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Al perro flaco... - por Amilcar Barça
Web: http://caminodehierro.net
… todo son pulgas. Lo que en un principio funcionaba a las mil maravillas, pronto empezó a torcerse fruto de las envidias y la avaricia de algunos funestos chiquiliquatres. Envidiosos del éxito que nuestros amigos, el ogro Rufo y su compañero Drago, cosechaban con los visitantes del castillo, no tardaron en idear la manera de despojarles del trabajo/entretenimiento/espectáculo que hasta ese momento exhibían para pasatiempo y solaz de chicos y grandes.
Ya hubieron de abandonar el castillo al restaurar las murallas y el recinto interior de la fortaleza, que Rufo disfrutaba en soledad hasta el \"aterrizaje\" de Drago. Rufo echaría de menos las tardes primaverales y otoñales, incluso algunas invernales, cuando al abrigo de la oquedad creada de manera natural en la roca de la solana del castillo, tomaba el sol sin nadie que lo molestara o importunara. Tampoco se olvidaría de los acantilados de la solana del Morrón, donde el Granero Mototo; aquí se pueden disfrutar tranquilas y soleadas tardes, incluso con nieve siempre que haya sol.
Bueno, vale, nos mudaremos a la cueva Maleno. El invierno será duro pues está a la sombra de la gran roca pero al verano será una delicia; además, con la llama de las fauces del dragón, acumularemos leña y le prenderemos fuego en un periquete los días de nieve y ventisca. Limpiaron y adaptaron la cueva hasta conseguir un cierto confort. Allí descubrieron galerías ocultas hasta entonces y que con buen criterio, mantuvieron secretas.
Cuando todo funcionaba a las mil maravillas, alguien del ayuntamiento confabulado con el empresario que en exclusiva gestionaba las visitas al castillo, creyó que quizá unos vuelos en ala delta, parapentes o ultraligeros \"soltados\" desde el cerro de san Ginés sería buen negocio. En principio la idea parecía buena, pero cara, sin contar con el encanto que las evoluciones a bordo de Drago por los alrededores del castillo eran mucho más seguras, tenían su aquél y no necesitaban de tanto “impulso” para sobrevolar el recinto.
Empezaron, los sediciosos, por exigirles un montón de papeles, pólizas, seguros y licencias además de impuestos. Hartos de tanto miserable/apandador, decidieron romper la baraja y marchar a Las Minas abandonadas de Ojos Negros. Ya habían localizado un principio de galería con una plaza que les permitirían, ambas, vida y esparcimiento en sus momentos de ocio. Allí podrían llevar a cabo sus evoluciones sobre las escombreras. Pero escarmentados, primero hablaron con el alcalde. No hay problema, podéis \"vivir\" allí. Con una condición: en los momentos de calma del viento, habréis de venir si os llamamos una vez a la semana al molino para, batiendo las alas, lograr que las aspas giren. (Jajaja, soplar no, que quema las velas) Quienes ya conocían los vuelos de Drago, al enterarse de que ahora ofrecían sus servicios en la mina de hierro fuera de uso, dejaron de ir al castillo. ¡Qué consternación! Poco a poco las visitas disminuyeron al tiempo que revivía el abandonado barrio minero.
El encargado de gestionar las visitas al castillo, planteó un ultimátum al alcalde: o vuelven el ogro y el dragón, o abandono la gerencia. Asqueados de la traición que originó su abandono del lugar, ambos se negaron a volver en tanto los sediciosos dimitieron forzados por las circunstancias.
Pero entre tanto, fruto del estrés y las angustias pasadas, al ogro le atacó un extraño virus: de la noche a la mañana su nuca y el hombro derecho amanecieron invadidos no por una culebrilla -así lo denominaban- sino por una cesta de culebras, reminiscencias de algún virus que todos los infantes, casi sin excepción, sufren en sus días escolares. Sumados a los picores y los dolores de la afección, un ataque de fiebre alta le obligó a tomar analgésicos sin cuento en tanto esperaba que escampara. Ya vendrá el verano, se consolaban.
Y nuestros amigos Rufo y Drago, hallaron un nuevo divertimento y atracción para sus visitantes: Entre ambos, construyeron un “alto horno” al cual arrojaban polvo de mineral, óxido de hierro, y con el fuego de sus fauces una vez a la semana hacían una “colada” de arrabio que luego repartían entre las visitas. Aquello determinó el definitivo asentamiento de nuestros camaradas en la antigua mina de hierro. Los colegios, impartían clases presenciales sobre la extracción y conversión del mineral en hierro; rudimentario, como los innumerables restos de escoria repartidos por toda la sierra, pero suficiente para que los chavales tuvieran noción de dónde y cómo se creaba el material de la mayoría de los útiles de trabajo que conocían.
Holaa! Me parecio buena la forma en que lograste estructurar varios hechos en un texto corto y además la variedad de palabras que usaste, sigue practicando la forma en que explicaras al lector los hechos sin que se pierda en la historia.
