Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

Arganeraie - por El Apuntador Mudo

–Creo que deberíamos arrojar la toalla –dijo Anke, mientras cruzaba el salón atrayendo la mirada de Jutta–. Nuestros ensayos no avanzan ni un ápice –añadió, mientras observaba los árboles junto al ventanal– ¿No te das cuenta que no paramos de golpearnos contra un muro invisible? –Jutta agachó la cabeza, apoyando la barbilla en su pulóver de cuello vuelto, continuó en silencio, sentada en el sofá de cuero blanco, concentrada en las volutas finas de humo que ascendían; mientras Anke se giraba y apoyaba la cadera en la repisa gris de la ventana–. Ya llevamos así seis meses –apostilló, cruzando los brazos.

Jutta se llevó el cigarrillo a los labios, reteniendo la bocanada durante unos segundos, dejó escapar poco a poco el humo mirando las siete esferas marfileñas de la lámpara del techo, sacudió la ceniza en el cenicero de malaquita y volvió a echar otra calada antes de apagar el cigarrillo a medio terminar. –Anke, sabes de sobra que no podemos abandonar en este momento, solo es cuestión de un poco más de tiempo –respondió mientras se incorporaba y se acercaba al ventanal, –estamos a punto de conseguirlo, –dijo bajando el tono y perdiendo la mirada entre las tonalidades cálidas que el sol descubría al despedirse–. Tengo una corazonada. –susurró.

–Me parece un argumento poco serio para provenir de la Directora del Instituto Max Planck de Biología Molecular Evolutiva, ¿no crees? –Unas pinceladas de sorna decoraron las palabras de Anke, sonrió y relajando su torso se apoyó con las manos en la repisa, dejando caer la cabeza hacia atrás sin dejar de mirar a su compañera de laboratorio. Jutte se detuvo a dos pasos y apartando su canoso flequillo entornó sus ojos, arrugó la nariz bajo sus gafas de titanio, tensando por un instante los labios, borró la corta distancia que les separaba, respiró profundamente y atrapó la mirada de su amiga.

Los segundos se amontonaban, uno encima de otro, para poder ver quién de las dos emprendía la retirada o solicitaba una tregua. El tiempo espeso como el chocolate las había convertido en frágiles estatuas de terracota.

–Anke, por favor, no me busques las cosquillas, ¿vale? –La única respuesta que obtuvo fue el sonido del último botón de la blusa saliendo de su ojal, mientras su amiga dejaba caer su dedo hasta el siguiente botón.

Jutte arrugó imperceptiblemente la boca, se acercó más, apenas unos centímetros separaban sus finos labios de la oreja de Anke, despacio, dejó que su rostro descendiera buscando las solapas de la blusa, se detuvo allí donde el botón había abandonado el ojal y suspiró mientras apoyaba las manos en la cintura de Anke. La joven investigadora, mordiéndose el labio, apoyó la mejilla en el cabello plateado de la directora, dejando que su melena azabache le ocultase el rostro. Se separó unos centímetros de la repisa, y agarrando la mano de su compañera la dejó sobre su cadera esbozando una sonrisa felina.

–¡Ayyy! –gritó Anke contrariada, mientras Jutte daba unos ágiles pasitos hacia atrás, con una sonrisa retorcida–. Eres una salvaje, me va a salir un moratón seguro –seguía quejándose, escuchando la risa de Jutte, mientras se pasaba con fruición la mano por la nalga–, espero que luego me compenses como es debido, diablilla.
–Ya será menos, mala pécora, –le espetó Jutte mientras la agarraba del talle–. No hay descuido, –continuó– te daré luego aceite de argán del bueno, tunanta. –Y sus risas las envolvieron mientras cruzaban la sala–. Vámonos para el laboratorio o comenzarán a echarnos de menos.

Unas pocas farolas que rodeaban la vivienda revivieron como aves fénix entre los estanques y árboles; bajo su mirada, el agua de algunos parecía vestida de piedra de luna, en otros dejaba ver un manto de azurita cobalto, y la de los más alejados estaban tapados de reflejos lapislázuli; un cielo soñoliento de ágata añil esperaba sobre ellos que el tiempo dibujara los caminos vírgenes de la luna.

