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Astro - por Ofelia Gómez
Una multitud ansiosa colmaba el estadio. Mujeres y hombres, cansados y transpirados, se abrazaban esperando el comienzo del show. Muchos olvidaban sus familias y sus trabajos. Astro era su dios. Los más arriesgados habían logrado acercársele hasta unos pocos metros, pero entonces los invadía una sensación rara y angustiante. Se decía que Astro no soportaba la proximidad de su público, que su única defensa era cierta vibración que lo rodeaba y defendía de cualquier atropello.
Mientras tanto, los críticos de arte no cuestionaban su maravillosa voz, pero sí decían, que les resultaban extraños los gestos desproporcionados con que acompañaba sus canciones. Eso carecía de importancia para los demás.
Todo iba bien, hasta que una noche hubo una fuerte discusión entre Almeida, su manager, que terminó herido y hospitalizado, y sus tres ayudantes, detenidos luego por los guardias. Quién sabe qué cosas corren por la mente humana para que olvidaran todo lo que habían logrado. Habían acumulado una gran fortuna, sin embargo, por un poco de dinero perdieron la cordura y terminaron mal.
Astro quedó devastado. Nadie supo cómo llegó hasta su casa, pero allí estaba. Acurrucado en un rincón, con los ojos cerrados y sin querer hablar con nadie. Los periodistas aparecieron como una turba enloquecida, con las ropas revueltas y los micrófonos en alto. La puerta estaba entreabierta, entraron casi a los gritos tratando de conseguir alguna respuesta. Al ver que pasaba el tiempo, y no obtenían nada, salieron cerrando cuidadosamente. Estaban decepcionados, ya inventarían algo.
Se decía que Astro no tenía parientes ni amigos. Con el paso de los días se fue apagando la fascinación de aquellos que tanto lo había admirado. Necesitaban otro dios a quien adorar y pronto se olvidaron de él.
Cuando el manager se repuso volvió a la casa. Dejó el auto en la entrada y lentamente recorrió el camino empedrado, como tantas veces lo había hecho en compañía de Astro. Pero ya nada sería igual. El jardín estaba lleno de malezas y al final del sendero, rodeada de un gran silencio, aparecía la silueta fantasmal de lo que fuera su hogar.
Poco a poco fue encendiendo las luces. Todas las luces del vestíbulo. Encontró los hermosos muebles llenos de polvo, los ventanales sucios, y pensó que aquello ya no era importante. Pasó al salón aun en penumbras, allí lo esperaba su amigo y compañero de tantos años. Por primera vez en mucho tiempo sintió que había llegado el momento, tantas veces imaginado y a la vez temido, pero que ahora le parecía completamente necesario. Recién entonces se sintió tremendamente triste.
En la oscuridad se acercó a una vitrina, encendió una pequeña lámpara, sacó una copa y la llenó de jerez casi hasta el borde. Se sentó en un sillón. Sentía el corazón estrujado mientras meditaba amargamente con la vista fija en Astro. Después se acercó lentamente y juntos bajaron a aquel sótano, que en el pasado fuera lugar de pruebas y experimentos. Cuántas madrugadas se escucharon sus gritos, desesperado por no lograr la perfección de su creación.
Sentía que sus manos se negaban dolorosamente a obedecerlo, pero bien sabía qué tenía que hacer. Se agachó junto a Astro y torpemente lo fue desactivando. Luego, poco a poco, fue separando las piezas. Ya no importaba que las salpicara con su llanto. Guardó todo en una gran caja y secó sus últimas lágrimas. Aseguró las ventanas, conectó las alarmas, apagó las luces y cerró las puertas con llave. Hablando consigo mismo subió a su auto y manejó lentamente en medio de la noche hasta una calle tranquila y solitaria, allí tiró las llaves en un desagüe y se despidió del pasado.
Todo cambió. El Ingeniero en Robótica, J. W. Almeida, buscó la paz en el retiro espiritual de un remoto ashram en la India. Los tres ayudantes se fueron cada uno por su lado a derrochar su fortuna en alcohol, drogas, y mujeres dispuestas a sacarles todo el dinero posible. La magnífica mansión de Astro siguió abandonada y hace pocos meses fue rematada. El arruinado mobiliario se malvendió por unos pocos pesos.
