Cookie MonsterEsta web utiliza cookies. Si sigues navegando, entendemos que aceptas las condiciones de uso.

Do you speak english?

¿If you prefer, you can visit the Literautas site in english?

Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

<< Volver a la lista de textos

Heroína - por Conrad Crad

Web: http://conradcrad.com

Apretó el timbre de la «Pensión Paraíso” y preguntó por el Caracas.

− ¿El Caracas? Vete a tomar por el culo…

El chasquido metálico del telefonillo la dejó perpleja, descolocada.

−Si busca al Caracas, olvídalo, encanto.− le dijo una mujer saliendo del portal− Lo pillaron en Barajas bien cargado. Sospecho que se pasará una temporada a la sombra.

Tenía una cara hombruna, los huesos marcados bajo una gruesa capa de maquillaje, la melena rubia reseca y quebradiza de los tintes.

Esperanza la miró angustiada−Necesito heroína−dijo sintiendo que se ahogaba.

−Y yo, cielo, y yo. Aquí donde me ves, aún no me he acostado. Te aseguro que si no me fumo un chino, ya puedo olvidarme de dormir. Pero no llores.

− ¿Qué podemos hacer?− La sorprendió el uso del plural mirando el tatuaje de un dragón que trepaba por el cuello y se perdía en la nuca de aquella mujer extraña.

−Podemos compartir un taxi, acercarnos hasta la Cañada. Es lo único que se me ocurre…

Esperanza calibró la posibilidad. Recordó la frase de una película que había visto hacía tiempo: « Sea usted quien sea, siempre he confiado en la bondad de los desconocidos.»

−De acuerdo.

−Me llamo Desiré−dijo la mujer cogiéndola del brazo− puedes fiarte de mí. Soy legal.

Pararon un taxi. A través del retrovisor, Esperanza observó la mirada intranquila del taxista.

−A la Cañada Real, encanto, al Sector 6 y no te preocupes−dijo Desiré hurgando en su bolso− no hay motivo. Somos dos señoras…Una más que la otra− susurro guiñándole un ojo cómplice a Esperanza. Saco una polvera y se retocó el maquillaje.

−La luz natural no me favorece. Particularmente prefiero los sitios donde puedo controlarla. El día es para los jóvenes. Aquí donde me ves, yo era una muñeca. Los hombres enloquecían conmigo, pero la calle quema mucho, querida. No te la recomiendo… ¿Y tú? Cálmate ¿por qué quieres pillar esta mierda? No eres yonqui, no necesitas adelgazar…

Esperanza titubeo. No sabía que decir.

−No pasa nada, cielo. No tienes porqué contármelo…

El taxi se detuvo a la entrada de una calle de tierra franqueada por chabolas. El aire estaba cargado del humo que despedían algunas hogueras improvisadas en bidones de lata.

−Será mejor que esperes aquí. Este no es lugar para alguien como tú. Yo traigo lo que necesites.

− Heroína, la más pura − Dijo Esperanza entregándole un puñado de billetes.

Desiré la miro sorprendida− ¡Oh, cielo! Tienes más vicio del que pensaba. ¿No serás dealer?

Esperanza negó con la cabeza.− ¿No tienes miedo?

−Yo estoy curtida, encanto. En peores garitas he hecho guardia. Además, voy preparada−dijo sacándose del bolsillo un espray de gas mostaza.

Bajó del taxi y se alejó por la calle trastabillando con los tacones en el barro reseco. Esperanza observó a unos niños persiguiéndose entre los escombros. Vio perros escuálidos escarbando en la basura y gatos gordos amodorrados, ajenos al trasiego y al ruido. Dos cerdos vietnamitas se apareaban bajo un letrero que rezaba: Bocadillos, peritos, ahmburguesas, elados, pizza y pan. En frente, sobre una puerta se podía leer: Iglesia evangélica de filadelfia « el poder». El ir y venir de gente era constante. «No son personas−pensó−parecen muertos vivientes».

Se sobresaltó al escuchar el clic del cierre automático del coche.