A las tres de la madrugada se escuchó un grito que provenía del sótano de la vivienda. Nadie más podía saberlo, pero el experimento había salido mal. Otra vez.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

22 comentarios

  1. 1. J. C: Hidalgo dice:

    La historia y el concepto no está mal.
    Lo que voy a decir es mi opinión personal:
    Lo que no me acaba de gustar, aunque esto es cosa mía, es que me parece demasiado literaria la forma de expresarse y de describir.
    Especialmente lo de las descripciones es lo que más destacaría. Creo que hay demasiadas descripcines que realmente no aportan nada a la historia, aunque sí a visualizar la escena ,y enlentecen el flujo y el ritmo.

    Por ejemplo, si se eliminara esta frase “mirando las siete esferas marfileñas de la lámpara del techo”, no afectaría a la historia. Decir que el cenicero es de malaquita, tampoco aporta nada. Por supuesto, como ya he dicho, aporta información para visualizarlo, pero tambien distrae y relentiza.

    Pero como he dicho, es cosa de gustos.

    Por lo demás, la historia está bien.

    Escrito el 19 noviembre 2018 a las 09:10
  2. 2. Víctor Alverdi dice:

    Buena historia, me gustaron las descripciones aunque coincido con Hidalgo en que algunas están de más. Pero la trama me agradó. Saludos.

    Escrito el 20 noviembre 2018 a las 08:19
  3. 3. Ana Roda dice:

    Hola Apuntador Mudo.
    Me ha gustado el relato y la relación entre las dos protagonistas resulta muy natural.
    En cuanto a las descripciones que señalan los comentarios anteriores, aunque a lo mejor no sea lo más ortodoxo en un relato breve, a mi me han ayudado mucho a visualizar.
    Nos seguimos leyendo en enero.

    Escrito el 20 noviembre 2018 a las 20:50
  4. 4. Estel Vórima dice:

    Hola, el relato no está mal y cumple con el reto. Las descripciones pueden ayudar a visualizar la escena, pero en un texto tan corto, abusar de ellas, realentiza demasiado el ritmo de la historia. Pero es una opinión, nada más.

    Escrito el 21 noviembre 2018 a las 14:08
  5. 5. jose maria dice:

    Hola apuntador ,estoy de acuerdo con los compañeros ,para ser un relato corto hay frases o descripciones que por lo menos a mi ,un lector normal me despistan de la trama un saludo y felices fiestas mi relato es el 65 nos leemos

    Escrito el 21 noviembre 2018 a las 15:17
  6. 6. El Apuntador Mudo dice:

    Hola compañeros, J.C. Hidalgo, Victor Alverdi, Ana Roda, Estel Vórima, José María.

    Aprecio mucho y agradezco todos vuestros comentarios, son de gran ayuda y los tendré muy en cuenta. En cierto modo cuando estaba escribiendo el relato, buscaba en algún párrafo ralentizar un poco el tiempo, pero me da la impresión que se me fue la mano, un poco no, bastante.
    Otro aspecto que buscaba con algunas descripciones, era vestir un poco más a las protagonistas en relación con esos objetos de su entorno cercano, pero creo que el tamaño del relato no permite dejarse llevar mucho en ese sentido, o no he sabido hacerlo de la forma más adecuada.

    Seguiré trabajando, agradecer vuestro tiempo y vuestras aportaciones de nuevo.

    Lo más pronto posible me pasaré por vuestros relatos.

    Saludos y nos seguimos leyendo, muy pronto

    Escrito el 22 noviembre 2018 a las 10:43
  7. 7. Laura dice:

    Hola El Apuntador Mudo.
    Coincido con quienes me preceden, hay demasiadas descripciones, aunque tienes unas expresiones maravillosas, para deleitarse lentamente con ellas. XD
    Queda la duda ¿quién/què emitiò el grito?
    Mis saludos.
    Hasta la pròxima propuesta.

