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Los Tres Cangrejos - por Alfredo Mambié

Web: https://pichonesdeunescritor.blogspot.com

Hace ya muchas lunas, en el alto delta del río Nilo, tres jóvenes cangrejos jugaban a la guerra, correteando a sus anchas una espléndida y soleada ensenada. Sus lustrosas armaduras escarlata centellaban entre las prístinas aguas, a medida que atravesaban ágilmente grandes cúmulos de verdes manglares, cual si fuesen descomunales puentes que interconectaban el fondo del río con la superficie. Un primer cangrejo expresó:

—¡Vean y admírenlas! ¡Nuestras tenazas son poderosas espadas de doble hoja, cuya fuerza nos fue otorgada por el mismísimo Sobek, dios de estas aguas, para hacernos invencibles ante nuestros enemigos! —Apenas expresó su cualidad especial, comenzó a agredir con fingida fiereza a sus dos otros contrincantes. Sus jadeos y empujones de lucha imaginaria y el sonido seco al chocar una contra otra, le brindaba plena veracidad a su revelación.

Un segundo cangrejo alzó la voz exclamando:

—¡Los dioses han decidido hacernos criaturas aún más poderosas! ¡Han sorteado la baraja del destino, eligiendo transformarnos en tres temibles dragones de fuego! ¡Ahora poseemos la fiereza de la cobra rey y el poderío de sus alas mágicas para volar! —Dicho esto, cada uno fue apresuradamente desplazándose por un amplio arco vegetal; una enmarañada bóveda que las ramas de manglar, las que fueron creciendo en ambas orillas, habían formado al lograr entrelazarse en el centro del río. Estando ya los tres cangrejos en el punto más alto de aquel puente natural, decidieron saltar. Se encontraban ahora justo al frente de una desembocadura muy próxima al mar.

—¡Vamos dragones! ¡Hagámoslo!

Los tres crustáceos brincaron valientemente al vacío. Aquellos instantes en el aire les permitió experimentar una dicha plena, indescriptible; un sentimiento genuino de suprema felicidad. Casi ni se percatan del momento cuando volvieron a entrar en contacto con el agua, al culminar su fabuloso descenso. Sus risas y respiración agitada se entremezclaban con el singular chapoteo, producto de su merecida celebración. Las blancas arenas se esparcían y arremolinaban entre sus patas. Sobre ellos, un sol intenso los cubría. Les fue imposible predecir que el destino ya tenía preparado un desenlace inesperado.

Repentinamente, una súbita sombra eclipsó por tan solo un segundo al dios Ra. Un halcón en vuelo rasante, arrancó con sus garras para siempre de las cálidas aguas a dos de los cangrejos. El tercero y único sobreviviente no tuvo oportunidad de entender lo sucedido. Vivió resguardado en su concha, convencido que sus dos valientes compañeros habían logrado adquirir, gracias a los dioses, el don de la invisibilidad en favor de sus grandes hazañas.

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12 comentarios

  1. 1. Wanda Reyes dice:

    Hola Alfredo,
    Muy interesante tu relato. Las descripciones y los dialogos fueron muy fluidos y te dan la imagen de lo que quieres trasmitir. Me gustó el uso de los dioses en el relato y desenlace fue mi favorito.
    Saludos
    Te invito a que leas mi relato es el #79.

    Escrito el 17 enero 2019 a las 14:14
  2. Estimada Wanda ¡Muchas gracias! Bien que te haya agradado. Es gratificante que tus lectores valoren tu obra. Los retos de Literautas ham sido para mi un grato combustible creativo. ¡En breve me llego al tuyo para disfrutarlo igual! Mis saludos cordiales desde Venezuela.

    Escrito el 17 enero 2019 a las 14:39
  3. 3. Osvaldo Vela dice:

    Hola Alfredo, primero que todo quisiera agradecer tu paso por mi texto y también de paso desearte un pródigo 2019.

    Tus letras y redacción son extremadamente buenas: escribes con suficiencia. También comunicas sin tropiezo una fábula con su respectiva enseñanza.

    Me encantó la participación de esos seres etéreos creados por la mente en muchas culturas: los dioses de los entornos.

    Te felicito y espero seguirnos leyendo

    Enhorabuena.