−Así es más seguro−le dijo el taxista− Perdone señora, no es asunto mío, pero creo que lo mejor que podría hacer usted, es irse a casa…

Esperanza contempló a través del cristal la hilera de zombis en busca de su dosis. Pensó en su hijo. En el sufrimiento que lo consumía…

−Sé lo que hago− contestó sin mirarlo.

Diez minutos después, Desiré volvió trayendo la droga y un ligero aroma a lumbre.

−Arranca, encanto-Le dijo al taxista−aquí ya no hacemos nada. Luego le dio a Esperanza sus papelas.

El taxi las dejó a la entrada de la calle Hortaleza. En la acera, Desiré la miro con semblante serio.

−No voy a preguntarte. No sé en qué andas metida pero sospecho que en nada bueno. Espero que estés segura de lo que haces.

Esperanza intentó controlar las lágrimas.

−Puedes contármelo. Se lo que es sufrir, puedo entender porqué se hacen las cosas.

Pensó en la posibilidad de hacerlo, si alguien podía entenderla esa era ella, pero desecho el pensamiento. Era demasiado íntimo, demasiado terrible.

−Gracias− dijo. La besó y sintió la mejilla rasposa de Desiré arañarle la piel − Te estoy muy agradecida pero tengo que irme.

Con un profundo pesar Desiré la observó desaparecer entre la gente.

¿Te ha gustado esta entrada? Recibe en tu correo los nuevos comentarios que se publiquen.

16 comentarios

  1. 1. JUANA MEDINA dice:

    Salud Conrad Crag,
    Excelente y durísimo relato. Me ha conmovido su veracidad, y los sentimientos de ambas mujeres, el sufrimiento humano. Muy bien escrito.
    Enhorabuena!

    Escrito el 17 enero 2019 a las 15:46
  2. Hola Conrad

    Yo veo el relato como una escena de algo más largo y así, me gusta.

    Los diálogos están bien, la figura del taxista, la ambientación, la mejilla rasposa, ¡me encanta como has descrito cada cosa! Pero como relato en sí, le falta una chispa, el puntito que convierte una escena en relato.

    Es una opinión que tiene el único deseo de ayudarte a mejorarlo.

    Saludos.

    Escrito el 17 enero 2019 a las 18:39
  3. Hola Conrad, nos leemos de nuevo compañero.
    Lo primero, que buen manejo de los diálogos, coloquiales, con el lenguaje punto canalla marginal que requiere la temática que has emprendido con buen criterio.
    Encajar el dragón en un tatuaje forma parte del ambiente.
    La caracterización de los personajes impecable e implacable (hay que tener 1. Gusto por la observación y 2.- Saberlo contar)
    Sobre el uso de los guiones largos de los diálogos, seguro que por esta estupenda Web hay un tutorial, y si no, alguien más puesto que yo en este tema te podrá ayudar.
    Algún despiste de acentuación, por ej: desechó… por qué
    Me ha encantado el doble juego de la palabra heroína, droga y héroe de alcantarilla fem. aunque raspe la mejilla.

    Siempre es un placer leerte Conrad, y no lo digo de cumplido ¿eh?

    Escrito el 17 enero 2019 a las 20:27
  4. 4. Doralú dice:

    !Hola Conrad Crad!

    Me ha gustado tu relato, coherente, fluido, creíble y con una temática dificil de manejar pero que lograste mantener el equilibrio de los hechos y realidades personales de los protagonistas, también tiene un excelente manejo de la intriga. Es un buen texto para continuar a un cuento o novela.

    Un abrazo

    Escrito el 18 enero 2019 a las 04:45
  5. 5. Conrad Crad dice:

    Hola compañeras,

    Hasta ahora no he encontrado el momento para poder comentar los relatos aunque si que he leído los vuestros. Os haré una visita a lo largo del fin de semana.
    Juana Medina si que es una historia muy dura y he dudado durante mucho tiempo sobre mi capacidad para poder contarla. He intentado controlar la sensiblería y los lugares comunes donde tan fácilmente se puede caer en este tipo de historias. No se si lo he conseguido, pero no sabes como me reconforta que te haya conmovido. Gracias Juan Medina.
    Paola, amiga, como de costumbre me cuesta enfajarme en el formato Literautas. Esta es una escena que forma parte de un relato que, si te apetece, puedes leer en mi recién estrenado blog (no sabes como me ha costado configurarlo). Una abrazo, Paola. Tu opinión es muy importante para mí.
    Isabel, todavía le estoy dando vueltas a los lagartos de tu relato… Te digo lo mismo que a Paola, tu opinión me importa mucho, muchísimo, y me inspira y me da fuerzas para seguir aprendiendo. Un abrazo, compañera. Un abrazo para las tres.

