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Apuntes, tutoriales, ejercicios, reflexiones y recursos sobre escritura o el arte de contar historias

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El Animador Multiusos - por Pepelu Martín

Tengo exceso de trabajo que afecta gravemente a mi entorno familiar. Ahora también tengo que currar los fines de semana. La familia pasa de mí, no hablamos de nada, ni siquiera de la marcha escolar de los hijos y no conseguimos comunicarnos, pues cuando llego muy tarde a casa desde el aeropuerto de Barajas, en vez de darme las buenas noches, dicen…—¡Llegó el noctámbulo! —¡Todo el mundo a la cama! Tan solo se queda conmigo Dragón, el perro más listo que he conocido en mi vida.

Pero los hijos pequeños, me reclaman. —¡Papá, ven a mi cuarto! ¡Ya no cuentas cuentos…! ¡Solo nos das un besito y apagas la luz! —Es evidente que la relación se enfría.

El caso es que tengo un trabajo original. Soy animador musical de un canal de TV y eso significa que debo estar presente en todos los programas en directo, al objeto de aplicar el sonido en función del contenido, creando atmósferas adecuadas, como si fuera una banda sonora.

Un sábado llegué tempranito a casa, pues tras mis quejas en el trabajo, me dieron la noticia de que habían contratado a otro animador para repartir los horarios entre ambos. Me puse muy contento. No quería para nada arriesgar una posible ruptura familiar y decidí animarla también.

Al llegar a horas desacostumbradas, todos, desde mi mujer hasta el perro, expresaron su alegría al verme. Me pareció vivir un acontecimiento festivo, como un cumpleaños o algo así. Mis hijos de cinco y siete años, lo agradecieron mucho. Me obligaron a prometer, que les llevaría de vacaciones al término del curso. Esa misma noche, me exigieron también, con dulce tono infantil, que les contara un cuento como solía hacer el abuelo.

—¡Esta bien! ¡Un cuento! ¡No tengo ni idea…! Dejarme pensar mientras me tomo un vino con vuestra madre. Ya se me ocurrirá algo.
—¡De acuerdo! Pero no te olvides papá.
—¡Vale! Cuando estéis en la cama, os contaré uno de miedo…
—¡Ya! ¡Papá! ¡Estamos esperando! —me gritan a dúo.
—¡Bueno! ¡Enseguida voy! Hay que tirar de imaginación. Me inspiré en Dragón.

—¡Atentos…!

Érase una vez un hombrecillo muy pobre que pasaba hambre y pedía limosna en la puerta de la estación del tren de un pueblo pequeño. El hombrecillo había sido artista, trabajó como ventrílocuo en un circo y siempre le acompañaba un perro llamado Negrito. Un perro extraordinario, con ojos vivos y una cara noble.

El hombrecillo le enseñaba con paciencia, cosas divertidas mientras le acariciaba y jugaba con él, le enseñó a dar la mano, a sentarse, a mover la boca cuando el hombre hablaba como hacen los ventrílocuos y compartían la poca comida que podían conseguir. Ensayaron algunas escenas que Negrito entendió.

Un día, encontraron a dos mujeres mayores que se acercaban a la estación con cestas llenas de embutidos y morcillas. El perro se acercó a ellas y preguntó… —¿Por favor, dónde está la calle del jamón? —Las mujeres se quedaron atónitas y a una de ellas se le cayó la cesta. —¿Por qué no contesta usted? —Volvió a preguntar el perro. Las dos campesinas llenas de miedo viendo un perro que hablaba, echaron a correr despavoridas.
Después de recoger las cestas, se pusieron a comer bajo un árbol y con la panza llena, echaron una siesta tumbados a la sombra.

Días más tarde, llegaron a una hospedería. Entraron en el comedor y dirigiéndose al dueño, Negrito le dijo; —Mi amo y yo tenemos hambre ¿Qué hay para cenar? —El señor quedó petrificado y les sirvió cantidad de alimentos. Sentados cada uno en una silla, se inflaron a comer.

La noticia del perro que hablaba, corrió por los pueblos como la pólvora y aquella misma tarde se presentó un viejo avaro, que pensó en comprar el perro para hacer negocios. Tras muchos regateos, lo adquirió por una suma importante de dinero, mientras el hombrecillo hacía guiños a Negrito. El usurero pagó la cantidad pactada y Negrito mirándole a la cara, dijo: No hablaré ni una palabra hasta pasado un tiempo. Necesito convencerme del buen trato que me dará usted.

El ventrílocuo entregó el perro y se marchó rápido a la gran ciudad. Negrito al día siguiente se escapó en su búsqueda, tras ver al usurero que le amenazaba con pegarle, al comprobar que solo sabía decir guau, guau, como cualquier perro.

