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EL PATIO DE DOÑA OLGA - por María Esther
El patio de Doña Olga
Más que un patio diría que es un pequeño parque, con árboles frutales, un ciprés, dos palmeras y en el centro un inmenso timbó, que es el rey de la floresta. Hace muchos años que la dueña de casa disfruta de ese entorno tan peculiar, que le recuerda su infancia cuando vivía en el campo. Por eso hoy está feliz rodeada de buenos amigos que comparten con ella el lugar.
―Te digo Misterio, que es la mejor sombra que tiene este patio,—afirma Rulo, el perro.
—No sé si es la mejor, hay varios árboles acá, he subido a todos con mi hermana y mis primas―contesta la gata con aire de suficiencia.
―¡Es la mejor sí, nadie en esta manzana tiene un árbol con esa sombra! Parece que no te enteraste que la vecina vino a pedirle a Doña Olga que corte algunos gajos del timbó porque le da poco sol a sus tomateras.
―No, no sé, ni me interesan los líos entre vecinos, dice Misterio, exhalando un gran bostezo.
―¡A mí, sí me importa, y no voy a permitirlo, el árbol está en el medio del patio, alejado del muro, no molesta a nadie. Que ponga las plantas en otro lugar! Estar echado debajo de este árbol, disfrutando su sombra de mañana temprano, antes que salga el sol, oír el gorjeo de los pájaros, es algo que no tiene precio. Nunca te conté que antes yo vivía en la calle, sin dueño, sin casa, ni árboles… Cuando tuve el accidente, desperté en este lugar de maravilla, dentro de esa casita que ves ahí debajo de esta fronda…Desde eso tengo a Doña Olga que me cuidó como si fuera su hijo, me dio de comer y beber, me curó las heridas, traía el veterinario todos los días para darme una inyección…Así, fui mejorando, primero arrastrándome en dos patas, hasta que logré ir dando pasos, siempre ayudado por esa noble mujer. Tres meses me llevó la recuperación…
―Ah!, pero no tenés libertad, vivís encerrado, o salís con ella que te lleva de la correa.
―Eso no me importa, vivo feliz con sus cuidados y el cariño que me brinda.
Yo la quiero, ella me salvó la vida. Por eso no voy a permitir que le pase nada y que nadie venga pidiendo que corten gajos del timbó, porque este árbol nos pertenece.
―Y ¿qué vas a hacer si vuelve la vecina?
―Lo voy a pensar—dijo el perro. Y se tira en el suelo cuan largo es.
En eso baja del árbol el benteveo, picoteando unos restos de carne que hay en el suelo.
—¡Me das una idea amigo! ―dice Rulo y se acerca para hablarle en secreto.
—¡Qué bueno! ¡Voy a juntar mi bandada! ¡Cómo nos vamos a divertir! ¡Benteveos, todos al árbol!—convoca alegremente el pájaro.
Entre tanto Misterio se sube al muro, se estira elegantemente, bosteza, se echa, cierra los ojos cual si durmiera, pero su cabeza da vueltas después de oír la historia de Rulo. «El era callejero…no parece, es medio rezongón pero es buen amigo, agradecido…siempre atento, avisa el más mínimo ruido que oye…El accidente, claro por eso tiene la cola torcida, es rengo, camina lento…Me gustaría ayudarlo, no sé que piensa hacer, aunque lo que haga estará bien. Hablaré con mi hermana y mis primas. El es el jefe acá, si hay pelea, da unos ladridos bien fuertes y todos se quedan quietos, hasta los pájaros cierran sus picos.»
Cada cual está en lo suyo, cuando suena el timbre. Es la vecina tan esperada…
Rápidamente se arma el alboroto: Rulo, ladra y salta como nunca, las gatas son una orquesta desafinada, y al grito de ¡Benteveos a la carga!, baja del árbol «una gran nube emplumada», que produce estridentes y particulares sonidos nunca escuchados en aquel patio.
¡Es tan estruendoso e impactante el suceso, que la señora cree ver un dragón que desciende del cielo. Se detiene, grita y sale por donde entró, levantando los brazos y pidiendo socorro!
Doña Olga se ríe al verlos tan divertidos, pero la gran sorpresa se la lleva al leer el cartel en lo alto, que dice: «Hoy, jugamos a la baraja escondida, con premios para todos, hoy aquí, al pie del árbol»
Buena construcción
Buena escritura. Muy original la idea. El cartel de la baraja suena forzado, pero es ina fabula bonita.