    Escrito el 19 enero 2019 a las 12:28
  6. 6. Conrad Crad dice:

    Hola, Doralu
    Gracias por tu visita y por tus comentarios. Pasaré a leerte pronto.

    Escrito el 19 enero 2019 a las 12:33
  7. 7. Conrad Crad dice:

    Isabel caballero, se me olvidó comentarte.
    En principio, el título del relato “Heroína” hacía referencia a la droga y a Esperanza, la madre dispuesta a hacer cualquier cosa por su hijo, pero tienes razón, hay una tercera heroína, que es Desiré. No me había dado cuenta,
    Un abrazo

    Escrito el 19 enero 2019 a las 18:11
  8. 8. M.L.Plaza dice:

    Hola Conrad.
    El relato es estupendo: muy interesante y bien escrito. Desiré es un personaje de una pieza pero algo en la historia no me suena muy real. No creo que un travesti tan currado se ponga a contarle su vida a la primera mujer con la que se cruza por la mañana. Tiene que haber algún gesto en Esperanza que la haga confiar. Me parece que la madre debería hundirse al ver a los zombis que le recuerdan a su hijo, y que Desiré la vea al volver al taxi e intuya algo. Por eso yo invertiría el orden de las siguientes frases: Esperanza contempló… y Sé lo que hago. El tengo que irme lo sustituiría por me esperan en casa, o algo parecido.
    Me ha encantado eso de “en peores garitas he hecho guardia”.
    Y ya puestos, quitaría la primera frase y entraría a saco: “¿El Caracas?…”.
    Bueno, pues ya te he contado mi película.
    Me ha encantado leer tu relato.
    Saludos

    Escrito el 20 enero 2019 a las 00:57
  9. Hola Conrad,
    En esta ocasión he leído los comentarios anteriores. Ahí hay muchas pistas de cómo se puede levantar una historia donde tanto el argumento como el tema son muy conocidos desde 1988 (éxito de Víctor Manuel) La Madre – Qué te puedo dar.
    https://www.youtube.com/watch?v=LTB5pC5MxNY
    Eso que es una dificultad añadida puede servir de espuela y cicate para lanzarte a fondo en las otras variables que inciden e relato:
    voz narrativa, narrador y sobre todo el punto de vista o lugar desde donde el narrador vé la historia. Eso exige que el autor implícito no aparezca por el texto. El autor implícito, el Conrad Car que el “autor real” pone a contar relatos, tiene el inconveniente de que no “puede” contar nada al lector. El lector solo se entiende con el narrador..
    Esa es la difucultad y la madre del cordero para desbrozar cualquier obra. Como muy bien señala Paola Panzieri al relato que presentas le falta una chispa y sobre todo le sobra el autor, que se cuela por todos los lados, empeñado en mostrarnos todo lo que sabe y es. Así es el taxista, es la madre, es el hijo que no se vé, es la heroína, es la biblia en verso.
    Y el lector echa de menos al narrador, ese ser fantástico que el autore crea para que se pueda poner en contacto con el lector manejando todos los elementos de la obra con las normas recibidas por el autor desde luego. Pero hay algo que no se debe olvidar : Es esencial no confundir el autor y el narrador
    Ejemplo: La sorprendió el uso del plural mirando el tatuaje de un dragón que trepaba por el cuello y se perdía en la nuca de aquella mujer extraña. Aquí da la impresión de que el autor “se coló” puntualizando al narrador con la “sorpresa” de la madre , señalando ado admás que aquella era una mujer ¿extraña?.
    En todo el texto hay numerosos ejemplos de esta usurpación.
    Tal vez merezca la pena hacer una revisión y preocuparse sobre todo por la creatividad en la construcción de la trama, en el encaje y coherencia de los elementos. Ya sabes que el Tema (en este caso : Lo que una madre puede hacer por su hijo), y el Argumento (Ir a comprar heroína a un poblado marginal en compañía de un yonqui de aspecto ambiguo) son más o menos previsibles y conocidos. Por eso merece la pena el otro camino.
    DEjo constancia que todo esto es mi opinión tan despreciable como la de cualquiera, y que siempre debe prevalecer el criterio del autor que eres tú y que tan amablemente ofreces tu obra, cosa que te agradezco. Un abrazo