En el sótano, junto a un montón de baúles con ropa vieja y carcomida, fotos y cartas amarillentas, había una caja con restos enmohecidos de un muñeco que nadie supo para que servía.
Todo aquello terminó en un basural.
Hola
El primer párrafo que hace de prólogo, invita a pensar en otro tipo de historia. No hay coherencia con lo que sucede después. Empieza dentro de un estadio y luego el cuento salta por otro derrotero. Hay que aclarar esa parte.
Después, a partir de ahí, el cuento ya se entiende mejor. Astro es la creación de un científico, aunque no he percibido la historia de amor. Por lo demás, es un relato bastante entretenido.
Un saludo
Hola, me gusta la manera en la que escribes. No comentaré sobre la historia ya que en general es interesante, pero tomaré apuntes sobre tu estilo, lleno de acción, pues en vez de hacer descripciones largas o de interactuar entre personajes, vas creando el ambiente a medida que el personaje va haciendo las cosas, y eso me gusta. Supongo tiene que ver con la técnica de mostrar, no decir, en fin, trataré de escribir un cuento así la próxima vez.
Pd: mi cuento es el #28
Hola José Luis
Gracias por leerme. Tendré en cuenta tu opinión.
En cuanto a la historia de amor me parece que te refieres a una situación de pareja. En este caso, el afecto, el amor, está dado por el creador de Astro, que ama a su creación.
Gracias por leerme. Te buscaré.
Saludos
Hola Dwarlyn
Gracias por tu comentario. Todo es cuestión de empezar y ver que ideas surgen.
Nos leemos ahora y nos seguiremos leyendo en 2019. Literautas es enriquecedor.
Un abrazo
Hola ofelia!!!
Gracias por pasarte por mi relato.
Un relato magnífico el tuyo. Cuando iba leyendo el principio no entendía cómo ibas a acabar en un sotano haciendo experimentos con la historia de amor que, no había aún, de por medio, pero al final muy bien conseguido.
Una cosa que no me ha sonado buen ha sido la historia de la trifulca: aunque parezca por motivos de fama o pasta (o amor del ingeniero por Astro) queda muy en el aire, y viendo la importancia que les das a los personajes al final creo que deberías haberla puesto más en liza.
Por decir algo más es poco creible que um autómata pueda crear tal expresividad artística (para llegar a todo el mundo(expertos incluidos) la perfeccion métrica o interpretativa no es suficiente) cuando sus gestos no lo són porque es un autómata, es decir, se puede perfeccionar su arte hasta la divinidad pero algo más sencillo como sus gestos no, por eso es menos creible.
Por lo demás me encantó. Tienes un estilo que engancha mucho. Enhorabuena.
Un saludo.
Hola Ofelia,
Como dijo Jose Luis no veo la similitud entre el estadio y el resto del texto aunque no por ello me ha dejado de gustar. Me pareció una historia muy interesante, bien escrita, original y que invita al lector a permanecer atento a cada palabra. Por lo demás, solo cabe darte la enhorabuena por el texto que has escrito. Felicidades!
Mi texto es el número 112#, por si se te apetece pasarte 🙂
Hola Pepe
Mis cuentos tienen siempre algo de realidad y mucho, tal vez demasiado, de fantasía. Admiro a quienes logran objetividad al escribir, pero reconozco que yo no lo consigo.
Gracias por leerme. Tu crítica es bienvenida.
Un abrazo
Hola Ulises
Gracias por leerme. Parece que me ha quedado un tanto descolocado el primer párrafo. He necesitado resumir un tanto el relato por el tema de las 750 palabras. Trataré de tener en cuenta tu crítica para las próximas veces.
Un abrazo
hola Ofelia, es verdad que cuesta un poco entrar en la narracion, el principio no tiene mucho que ver con la segunda parte de la historia que se entiende mmejor.
me ha tenido muy entretenida asi que me ha gustado
saludos
Hola Ofelia.
