su tumba no fue tan fácil como lo había planteado”, considero que el término apropiado es “planeado”.
Saludos.
hola dopidop nada que añadir a nuestros compañeros ,pero yo si hubiera cambiado el final ,para ponerlo mas adelante de la historia y hubiera puesto lo difícil que seria, explicar la resurrección de su esposa. Un saludo y mi relato es el 65, es la primera vez que escribo algo publico por si quieres echar un vistazo.
Hola Dopi
Has escrito un buen relato, y lo has separado en párrafos cortos para facilitar la lectura.
“Varias veces creyó haber dado en el clavo dotando de vida a criaturas casi perfectas de labios carnosos y mejillas sonrojadas. Pero no eran ella. Nunca lo eran.” No cuentas qué pasaba con esas creaciones.
“O tal vez fue que dentro de su brillante mente, siempre había estado escondida una oscuridad que nadie había descubierto.” No entendí bien cómo relacionar esa frase con el resto.
De todos modos me ha gustado leerte, es una historia bien llevada y con un final feliz.
Saludos
Hola Dopidop, me resulta curioso que a la gente le parezca fallido el que un relato acabe de forma afortunada. Me hace pensar en Matrix y lo que las máquinas argumentaban de que los seres humanos necesitamos pesares en nuestras vidas para ser realmente “felices”. Hacer nuestra vida fácil nos provoca un sentimiento de irrealidad que no dudo que debería ser objeto de estudio por algún académico (yo no estoy preparado para tal empresa).
Tu relato me ha gustado mucho, también es sorprendente la cantidad de personas que asocian experimentos con el viejo personaje de Frankenstein (un hito de la literatura universal que nunca muere), pero no me importa, cada escritor tiene su propio estilo para contarlo y así nos lo has demostrado.
Te agradezco el comentario en mi texto, ha sido un placer leerte. Un saludo.
Me ha gustado la istoria. Como dicen, rases claras, bien esctructuradas y que expresan lo que el personaje siente.
Se puede er su dedicación, pasión e ida de pinza motivada por su deseo.
Lo unico, no es que el final me desagrade, pero me quedo con la duda de que si ha molido huesos, hervido sangre, lo pone en frascos, etc… Imagino que ha desmontado el cuerpo completamente, así que, ¿qué es lo que vuelve? Ahí es donde yo me quedo un poco esperando algo más.
Me ha gustado bastante. Bien narrado. Las palabras fluyen con fuerza. Me gusta el inicio y el desarrollo, sin embargo, creo que al desenlace le faltó fuerza, muy tierno eso sí, pero le hizo falta ese golpe que deja al lector sorprendido.
Muy bien.
Felicidades.
Hola Dopi
Acá leyendote de nuevo. El relato esta impecable en su lectura y no esperaba menos de mi gran referente.
Lo mismo con el personaje y los escenarios que son muy vívidos.
No tengo los conocimientos suficientes para hablar de los aportes de los demás comentarios pero me gustaría que criticaran así mis micros.
Para despuntar el vicio de la critica de lector te digo que se me hace un relato muy detallado hasta el “Día tras día…” a partir de ahí se acelera y pierde definición. Hay muchas cosas contadas a grandes razgos, pero entiendo que el límite de las 750 es tirano.
Me gustaría que durara el doble porque se disfrutan los detalles que manejás con tanta maestría.
Esperaba un final terrorífico al estilo Dopi pero ya me dijiste que también tenés tu corazoncito.
En síntesis me encanta tu forma de escribir. Abrazo amiga.
Buenas compañer@s,
Primero, agradeceros que os hayáis molestado en pasar a leerme y dejado un comentario, siempre los contesto por aquí, aunque no tengo ni idea si luego volvéis a leerlos (yo sí lo suelo hacer). Me alegra que la sensación general sea buena, aunque el final no sea al gusto de todos 😛
Bueno voy al lío que se espera tocho-comentario.
Jesús, ¿qué puedo decirte?, me alegro de no haber defraudado demasiado tus expectativas (bueno un poquito por el final, pero es perdonable ¿a que si?) Agradezco un montón tu sinceridad. ¡Seguimos hablando!