    Escrito el 20 enero 2019 a las 10:58
  10. 10. María Jesús dice:

    Hola Conrad: Tu relato me ha gustado mucho, esta muy bien escrito y se entiende fácilmente, aunque quizá la trama me suena a algo ya visto o leído en películas o novelas, incluyendo el aspecto de Desiré o las descripciones del barrio marginal.
    Pese a todo el texto hace que te impliques con Esperanza y puedes sentir el sufrimiento de esa madre coraje que intenta ayudar a su hijo aunque lo que hace no sea lo más acertado. El doble sentido del título me ha parecido muy bueno.
    Saludos desde el 107

    Escrito el 21 enero 2019 a las 11:32
  11. 11. Luciano Sívori dice:

    Un texto sentido, real, honesto. Concuerdo, como dicen otros comentaristas, que tiene mucho espacio para crecer. Me ha gustado.

    Escrito el 21 enero 2019 a las 12:14
  12. 12. Conrad Crad dice:

    Hola Luigi
    El narrador y el autor me llevan por el camino de la amargura. Te agradezco tu opinión, que siempre me la tomo muy en serio e intentaré explorar otros caminos a ver si me llevan a buen puerto. Gracias por tus aportes y tu tiempo, Luigi. Es siempre un placer.
    Un abrazo

    Escrito el 22 enero 2019 a las 16:15
  13. 13. Conrad Crad dice:

    Hola, M.L.Plaza
    Gracias por tus aportes. La opinión de los compañeros es muy importante porque hace que veas cosas que te pueden haber pasado desapercibidas y te abren puntos de vista que merece la pena explorar.
    Me pongo a ello. Es la única manera de aprender.
    Un abrazo

    Escrito el 22 enero 2019 a las 16:25
  14. 14. marazul dice:

    Hola Conrad: tu relato engancha desde el principio y yo, como lectora, es algo que valoro mucho. Si me aburre al comienzo lo suelo dejar… Y si me engancha es porque hay algo: tensión , curiosidad, empatía con los personajes…Todas esas cosas las he visto en tu historia y alguna más porque me ha llegado y la he leído con interés varías veces. El personaje de Desiré está perfectamente definido. Su forma de hablar la delata, lo mismo que los gestos y los silencios de Esperanza. Su drama, el de Esperanza, no está claro… aunque sospecho que es droga para su hijo, que está enganchado, aunque tal vez
    me equivoque y sea para ella por la pérdida del hijo. Sea como sea tú intención el relato me ha parecido excelente.
    Mi enhorabuena, Contad

    Escrito el 22 enero 2019 a las 20:04
  15. 15. Conrad Crad dice:

    Hola, Marazul
    Gracias por tu generoso comentario.
    Pasaré a leerte en breve.
    Saludos

    Escrito el 23 enero 2019 a las 15:17
  16. 16. El Apuntador Mudo dice:

    Hola Conrad Crad, con gusto paso a leer tu relato.

    Me ha gustado mucho Conrad, duro y realista, como la vida misma, una ambientación marginal muy convincente con una localización perfecta.

    Los diálogos “visten” a los personajes con contundencia, los hacen persuasivos en su esencia a través de lo que dicen y lo que callan. Además de hacer avanzar el relato sin pausa.

    Pocas cosas se pueden hacer con heroína muy pura; puedes cortarla o así sin añadirle nada más acabar con un problema al que no le ves otra solución.

    Muy duro el relato Conrad; pero su credibilidad, sobre todo, me ha encantado.

    Nos leemos, saludos.

    Escrito el 26 enero 2019 a las 11:42

Deja un comentario:

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.