    Escrito el 17 enero 2019 a las 20:03
  4. ¡Muchas gracias, estimado Osvaldo! ¡Qué este 2019 sea el inicio de muchas aventuras literarias plenas y maravillosas!… Con toda humildad te confieso que es mi primer intento en este género. Creo que mucho me ayudó entrar en sintonía con autores como Khalil Gibrán, quien me llevó a este tipo de metáforas, dado a que muchos de sus excelentes textos son así, excelentes fábulas. También estar de vacaciones laborales, relajado y en contacto con mi yo interno, junto a mi familia y amistades, compartiendo en un entorno natural y soleado muy agradable. ¡Esos fueron los ingredientes creativos! Muy honrado por tus comentarios. Escribir es una actividad que nos lleva a un espacio artístico muy especial. Llevo varios años dedicado a perfeccionar un estilo propio, paso a paso. ¡Estaré por siempre agradecido a Literautas y a los demás talleres que me han permitido disfrutar tan maravilloso viaje!

    Escrito el 17 enero 2019 a las 20:33
  5. 5. Miguel Castelló dice:

    Muy bueno Alfredo, la moraleja puede ser “el que no se consuela es porque no quiere”. Enhorabuena

    Escrito el 18 enero 2019 a las 12:24
  6. Muchas gracias Miguel, por darte una pasadita por acá. Es cierto, siempre nos queda el consuelo o asumir positivamente que sobre nosotros actuan fuerzas mucho más poderosas, y que nuestra existencia es un misterio complejo y sagrado. ¡Feliz fin de semana de descanso y lectura!

    Escrito el 18 enero 2019 a las 17:54
  7. 7. Ulises dice:

    Hola Alfredo,

    Me ha gustado mucho tú texto, especialmente su final. Creo que le has aportado una velocidad perfecta al relato, dejando espacio al lector para imaginarse con todo lujo de detalles a esos tres cangrejos jugueteando ¡Genial! Por otra parte, y como ya dije antes, el giro tan drástico que le diste al final me pareció muy bonito (como el cangrejo se piensa que sus amigos son invisibles a pesar de estar muertos). ¡Un saludo!

    Escrito el 19 enero 2019 a las 10:15
  8. ¡En verdad muy honrado y feliz por tus apreciaciones, estimado Ulises! Como bien sabemos como escritores, nuestra pluma debe lograr seducir al lector y atraparlo desde el principio, y llevarlo a un desenlace inesperado.Con cada ejercicio podemos recurrir a distintos ritmos para conseguirlo. ¿Tienes tu texto en esta lista? ¡Me agradaría leerlo! Saludos cordiales y feliz fin de semana.

    Escrito el 19 enero 2019 a las 15:53
  9. 9. Ulises Vidal dice:

    ¡Hola Alfredo
    He disfrutado mucho la lectura de tu fábula!
    Todo comienza con un inocente juego de niños. Y así, seguimos viendo a los tres cangrejos jugar muy en serio a la guerra. De pronto, el inusitado final, ante la desaparición de los dos amigos, el que queda se consuela pensando que aquellos siguen jugando.
    Mucha fluidez, buena ortografía y mejor sintaxis.
    Espero seguir leyéndote. ¡Hasta la próxima!

    Escrito el 20 enero 2019 a las 22:10
  10. 10. Alfredo Mambié dice:

    ¡Muchas gracias Ulises Vidal, por tus apreciaciones y tiempo! Aprecio mucho que haya sido de tu agrado.

    Escrito el 20 enero 2019 a las 23:02
  11. 11. Josè maría dice:

    Hola Alfredo,un relato muy fácil de leer sobre todo la parte de diálogo de los cangrejos. De la ortografia y gramatica no puedo valorarte ,pero si decirte, que me gusto tu relato y espero leerte más
    mi relato es el 85. Es mi segundo relato en el taller.
    Posdata: espero que la situación política de venezuela solo se aclare con la paz y que no te afecte en nada ,ni a ninguno de los tuyos …

    Escrito el 25 enero 2019 a las 21:15
  12. 12. Alfredo Mambié dice:

    Estimado José Marìa, muchas gracias amte todo por tus buenos deseos. Acá anhelamos que esto sólo sea posible a través de esos canales; entendiendo que todo lo político casi siempre empaña el alma del creador, y más cuando se confrontan dos visiones opuestas y que cada bando aspira a ser el vencedor. Mi postura es neutral. Amo esta nación y valoro sus potencialidades. Por lo que siempre transito por los senderos de la creatividad y el ingenio, de la reinvención y la tolerancia y es ahí donde siempre quiero estar. Me pasaré con mucho gusto por tu texto. Siendo tu segundo aporte, es bueno apreciarlo bajo esa óptica. ¡Feliz fin de semana, colega!

    Escrito el 25 enero 2019 a las 21:59

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