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Esta noche estoy solo. - por Blazer

El autor/a de este texto es menor de edad

Esta noche estoy solo. Otra vez. Aunque no sé exactamente si estoy solo, pero es de noche. También está oscuro, la oscuridad me abruma. No sé exactamente lo que es y eso, claro, siempre da miedo. Sin embargo, si me preguntaran, diría que es un vástago huérfano del sino humano que fue adoptado por lo maligno y deleznable. O algo así leí hace unas semanas. Se parece a mí.
Nada ha cambiado. Todo sigue oscuro. Si es que se puede decir así, porque en la oscuridad el todo no existe, no existe, nada, la oscuridad es la nada. De la oscuridad apenas se salva ella misma, poco más. Ni el brillo de unos ojos, ni el alba de una fortuna, ni siquiera su sonrisa, ni siquiera. En la oscuridad no hay nada, solo eso, oscuridad, quizá también soledad, pero no estoy seguro, está demasiado oscuro para saber si hay alguien conmigo. Juraría que no.
No sé estrictamente cuando murió. A veces, hasta me pregunto si lo hizo.
Era bella, de facciones suaves y tez cálida, rostro febril, con las sienes plegadas por el tiempo y la fatiga y el pelo encenizado de las ilusiones que hicieron honor a su nombre y fueron eso, sólo una ilusión. De voz dulce y trémula, nariz chata y ojos almendrados, que aún conservaban su tierno color marino. Mirada sensible y transversal, risa floja y perenne y estornudo manso, casi imperceptible, fugaz, como el viento que se lleva bailando las hojas en otoño, solo un suspiro. Alta y enjuta, de promontorios maduros y manos de artesanía, níveas, de contornos delgados, pero agarre enérgico, era la mujer más fuerte que conocía. O al menos eso creí. Pero a la hora de la verdad opuso menos resistencia de la que yo mismo hubiera deseado. Duró mucho tiempo en darse cuenta de lo que pasaba, ese fue su error, o quizás el mío. Tardó mucho en fijarse en el cuchillo y poco, muy poco, en morir.
Por ese entonces acababa de conocer a un hombre, lo que me relegaba a un segundo lugar. Jamás lo permitiría. Además, parecía feliz y por una vez en su vida no necesitaba respirar esa harina blanca que guardaba en la parte más alta de su armario y hacía que le sangrara la nariz (nunca aprendí el nombre). Estoy seguro que se lo creyó. Se creía libre, feliz y enamorada, pero solo se engañaba, yo lo sabía. La amaba, la amo, no existe nadie más importante para mí en el mundo. Y sé que para ella yo lo fui así mucho tiempo. Pero algo había cambiado, empezó a ponerse gorda; poco a poco, aunque comía lo mismo que siempre, unas gachas al despertarse y un poco de lo que yo le quisiera dejar de mis bocadillos y sopas de mediodía y noche; y dejó de prestarme la atención y el cuidado que siempre me ponía. Algo raro pasaba. Traté de buscar en mis libros de alquimia, pero no encontré nada al respecto. Temía por ella, no podía dormir pensando en algún monstruo que le salía de dentro y la mataba, adelantándose a todos mis sueños húmedos en la que yo la asesinaba de las formas más diversas. Nunca supe que le pasaba realmente, me daba asco, pues en mis trece años de vida no había visto nada igual.
Lo mejor es que pude poner en práctica mis libros de alquimia, yo la amo, y sé que conseguiré que vuelva a desvivirse por mí. No me costó mucho reunir todo lo necesario para intentar revivirla, pero a día de hoy no lo he conseguido. Aunque ya no sé si quiero que vuelva a vivir, me he acostumbrado a ver como revive durante unos segundos, de terribles sufrimientos, se retuerce con los ojos inyectados en sangre en su cama impoluta y, al final, lanza un grito espantoso, mientras expira. De nuevo. Lo intento cada noche, incansable.
Hoy escuché su grito a las tres de la madrugada, proveniente del sótano, o más bien de sus entrañas. Nadie más puede saberlo, pero yo, incorruptible en mi propósito, sé que el experimento ha salido mal y que debo intentarlo nuevamente mañana por la noche. Pero por ahora, en plena oscuridad, esta noche, estoy solo. Sigo estando solo.
Te echo de menos mamá.