En primera, gracias por pasar por mi relato.
Vamos ahora al tuyo. Me ha encantado.
Considero la etapa inicial del estadio como el momento en que hay una ruptura, algùn problema con Astro y tal vez sus sistemas, ya que no me esperaba que haya sido un autómata.
Lo que me resulta poco creíble es la parte de los periodistas, que no hayan seguido allì hasta ver què sucedìa con el astro y su casa, que aparentemente era muy bella y estaba abandonada. Simplemente habrìa eliminado esa parte para hacerlo llegar a una mansiòn perdida en algùn lugar al que justamente no pudiesen llegar los periodistas, por supuesto, un lugar conocido por su manager.
Me encantò la ambientaciòn que has logrado.
Mis saludos, nos encontramos en la próxima propuesta.
Hola Ortaize
Gracias por leerme.
Deberé tener en cuenta los comentarios para la próxima vez.
Saludos
Hola Laura
Gracias por leerme.
La historia de Astro tiene mucha fantasía, aunque todo puede ser posible alguna vez, quién sabe…?
Nos volveremos a leer.
Un abrazo
Bien escrito Ofelia, pero no veo que haya historia de amor ni cumple con el reto.
Es posible que en años, los robots puedan estar muy adelantados hasta incluso que puedan decidir por ellos mismos y regresar a casa solos.
Los periodistas quedan un poco en el aire, quizá lo hayas puesto así para dar mas emoción a la escena de donde pueda haberse escondido el robot.
Gracias por pasarte por mi relato: Te aclaro que la mamá en el sótano, es el reto: Alguien está haciendo algo pero que nadie sabe lo que és; de ahí las palabras del hijo que no indican que hace.
Nos seguiremos leyendo.
Hola Ofelia
Muchísimas gracias por pasarte a leer mi relato y tus agradables comentarios.
Me ha gustado el tuyo porque juegas al despiste, aunque en una segunda lectura vas captando los detalles: la vibración que le protege de los fans, los gestos exagerados… A mí me quedó la duda de si el único que sabía que era un robot era Almeida. Imagino que sí, por como acaban sus restos… La historia de amor la he comprendido desde el principio ¡Hay tantas clases de amor! No necesariamente tenía que ser el de pareja… Lo que veo un poco diluido es el reto… ¿Acaso no es un éxito rotundo construir un robot tan perfecto (en el caso de que los expertos pensasen que fuese real)? Yo habría quitado alguna descripción (muy buenas para crear ambiente, por cierto) para indagar un poco más en el proceso de creación de Astro, a modo de recuerdos.
Pero en general es un buen relato, que deja un regusto nostálgico y apesadumbrado por lo rápido que sus admiradores le olvidan.
Felicidades y hasta la próxima.
Hola Pilar
No te imaginas cuánto agradezco tu crítica.
Almeida fue el creador de Astro y solo él sabía cómo manejarlo.
Los ayudantes conocían el secreto, pero prefirieron irse de juerga. No estaban capacitados para seguir sin el ingeniero. Así que se fueron de juerga.
Durante la creación del robot hubo éxitos y fracasos. Eso está explicado en el octavo párrafo.
Te agradezco mucho tu interés en mi relato.
Intercambiar opiniones contigo es enriquecedor.
Un abrazo
Hola el Chaval
Gracias por leerme.
Sin dudas que mi relato juega con la fantasía y me tomo algunas libertades.
La historia de amor era opcional, pero no se indicaba que fuera solo amor de pareja. En este caso es el afecto, el amor de Almeida por su creación.
La propuesta del ejercicio 56 fue:
“A las tres de la madrugada se escuchó un grito que provenía del sótano de la vivienda. Nadie más podía saberlo, pero el experimento había salido mal. Otra vez.”
y seguía: “Por supuesto, NO es necesario que aparezca en vuestros relatos el fragmento propuesto. Se trata solo de una inspiración para que escribáis libremente lo que os sugiera. A ver qué resulta del experimento.”
Sin embargo, si te fijas en el octavo párrafo del relato puedes ver que la he cumplido.
el Chaval, te agradezco muchísimo tu crítica. Estoy en Literautas para aprender y leer tu relato ha sido enriquecedor.