Me parecio bastante creativa la idea. Saludos
Un cuento con soporte real que hace llevadera la historia. Buen trabajo.
Hola Almilcar:
Respecto a: “Isan, te hago la misma pregunta que a Sívori ¿Tiene algo que ver el relato con la nochevieja? jajajaja. salu2” No termino de captar el alcance de tu pregunta. Seguré pensando la respuesta.
Un saludo.
isan, qué poco sentido del humor tenéis. ¿realmente has pensado en ello? creo que no. salu2
Aunque no sea el caso y el ejemplo sea muy “escandaloso”, imagina a un señor o señora, muy serios en su vida cotidiana y que un día echan las garras al aire. ¿Han dejado de ser serios? no, simplemente les apetecía hacerlo.
Como dice Salieri, el soporte real le ha privado a mi relato de la relación nocheviejuna, pero no quiere decir que esté libre de ella. ¿Capito?
Hola Almi! Gracias por leer mi relato.
Me imagine está historia como si fueran los picapiedras! Me gusto!
Muy Terry Pratchett, por lo menos para mí!
Saludos!
hola, jajaj has logrado que yo particularmente vea en este relato a muchas personas de mis alrededores, y me has hecho reirme. gracias.
saludos
Hola Amilcar.
La humanidad por razones venidas de la creación, que seria imposible enumerar, nos enseña que tenemos como recurso el libre albedrío.
Cuando un proyecto se ve sensacional nos avocamos a el con diligencia, pero al fallar por cualquier razón, causa o motivo, no nos lleva mucho tiempo en idear otro proyecto.
Y con la misma energía de las cualidades humanas que recibimos desde el principio de los tiempos volvemos con redoblado esfuerzo a cumplirlo.
esta repetición de proyectos se repite una y otra vez hasta que la humanidad desaparece y solo dejamos esencia. cometido que vive hasta que alguien mas lo adopte o el polvo del olvido lo cubra.
Así es que sigamos adelante que el 2019 nos espera para brindar mas de lo mismo con muchas bendiciones.
Osvaldo, así se dijo y así se cumpla. amegüen. salu2
Buenas tardes Amilcar, muy simpático tu relato; me hizo sumergirme en un español culto, muy literario que lo hace doblemente delicioso. Gracias.
Saludos
Galia
Hola, Amilcar.
En primer lugar desearte un feliz año. Intenté entrar en tu blog, pero no me fue posible ni siquiera utilizando la gatera.
Tu relato creo que tiene mucho de real; como dice Ortzaize puedo imaginar tanto el lugar, como a ciertos personajes. ¿Crítica? ¿moraleja? cada cual que lo vea como quiera.
Un abrazo y por favor no cierres la puerta con tantos cerrojos, siempre podrás enviar a los visitantes indeseados a las fauces del dragón llamado papelera. Jeje.
Quizás no pueda continuar escribiendo, aunque lo intentaré. Si te pasas por mi casa (tengo la puerta abierta) conocerás la razón.
Un abrazo
Sophie, en algún momento habrá estado cerrada la gatera per hace tiempo la entrada está libre. Siento no pudieras acceder. salu2
Un trabajo interesante y llevadero. Me gustó la conexión que puede llegar a hacerse con la realidad.
¡Saludos!
Gracias a tod@s por vuestra visita y comentarios. salu2
Amílcar, el tuyo es un cuento ameno, aunque tiene alguna cosita que no entendí bien.
Reflejas bien lo que es la vida dura de la gente humilde, que tiene que adaptarse a circunstancias cambiantes, y a las envidias, para ganarse el sustento.
Haces un uso atractivo de la fantasía con las labores que le asignas al dragón.
Adivino algunos rasgos de sátira, pero no la identifico; probablemente se refiere a algo muy de España, que está muy lejos de mí.
Observaciones de forma:
No entiendo el significado de “tenían su aquél”.
En “Los colegios, impartían clases presenciales” sobra a coma, porque está clara la secuencia sujeto verbo complemento.
Saludos.
Carlos, gracias por tu comentario. Como te lo diría yo. Tener su aquel, es un frase hecha que encierra circunstancias diversas, no tienen que ser iguales para todos. En este caso, puede ser el miedo-atracción que puede significar el dragón; el miedo a la altura, vértigo. Yo por ejemplo, tengo un vértigo espantoso y miedo cerval a volar en avión. En mi caso, habría varios “aqueles” si optaba por ir a caballo de buen Draco. salu2
Hola Amilcar Barca
Me ha gustado tu historia y además demuestras que conoces bien la fundición de hierro .
nos leeremos en el siguiente de febrero.
salu2 (106)
Gracias chaval por tu visita y comentario. salu2
Hola Amilcar Barca
Desde luego no recuerdo haber leído tu texto sobre las coces de tu burrito Canelo. Si me indicas en que recopilación escribiste el cuento con mucho gusto lo leeré. Gracias