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6 comentarios

  1. 1. John Doe dice:

    Hola Blazer, es un relato bien escrito con descripciones muy elaboradas que crean una atmósfera enrarecida, precisa para la trama del cuento. Me recuerda en algo al estilo y las temáticas de Lovecraft, lo perverso del cuento. La primera parte me pareció algo confusa, quizás inconexa con el resto del relato, pero puede ser tan solo cosa mía por lo demás gran escrito, el final ha sido genial.

    Escrito el 18 noviembre 2018 a las 05:00
  2. Hola Blazer. Me gusta este trabajo que ofreces al taller de este mes. En lo formal, tal vez mereciese la pena dar un vistazo a la proximidad (en dos párrafos seguidos) del texto mis libros de alquimia. Es más aunque no hubiese referencia a libros de alquimia, tal vez el texto en su conjunto fuese más inquietante. Es una opinión tan despreciable como la de cualquiera, así que puedespaar de ella perfectamente, jejej..
    Me gusta la forma en que la la voz narradora aporta el punto de vista de un personaje de trece años. Gracias a ese detalle no hay posibilidad de que el lector se despiste en la ubicación correcta de la madre. Es un recurso interesante para tomar nota de él. Gracias por el trabajo. Un abrazo

    Escrito el 18 noviembre 2018 a las 19:27
  3. 3. Amadeo dice:

    Blazer:
    Un muy buen relato, llevadero y angustiante. Nada más que agregar, solo que encontré la palabra “oscuridad”, “oscuro” unas “cientos” de veces (al principio y me molestó.
    Muy buen final

    Estoy en el 59 por si quieres leerlo y comentar (Allí también muere una madre)
    Cordiales saludos Amadeo

    Escrito el 20 noviembre 2018 a las 01:32
  4. 4. Pepelu Martín dice:

    Una historia interesante que da para desarrollar un relato mucho más largo, incluso tal vez hasta una novela corta, pues el contenido dramático y el modo que lo muestras, permite realizar un generoso desarrollo.
    Tan solo decir que al estar escrita en primera persona, un joven de trece años, expresas párrafos con un contenido muy intelectual que, desde ese punto de vista, sería impropio para trece años. Por el contrario, de hacerlo en tercera persona, el narrador se lo puede permitir y quizás quedaría más creíble.

    Escrito el 20 noviembre 2018 a las 19:59
  5. 5. Paola dice:

    Hola Blazer
    Llegué a hundirme en esa oscuridad absoluta y profunda que describes. Llegué a sentir ese sentimiento desgarrador del narrador, entre solo y atormentado, torturado por un monstruo interno que lo arrastra a hacer esa locura.
    No sé si fue tu intención pero puedo leer entre líneas un poco esa dicotomía que muchas veces sufrimos los seres humanos: lo malo conocido no parece tan malo.
    Aparentemente su madre usaba drogas pero era la única persona que se preocupaba por él, entonces es mejor revivirla que perderla, ante la inminente soledad es mejor el mal acompañamiento.
    Me ha encantado.
    Tiene un malévolo tinte “lovecrafiano” que me cautiva.
    ¡Genial!
    Pequeño apunte: a mí, personalmente no me molestó el hecho de que apareciera muchas veces la palabra oscuro/oscuridad, porque a veces, a mi entender, si está bien utilizada la repetición y es justificada, la veo necesaria. Al fin y al cabo creo que es lo que quieres transmitir: el rigor de la oscuridad tanto del lugar, de la noche como del personaje.
    Un saludo.

    Escrito el 21 noviembre 2018 a las 16:07
  6. 6. jose maria dice:

    Hola Blazer, me parece un relato genial ,solo puedo decir que es muy extraño que un niño de trece años; tenga tal nivel de inteligencia como la que tu describes .Solo eso .

    Felices fiestas y espero leerte mas. Soy un nuevo compañero en el taller ,mi primer relato publico de mi vida es el 65 empezando la aventura de aprender.Saludos

    Escrito el 24 noviembre 2018 a las 17:26

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