    Escrito el 22 noviembre 2018 a las 11:00
  8. 8. J. C: Hidalgo dice:

    Buenas Apuntador Mudo. No pasa nada, estamos aquí para aprender ayudarnos unos a otros.
    De hecho, creo yo que una de las cosas más dificiles en la narración es el control del tiempo, flujo y ritmo, cuándo describir y cuándo no… Y creo que es algo que se aprende a prueba-error.
    Si sirve de ayuda, leyendo a Palahnuik (el del club de la lucha) o Terry Pratchett, aprendí lo mucho que se puede decir con muy poco.

    Escrito el 22 noviembre 2018 a las 23:26
  9. 9. El Apuntador Mudo dice:

    Hola Laura.
    Como bien dices, aún debo aprender cuándo y de qué modo hacer las descripciones más adecuadas, todo es cuestión de practicar, estar atentos a los trabajos del resto de compañeros y seguir leyendo, con vuestros ánimos todo resultará más sencillo.
    Sin duda, para muchas circunstancias de la vida, ser lento, es también una virtud.

    Escrito el 23 noviembre 2018 a las 11:26
  10. 10. El Apuntador Mudo dice:

    Hola J.C. Hidalgo.

    Gracias por tu apoyo, les echaré un vistazo a esos dos autores que me propones para consultar su estilo narrativo. Ahora estoy liado con una Antología de cuentos, y tendrán que esperar un poco.

    Escrito el 23 noviembre 2018 a las 11:32
  11. 11. Menta dice:

    Buenas noches El Apuntador Mudo: Tu relato me ha gustado mucho por tu forma de escribir.

    Pero hay algunas cosas que te quiero comentar:

    Este mes en el blog nos propusieron:

    “Escena: La propuesta para este taller es diferente a lo habitual, ya que no os propondremos una frase o una serie de palabras, sino un pequeño fragmento de texto a partir del cual tendréis que desarrollar vuestro relato, con lo que sea que os inspire ese texto:

    A las tres de la madrugada se escuchó un grito que provenía del sótano de la vivienda. Nadie más podía saberlo, pero el experimento había salido mal. Otra vez.

    Por supuesto, NO es necesario que aparezca en vuestros relatos el fragmento propuesto. Se trata solo de una inspiración para que escribáis libremente lo que os sugiera. A ver qué resulta del experimento.

    Reto opcional: como reto alternativo os proponemos que el relato cuente una historia de amor. El reto opcional es voluntario. Podrás participar aunque tu relato no lo incluya”.

    Veo que tu relato está desequilibrado porque desarrollas mucho el reto opcional de la historia de amor y muy poco lo que te sugiere el grito a medianoche, el sótano y el experimento.

    En este taller de escritura, me parece, que es importante ceñirte a lo que te mandan; porque esta imposición te obliga a ser conciso en las descripciones y tener siempre una meta a la que llegar y no despistarte con acciones accesorias.

    Los diálogos entre las protagonistas me han parecido muy naturales. Sin embargo, las palabras: tunanta, diablilla y mala pécora, me han parecido todo lo contrario porque son poco habituales.

    Tus descripciones son muy buenas y me han situado muy bien en las escenas.
    Parece ser que cuando han llegado a su casa no ha habido aceite argán del bueno, si no que han estado experimentando en el sótano hasta muy tarde.

    Espero haberte ayudado con estos comentarios.

    Un saludo, Menta

    Escrito el 23 noviembre 2018 a las 20:25
  12. 12. Jose Luis dice:

    Hola
    Gracias por pasarte por mi relato
    Tu cuento está bien descrito, tiene metáforas interesantes, descripciones fieles y está bien narrado; los personajes interactúan bien.
    Sin embarto, creo que el contenido mismo del cuento no tiene la fuerza que podría tener, y el final no resulta tan efectivo. No hay un conflicto claro; es una exposición de dos personas que hablan, que flirtean, y que luego, por último, van a un laboratorio. No hay “chicha”, por así decirlo. Con menos palabras podrías decir exactamente lo mismo, y entonces notarías que no hay mucha historia.
    Pero es mi opinión personal.
    Un saludo

    Escrito el 23 noviembre 2018 a las 21:47
  13. 13. El Apuntador Mudo dice:

    Hola Menta.

    Por supuesto que son de gran ayuda vuestras opiniones y sensaciones, sean para remarcar aspectos positivos o negativos, siempre enriquecen y ayudan a mejorar mi escritura incipiente.