Hola compañeros, me animé después varios titubeos, a escribir la fábula, después de todo una vez es la primera.Supongo que a muchos les pasó lo mismo, así que menos excusas y a comenzar la lectura que va ser muy entretenida por lo que he visto.
Gratos saludos para todos.
!Hola María Esther!
Es un muy buen relato. Es fácil de entender, cumple con las normas de redacción y ortografía.
Tan solo tengo un pequeño detalle que presento para tu consideración: a la mitad me perdí un poco con la lectura porque llegó un momento que no sabía quién era el hablante.
Bella la moraleja: agradecimiento y cooperación son indispensables para el buen vivir.
Un abrazo
Hola, María Esther. Tu fábula está bien narrada y me ha trasladado directamente bajo la sombra de ese árbol. Me alegro de que te hayas animado a escribirla.
Coincido con lo que te ha dicho Doralú de los diálogos, pero nada que haya impedido disfrutar del texto.
Un saludo.
Hola María Esther: La historia me ha gustado, es divertida y está bien narrada. Lo del final, cuando aparece el letrero no le he entendido muy bien, pero por lo demás el relato es muy ameno.
Saludos desde el 107.
Muchas gracias por visitarme María Felisa, Doralú,Aqua y María Jesús.
Mará Felisa y María Jesús coinciden en señalar que lo del cartel no queda muy claro, o no se entiende bien. Si, quizás esté de más, aunque quise que disfrutaran juntos a la sombra del árbol, y a la vez completar el reto.
Por otra parte, Doralú y Aqua, anotan pequeña falla en una parte de los diálogos. Leeré detenidamente para encontrarla.
Me alegro que a todas les haya gustado. Cumpliré devloviéndoles la visita.
Saludos. Será un gusto.
Hola Maria Esther.
Gracias por leer mi relato.
El timbó de tu relato por aquí se llama guanacaste. Es el gran rey de la sabana.
Has escrito un texto muy original, de muy agradable lectura.
La principal pega que le veo es el parlamento excesivamente largo de Rulo. Después de decir que quiere estar tumbado bajo el árbol Misterio debería decir algo.
El final sí que parece forzado. El benteveo podría decir: “¡Cómo nos vamos a divertir! Y luego jugamos a la baraja escondida, con premio para todos. ¡Benteveos, todos al árbol!”
Es solo una idea. El relato es tuyo y tú mandas en él.
Me ha gustado leerte.
Saludos
Hola, María Esther.
Me gustó mucho tu relato, lo encontré original, bien escrito y con buen ritmo.
Concuerdo con lo de la frase final…muchas veces me he cuestionado si hay que forzar el relato en pos de satisfacer el reto.
Felicitaciones. Gracias por pasar por mi cuento.
Saludos.
Hola M. L. Plaza, gracias por la visita y las sugerencias. Me dices que el timbó se llama guanacaste en tu país. Realmente es un árbol bellísimo, también le dicen oreja de negro,que me parece muy simpático,porque sus semillas son oscuras y su vaina es similar a una oreja
Gracias a ti y a Roberta por los elogios y las observaciones. Así es como se aprende, siempre buscando la superación.
Saludos.
María Felisa, no te visité porque porque no encontré tu sitio en la lista, supongo que nos veremos en la próxima.
Saludos.
Hola María Esther:
Me ha gustado la fábula, entretenida , ágil y dinámica. Además de graciosa.
Si es verdad, que el final, me ha resultado forzado en la manera de relatarlo.
Nos seguimos leyendo.
Hola Toñi Avila, muchas gracias por pasarte por mi fábula. me alegro que te haya gustado.Trataré de darle una vuelta al final porque hay amplia mayoría que concuerda en la observación.
Saludos, nos seguimos leyendo.
Hola, María Esther
Perdona mi demora en devolverte la visita, pero la rutina no siempre deja tiempo para la aficiones…
¡De buena gana me echaría yo una siesta en el patio de Olga! Tengo que felicitarte por la historia tan dulce que has creado. Me encantó ver a perro y gata del mismo lado. Y, en general, a todos los animales defendiendo lo suyo. Me ha resultado muy simpática y cómoda de leer y aunque el final no lo entendí bien de primeras, ya con tus explicaciones y una segunda lectura, le doy todo el significado. ¡Enhorabuena por tu trabajo!