Saludos
Hola Ofelia,
Antes de nada gracias por leerme. Decías en el comentario que me dejaste que no entendías el por qué del estruendo, bien, te lo explico. Amelia se levantó porque escuchó un ruido, como un estruendo, debido a que a su hijo Gabriel estando en la cocina algo se le debió de caer. Sin más.
En cuanto al tuyo, si bien es cierto que no soy muy fan de historias fantásticas no me ha disgustado. Es original y creo que sí reflejas una historia de amor. Eso sí, coincido con el resto de compañeros en lo que al inicio se refiere pues puede inducir a error.
Un saludo,
M.S.
Gracias M,S. por leerme.
Ese primer párrafo ha sido muy criticado, veré que cambios puedo hacer.
Un saludo
Hola Ofelia, muchas gracias por pasarte por mi texto.
La verdad que te defiendes bien en los relatos fantásticos. Debo confesarte que al principio me costó ubicarme,y pensé como algunos que irías por otro camino.
Bueno al final sí capté, pero me dejó una sensación de vacío, algo así como decepción el tema del robot.
Para mí fue un cuento diferente.
Saludos y hasta el próximo encuentro.
Hola María Esther
Gracias por leer mi relato.
Como siempre digo, estoy aprendiendo, y tengo en cuenta las críticas para mejorar, en lo posible, la próxima vez.
Saludos y nos seguiremos encontrando.
Hola Ofelia: Otro mes que paso a leer tú relato, poco más que decir de lo que te han dicho, a mí me ha gustado, el principio lo has sabido hilvanar muy bien con el final. distraído y que se hace de leer. No leemos, estoy en el 74 – Saludos
Gracias Ángel
Es muy importante tu opinión.
Nos seguimos leyendo.
Saludos
Hola Ofelia:
Empiezo por algunas cosillas de forma que yo cambiaría, luego tú decides.
“pero sí decían, que les resultaban…” Sobra la coma ya que es una sola frase.
“Todo iba bien, hasta que una noche hubo una fuerte discusión…” Sobra la coma porque no se puede separar sujeto y predicado a no ser por un inciso. Inciso es “una noche”, por lo que habría que acotarlo entre comas.
“terminó herido y hospitalizado, y sus tres ayudantes, detenidos luego por los guardias…“ Sobran las dos comas. Según está redactado, parece que los ayudantes lo son del manager, por lo que me resulta extraño que sean ellos los detenidos cuando el herido es su jefe.
“Quién sabe qué cosas corren por la mente humana…” La palabra “cosas” (y otras del estilo) yo la evitaría en lo posible en cualquier relato ya que son términos genéricos que se pueden sustituir por otras que indiquen algo más. En este caso: ideas, pensamientos, barbaridades, locuras, tonterías… También puedes calificarlas: cosas disparatadas…
“Los periodistas aparecieron como una turba enloquecida, con las ropas revueltas y los micrófonos en alto.” Parece raro que los periodistas aparezcan con las ropas revueltas. No tiene sentido. Lo de los micrófonos en alto ya es más normal.
“…entraron casi a los gritos…” Mejor: entraron casi a gritos.
“Pero ya nada sería igual” Mejor: Pero ya nada era igual.
“Poco a poco fue encendiendo las luces. Todas las luces del vestíbulo.” Por no repetir LUCES yo pondría: Poco a poco fue encendiendo las luces empezando por el vestíbulo.
Cuando el relato está casi poniendo punto final, aparece el Ingeniero, además con nombre y apellido de quien hasta ahora no se tenía noticia. Creo que se puede prescindir de él ya que no aporta nada. Si la idea es decir que el inventor estaba arrepentido de su invento, podría decirse que el creador, arrepentido, se fue a la India a practicar la meditación pero sin nombrarlo.
Qué manera más curiosa de quitarse los moscones de encima, con vibraciones. Es lo que tienen los ídolos y los dioses, les gusta que los adoren pero sin los inconvenientes.
“transpirados” por sudados. Me ha encantado la palabra. Queda más fino.