    Creo que en parte me dejé llevar demasiado por lo que me inspiraba el párrafo fuente del taller, a partir de ahí me vi atado mentalmente para variar la historia; por otro lado, mis carencias expresivas acentúan otros aspectos del mismo que no son bien transmitidos o al menos percibo que no son claros para los lectores. En el relato quiero dar a entender que no salen de su domicilio, pero no consigo hacerlo.
    Además, me resulta evidente, que me falta una planificación básica, y con ello evolucionar desde mis “escenas” a “relatos” que comuniquen historias “completas”, con todos sus condimentos interiores para que se conviertan más o menos en auténticos cuentos.

    Agradecerte de nuevo que hayas analizado mi escrito, es de gran ayuda.

    Saludos, nos seguimos leyendo.

    Escrito el 24 noviembre 2018 a las 11:44
  14. 14. El Apuntador Mudo dice:

    Hola Jose Luis.

    Creo que es acertado tu análisis, y más que un cuento o relato “completo”, lo que he creado no deja de ser una escena con más o menos chicha. Es muy gratificante leer vuestras opiniones, las cuales tengo en gran estima y valor, no caen en saco roto, y espero que con el paso del tiempo y el suficiente esfuerzo den sus frutos.

    Nos seguimos leyendo, saludos.

    Escrito el 24 noviembre 2018 a las 11:58
  15. Hola Apuntador. Me detuve en tu relato precisamente por el título, me pregunté de qué trataría una historia de reserva del árbol del Argán (o de acacias según el lugar). Y mira por donde encuentro un relato que me ha encantado. Casi me lo pierdo, pues no hay tiempo material de leer todos los aportes.

    A destacar la fuerte atmósfera sensual y sexual entre ambas amigas, en el que el autor se ha recreado expandiendo las frases, ralentizándolas, tengo la impresión, con la firme voluntad de que así sea. Te pongo el ejemplo de la escena en la que Jutte se acerca apenas unos centímetros, a la oreja de Anke…

    Es verdad que hay exceso de descripciones adjetivizadas, creo que se podría sacrificar algunas sin que la historia sufra. Demasiados cromatismos, blanco (sofá), gris (repisa), chocolate, terracota, lapislázuli, ágata, añil… me recuerdas a algunos escritores modernistas, ya sabes, el color en la literatura del modernismo era una de sus firmas.

    Y ceniza y cenicero demasiado cercano, en mi humilde opinión la frase podría quedar más simple prescindiendo del cenicero de malaquita en (volvió a echar otra calada antes de apagar el cigarrillo a medio terminar)

    ¡Ahhh!, más que justificado el título en la promesa de un buen masaje con aceitito de Argán.

    A pesar de las pegas, he empezado diciéndote que me gusta mucho como escribes, y que sepas que tengo curiosidad y ganas de seguir leyéndote otros trabajos.

    Un placer compañero.

    Escrito el 24 noviembre 2018 a las 22:04
  16. 16. El Apuntador Mudo dice:

    Hola Isabel Caballero.

    Te agradezco tus palabras, reconforta mucho leerlas y apreciar las diferentes sensibilidades que brotan de la lectura del relato.
    Esa era mi intención cuando recreaba ese momento entre las dos protagonistas, ralentizar en todo lo posible para acentuar esa atracción magnética primigenia, “animal”.
    Tengo que reconocer que el modernismo, como movimiento artístico, me resulta fascinante, en sus diferentes ramas. Pero sin embargo, hace ya, quizás desde mi adolescencia, ningún autor modernista ha caído en mis manos, puede que el último fuese su iniciador.
    Comparto todas tus reseñas a pulir, mucha más tijera y más libertad para el lector.

    No me faltará el tiempo para leer tus relatos, muchas gracias por insuflar con palabras el camino que todos acabamos transitando en este “Coliseo”.

    Saludos y nos leemos.