Me alegro mucho que al final enviaras la historia, aunque fuese con prisas, que esto no es una competición y estamos aquí para ayudarnos. Por eso, voy a indicarte ciertas cosas que podrías pulir cuando decidas repasarla:
Empiezo por el narrador: Al principio utilizas un narrador testigo en primera persona. Pensé que la historia era contada por uno de los habitantes del jardín, pero después acaba en tercera persona. Presta atención a esto, y valora qué tipo de narrador y voz utilizar. Yo creo que sumaría su fuese contada por Misterio, ya que que es el personaje que más evoluciona, pasando de cierta distancia con el conflicto a implicarse en la causa.
Cositas para corregir:
• “que le recuerda su infancia” te falta la “a”
• “―Te digo Misterio, que es la mejor sombra que tiene este patio”: coma después de “digo”.
• ―No, no sé, ni me interesan los líos entre vecinos, (falta el guión de acotación) dice Misterio, exhalando un gran bostezo.
• Yo esta frase, la puntuaría así:
“―¡A mí, sí me importa, y no voy a permitirlo, el árbol está en el medio del patio, alejado del muro, no molesta a nadie. Que ponga las plantas en otro lugar!”
—¡A mí sí me importa y no voy a permitirlo! El árbol está en el medio del patio, alejado del muro, no molesta nadie. ¡Qué ponga las plantas en otro lugar!
• Un poquito más abajo, no veo lo de disfrutar de la sombra del árbol temprano en la mañana cuando el sol no ha salido: si no hay sol, no puede haber sombra. Habría quedado mejor al mediodía.
• “El era callejero…” y “El es el jefe acá”: falta la tilde (él)
• “no sé que piensa hacer”: falta tilde (qué)
Y ya está, ha sido un place leerte y espero haberte ayudado.
Hasta pronto!!!
¡Hola María Esther!
Me ha gustado mucho el clima divertido que has creado en ese patio parecido a un parque.
Adhiero a lo ya apuntado respecto del cartel final; en lugar de él la invitación debió de haber venido de parte de uno de los protagonistas.
Espero que nos sigamos leyendo
¡Hasta la próxima!
Muchas gracias Pilar, por tu excelente comentario. Revisaré al detalle las minuciosas observaciones y corregiré.
Tus aportes son de alto valor para mí y los recibo con gran placer.
Saludos, te seguiré leyendo.
Hola Ulises Vidal, te agradezco la lectura y los aportes sobre mi fábula.Nos encontramos en la próxima.
Saludos
Hola María Esther: Gracias por visitar mi relato. El tuyo me ha gustado mucho. Me pareció tierno, divertido y fácil de leer.
Leí los comentarios y coincido en las correcciones,son muy atinadas. También me pareció muy forzosa la inclusión de la palabra baraja al final del relato.
Ahí comentás el tema de los diálogos, a mí me cuestan mucho, no es fácil. Te recomiendo que busques en el blog de literautas hay unas entradas muy buenas sobre como realizar diálogos, a mí me resultaron muy prácticas. Felicitaciones y nos seguimos leyendo.
Hola maria Esther,buen relato quizás un poco lío con los diálogos ,he leido en comentarios en mi primer escrito (este es el segundo en el taller ) que es más fácil separarlos,con un punto y aparte no soy ningún experto ,también el final me parece que lo veo forzado, un saludo mi relato esta un poquitin lejos soy el 85
Buenos días María Esther: Tu fábula me ha gustado mucho porque está muy bien escrita y además es tierna, los personajes agradecidos y saben valorar la naturaleza.
Enhorabuena, un saludo. Menta
María Esther: Al igual que a doña Olga, tu cuento me recuerda mi niñez.Casi veo el árbol, la gata y el perro. Gracias por leerme (93) y tienes razón. Aunque sea para mí lo voy escribir de nuevo.
Buenas tardes María Esther.
Siento la demora en pasarme por tu relato y agradezco que tú lo hayas hecho por el mío.
Me ha gustado especialmente la forma en la que has construido el relato. Ha sido sencillo seguirlo y disfrutarlo. También aprecio la riqueza léxica que aportas. Coincido, como he leído en otros comentarios, en la dificultad que he encontrado para encajar el final. Sin embargo, esto no quita para que se comprenda tu intención con el mismo ni le reste consistencia a tu construcción.
¡Nos seguimos leyendo!