“…gestos desproporcionados con que acompañaba sus canciones.” Esto es una definición exacta de histrionismo. Representación teatral clásica.
Ídolos con pies de barro. De esos abundan en estos tiempos. Son líderes de usar y tirar. Tu relato es una magnífica metáfora de lo que pasa en este mundillo con ídolos creados artificialmente y con fecha de caducidad. Es lo mejor del relato y, salvando alguna cosa, creo que te ha quedado un relato redondo.
Ha sido un placer.
Hola Ofelia Gómez,
Es la primera vez que comento tu reto. Me gusta tu estilo de prosa que mezcla la realidad con la fantasía. El texto es de fácil lectura y me ha gustado la historia que refleja parte de lo que es la realidad en el ámbito del arte y lo veleidoso que es el público. En cuanto a lo formal, a parte de los detalles o sugerencias de quienes me preceden no tengo nada para aportar. Ha sido un placer leerte.
Felices fiestas y espero continuar leyéndote.
Un abrazo
Buenas noches Ofelia Gómez: Tu relato me ha gustado mucho.
Sigue los consejos de los compañeros que son los lectores y sus comentarios ayudan mucho.
Enhorabuena, un saludo, Menta
Hola Isan
Gracias por revisar mi texto, tomaré en cuenta tus correcciones para la próxima vez.
Uuh… Cuando relato la pelea las comas pueden jugar una mala pasada. El tema es así: Almeida es el manager y discute y llega a los golpes con los ayudantes, que luego van presos.
Sería más claro: “Almeida, que era su manager y que terminó herido y hospitalizado…”
Isan, agradecida por tu tiempo e indicaciones.
Nos leemos siempre.
Un saludo
Hola Doralú
Gracias por leerme y comentarme.
Todo lo que escribo termina rodeado de un poco de fantasía.
Nos volveremos a leer el próximo año.
Que tengas Felices Fiestas y Muy Buen Nuevo Año!
Un abrazo
Hola Menta
Te agradezco que leído y que te haya gustado mi relato.
Con cada reto aprendemos algo más. Veremos que desafíos nos esperan en Literautas para el año próximo.
Felicidades. Saludos
Menta: Es “Te agradezco que leyeras y que te haya gustado mi relato.”
Otro saludo.
Hola Ofelia.
Gracias por leer mi relato y por tus amables palabras.
El tuyo me parece excelente. Creo que el principio es esencial para entender el resto. Yo lo veo muy adecuado. Son cosas mías,pero Astro me ha recordado a Freddy Mercury y las críticas que recibió por su histrionismo sobre el escenario.
Hay unas cosas que no me acaban de encajar. Dices que los fans nunca supieron que Astro era un autómata,pero ellos y los periodistas lo olvidan de hoy para mañana, creía que porque ya estaban pendientes de un nuevo trasto.
Llama la atención que el equipo no se haya lucrado con su muerte. Michael Jackson, o el propio Mercury, han forrado a sus familias después de muertos.
Veo cierto problema con el tiempo que transcurre hasta que vuelve el manager y todo está comido por el polvo, pero el jerez sigue en buen estado. Y, sobre todo,¿por qué decide destruir a la gallina de los huevos de oro, abandonar los restos,y no vender la casa?
Intuyo que la perfección de su obra lleva al creador a una profunda crisis existencial. Otro compañero ha escrito un relato sobre el aburrimiento de la perfección.
Es una opinión meramente personal, pero esta frase la redactaría de otra forma:”Sentía que sus manos se negaban dolorosamente a obedecerlo, pero bien sabía qué tenía que hacer”: Sentía,dolorosamente,…pero sabía bien…
Oye, pese a todo lo anterior, el relato me ha encantado. Lo he leído varias veces y me parece estupendo. Por supuesto que creo que cumple con los requisitos de los retos.
Ha sido un placer leerte.
Saludos
Hola M.L.Plaza
Como habrás visto hay parte de fantasía y parte de posible realidad en mi texto.
Tus opiniones son enriquecedoras. Estoy en Literautas para aprender y me has ayudado a reflexionar.