Después el usurero, se sintió castigado, sin dinero, sin perro y pensó que nunca más haría negocios para obtener ganancias de manera tan ruin.

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8 comentarios

  1. 1. Helena Sauras dice:

    Se lee de maravilla, buen uso de las palabras, buena ortografía y puntuación.
    Un relato con un título original en donde te imaginas bien al personaje principal. El padre casi ausente por el trabajo, y la relación con su familia que se va enfriando. Después, con el diálogo, has sabido recrear muy bien la atmósfera, el padre contando la fábula y los niños expectantes. Lo único que me hubiera gustado es la reacción de los niños tras la fábula. (Algún comentario de ellos), pero creo que 750 palabras no dan para tanto.
    Nos leemos en próximos talleres.
    Si te quieres pasar, mi relato es el 61. ¡Saludos!

    Escrito el 17 enero 2019 a las 06:47
  2. 2. IreneR dice:

    Buenas, Pepelu Martín.

    Tu relato me ha gustado, aunque me ha parecido un tanto confuso. Si la historia que nos cuentas es la del perro ventrílocuo, ¿para qué la parte anterior? Podrías haberla eliminado y haberte extendido más en la otra.
    Quitando al perro, no hay más animales en la historia, por lo que no estoy muy segura de si cumple con el reto que nos proponían de escribir una fábula protagonizada por animales.
    La moraleja o el mensaje de la fábula tampoco me queda muy clara.

    Sobre la gramática, solo he visto que los diálogos no están bien escritos, las rayas de diálogo van en un punto y aparte, no seguido.

    Como relato me ha gustado, ha sido entretenido.

    Nos leemos.

    Un saludo.

    Escrito el 18 enero 2019 a las 12:37
  3. 3. JUANA MEDINA dice:

    Hola Pepelu Martin,
    Aquí, devolviendo tu amable visita. Gracias por tus comentarios.
    Tu relato me ha gustado, sobre todo me ha parecido una tierna enseñanza sobre la amistad y la solidaridad entre animales y humanos.
    Creo que Irene R tiene razón en cuanto a lo extenso de la primera parte.Así habrias podido agregar algo de la reacción de los niños y habrías cerrado más el final. Nada grave. Sigue siendo una muy linda historia.
    Saludos y hasta la próxima.

    Escrito el 18 enero 2019 a las 17:07
  4. 4. Beatriz Emilia dice:

    Hola Pepelu Martín

    Me gustó mucho tu relato, te agradezco porque me divertí leyéndolo. Me agrada mucho la forma fluida con la que se desarrolla, este cuento dentro de una historia más grande; lo que quiere decir que aún te queda tela por contar.

    Te agradezco los comentarios que hiciste a mi relato.
    Deseo que sigámonos leyéndonos.
    Un abrazo

    Escrito el 20 enero 2019 a las 00:18
  5. 5. marazul dice:

    Hola Pepelu:
    Tu relato es el claro ejemplo de que “no es lo que se cuenta, sino cómo se cuenta”. Es una historia sencilla y cotidiana contada de una manera muy clara. Yo sí aprecio la introducción porque muestras una situación muy real y actual. No hay porqué complicase en buscar temas diferentes si la vida misma nos los pone delante. El simple hecho de que el padre se tome antes un vino con la madre, de que los niños impacientes le llamen desde la cama a duo…
    Me puedo imaginar a esos niños con los ojos bien abiertos escuchando. Solo me extraña una cosa Pepelu:¿los niños no le interrumpían preguntando mientras contaba? ja,ja… eso le hubiera dado aún más realismo.
    Creo que si te expresas así de claro puedes contar cualquier cosa.
    Saludos

    Escrito el 20 enero 2019 a las 17:36
  6. 6. Pepelu Martín dice:

    Muchas gracias marazul. Veo que has entendido fielmente la intención de mi cuento. Entre mis defectos, hay uno que no consigo eliminar… Me enrollo mucho y enseguida cumplo con las 750 palabras.

    Escrito el 20 enero 2019 a las 21:40
  7. 7. marazul dice:

    Hola Pepelu, mejor que sobre qué no que falte. Yo prefiero recortar que quedarme en blanco. Eso no es un defecto, sólo hay que saber elegir lo importante o lo interesante.
    Es mi opinión
    Nos leemos

    Escrito el 20 enero 2019 a las 22:20
  8. 8. El chaval dice:

    Hola Pepelu Martín
    Menos mal que el padre ya dispone de mas tiempo para sus hijos, si
    no te quedas que no le puedes contar el cuento porque has acabado las 750 palabras.es broma, ya les dicho a Marazul el por qué.
    La inteligencia bien aplicada puede dar de comer y además reírte de los demás.
    Bien explicado todo y muy coherente, aunque de reto muy poco hay.
    Saludos (106)

    Escrito el 22 enero 2019 a las 00:00

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