    Escrito el 25 noviembre 2018 a las 12:05
  17. 17. Nats dice:

    Hola Apuntador Mudo, a mi parecer creo que es una historia que necesita más que un microrelato, me costó un poco entender de qué va y aún así tengo una interpretación muy personal que no se si coincide. El tema acá es una pareja gay que tal vez una se aproveche más de la mayor y a la final no le da la talla en el campo sexual? No se en todo caso las descripciones son bellas y el diálogo natural y sencillo.

    Seguro saldrá algo interesante de este experimento.

    Te invito a que te pases por el 13. Saludos!

    Escrito el 26 noviembre 2018 a las 02:10
  18. 18. El Apuntador Mudo dice:

    Hola Nats.

    Gracias por compartir las impresiones que te ha causado la lectura del relato.

    Cuando estaba metido en faena, mientras iba montando el relato poco a poco, surgía una atmósfera, un “tempo” que ninguna de las dos protagonistas olvidarían con el paso de las semanas y sería motivo para relajar la tensión y frustración provocada por los malogrados ensayos en el sótano. Creo que en sus recuerdos ese momento sería muy vívido e irreal, pues el paso del tiempo lo transformaría, provocando más de una risa de complicidad al echar la vista atrás.

    Cuando se experimenta, sea positivo o negativo el resultado, siempre surge algo interesante.

    Saludos, nos seguimos leyendo.

    Escrito el 26 noviembre 2018 a las 18:14
  19. 19. Conrad Crad dice:

    Hola apuntador mudo,
    Suscribo el comentario de Isabel caballero. Has conseguido crear una atmosfera muy potente entre las dos mujeres. Todas las descripciones y metáforas que contribuyen a crear esa atmosfera, por otro lado, hacen también que el texto se ralentice. Algunas frases son bellísimas, pero yo me preguntaría si son las adecuadas para el texto que presentas.
    Me gusta como escribes.
    Un saludo y nos leemos.

    Escrito el 28 noviembre 2018 a las 16:20
  20. 20. El Apuntador Mudo dice:

    Hola Conrad Crad.

    Gracias por tus amables palabras, tengo en buen aprecio tus opiniones, y las guardo con las del resto de compañeros.
    Comparto ese detalle que remarcas con respecto a alguna frase, pero no supe cortar con las tijeras adecuadamente, o al menos que no chirriase con respecto al resto.

    De nuevo agradezco tu tiempo y comentarios.

    Nos leemos, saludos.

    Escrito el 28 noviembre 2018 a las 23:04
  21. 21. Rafael dice:

    Hola Apuntador Mudo, disculpa mi demora en comentar.
    He leído atentamente tu relato y debo confesarte que me ha sorprendido la abrumadora calidad literaria que posee. No le quitaría ni una sola frase, la descripción de la escena íntimamente entretejida con los diálogos me parecen de un equilibrio y ritmo perfectos. En mi humilde opinión no sólo tienes un talento narrativo prodigioso, sino que además lo manejas con maestría. Puedo entender que no todos los lectores comulguen con todos los estilos, pero eso no quiere decir que debas modificar algo tan bien logrado.
    Es cierto, la idea de que las protagonistas nunca abandonan su domicilio es clave para entender el descenlace y completar el círculo de la trama, tal vez debías explicitarlo más.
    Pero nada quita el logro de un texto tan bien articulado, gocé la lectura en cada detalle, te felicito sinceramente, tu manera de escribir merece ser publicada, hay una sensibilidad expresada con gran profesionalismo, es por lejos lo mejor que he leído en el blog.
    Sigue adelante, tente fe porque seguro hay miles como yo, que disfrutarán así el leerte.
    Mil gracias por compartirlo.

    Escrito el 6 diciembre 2018 a las 03:40
  22. 22. El Apuntador Mudo dice:

    Hola Rafael.

    Muchísimas gracias por tus generosísimos comentarios.

    Debo añadir, que bajo mi humilde opinión, aunque solo he podido leerme un buen puñado de relatos hasta ahora, hay un gran número de escritos de una calidad y belleza muy superior a mi texto, pero es una apreciación muy personal y quizás ligeramente no muy objetiva.

    Agradezco encarecidamente tu tiempo, y que compartas tus impresiones sobre mi relato.

    Nos leemos, saludos.

    Escrito el 10 diciembre 2018 a las 11:54

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.