Nos seguiremos leyendo el año próximo!
Un saludo
Hola Ofelia! gracias por pasarte por mi relato y comentar.
El tuyo me ha gustado. Es una historia original , bien desarrollada, que interesa de inicio a fin.
Por poner un pero , y ya que en estos textos no disponemos de mucho espacio para explayarnos, yo hubiera aligerado más el texto de descripciones. Hubiera eliminado a los personajes secundarios y ahondaria más en los sentimientos de tristeza y desamparo del creador ante la “muerte”, con sus propias manos, de su criatura.
Lo que no quita que el texto esté muy bien escrito
Nos seguimos leyendo!!
Hola Patricia Redondo
Muchas gracias por tu comentario.
En realidad el texto es más largo, pero para enviarlo debí reducirlo, así que quedó en 716 palabras. No encontré el modo de agregar algo más, siempre me pasaba de las 750.
Sí, preparémonos para leernos el próximo año!
Hola Ofelia,
Gracias por pasar a leer mi relato.
En cuanto al tuyo, me ha gustado mucho, es muy original. En particular, a mí me gusta mucho el género fantástico. También me ha gustado el punto de vista con el que lo has narrado, parece casi como una leyenda “se decía…”, un narrador que no puede afirmar la veracidad de lo narrado. Lo que me queda duda es si la pelea entre el ingeniero y sus ayudantes puede con tanta debacle. Pero entiendo que Astro sin Almeida se desvitalizaba. Pero, ¿por qué Almeida regresó para tirarlo y no para revivirlo? ¿Qué le pasó a Almeida que lo echó todo a perder? La pelea, sí, pero ¿es suficiente?
Luego creo que en ocasiones usas muchos adverbios terminados en mente muy seguido que podrías reemplazarlos para lograr más fluidez en el texto. Por ejemplo: “lentamente” por “con lentitud”.
Por último, no se si ya te lo han señalado, falta de concordancia sujeto verbo: “…aquellos que tanto lo habíaN admirado”.
Hasta la próxima!
Hola Ofelia. Gracias por tu visita. No voy a comentar lo del primer párrafo… Tu relato me ha gustado, tiras frases cortas, mezcladas magistralmente con otras más largas, le dan ritmo al texto. Enhorabuena.
Hola Florencia M
Gracias por leerme.
Ya corregí esa “n” olvidada en “habían”.
Tienes razón, demasiadas terminaciones en “mente”.
En cuanto a Almeida, luego de sanar de sus heridas, ya no tenía fuerzas para volver a empezar. Habían sido años muy intensos. Necesitaba Paz y la encontró en el retiro espiritual.
Nos seguiremos leyendo y mejorando durante el año próximo.
Un abrazo
Hola miguel_madriles
Gracias! Nos vemos (leemos) en 2019. Hasta entonces!
Saludos
Ofelia, es muy entretenido el relato sobre Astro. Nos haces creer por un buen rato que es un ser humano y nos pones a esperar cuándo va a aparecer el experimento. Al final nos enteramos de que Astro era el experimento.
Bien tejida toda la historia.
Las observaciones de lenguaje ya las hizo, muy detalladamente, Isan.
Si es un cantante que se presenta en los estadios, no veo por qué los ataques al primer párrafo.
Saludos.
Hola Ofelia Gómez.
Me ha sorprendido el desarrollo del relato gratamente, también tengo que reconocer que tengo debilidad por los relatos protagonizados por “autómatas” desde mi adolescencia, cuando descubrí a Le Guin, Clarke, Asimov, Dick, Lem y compañía.
Me ha gustado como has humanizado al autómata, contrasta de una manera muy interesante con la deshumanización de los Sapiens que le rodean.
Al percibir que tenía sentimientos el protagonista, que lo habías humanizado, me ha resultado un poco frustrante su falta de resistencia ante su desactivación, su muerte.
Quizás las tres leyes fundamentales de la robótica estuvieran bien implementadas en su código interno.
Me ha gustado tu relato.
Nos leemos pronto, saludos.
Hola Carlos Jaime
Nos seguimos leyendo y por suerte cada desafío significa un aprendizaje.