Paola, una buena crítica. Por supuesto que es bien recibida y que me ayuda, y comparto y respeto tu opinión de que el final puede mejorarse, pero no creo que un mal desenlace sea el único posible. Las historias extrañas terminan bien a veces.
Irene, como ya he comentado en tu relato, ha sido curioso leer algo que tienes en la mente escrito por otra persona. Ya me pasó el mes pasado con otra compañera… va a ser que al final no soy tan original como creía… Me encanta poder leerte todos los meses y recibir comentarios tan interesantes como los tuyos.
Jose M., es curioso, contigo me pasa al revés que con Irene. Coincide el título y el tema, sin embargo hemos ido por caminos distintos. He tomado nota de las correcciones que me haces. El párrafo que empieza por “O tal vez” iba pegado al de arriba, se me escapó el intro a la hora de darle el formato. El tema de la coma, totalmente de acuerdo. Ya lo he corregido en mi blog. Gracias por hacérmelo ver.
Carlos, ¡por fin alguien que aprecia el final bueno!, estaba tentada de cambiarlo por algo más tétrico, hasta que leí tu comentario… le daré una vuelta, pero quiero dejarlo en plan final feliz. Total, esto no deja de ser un ejercicio. Lo que me comentas acerca de “planeado” “planteado” toda la razón, mi problema es que el texto era mas largo y salían esas dos palabras muy juntas, por lo que cambié una de ellas, y luego cuando quité líneas, dejé la equivocada. Lo modifico para el blog. Gracias por señalarlo 🙂
José María, lo que me indicas es una buena forma de continuar el relato, puede dar lugar a una trama interesante. Gracias por pasarte a leerme.
Ofelia, ¿Qué les pasaba a las creaciones que no eran ella?… piensa mal… muy pero que muy mal…
Leosinprisa, no pensaba que darle un toque de romanticismo y ñoñería al final de mi historia pudiera generar algún tipo de debate. Lo que dices de Matrix es cierto… no soportamos la felicidad, no nos atrae para nada. Lo del mito de Frankenstein, creo que lo tenemos tan arraigado en el cerebro que nos sale solo, aun sin darnos cuenta. Es algo muy goloso con lo que jugar.
J.C., la verdad es que busqué información y encontré la alquimia palingenésica que consistía en reanimación usando como ingredientes partes del cuerpo de animales y plantas… ahí me vine arriba y me dije ¿y si la usara a ella misma como ingredientes? Con más margen de palabras me hubiera explayado un poco mas, pero bueno, al ser un relato de fantasía, me permití la licencia… pero si que da para darle una vuelta…
Servando, gracias por tus palabras. Aquí se aprende de la opinión de todos. Como ya he comentado por arriba revisaré ese final para darle más fuerza.
Diego, no me digas esas cosas que luego me lo creo :P. Si es cierto que tuve que recortar y preferí hacerlo en la última parte, ya que no quería dejar al lector con alguna duda en cuanto a lo que la escena se trataba, por lo que por eso parece tan “atropellado”, sé que os gustaría haber leído más detalles macabros sobre los experimentos del amigo Constantine. No descarto retomarlo en un futuro para hacer algo más largo, y al puro estilo “Dopi” jeje (me ha encantado esa frase, ya que eres la tercera persona que me lo dice con este relato… está claro que tengo un problema…)
En general sienta muy bien leer vuestras palabras, con tanta sinceridad y respeto. ¡Me encanta Literautas! Estoy aprendiendo muchísimo con vosotros.
Hola Dopidop.
La cuestiòn del final es una cuestiòn de gustos.
Desde lo formal el relato està bien escrito, està bien que no te hayas extendido màs de lo necesario para indicar que hizo sus experiemtos a partir de lo que pudo rescatar de su esposa. Por supuesto que queda la duda con lo que sigue, pero esa es otra historia.
Hasta la pròxima propuesta.
Saludos.
Que tengas un buen año nuevo.
¡Hola!
Tu relato ha sido bastante tierno, emocionante y el final (Aunque en cierto modo, fantasioso) fue realmente dulce. Constantine me pareció un personaje muy humano, que sabe lo que quiere y sufre por la pérdida de su amor.
Por cierto, tu relato me recuerda a un video: https://www.youtube.com/watch?v=SaC0YVaIMno
Si buscas la traducción, la canción encaja más con tu historia que el video.
Besos ;D