Literautas es enriquecedor y agradezco poder intercambiar impresiones con escritores como tú.
Saludos y nos leemos en Enero!
El Apuntador Mudo
Confieso que he leído pocos autores de Ciencia Ficción, y luego de ver tu mensaje decidí comenzar por “Yo, Robot”. He visto la película y sé que el libro es mucho más.
Si, tienes razón acerca del fin de Astro. Allí Almeida está subordinado solo a lo que siente por sí mismo.
Gracias y un saludo hasta la próxima convocatoria.
Hola Ofelia, gracias por tomarte el tiempo de leer mi relato y por tu buena vibra, soy fan de la ciencia ficción y la fantasía.
Y como lector me parece excelente, la primera parte en lo personal me gusta, ya que colocas en contexto que Astro es un “astro” de la música, pero dejas la puerta abierta para contarnos al final que es un autómata, ¡genial!
Pero… no comprendo el porqué de la pelea, sería un buen motivo, que la pelea fuera por Astro o por el ego de su creador y que eso lo llevara a darle fin a su magnífica creación.
Me disculpas si te estoy haciendo spoiler a una mejor versión de tu relato.
Me gusta como mantienes el interés del lector y si, aquí todos estamos con el objetivo de aprender, pero tu estas varios pasos delante mío y me alegra mucho, será un placer leerte en enero próximo.
Hola kirjanik Maya
En realidad el texto de Astro es más largo, necesité reducirlo a las 750 palabras.
Todo el problema, entre Almeida y los ayudantes, comienza por cuestiones de dinero, pero
en realidad es por algo más. Como he visto suceder en algunos equipos de trabajo, discuten por los porcentajes, pero la verdad es que, entre ellos, subyacen resentimientos y deseos de poder.
Nos seguimos leyendo en Enero.
Buen Año 2019!!
Hola Ofelia, no se que puedo aportarte, quizás un poco de sinceridad de un principiante me cuesta el principio y el final no le cojo sentido si astro era un robot ¿por que no arreglarlo o intentar conectarlo de nuevo? Por que no lo izo el mánayer ….Felices fiestas y espero léete en enero.
Hola José María, gracias por leerme y comentar.
Mis relatos, este y otros que tengo escritos, por lo general, no se basan en comportamientos estrictos. Todos tenemos fallas, todos cometemos errores, todos actuamos nuestra vida de modo diferente a como creen los demás que debería ser.
Así pasa con la historia de Astro. Es simplemente un relato fantástico, pero con muestras de posibles comportamientos humanos.
Te mando un abrazo y nos volveremos a leer. Felicidades!
Hola Ofelia, disculpa mi demora en comentar.
Con tu cuento me pasó que el devenir de los acontecimientos fue minando credibilidad al desrrollo. Trato de entender por qué y pienso que te saltas situaciones importantes que uno espera ver al menos enunciadas, como la introsmisión de la prensa en una casa donde se refugia una super estrella de la música caída en desgracia, faltan los guardias, el personal de servicio, el apetito noticioso de los periodistas enfrentados a una situación en extremo sabrosa para ellos, los veo increíblemente pasivos, irreales.
Estos elementos, que aparecen al meterse en la historia, no deben soslayarse, es lo que le da fuerza por contraposición a la fantasía.
Lo veo como una balanza que debe mantener cierto equilibrio para ir dando paso a la imaginación e impacto a lo inesperado.
Me vuelve a suceder con el tibio abandono del creador, su obra maestra no debía quedar botada en un subterráneo a menos que algo realmente le obligue a aquello, y esto no aparece.
El resto, muy bien escrito, buen ritmo, se mantiene el interés por lo que viene después pero, como te digo, siento que se debilita, se diluye hacia el descenlace.
Felicitaciones y a persistir, el oficio lo da la escritura y, sobre todo, la lectura.
Muchas gracias.
Muchísimas gracias Rafael por leerme y darme tu tiempo con tu nota.
Espero que el próximo año nos sigamos leyendo y comentando, todo hace a la evolución.
Un saludo y Felicidades en las Fiestas.